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U N O




















El sol se escondía detrás de las nubes cuando Jungkook cruzó la calle directo a su nuevo apartamento. Después de que Jimin le dijo a Jungkook que hiciera su vida, el chico había estado de tribunal en tribunal. Lo han acusado de sospechoso por el accidente del auto y los cadáveres de aquella noche. Jungkook se había cansado. Luego de dos años, él intentaba hacer re hacer su vida de nuevo. Una mejor vida. Sin sangre, muertes o..., Taehyung.

Hoseok, regresó a Jungkook como una "salvación" o como un amigo. Pero, con el tiempo, Jungkook lo empezó a ver con otros ojos. Hoseok, siempre fue el bueno en todo. Él no mintió y mucho menos jugó con los sentimientos de nadie.  Los dos se mudaron juntos a los Ángeles luego de que Jungkook vendiera la casa de su madre y con ese dinero alquiló el apartamento en el que ahora vive con Hoseok.

Jungkook y Hoseok ahora afrontaban el presente y el futuro para olvidar su asqueroso pasado. Y cuando me refiero a pasado, me refiero a sus hermanos. Jungkook pidió el ascensor y esperó a que llegara. Sonó la campana y las puertas se abrieron y él entró.

Presionó el botón de su piso y dejó que la música instrumental lo ayudara a pensar mientras subía. Había entrado a la universidad y su quinto día no había sido el mejor. Se sentía un poco solo, mientras estudiaba por las mañanas. Hoseok trabajaba y por lo tanto, él se quedaba sólo hasta la noche.

Llegó a su piso y salió del ascensor encontradosé con uno de sus vecinos.

— Hola, Jungkook. ¿Cómo anda todo? — le dijo el chico con una sonrisa.

— Bien, June. ¿Qué tal el trabajo? — Jungkook le colocó una mano en el hombro.

— Es estresante. ¿La universidad?

— Ni hablar de ella, es agotadora. — rió él.

— Esta noche mis amigos y yo le celebraremos el cumpleaños a un amigo, tú y Hoseok puede venir si gustan. — le dijo el chico con una sonrisa y caminó hacia el ascensor.

Jungkook se pasó una mano por el cabello.

— Le diré, siempre llega cansado así que tal vez le guste salir un poco.

— Bien, es en la calle 78 con carrera 10. Es un bar, no tiene pérdida.

— Sé donde es, gracias, June. — dijo Jungkook y se despidió con la mano.

Caminó hacia la puerta de su apartamento y sacó la llave, la metió en la cerradura y abrió la puerta. Encendió las luces y soltó un suspiro de cansancio. Dejó caer su bolso al suelo y cerró la puerta con el pie.

Se acercó a la cocina y sacó una cerveza del refrigerador. Caminó por la pequeña sala con una cara de disgusto al ver el apartamento sucio y desordenado.

— Tendré que ordenar esto... — suspiró y abrió la cerveza, le dio un trago y la dejó en la mesa. — mejor espero a Hoseok. — Dicho eso, se dirigió a la habitación en la que compartía con él. Abrió el armario y sacó ropa limpia.

Se quitó la ropa que traía puesta y caminó desnudo hacia el baño. Entró a la ducha y giró la perilla para que el agua saliera. Se metió bajó el chorro y cerró los ojos. Los recuerdos lo azotaron mientras estaba bajo el agua.

Jungkook... — escuchó la voz de Jimin que lo llamaba. Su corazón  empezó a latir muy rápido.  — Jungkook, haz tu vida. Olvidame.

Jungkook menió la cabeza bajo el agua tratando de deshacer la voz de él de su cabeza.

Tal vez nos encontraremos luego, hermanito... — Jungkook empezó a sollozar bajo el agua. — Jungkook..., eres malo.

No, no, no soy malo. Tú eres malo, tú me dejaste, idiota.  — sollozó bajo el agua.

Jungkook... — Jungkook negó con la cabeza otra vez y empezó a llorar.

— ¡Ya déjame! — gritó él.

Jungkook, nunca te voy a dejar hermanito. — su mente estaba jugando con él.

— ¡Basta! — gritó de nuevo.

La puerta de la ducha se abrió.

— Jungkook, ¿qué pasa? — la voz de Hoseok hizo que Jungkook abriera los ojos.

— Hyung... — sollozó él.

Hoseok cerró el llave del agua y le entregó una toalla a Jungkook. Jungkook se secó y Hoseok lo abrazó, le acarició la cabeza. Lo ayudó a terminar de secarse y lo condujo hacia la habitación. Jungkook se cambió y Hoseok salió de la habitación.

Jungkook se terminó de vestir y salió a la sala, encontradosé con Hoseok en el sofá, mientras bebía la cerveza que él había abierto.

— Hoy me encontré a June saliendo del ascensor..., me dijo que él y sus amigos celebrarán un cumpleaños en el bar que fuimos para tu cumpleaños. — Jungkook se apoyó en la pared y se cruzó de brazos. — ¿Quieres ir?

El sofá crujió cuando Hoseok se sentó y lo miró, le dio otro sorbo a la cerveza.

— ¿Tú quieres ir? — le pregunto Hoseok.

— Pues, creo que lo merecemos, ¿no? unas copas y tal vez unos shoots, divertirnos un rato. — Jungkook se encogió de hombros.

— ¿Y luego qué? — Hoseok se levantó del sofá y caminó hacia la mesa y dejó la cerveza en ella, se acercó acerca Jungkook. — Luego de esas copas y esos shoots, ¿qué?

Jungkook se mordió el labio inferior y Hoseok se acercó más a él y colocó sus manos en la cadera de Jungkook.

— No lo sé, tal vez hagamos otras cosas luego de tomar... — dijo Jungkook.

Hoseok pasó un dedo por la clavícula de Jungkook y luego se acercó lentamente a sus labios para besarlo, mientras que sus manos jugueteaban con su camisa.

— ¿Qué haces que no la quitas? — susurró Jungkook entre besos.

Hoseok le quitó la camisa a Jungkook y volvió a juntar sus labios con los de él. Hizo que separaran los labios para que así sus lenguas se juntaran. Los dos caminaron torpemente hacia la habitación, mientras se deshacían de la ropa poco a poco. Hoseok empujó a Jungkook hacia la cama y él se colocó a horcajadas encima de él. Le besó el cuello y fue bajando por su abdomen, se dirigió a su pantalón y lo desabrochó, lo quitó con rapidez al igual que la ropa interior que traía. 

Jungkook se mordió el labio inferior cuando Hoseok acarició su miembro erecto. Jungkook se enderezó y jaló a Hoseok para besarlo. Con un movimiento rápido dejó a Hoseok debajo de él y s colocó a horcajadas. Le quitó el pantalón de rapidez y la ropa interior. Se colocó encima del miembro erecto de Hoseok y movió sus caderas hacia delante. Hoseok soltó un gruñido ante la sensación y llevó sus manos a la cadera de Jungkook para más contacto.

— Bebé, vamos... — dijo Hoseok.

Jungkook hizo que el miembro de Hoseok entrara en él y con sus caderas se impulsó hacia delante y dejó escapar un gemido. 

— Mmhh~ Hobi... — gimió Jungkook.

Hoseok palmeó el trasero de Jungkook y soltó un gemido cuando Jungkook empezó a saltar.

— Oh, lindo... — gimió Hoseok.

— Mmhh~ ¡Ah!

Jungkook empezó a saltar seguido haciendo que Hoseok gruñera y gimiera gracias a sus movimientos.

— Un poco más, bebé... — le dijo Hoseok cuando vio que Jungkook se estaba cansando.

Jungkook volvió a saltar un par de veces. Hoseok se enderezó y lo cogió de las mejillas para plantar un beso en él. Rápidamente cambiaron de posición dejando a Jungkook debajo de Hoseok. Hoseok le abrió las piernas y dio la primera embestida. Jungkook se aferró de las sabanas para darse fuerza.

— Hobi... ¡Ah!

— Joder, sí... — Hoseok aumentó las embestidas.

Jungkook no dejaba de gemir y Hoseok no dejaba de embestirlo. Besó el cuello de Jungkook para luego morderlo y hacerle un chupeton, eso hizo que el cuerpo de Jungkook levantara sus caderas por más contacto.

— Más, más... — pidió jadeante Jungkook.

Cuando las embestidas de Hoseok se hicieron duras y rápidas, Jungkook se había corrido manchando la mano de Hoseok. Hoseok le sonrió algo cansado y con tres embestidas más se corrió dentro de él. Se acostó a su lado, mientras esperaba que su respiración volviera a ser la misma.

— Eres el mejor sexo que he tenido hasta ahora... — dijo Hoseok y pasó saliva.

— Pensé que necesitabas un buen polvo. — Le sonrió Jungkook cansado.

Jungkook se sentó en la cama y soltó un suspiro. Hoseok le acarició la espalda y se sentó a su lado.

— Me despidieron... — le dijo Hoseok.

Jungkook lo miró con los ojos bien abiertos. — ¿Qué? ¿po-por qué?

— Discutí con un cliente porque quería un aumento de su préstamo. La ley dice que es solo con cuatro dijitos, él quería seis. El jefe dijo que él podía demandarme por difamación, porque yo le había dicho que era con cualquier dijito. Él buscaba una suma de dinero muy grande.

Jungkook lo miró y negó con la cabeza.

— ¿Quién pagará el alquiler del apartamento? habíamos quedado que tú lo pagabas, ¿Y ahora?

— Jungkook, podemos quedarnos unos meses así, mientras yo consiga trabajo.

— Sabes que yo no puedo, estoy pagando la universidad.

— Pues tendrás que dejar de pagarla si quieres seguir viviendo aquí. — Jungkook se levantó de la cama y se empezó a vestir.

— No puedo dejar de pagar mi universidad, estoy estudiando. No es mi culpa que te hayan despedido.

— Jungkook, esto no se trata de que me despidieron. Eres tú que no quieres ayudar. — Jungkook lo fulminó con la mirada.

— ¿Ahora me vas a echar todo en cara, eh? — Hoseok levantó de la cama y se acercó un poco a él.

— Sabes que tú y yo queremos vivir aquí, deja de pagar tu universidad por nosotros. — le dijo Hoseok.

— No, Hoseok, no lo haré. Busca un nuevo trabajo.

— Eres un egoísta, Jungkook. Todo es para ti, todo lo que encuentras es tuyo. ¿Y yo qué, eh? — le dijo Hoseok. — Si no fuera por mí, jamás hubieses salido de ese maldito tribunal y nunca hubieses dejado de ser sospechoso de aquella noche por el accidente de tu estúpido hermano y los cadáveres que dejó Min.

— ¡No menciones su nombres! — le dijo Jungkook.

— Aún estás herido, Jungkook. Pensé que lo habíamos superado, pero creo que el único idiota aquí soy yo por creerte a ti. — Hoseok estaba dolido. — aún vives en ese pasado..., siempre has estado ahí. ¿Qué quieres? ¿qué tu hermano venga y te de un abrazo? 

— ¡Cállate de una buena vez! — le gritó Jungkook hecho ira.

— ¡No! no lo haré. Eres un maldito egoísta, esa herida que tienes jamás se va a cerrar porque sigues pensando en ellos. Estás en tu maldito pasado, Jungkook. Eso te está dañando. Nos está dañando. — le dijo Hoseok. Jungkook tragó duro. — eres igual que ellos, Jungkook.

— ¡Cállate! — le gritó Jungkook.

— ¡ERES IGUAL QUE ELLOS, MALDITASEA! — le gritó Hoseok. — ¡AÚN SIGUES PENSANDO EN TAEHYUNG!

Los vellos del cuerpo de Jungkook se erizaron, no solo porque Hoseok le estaba gritando, sino porque había mencionado a Taehyung.

— Pensé que nos habíamos ido de Kansas era porque íbamos a re hacer nuestra vida... — se podía escuchar el dolor en su voz. — Pensé que tú y yo íbamos a estar juntos y olvidar el asqueroso pasado del que vinimos..., pero veo que yo era el único en esta absurda relación. Eres igual que ellos, porque te importa una mierda lastimar a los demás. ¡Te importa una mierda! imbécil. 

— Hoseok, yo...

— Cállate, no digas nada. — Le dijo Hoseok.

Se vistió en silencio y salió de la habitación. Lo ultimo que Jungkook escuchó fue la puerta ser azotada por Hoseok, se había ido. Lo había dejado solo, como siempre se acostumbraba a estar. Jungkook lanzó una patada al aire y gritó. Se acostó en la cama y se frotó la cara.

— ¿Qué me han hecho? — dijo para si mismo.

Jungkook tragó duro y buscó su teléfono, y marcó el número de June.

— ¡Hey! June, hola. ¿A qué horas es la fiesta?

El muy desgraciado no tenía corazón, eso se sabía.

— Es a las ocho, hermano. Formal.

— Esta bien, ahí estaré.

— ¿Hoseok no vendrá contigo?

— No, él..., él tiene que trabajar hasta tarde.

— Oh, está bien. Nos divertiremos.

— Sí...

Jungkook colgó la llamada y miró el reloj de la habitación que marcaba las 07:30PM. Soltó un suspiro y abrió de nuevo el armario. Sacó un pantalón negro y una camisa blanca, se los puso y luego fue con los zapatos. Se mordió el labio inferior cuando se vio al espejo para tratar de calmar sus ganas de llorar. Soltó un suspiro y se convenció a si mismo de que todo estaría bien, o eso creía él. El destino le tenía preparado una gran sorpresa.

Cogió las llaves del apartamento y su teléfono. Salió de la habitación y miró la sala desordenada. Pasó saliva y se dirigió a la puerta para salir. La abrió y salió, caminó por el pasillo y pidió el ascensor. Cuando llegó, entró en el y presionó número del primer piso. La música instrumental volvió a hacerlo pensar.

— Soy un maldito egoísta, gracias Jimin. — dijo Jungkook.

Las puertas se abrieron del ascensor y lo dejaron pasar. Saludó al portero nocturno y salió del edificio. Caminó por la calles y tomó aire para sus pulmones. Se metió las manos en los bolsillos y se dirigió al bar que alguna vez frecuentaba con Hoseok desde que mudaron a los Ángeles. Su teléfono sonó mostrando en pantalla el número de su compañera de estudio.

— Jeon, dime que tu tienes mis apuntes de economía.

— Buenas noches para ti también, Rosé. Sí, yo los tengo.

— Me has dado un gran susto, idiota. Pensé que los había perdido y hola. ¿Cómo estás?

— Voy a mentirte si te respondo esa pregunta.

— ¿Qué ha pasado? ¿tú y Hoseok pelearon?

— Fue una discusión sobre nuestro pasado...

— ¡Vaya! ¿qué tanto ocultan ustedes? suena jugoso.

— Suenas a reportera de un periódico escolar, por Dios.

— Lo siento, pero es cierto. Solo te escucho evitar los temas de tu pasado, Jungkook. ¿Qué hacías antes? ¿es muy malo como para contarlo?

— Rosé..., no insistas, ¿si?

— Está bien..., te dejo. Voy a salir con alguien. 

— ¿Desde cuando sales con alguien?

— Desde que sé quien eres Jeon. ¡Adiós!

Cortó la llamada. Jungkook miró la pantalla de su teléfono confundido por la despedida de Rosé. Se guardó el teléfono y siguió su camino al bar. 

Cuando llegó, mostró su identificación y lo dejaron pasar. Se pasó una mano por el cabello y se adentró al lugar. Vio a lo lejos a June hablar con un grupos de chicos y se acercó a ellos.

— ¡June! — lo llamó cuando la música se hizo más fuerte.

June se giró con una sonrisa de oreja a oreja y lo saludó.

— ¡Viniste! ¡chicos, chicos! — gritó June. — él es mi vecino, Jungkook. — Jungkook trató de dar una de sus mejores sonrisas a los demás del grupo. — Jungkook, el cumpleañero esta en el baño. Cuando venga, te lo presentaré. — Jungkook asintió regañadientes.

— ¡Iré por un trago a la barra! — gritó Jungkook, pero June no lo escuchó ya que estaba muy concentrado hablando.

Jungkook se alejó del grupo y caminó hacia la barra. Se sentó en un taburete y juntó sus manos en la larga mesa. El cantinero se acercó a él.

— Un Wisky, por favor. — pidió Jungkook.

— Enseguida, señor. — dijo el cantinero y fue a preparar el trago.

Mientras Jungkook lo esperaba, sacó su teléfono y revisó sus redes sociales percatándose de nada nuevo. La discusión que habían tenido él y Hoseok lo estaba molestado mucho, así que decidió llamarlo. Pero el buzón de voz lo atendió.

— Soy yo..., Hoseok, ¿podemos hablar? yo..., realmente lo siento. No debí ser así, por favor contesta.  — dicho eso, colgó. 

Miró la pantalla se su teléfono unos minutos y se mordió el labio inferior. El cantinero le trajo su trago y Jungkook se llevó el vaso a los labios. Tomó un poco y dejó que el liquido caliente bajara por su garganta. Guardó el teléfono y miró a todos lados. Vio la pista de baile, parejas bailando y otras personas disfrutando de la música. Miró hacia la mesa en la que estaba June y notó que todos reían y charlaban con emoción. De pronto, Jungkook se sintió solo. Extrañaba que alguien le hiciera compañía y ese alguien era Jimin. Él es tan masoquista, vive aferrado a su pasado. 

— ¿Qué le sirvo, señor? — preguntó el cantinero a un hombre que había llegado al lado de Jungkook. 

Jungkook le dio un sorbo al trago de Wisky y miró al hombre que estaba su lado. Tomó otro trago y volvió a mirar al hombre. 

— Tanto tiempo, ¿no? — dijo el hombre a su lado. — un Jack Daniels.

Jungkook se quedó perplejo mirando al dueño de la voz. Después de dos años, ¿ahora es que venía a aparecer? 

— No me digas, te deje sin palabras. — le sonrió. — ¿cómo has estado? 

Jungkook tragó duro.

— ¿Qué haces aquí? — le pregunto Jungkook. Estaba temblando.

— ¿Por qué no puedo estar aquí? — el cantinero le trajo su trago. — Los Ángeles es muy grande, que coincidencia encontrarnos, ¿no?

— Repito, ¿qué mierda haces aquí? — dijo Jungkook apretando el vaso de vidrio con su mano.

June se acercó sonriente a los dos y le colocó una mano encima de los hombros al hombre que estaba hablando con Jungkook.

— ¿Ya se conocieron? — preguntó June. El hombre negó con la cabeza. — Oh, Jungkook te presento al cumpleañero. Namjoon, él es Jungkook.

Namjoon le extendió la mano. — Es un placer, Jungkook.

Jungkook lo miró a los ojos y le estrechó la mano a Namjoon. Namjoon se mordió el labio sonriente.

— Los dejo para que se conozcan. — dijo June y se fue.

— ¿Otra vez mintiendo, eh? — dijo Jungkook sin quitarle la mirada de encima y con unas sonrisa irónica.

Namjoon soltó una risita y le dio un trago a su Jack Daniels.

— Al menos yo no estoy huyendo de mi pasado... — sonrió Namjoon y levantó el vaso con alcohol. — salud.

Se llevó de nuevo el vaso a los labios.

— Por cierto..., ¿dónde está el hermanito de Min?

— Te hacia muerto, imbécil.

— Yo también te hacia muerto, niño.

Jungkook apretó los puños.

— He escuchado que viven juntos, ¿superaste a Taehyung? — Jungkook lo fulminó con la mirada. Namjoon lo miró y soltó una carcajada. — No me digas..., aún te la haces pensando en él. Aw, pobre Hoseok. 

— Cállate, imbécil y aléjate de nosotros. Te lo advierto. — le dijo Jungkook, se tomó todo el trago y dejó el vaso vació en la barra. Se levantó del taburete para irse, pero Namjoon le agarró el brazo y lo jaló hacia él.

— El mundo es como un pañuelo, mi querido Jungkook. En cada punta que recorras, te encontrarás con lo que quieras olvidar. — le dijo Namjoon. — Suerte, niño. — dicho eso, Jungkook se soltó del agarre de Namjoon y se alejó de él.

Namjoon sacó su teléfono y marcó el número.

— Soy yo, sí. Está vivo, Hoseok también. — habló por el auricular































Regresamos con el suspenso. 

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