Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

E P Í L O G O






































Park Jimin se encontraba caminando entre las tumbas del cementerio. Llevaba en su mano algunas flores y un caramelo de chocolate. El sol apenas se escondía, pero en ese lugar hacia mucho frio. Para ser de tarde, había mucha neblina. Jimin, tenía dos años que no viajaba a Kansas. Desde que..., bueno, desde que su hermano Namjoon le había dicho de la muerte de sus padres y hermano menor, Jungkook.

Iba a visitar por primera vez la tumba de eso tres, pero, quien diría que la de Jungkook no estaba al lado de la de sus padres, si no otra. La de su nombre. ¿Por qué estaba esa lápida ahí?

Jimin arrugó el ceño y se agachó para ver un poco más de cerca, la analizó y leyó lo escrito.

P A R K   J I M I N

1995-2017

Hijo, hermano y juguete.


—¿Juguete? —miró hacia la tumba de sus padres. No decía lo mismo, solo salían sus nombres. —¿Quién hizo esto?

Jimin se enderezó y miró a todos lados en busca de algún jardinero o alguien que le respondiera sus preguntas sobre esa tumba. Qué, al parecer si estaba vacía. Jimin se quedó mirando unos minutos más hacia las tumbas y alguien captó su mirada.

Un hombre, un poco mayor que él. Tal vez, 5 o 6 años. Se encontraba de pie junto a una tumba mientras leía la lápida. También traía flores en su mano derecha y usaba lentes oscuros. Tenía el cabello negro y vestía elegante. Tal vez era un hombre rico.

Jimin lo miró inquietante unos segundos y dirigió la mirada a la lápida de la mujer. Qué se encontraba, precisamente al lado de la de él. Leyó el nombre y luego miró al hombre. Ladeó la cabeza, conocía ese nombre. Lo había escuchado, pero no sabía en dónde.

—¿Hace cuánto fallecieron? —dijo el hombre.

El corazón de Jimin empezó a latir demasiado rápido, su piel se erizó y como nunca, sintió un nudo en su garganta. Esa voz se le hacía tan familiar.

—Cuatro años... —respondió Jimin.

El hombre se giró y le regaló una sonrisa. Pero, no una sonrisa de amistad y mucho menos amigable. Esa sonrisa que Jimin conocía hace mucho tiempo atrás. Esa sonrisa que llamaba demonios.

Jimin dio un paso hacia atrás.

—Ella murió cuando tenía once años... —la señaló.

—Me sentido pésame. —Jimin pasó saliva y se sintió incómodo. De pronto, quería salir huyendo de ahí.

Él rio. Soltó una carcajada tan escalofriante que Jimin volvió a dar un paso hacia atrás. Las flores se le cayeron de la mano a la tierra. Pero, cuando él las iba a levantar, una mano tocó la suya. Haciendo que su piel se volviera a erizar. Levantó la mirada y se encontró mirando unos rasgados ojos cafés, sin brillo. Jimin pasó saliva y el hombre le volvió a sonreír a Jimin.

Jimin se apartó con brusquedad, haciendo que el hombre se acercara más a él.

—Lo siento... —se disculpó Jimin. ¿Por qué se disculpaba?

Jimin se encontraba como en un Deja Vu, sentía que esto ya había pasado. O, eso creía él. Creía conocerlo.

—¿Por qué la disculpa? —Jimin se enderezó al igual que él. Le extendió las flores para que Jimin las cogiera.

Jimin miró las flores y desvió su mirada a la mano del hombre. Quedó atónito al ver un anillo idéntico al de él. Arrugó el ceño.

—¿Está casado? —Jimin recibió las flores, pero le tocó los dedos.

El hombre rio.

—No, este anillo es solo un recuerdo de alguien que murió. —se metió las manos en los bolsillos. —Se llamaba Park Jimin. El de la tumba. —señaló la lápida.

Jimin entró en una especie de shock, al escuchar que él estaba muerto. Eso explicaba la lápida y ese hombre que lo hacía sentir incómodo y extraño.

—¿Us-usted lo conocía? —la voz le tembló y eso hizo que el hombre riera una vez más.

—Sí, lo conocía como la palma de mi mano. Era increíble lo que podía hacer con él. Era tan puro e inocente. Tan frágil, pero a la vez fuerte. Era un niño y me encantaba verlo llorar. —Jimin pasó saliva y sintió sus ojos cristalizados. —Éramos tan cercanos, pero a la vez tan distintos. Él conocía mis deseos y yo sus fetiches. —él sonrió y miró la lápida. —Donde sea que estuviéramos, jugábamos.

Jimin juntó las cejas.

—¿Jugar?

El hombre lo miró.

—Jugar.

Fue ahí cuando algunos recuerdos borrosos aparecieron en la mente de Jimin. Algunos látigos, sangre y una que otra escena de sexo o gritos. Jimin, lo estaba haciendo. Está esforzando a su mente a recordar.

—¿Y sabes que tipos de juegos? —el hombre caminó hacia Jimin y quedó muy cerca de su rostro. Se mordió el labio inferior. —Pequeño... —susurró muy cerca de sus labios.

Y como un balde de agua fría. Jimin tenía al mismísimo diablo frente a él mientras lo miraba con deseo.

—Yo...Yoon... —y un besó selló sus labios.

Jimin quedó helado ante el toque feroz del beso. No aguanto más y cerró sus ojos al sentir aquel contacto que tanto había extrañado. Pero, gracias a ese beso. Recordó aquella obsesión voraz. Aquellos maltratos satisfactorios y dolorosos. Recordó las despedidas. Las lágrimas, las risas y sobretodo las muertes. Recordó a su antiguo yo y como llegó a hacer del jugador el juguete. Jimin cortó el beso.

Con la respiración agitada lo miró a los ojos.

—Aléjate de mí, Yoongi. —le dijo.

Y otro recuerdo más golpeó su cabeza. La muerte de Yoongi.

—Tú... ¡Deberías estar muerto!

—El diablo nunca muere, pequeño. —y esa sonrisa que había olvidado, volvió a reaparecer en los labios de él.

—Tú estás muerto, Yoongi. ¡Te vi morir! —empezó a dar pasos hacia atrás para alejarse de Yoongi, pero esté caminaba más y más para estar cerca de él. —Te mataron. ¡Yo lo vi!

Yoongi volvió a sonreír.

—Así como tu fingiste tu muerte, ¿Por qué no pude hacerla yo? —dijo Yoongi, sonriendo de oreja a oreja.

—¡Aléjate! —gritó Jimin, al borde de las lágrimas.

—Aw, pequeño. ¿Ya olvidaste por qué te estoy buscado? —Jimin se absorbió la nariz y lo miró. —Veo que olvidaste esa parte, Park. —sonrió.

—No, Yoongi... Aléjate. —dijo Jimin y empezó a correr por el cementerio.

Yoongi rodó los ojos y se metió las manos en los bolsillos.

—Le gusta ser una presa difícil. —rio. —No ha cambiado nada.

Y lo siguió con total tranquilidad, mientras que Jimin corría por todo el cementerio. Miró hacia atrás fijándose de que Yoongi no lo seguía y para su estupidez, su pie se enredó en una rama y cayó al suelo, golpeado su frente con una piedra. Jimin gimió del dolor y se arrastró por la tierra. No veía nada, pues la niebla había llegado a su punto más alto. El frío se empezó apoderar de su cuerpo. Tosió y se arrastró.

—Vamos, pequeño. Deja el drama y hablemos. —dijo Yoongi, detrás de Jimin, mientras lo observaba arrastrarse.

—Aléjate, Yoongi... —se sentó en la tierra y miró a Yoongi con temor.

—Ah, como extrañaba escuchar eso. —rio. —Vamos a jugar un poco, ¿Sí?

—¡NO! ¡No voy a jugar contigo! —gritó.

—¡Vaya! De todos estos años es primera vez que me dices que no quieres jugar. ¿Debo ponerme rudo?

Jimin soltó un sollozo y negó con la cabeza.

—¿Qué? ¿Me tienes miedo? —rió Yoongi. —¡No puede ser! —sonrió. —Tanto esperando que de nuevo me tuvieras miedo y aquí está. Qué linda sorpresa.

Jimin trató de levantarse de la tierra, pero volvió a caer de culo contra esta. Yoongi se acercó a él y le extendió la mano para que se levantara. Jimin la miró y negó.

—Vamos, Jimin. —dijo Yoongi. —Ven conmigo, vamos a jugar.

—No. —dijo Jimin, mirándolo con rabia.

Yoongi soltó un suspiro y negó con la cabeza.

—Te gusta que se malo contigo, pequeño. —lo pateó en el estómago.

Jimin se retorció en la tierra por el dolor que sentía. Yoongi se agachó y lo cogió por el cuello, lo levantó y le sonrió. Lo acercó a su cara y le pasó la lengua por sus abultados labios.

—¿Quieres jugar, animal?

—No, maldito. No quiero. —le respondió Jimin, tratando de respirar.

—¿Quieres jugar, pequeño? —Yoongi acercó su rostro al de Jimin y dejó un pequeño beso en sus labios. —Prometo ser gentil esta vez, te amaré, Jimin. Lo haré.

Y como siempre, el pequeño angelito confió de nuevo en su demonio favorito. Listo para un nuevo infierno.

—Ámame, Yoongi. —le dijo.

—Lo haré. —mintió de nuevo el diablo. 































































































Tuve dificultades para subir el epílogo, pero aquí está.

Gracias por el apoyo en esta segunda novela. La verdad estoy tan agradecida con todos ustedes. <3

¿Algunas preguntas?

Pronto les estaré avisando la tercera temporada, chicxs. <3








































































[Smap]

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro