T R E S
Cuando la luz del sol atravesó por la ventana, Hoseok se movió incomodo en la cama, dirigiendo su brazo izquierdo con la espera de encontrar la cadera de Jungkook. Pero, en vez de la cadera, tocó las sábanas. Hoseok abrió los ojos poco a poco y se sentó en la cama desconcertado al ver que Jungkook no estaba en ella. Se levantó de la cama y se estiró, caminó en total silencio hacia la sala y encontró a Jungkook en la cocina.
— ¿Qué estás haciendo? — le preguntó Hoseok.
— Solo limpio algunas cosas antes de irnos, ve a bañarte. Nuestro vuelo sale a las once. — le dijo Jungkook volviendo a los platos del fregadero.
— No dormiste anoche, ¿verdad? — dijo Hoseok, rascándose la nuca.
— No, no pegue ni un ojo. — le dijo Jungkook de espaldas. — Hice tu bolso y el mío, estamos listos.
— Jungkook, es solo una entrevista de trabajo.
— Sabes que no es solo una entrevista, Hoseok. Sabes lo que vamos a hacer en verdad en Kansas, ¡lo sabes! — dijo Jungkook y de la rabia rompió el plato que estaba lavando, haciendo que se hiciera una pequeña cortada. — Te verás con tu hermano, Hoseok..., revise tu teléfono.
— Jungkook, no debiste revisarlo. Una cosa es que vivamos juntos y compartamos momentos, pero eso no te da el derecho de revisar mis cosas.
— Joder, Hoseok. ¿Y qué? Y si te iba a dejar solo, ¿qué? Apuesto y no volverías a casa. — dijo Jungkook, limpiando la herida de su mano. — Apuesto y tu hermano te mataría. — Hoseok se acercó a Jungkook y le quitó la mano debajo del agua, cerró el grifo y observó la cortada que aún salía sangre. Jungkook apartó la mano. — Debemos irnos, Hoseok.
— Jungkook, no quiero matar a nadie... — Jungkook lo miró y tragó saliva.
— Bien, si no lo quieres hacer. Entonces no vayas, quédate aquí, escondido como un bebé miedoso que llora cuando ve las sombras. — Jungkook le dio la espalda y caminó hacia la habitación y azotó la puerta.
Hoseok soltó un gruñido de rabia y enojado caminó hacia el sofá, se sentó y soltó un suspiro. Escuchó las tuberías del agua ser abierta y se dio cuenta de que Jungkook estaba en la ducha. Aprovechó y buscó su teléfono, lo encontró en la mesa y lo desbloqueó. Marcó el número de Yoongi, que al tercer tono fue respondido.
— Hola, hermanito. ¿Has llegado ya? ¿quieres que mande a alguien para que te recoja?
— Tenemos un problema, Min.
— ¿Qué clase de problema, Hoseok?
— Jungkook va conmigo.
— ¿Qué mierda dices?
— Jungkook va conmigo a Kansas y créeme que tiene sed de matar, Min.
Del auricular salió la risa áspera y terrorífica, haciendo que Hoseok le diera escalofríos y tragara duro.
— Está bien, que venga. Yo necesito arreglar asuntos con él y cuando me refiero a asuntos, me refiero a matar..., lentamente.
— No te atrevas a tocarlo, Min. Te juro que...
— ¿Qué? ¿Ahora lo proteges? Por favor, Hoseok. Es un niño con problemas, ¿no lo ves? Te está volviendo loco.
— ¡Vaya! ¿y tú no estás enfermo? ¿quieres que te recuerde como te gustaba coger, mientras azotaba y demás cosas? ¿eh? ¿quieres que te recuerde tu asqueroso pasado?
Yoongi volvió a reír, haciendo que Hoseok se enfadara.
— Hoseok, amenazarme no te saldrá bien. Sabes que no me gustan las amenazas, hermanito... Trae a Jungkook, quiero verlo.
— No lo toques, Min.
— Tranquilo..., solo le haré un par de preguntas..., y si no responde bien, obtendrá un castigo. Sabes que soy así con todas mis víctimas, Hobi.
— ¿Y Jimin?
Fue ahí cuando la línea se quedó en completo silencio.
— Te veo en Kansas, Hoseok.
Y colgó. Hoseok soltó un suspiro y escuchó para Jungkook salía del baño. Él caminó hacia la puerta de la habitación y cuando estuvo adentro la cerró.
Dos horas después, Jungkook y Hoseok se encontraban en la fila para entregar su boleto. Los dos se habían puesto ropa cómoda y llevaban sus bolsos en los hombros. Cuando la azafata pidió sus boletos, los dos lo entregaron y ella le puso un sello. Se los devolvió con una gran sonrisa y ellos los tomaron, caminaron hacia la puerta de vidrio y la empujaron para caminar hacia el avión aterrizado.
Mientras caminaban, los dos estaban en un completo silencio y había sido así desde que salieron de casa. Hoseok, por más que trataba de darle una conversación, Jungkook solo se ponía los audífonos y seguía hacia delante. Cuando llegaron frente al avión, subieron por la estrecha escalera, hasta llegar a la entrada el avión. Otra azafata, pidió sus boletos y los dirigió hasta sus asientos. Les tocó juntos. Jungkook escogió la ventanilla y Hoseok, solo guardó los bolsos en los compartimientos de arriba y luego se sentó a su lado sin quitarle la mirada de encima.
Cuando el avión se empezó a llenar, Hoseok se relajó y sacó su teléfono del pantalón. Conectó los audífonos y un correo de voz entró de inmediato. Hoseok no supo de quien era el número, ya que era privado, pero sin importar que, escuchó el correo de voz. Hoseok se puso pálido cuando escuchó la voz de la persona que le había mandado el correo de voz, su cuerpo temblaba y sentía miedo y más con el favor-amenaza que le había dicho.
Miró a Jungkook y se mordió el labio inferior temblante. Las puertas del avión se cerraron y la azafata habló el altavoz, dando indicaciones para un vuelo más seguro. Hoseok — aún pálido y muerto del miedo. — tragó duro y movió incomodo en la silla. Le dio otra mirada discreta a Jungkook y desconectó los audífonos de su teléfono. Jungkook soltó un suspiro y dejó caer su cabeza hacia atrás, cerrando los ojos, mientras sonreía. Hoseok se aferró a la silla y con la gorra que traía, la bajó hasta tapar sus ojos. Se abrochó el cinturón y se relajó en la silla.
Taehyung bajó del avión con su bolso en su hombro derecho y se colocó los lentes de sol. Miró al cielo y soltó un suspiro.
— Dulce hogar, dulce infierno. — Dijo y caminó lejos del avión.
Abrió las puertas del aeropuerto y el aire acondicionado hizo que se llevara los brazos al pecho. Caminó por todo el lugar y se detuvo en una pequeña tienda, compró una soda y un paquete de papas fritas. Pagó y siguió su camino.
Cuando salió por fin del aeropuerto. Esperó a que un Taxi llegara vacío y así él poder irse, pero, fue ahí cuando un Dodge negro brillante se detuvo en un costado de Taehyung y bajó la ventanilla. Un chico con lentes oscuros y cabello castaño, le sonrió de oreja a oreja.
— ¿Kim Taehyung? — preguntó él.
— ¿Quién eres? —preguntó Taehyung, quitándose las gafas para verlo mejor. El chico le volvió a sonreír y le abrió la puerta del copiloto.
— Sube, tu hermano quiere que te hospedes en un hotel. — Taehyung rodó los ojos.
— Ya veo, ni en casa mi quiere el imbécil. — El chico río.
— Entra ya. — le dijo el chico. — Min, quiere que te hospedes y luego te lleve a casa.
— ¿Por qué debería de confiar en ti? — el chico volvió a reír.
— Solo te llevaré al hotel y luego con tu hermano, Taehyung.
Taehyung soltó un suspiro y miró a todos lados dudando en subirse al auto. Decidió en subirse.
— Si voy a ir contigo, al menos debes decirme tu nombre. — dijo Taehyung, cerrando la puerta de auto.
— WonWoo, es un placer. — dijo él con una sonrisa más grande. — Y ahora te llevaré al hotel.
Pisó el acelerador y condujo hasta el hotel que había reservado Yoongi para él. Cuando iba en el auto, el incómodo silencio fue interrumpido por el teléfono de WonWoo. Él lo cogió y sonrió al ver la pantalla.
— Es tu hermano. — respondió la llamada. — Sí, ya está conmigo. Lo llevaré al hotel como dijiste. — WonWoo miró a Taehyung. — Quiere hablar contigo.
WonWoo le extendió el teléfono y Taehyung lo cogió.
— ¿Qué?
— ¿Cómo llegaste?
— ¿Desde cuándo te intereso, Min?
— Dejemos los rencores de un lado, Taehyung. Pensé que habías madurado.
— Pues sí madure, estoy en Kansas para verte la puta cara a ti y a tu otro hermano.
— Sigues con el papel de celoso... Bien, no importa. Te tengo una sorpresa.
— No me gustan las sorpresas, Yoongi.
— Ay, esta te gustara. Vístete elegante, esta noche habrá fuego y no son artificiales, hermanito.
— ¿Qué tramas, Min?
— Te esperare, adiós.
Yoongi cortó la llamada y Taehyung lo maldijo en voz baja. Le devolvió el teléfono a WonWoo.
— Min Yoongi a veces puede estar un poco loco, ¿no crees? — dijo el chico.
— ¿Cómo lo conociste? — interrogó Taehyung.
— Es una..., conmovedora historia, ¿sabes?
— Quiero escucharla. — dijo Taehyung y vio como WonWoo empezaba a ponerse nervioso.
Taehyung se acercó un poco a él y lo intimidó con la mirada.
— Eres uno de sus juguetes, ¿cierto? — dijo Taehyung. WonWoo tragó duro y quitó la mirada del camino para mirar a Taehyung. Tragó duro y volvió la mirada al camino. — ¿No? ¿entonces qué eres? ¿su ama de llaves?
— ¿Por qué mierda me preguntas todo eso? — dijo el chico, un poco nervioso.
— Oh, vamos. Apuesto y a veces te deja sin caminar. He oído que agresivo a veces. — WonWoo pasó saliva otra vez.
— Solo, no me hagas preguntas. Concentrémonos en el camino, ¿de acuerdo? — Taehyung río y se acomodó en el asiento.
— ¿Puedo? — preguntó Taehyung, sacando la caja de cigarrillos de su bolso. WonWoo asintió.
— ¿Cuántos porros te fumas al día? — preguntó WonWoo
— La misma cantidad de veces que follas con Min. — Taehyung le sonrió. — Y sería unas... ¿siete veces? Joder, ¿cómo caminas?
— ¡Basta! — gritó enojado el chico.
— Tranquilo, me gusta bromear. Es divertido... — una sonrisa triste apareció en sus labios cuando recordó el día en que conoció a Jungkook.
Se volvieron a sumergir en el silencio hasta llegar al hotel, en el cual Taehyung fue el primero en bajarse del auto y caminar a paso rápido dentro de él. Llegó a la resección y con solo decir el nombre y apellido de su hermano, la llave de la habitación fue entregada con rapidez. WonWoo, llegó segundos después al lado de Taehyung.
— Te esperaré en el bar, te llamaré en 30 minutos. — dijo WonWoo.
— Bien, no esperes tanto. — dijo Taehyung y se acercó a WonWoo. — Si quieres puedes venir a mi habitación y esperarme..., en la cama, mientras me doy una ducha.
— No coquetees conmigo, Taehyung.
— ¿Quién está coqueteando contigo? — se burló Taehyung.
— Vete. — dijo WonWoo.
Taehyung rodó los ojos y caminó hacia el ascensor, lo pidió y esperó a que bajara. El timbre del ascensor sonó cuando llegó y las puertas se abrieron dándole paso. Taehyung entró y presionó el botón con el número 13 de su piso. Mientras subía, jugó con las llaves de la habitación y se miró una que otra vez en el espejo de pared que tenía el ascensor. El timbre del ascensor volvió a sonar cuando se detuvo en el piso, el cual no era el suyo. Frunció el ceño y esperó a que las puertas de abrieran. Un chico de traje elegante, pegó un pequeño salto al ver a Taehyung dentro del ascensor. Bajó la mirada y entró con él. Presionó el botón del primer piso y Taehyung volvió a presionar el de su piso.
El ascensor volvió a subir hasta el piso correcto. Taehyung esperó que el timbre sonara y por eso decidió hablar con el chico que estaba a su lado.
— ¿Eres de aquí? — el chico, que aparentaba ser tímido. Levantó su cabeza para mirar a Taehyung y negó con la cabeza. — ¿De dónde eres?
— Soy de California. — Taehyung asintió y le regaló una sonrisa.
— ¿Por qué tan elegante? — el chico se sonrojó.
— Tengo una cena importante.
— ¡Vaya! Suerte.
— Gracias. — Respondió él.
— Soy Taehyung, un placer. — le extendió la mano, el chico se la estrechó.
El timbre del ascensor sonó cuando llegó al piso de Taehyung y las puertas del ascensor se abrieron. Taehyung salió y se despidió de la mano.
— Adiós, Taehyung. Espero encontrarte luego. — dijo el chico un poco sonrojado y Taehyung río.
— Pienso igual..., ¿Cuál era tu nombre? — y las puertas se cerraron.
Taehyung presionó el botón de nuevo, pero el ascensor ya estaba bajando. Él soltó un suspiro y caminó hacia su habitación. Con las llaves aún en manos, llegó a su puerta y metió la llave en la cerradura, la giró y empujó la puerta. Entró y la cerró tras de él. Un dulce aroma a flores se impregno en sus fosas nasales cuando se adentró más en su habitación. Vio una cama grande, un sofá, televisión, mini-bar y el baño. Taehyung dejó el bolso en la cama y lo abrió. De el, sacó unos zapatos negros recién embolados, sacó una camisa blanca manga corta, un saco azul oscuro y un pantalón que hacia juego con el saco. Se desnudó y caminó hacia el baño. Entró a la ducha y abrió el grifo para que el agua saliera.
Dejó que el agua de deslizara por todo su cuerpo hasta bajar y por fin desaparecer por el desagüe. Taehyung soltó un suspiro y pegó su frente a la pared del baño, dejó que las largas gotas de agua bañaran su espalda, mientras lo relajaba poco a poco. Minutos después, se pasó las manos por el rostro, cerró el grifo y salió de la ducha. Buscó la toalla y se secó con ella para luego enrollarla en su cadera, caminó al espejo y le pasó una mano para ver su reflejo. Tenía los ojos hinchados, había llorado y él no se había dado cuenta.
Salió del baño y caminó hacia la cama para empezar a vestirse. Cuando estuvo listo, secó su cabello con la toalla y se aplicó un poco de su perfume favorito. Lo que Taehyung y Yoongi tenían en común, era su arrogancia y siempre oler bien. Tenía ese ego de que, si haces algo malo, jamás pierdas los modales porque eso los hace hombres. Se miró una última vez en el espejo y sonrió a su reflejo, se abotono las mangas y cogió su teléfono. Lo guardó y cogió las llaves, salió de la habitación y su teléfono empezó a sonar.
— ¿Si?
— ¿Estás listo?
— Voy bajando.
— Bien, estaré en el estacionamiento, ¿de acuerdo?
— Bien.
Taehyung colgó y pidió el ascensor, esperó a que subiera y entró. Dejó que la música instrumental de fondo lo arrullara hasta llegar al primer piso. Cuando las puertas se abrieron, él salió y se ajustó el saco. Caminó por la gran alfombra que había como suelo, mientras atraía la mirada de mujeres y hombres. Era igual que Min Yoongi. Egocéntrico.
Caminó fuera del hotel y llegó al estacionamiento encontrándose con WonWoo, con la espalada apoyada al auto. WonWoo lo vio acercarse y se quitó del auto, caminó hacia la puerta del piloto, la abrió y se subió. Taehyung llegó y abrió la puerta el copiloto, entró y le dio una mirada rápida a WonWoo. WonWoo, encendió el motor y puso en reversar el auto para salir del estacionamiento, tragó duro cuando se dio cuenta que Taehyung lo estaba quemando con la mirada. Había algo en él que a Taehyung no le agradaba y a él no le gustan los impostores.
— ¿Puedo poner algo de música? — preguntó Taehyung, acercándose a la radio. WonWoo no respondió a su pregunta, ya que Taehyung la encendió.
Dejo la primera música y se dejó llevar por ella, mientras movía la cabeza al compás de la música. WonWoo lo miró de reojo y vio que estaba feliz y se divertía. Esa escena hizo que se le escapara una sonrisa. Para dejar de ver a Taehyung "disimuladamente", pisó el acelerador, concentrándose más en el camino hacia la casa de Min Yoongi, su jefe.
Hoseok y Jungkook descansaban en la habitación después del viaje. Hoseok no dejaba de ver la hora de reloj en el teléfono, tenía que ir a esa reunión sea como sea..., pero, ¿y Jungkook? Yoongi quería verlo. Él solo tenía que decirle y ya estaba, solo tenían que ir los dos y..., empezar a recordar el pasado.
— Jungkook..., Min me está esperando. — dijo Hoseok detrás de la puerta del baño. — Yo..., necesito hablar con él.
Se escuchó un ruido y luego el agua saliendo del grifo. Jungkook había estado ahí dentro desde hace 15 minutos y Hoseok solo estaba nervioso y desesperado.
— Jungkook, voy a ir a ver a Min. Por favor, no salgas de la habitac- — la puerta del baño fue abierta dejando ver a Jeon Jungkook de saco blanco y con un increíble aroma varonil. Hoseok casi deja caer la baba. — ¿Adónde vas?
— Con tu hermano, leí que tienes una cena. Empaque tu saco negro, vístete si quieres llegar a tiempo para la cena. — le dijo Jungkook, ajustándose las mangas del saco.
Hoseok no dijo nada, solo cogió su bolso y lo puso encima de la cama en la que compartirían juntos. Sacó la ropa que le había dicho Jungkook, más un par de zapatos y se empezó a vestir. Se paró frente al espejo y se terminó de abotonar la camisa blanca, cogió el saco y se lo puso. Se aplicó un poco de perfume y peinó su cabello hacía atrás.
— Esto..., me recuerda la primera vez que salimos todos juntos, luego de viaje. La noche en la que el psicópata de tu hermano secuestró a Jimin... — dijo Jungkook con la mirada hacia sus pies.
Hoseok soltó un suspiro y miró por encima de su hombro a Jungkook.
— Jungkook, si no quieres ir, no hay problema. De todas formas, es una reunión familiar.
— No, sí quiero ir. Tengo que ir contigo, Hoseok. — dijo Jungkook, levantándose de la cama y caminando hacia Hoseok. Le quitó la corbata de las manos y se la ayudó a poner. — Debemos salir de esto juntos, Hoseok.
Hoseok solo le sonrió. Jungkook terminó de hacerle el nudo de la corbata y dejó que Hoseok se mirara de nuevo.
— ¿Listo? — preguntó Jungkook con un suspiro.
— Listo. — Respondió Hoseok, dirigiéndose con Jungkook hacia la salida.
Jungkook cogió las llaves y los dos salieron de la habitación. Caminaron por el pasillo del piso cinco y se dirigieron hasta el ascensor. Cuando él llegó, los dos entraron en él y bajaron hasta el primer piso. El timbre del ascensor sonó cuando llegaron y los dos salieron cunado las puertas se abrieron. Se dirigieron a las afueras del hotel y vieron un Taxi vacío. Entraron en el y Hoseok le mostró la dirección al chofer.
Minutos más tarde, se encontraban los dos chicos frente a una gran casa, adornada con luces amarillas y blancas. Un gran jardín con césped falso y brillante, algunas estatuas blancas y antiguas estaban ubicadas en cada esquina de la casa. Hoseok soltó un suspiro y se metió las manos en los bolsillos.
— Siento que no será una gran velada.
— Opino lo mismo. — dijo Jungkook y los dos empezaron a caminar hacia la casa.
No hizo falta tocar el timbre, cuando la gran puerta blanca y alta fue abierta por un hombre con arrugas y una sonrisa.
— Adelante, jóvenes. — dijo el hombre y dejó pasar a Jungkook y a Hoseok.
Hoseok empezó a morderse el labio inferior por lo nervioso que se encontraba, en cambio a Jungkook, él se encontraba perdido en lo lujoso y llamativa que era la casa en la que estaba ahora. El hombre que les había abierto la puerta, los condujo hacia una puerta, la cual fue abierta y lo dejó pasar.
Los dos se encontraron con dos chicos sentados de espaldas. Uno castaño claro y otro oscuro.
— Jeon y Jung, han llegado. — anunció el mayordomo y cerró la puerta.
El chico de cabello castaño claro fue el primero en levantarse. Pero que gran sorpresa se llevó Jungkook al ver a Taehyung de pie frente a él.
— ¿Qué haces aquí, Jungkook? — preguntó Taehyung.
— Viene conmigo. — dijo Hoseok.
— ¿Por qué mierda lo trajiste, Hoseok? Sabes que corre peligro en esta casa. — le dijo Taehyung.
Jungkook levantó las cejas.
— ¿Tú? ¿preocupado? Por favor, déjale los shows a Min, ¿sí? — Taehyung le regaló una sonrisa irónica.
— Ojalá te pase algo, Jeon... — le susurró Taehyung y le guiñó el ojo.
— Lo mismo digo, Kim. — dijo Jungkook caminando hacia la gran meas de doce puestos.
— Así que tú eres el hermano de sangre de Min, es un placer. — dijo esta vez el chico de castaño oscuro. — Soy WonWoo.
— ¿Quién eres? ¿eres familia? ¿primo perdido? — preguntó Hoseok, enarcando una ceja
WonWoo soltó una carcajada.
— Es juguete de Min. — respondió Taehyung.
Las puertas por las que habían entrado Jungkook y Hoseok, fueron azotadas atrayendo la mirada de todos los presentes en el comedor. Min Yoongi vestía de traje blanco, traía el cabello teñido de un verde menta. Lucía feliz y radiante, eso aterrorizaba porque Min Yoongi jamás estaba feliz.
— ¡Bienvenidos! — dijo con entusiasmo él y entró a la sala.
Detrás de él, un chico de traje blanco entró con la mirada hacia sus pies. Taehyung enarcó una ceja y se levantó de la mesa al darse cuenta de quien se trataba.
— Esta velada será grandiosa chicos... — dijo Yoongi con una sonrisa. — Arreglaremos cuentas con tiempo. Me encanta verlos de nuevo... — suspiró — Han pasado tantos años sin ver sus horribles caras, admito que las extrañaba.
— ¿Cuál era la urgencia de vernos? — habló Hoseok. Yoongi le sonrió.
— Solo quiero hablar y saber cómo están... es todo. — Taehyung soltó una carcajada.
Yoongi dirigió una mirada hacia el chico que mantenía la mirada hacia sus pies. Lo jaló por el brazo y lo pegó a él.
— Quiero hacerles un anuncio... — dijo Yoongi. — Él es mi pequeño.
Y fue ahí cuando Jungkook y Hoseok se levantaron de la mesa, los dos se miraron y luego miraron al pobre chico indefenso a su lado.
— Su nombre es, Park Jinhyun — dijo sonriente. — Ah..., Park..., ¿de dónde me suena el apellido? ¿de dónde, Jungkook?
No es por alterar ni nada, pero..., esto tendrá tercera temporada.
Aún sigo pensando el nombre de la trilogía.
[Smap]
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