D I E C I S I E T E
Jimin se giró y caminó hacia las escaleras, por las cuales subió y desapareció. El padre de Jimin se había quedado frente a Yoongi, mientras lo veía arrodillado en el suelo y con una mano tapaba su pecho por el cual había entrado la bala. Vio a Yoongi coger su teléfono y marcar el número. Fue justo ahí cuando el hombre miró a todos lados en busca de un objeto fuerte, hasta que lo encontró a lo lejos. Caminó hacia el objeto, lo cogió y escuchó a Yoongi.
—Hoseok... —gimió del dolor. —Debes venir, Jimin... ¡Tienes que venir ahora!
El hombre se acercó con el objeto y pasó saliva. Se colocó frente a Yoongi y le sonrió. Yoongi dejó caer el teléfono con la línea abierta de Hoseok.
—Por ti y tu padre, mi familia está muerta. —le dijo el hombre, apretando el objeto.
Yoongi levantó una ceja y miró el objeto.
—¿Y qué piensas hacer? ¿Hacerme pagar por todo? —ladeó la cabeza. —No me hagas reír, Tobías.
—Deberías estar muerto, Min Yoongi. —se acercó. —Deberías estar con tu padre quemándose al infierno.
—Pero el problema sería que me estarías enviando a casa, Tobías. —le sonrió Yoongi.
El hombre lo miró y le sonrió.
—Tú mataste a mi familia, Yoongi. —dijo. —Y es hora de que pagues por todo.
Yoongi trató de levantarse del suelo antes de que el hombre le pegara con el objeto, pero para su desgracia. El objeto golpeó muy fuerte su cabeza, haciendo que la partiera y de esta brotara mucha sangre y cayera inconsciente en el piso. Al parecer lo había matado. Quien estaba en el suelo desangrándose era Min Yoongi.
El hombre dejó caer el objeto de metal al suelo y caminó hacia el teléfono de Yoongi. Lo pisó, rompiendo la pantalla y miró por última vez a Yoongi. Se giró y subió las escaleras desapareciendo del lugar. Cuando llegó el primer piso, se encontró a Jimin con lágrimas en sus ojos y con un arma apuntando hacia él.
—Jimin, podemos hablar... —dijo levantando las manos en alto.
—Yo no necesito hablar con nadie, Tobías. —le dijo Jimin y cargó el arma.
—Hijo, déjame explicarte...
—¡NO ME DIGAS HIJO! —se absorbió la nariz. —¿Dónde estabas? ¿Eh? ¿Dónde? Primero, me dicen que estás muerto. Qué te había cortado y te habían quemado, ¿Y ahora? ¡Estás vivo! ¿Dónde estabas, Tobías? —Jimin apretó el gatillo.
—Bien, te diré todo. Pero baja el arma, por favor. —le pidió el hombre. —Todo pasó cuando empezó el divorcio. Sí, admito que cometí un error en hacer eso. ¡Admito que estuve trabajado con Min! Admito que fui yo él que lo ayudó a encontrarte. ¡Fui yo! —Jimin lo fulminó con la mirada. —Fui yo, quien hizo todo eso, Jimin. Lo siento. Todo fue... mi culpa.
Jimin rio.
—¿Crees que te voy a perdonar? —más lágrimas bajaban y un sollozo salió. —Mamá murió. Jungkook, no sabes lo mucho que ha cambiado. ¿Y yo? ¡Morí! Y deje que un enfermo hiciera posesión de mí. ¡Mírame, Tobías! ¡MÍRAME! ¿Sigues viendo al mismo Park Jimin de antes?
—Jimin, relájate... Hablemos esto como dos personas adultas.
Jimin empezó a soltar carcajadas, que incluso daban miedo.
—Eso era lo que querías, Tobías. Querías que tus hijos vivieran la pesadilla que tu vivías. ¿Cierto? —se acercó con el arma. —Querías que tus hijos tuvieran una vida enferma. ¡ASÍ COMO LA TENÍAS TÚ! Nosotros éramos tu mascara, imbécil. Pero cuando salías... Te valía una mierda. Hacías todo con ellos. ¡INCLUSO DEJASTE QUE UNO DE ELLOS SE METIERA CON TUS HIJOS!
—¡LO SIENTO! No estaba consciente de lo que hacía, Jimin. —le dijo. —Perdóname, hijo. Perdóname. —se arrodilló ante él. —Lo siento, hijo. Lo siento mucho. —Jimin sollozó y rio.
—¿Sabes cómo las personas pagan sus pecados, papá? —Jimin caminó hacia él y le acercó el arma en la frente. El hombre cerró los ojos, aún con las manos levantadas. —Sintiendo el mismo dolor de las personas. —le sonrió Jimin. —Quisiera hacerte pagar por todo lo que has hecho... Pero, ya es tarde. No puedo regresar el tiempo y tampoco a mi antiguo yo. —se absorbió la nariz. —¡Mírame! Porque será la última vez que lo hagas. —Jimin se inclinó hasta llegar a la oreja para susurrar. —Porque ya no soy el mismo. Es hora de cambiar al amo de todo, papá. —susurró.
Se alejó y lo miró.
—Dulces sueños, papá. —le sonrió y jaló del gatillo.
El hombre cayó de espaldas contra el suelo y Jimin lanzó el arma. Se limpió las lágrimas y caminó hacia la puerta, la abrió y se encontró con Hoseok de pie.
—Yoongi está abajo. —sonrió. —Baja, antes de que se desangre. O creo que ya murió. —se encogió de hombros y le pasó por el lado, rozando su hombro.
—¿Qué le hiciste, Park Jimin? —preguntó Hoseok. Eso hizo que Jimin dejara de caminar.
—¿Yo? Nada. Él solo quería aparentar ser una persona que no es. —y siguió caminando. Levantó la mirada y vio el sol en su punto alto.
Entre cerró los ojos por la luz y sacó sus lentes oscuros. Se los puso y se pasó una mano por el cabello. Vio el auto de Yoongi y se acercó a él. Vio las llaves en el asiento y entró en el. Se alejó del lugar y condujo por la calle de mañana.
Hoseok bajó las escaleras del sótano.
—¡Yoongi! —gritó. —¿Dónde mierda estás? —siguió buscando. —¡MIN!
Fue ahí cuando lo vio bajo un gran charco y corrió a él. Trató de levantarlo, pero su cuerpo era muy pesado.
—Yoongi... —lo movió. —Mierda. Despierta. —le pegó en el rostro, pero Yoongi no respondía. —¡Yoongi! —gritó, pero tampoco respondió. —¡MIERDA!
Cogió su teléfono y marcó a la ambulancia.
—Hola, sí. Hay una persona gravemente herida. Sí, está sangrando por la cabeza. Creó que está inconsciente. Por favor vengan rápido. —Hoseok colgó.
Minutos después, Hoseok pudo subir a Yoongi al primer piso y vio el cadáver de otro hombre en el suelo. Arrugó el ceño y pensó que tenía que deshacerse de él. Lo arrastró hacia el sótano y lo dejó caer escaleras abajo. De todas formas, estaba muerto, no sentía. Cerró la puerta y la aseguró. Escondió la llave y escuchó las sirenas de la ambulancia. Corrió hacia la salida y abrió la puerta. Llegó a Yoongi y vio que aún respiraba. Sonrió por aquello. Dos enfermeros, le arrebataron a Yoongi de los brazos y lo llevaron a la camilla, mientras que dos policías interrogaban a Hoseok.
Fue en ese momento, en que vio a Seokjin bajarse de un auto, mientras se peinaba el cabello con una mano. Corrió hacia la casa y entró. Apartó a los policías de Hoseok y lo miró.
—Yo me encargo. Lo conozco. —dijo Seokjin. Hoseok se cruzó de brazos.
—¿En qué estabas, Seokjin? —le sonrió Hoseok.
—Eso no te importa. Ahora, entra a esa ambulancia y vete con Min. No puedo dejar que mi caso se muera tan pronto. —le dijo y lo empujó. Seokjin se puso las manos en la cadera y soltó un suspiro. Un policía se le acercó.
—¿Por qué lo dejó ir, jefe? —preguntó el policía.
—Porque ellos son mi caso, novato. —le dijo. —Todo lo que tenga que ver con Park, Min, Kim, Jeon o incluso Jung. Son míos. ¿De acuerdo? —él asintió. —Ahora vete. Te necesitan en la estación.
La ambulancia iba por la calle con sus sirenas encendidas, mientras que, dentro de ella, un enfermero le daba oxígeno a Yoongi y el otro le curaba la gran herida que tenía en la cabeza. Le abrieron la camisa y se dieron cuenta que tenía un chaleco antibalas. El enfermero miró a Hoseok. Conectaron su brazo a una manguera para que le diera suero y algunas medicinas para que aguantara hasta llegar al hospital.
—Haga su trabajo. —le respondió Hoseok.
El enfermero volvió su mirada a Yoongi y ayudó al otro a seguir curándolo. Fue ahí, cuando Yoongi agarró la mano de Hoseok y la apretó con mucha fuerza. Hoseok lo miró y tenía los ojos abiertos.
—Yoongi... —dijo Hoseok. Yoongi trató de levantarse, pero los enfermeros lo detuvieron.
Uno de ellos le inyectó algo en el brazo y eso hizo que Yoongi relajara el agarre de Hoseok. Yoongi lo jaló con la poca fuerza que tenía y Hoseok acercó su oído para escucharlo. Yoongi se quitó la máscara de oxígeno para hablar.
—Júntalos a todos, Hoseok. Junta a la familia. —dicho eso, las maquinas empezaron a sonar y Yoongi soltó la mano de Hoseok.
—Yoongi. —lo movió. —¡YOONGI! —le gritó.
Yoongi había cerrado los ojos por completo. Los dos enfermeros apartaron a Hoseok e hicieron lo posible para darle oxígeno. Pero al ver que su cuerpo no cedía, cogieron el desfibrilador. Hoseok vio como lo ponían en el pecho de Yoongi y le daban uno que otra carga.
—¡Una más! —gritó el enfermero al otro. Este le subió el voltaje y lo llevó al pecho de Yoongi. —¡Tenemos latidos!
Hoseok miró a la máquina y tenían 25. Soltó un suspiro y se sentó de nuevo.
—¡Hemos llegado! —anunció el conductor.
Las puertas de la ambulancia fueron abiertas y Hoseok fue el primero en bajarse. Vio a un doctor y tres enfermeros acercarse a la ambulancia y ayudar a los otros dos a bajar la camilla con Yoongi inconsciente en ella. Hoseok corrió junto a la camilla hasta dentro del hospital. Pero cuando atravesaron las puertas, jalaron a Hoseok para que no siguiera.
—Quédese aquí, no puede pasar. —Hoseok soltó un suspiro y se soltó del agarre de las dos enfermeras.
Caminó hacia la sala de espera y se sentó en una silla. Sacó su teléfono y se dio cuenta de que su ropa estaba manchada de sangre. Negó con la cabeza y marcó el número de Jungkook, pero este se fue a buzón. Intentó con Taehyung, pero también fue lo mismo. Maldijo y guardó el teléfono.
Horas más tarde, Jimin se encontraba manejando por la cuidad en busca de un lugar de descanso. Detuvo el auto en una gasolinera casi llegando a la ciudad y para su sorpresa, vio a Taehyung salir de la tienda, mientras tomaba una cerveza. Jimin llenó el tanque y apoyó la cadera en el auto con brazos cruzados sin despegar la mirada de Taehyung. Lo vio caminar por la calle y sonrió. Dejó de llenar el tanque, pagó con tarjeta y se subió al auto. Condujo con lentitud, hasta que dio con Taehyung. Lo vio terminarse la cerveza y tirar el envase. Pisó el acelerador y llegó a él.
—¿Te llevo, Romeo? —dijo Jimin.
Taehyung lo miró y rodó los ojos.
—¿Qué quieres, Park? —dejó de caminar y se acercó a la ventana.
—Solo te estoy ofreciendo llevarte hasta Julieta. —dijo Jimin con una sonrisa.
—¿Julieta? —rio Taehyung. —Llévame a mi hotel. Necesito descansar. —abrió la puerta del copiloto y se subió.
—Aun no comprendo cómo es que dejaste que Hoseok te ganara de esa manera, Kim. —Taehyung cerró los ojos con fuerza.
—¿Ya vas a empezar, idiota? ¿Cuándo te vas a quedar en silencio? —Jimin pisó el acelerador sonriente.
—Nunca debiste dejar que tu hermanastro te derrotara de esa manera. —se bajó los lentes de sol hasta el puente de la nariz y miró a Taehyung.
—Deja de hablar, Jimin. —dijo Taehyung mirando fuera del auto.
—¿Por qué no nos alejamos del mundo por un momento? —le dijo Jimin.
Taehyung negó con la cabeza riendo y miró a Jimin, quien lo miraba con seriedad.
—¿Qué quieres hacer, Park? —Jimin le sonrió.
—Lo que sea, si solo te dejas llevar, Taehyung. —levantó una ceja y le sonrió.
Taehyung desabrochó tres botones de su camisa y miró a Jimin.
—¿Lo tomas o lo dejas? —dijo Taehyung.
Jimin lo miró y empujó su lengua dentro de su mejilla. Frenó el auto y Taehyung acercó sus labios a los de Jimin en un beso bastante brusco. Jimin y él llegaron a los asientos traseros, mientras se desnudaba poco a poco. Entre besos y jadeos, los dos habían tocado cada centímetro de sus cuerpos y sus miembros pedían atención. Jimin pasó una mano dentro del pantalón de Taehyung y acarició su miembro ya erecto. Él soltó un jadeo y miró a Jimin.
—No te vayas arrepentir, Kim. —Jimin le quitó el pantalón y dejó a la vista su erecto miembro. Cogió el tronco con una mano y acercó su boca un poco.
—Tú solo has lo tuyo, Park. —y Jimin se lo metió en la boca, haciendo que Taehyung gimiera por la calidez y como la lengua de Jimin jugaba con su glande.
Taehyung dejó caer la cabeza hacia atrás mordiéndose el labio inferior y dejó que Jimin lo masturbara luego de haberse sacado el miembro de su boca. Con la mirada de deseo de Taehyung, cogió a Jimin por el cuello y estampó su boca de nuevo con la de él, dejando pasar sus lenguas para que ellas bailaran y se entrelazaran juntas.
Taehyung le quitó le pantalón a Jimin y beso su pecho hasta bajar a su pelvis. Mordió e hizo un chupetón en su abdomen.
—Si Yoongi ve eso, te mata, Kim... —dijo entre jadeos.
—Me arriesgaré. —le sonrió y subió por su cuerpo de nuevo.
Separó las piernas de Jimin y se acomodó en ellas para embestirlo, pero antes de eso. Introdujo en dedo en él y pegó sus labios de nuevo a él para callar sus gemidos. Taehyung vio como Jimin se retorcía debajo de su cuerpo y en un estrecho lugar para los dos. Movió con rapidez el dedo y luego introdujo el segundo para empezar a prepararlo.
—Ya entiendo porque mi hermano no te quiere dejar ir... —le susurró y Taehyung se detuvo mirando a Jimin. —¿Por qué te detienes?
Taehyung se alejó de Jimin y se empezó a vestir.
—¿Adónde vas? —dijo Jimin, pero Taehyung solo lo ignoraba. —Kim Taehyung.
—Vístete, alguien puede verte así. —fue lo único que le dijo y se pasó a los asientos delanteros, poniéndose la camisa.
Jimin sonrió de lado y apretó los puños. Se puso el pantalón y la camisa, también se pasó a los asientos delanteros y encendió el motor. Pisó el acelerador y le dio una última mirada a Taehyung, quien miraba por la ventana evitando su penetrante e insistente mirada.
El teléfono de Taehyung sonó y el número de Hoseok apareció en pantalla. Taehyung lo ignoró y al ver que contestó, un mensaje entró.
"Min está en cuidado intensivos, Kim. Al parecer no responde a los medicamentos que le dan."
Luego de leer aquello, miró a Jimin quien sonreía y miraba por la ventana mientras conducía.
—¿Qué le hiciste? —preguntó Taehyung.
—¿De qué hablas? —habló Jimin.
—¡¿Qué mierda le hiciste a mi hermano?!
Habían pasado tres semanas y desde que Hoseok le envío ese mensaje a Taehyung, todos habían estado yendo y viniendo del hospital. Pero para su sorpresa, él que no visitaba era Jimin. Pues, Yoongi seguía conectado a la maquina y nada que abría los ojos. Los doctores decían que era por el gran golpe y que su cerebro apenas asimilaba la gran herida que tenía.
Taehyung y Hoseok se encontraban en aquella habitación esperando una respuesta como todos los días. Pero incluso uno de ellos se daba por vencido de que él pudiera abrir los ojos. Hoseok, quien estaba sentado en una silla, miraba la televisión, mientras que Taehyung se encontraba con la cadera apoyada en la pared y de brazos cruzados, sumergido en sus pensamientos.
Pasó saliva y vio entrar a Seokjin con una bolsa de comidas en las manos.
—Bien, traje tres tipos de comida. —dijo Seokjin, poniendo las bolsas en una mesita de madera que había ahí. —Hay sopas, pasta, Kimchi y Ramen. Elijan que comer.
Hoseok arrastró la silla en la que estaba y abrió la bolsa. Escogió el Kimchi y lo abrió para comer. Taehyung se acercó y cogió la que tenía ramen.
—No entiendo cómo es que sigues viniendo todos los días aquí, Seokjin. ¿Qué traes en manos? —le preguntó Taehyung.
Seokjin cogió la sopa y apoyó la cadera en la camilla en la que estaba Yoongi. Miró a Taehyung y tomó un poco de sopa con la cuchara.
—Ustedes han sido mi caso por más de cinco años. ¿Creen que los voy a dejar así cómo así? ¡Por favor! —Hoseok lo miró y luego a Taehyung. —¿Han sabido algo de Park?
—No lo veo hace semanas. —dijo Taehyung.
—Dudo mucho que Park haya sido el causante de dejar así a Yoongi. —señaló Seokjin a Yoongi.
—Lamento decirte que fue así. —entró Jungkook al lugar.
Taehyung y Hoseok dejaron de comer.
—Jimin le disparó en el pecho a Yoongi y luego hubo un golpe, que provocó su herida en la cabeza. —dijo Jungkook.
—¿Cómo sabes eso? No estabas ahí. —dijo Hoseok, levantándose de la silla y dejando la comida aún lado.
—No estaba, pero soy hermano del que hizo eso. —Jungkook entró más al lugar y se acercó a la camilla. Vio a Yoongi conectado a la maquina. —¿Por qué no ha despertado? No fue un golpe grave, ¿O si?
—Según el expediente que hay. El arma con la que fue golpeada, estuvieron examinándola y no hay huellas de Jimin en ellas. —dijo Seokjin.
Taehyung dejó de comer y le prestó más atención a Seokjin.
—De hecho, las huellas que tenía eran de un hombre... Muy familiarizado con Park y Jeon.
—Tobias Park. —dijo Jungkook, suspirando.
Taehyung abrió los ojos.
—¿Tu padre está vivo? —preguntó Taehyung. —Yoongi lo mató.
—No, Yoongi no mataría al padre de su víctima tan fácilmente. —dijo Hoseok.
—Yoongi y él eran cercanos. —dijo Seokjin. —Al parecer se conocía desde hace mucho tiempo. Antes de que Jungkook y Jimin llegarán a Kansas y pasara todo esto. De hecho, Yoongi ya sabia de ellos.
—Es el maldito amo. —dijo Hoseok, mirándolo.
Jungkook se cruzó de brazos y miró a Seokjin.
—El hombre nunca aparecer muerto. Él siempre estuvo viajando de aquí, allá.
—Pero, ¿Cómo explicar la fotografía de su padre descuartizado? —dijo Taehyung.
—Photoshop. —dijo Seokjin. —Esta tecnología es muy avanzada. Es el siglo 21. Es Min Yoongi, de él podemos esperar cualquier cosa.
—¡Vaya! —exclamó Hoseok. —No sabia que Min estuviera tan involucrado con Jimin.
Jungkook rio. —Está obsesionado con él.
Fue en ese momento en que escucharon un quejido venir de la camilla. Miraron hacia Yoongi y lo vieron moverse. Pestañear y abrir los ojos. Taehyung pasó saliva.
—¿Yoongi? —habló Taehyung.
Yoongi entrecerró los ojos y los miró como si no los reconociera.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Seokjin. —Llamen al doctor.
Hoseok salió corriendo del cuarto.
—¿Dónde está mi mamá? —dijo Yoongi.
Taehyung abrió los ojos. Oh no.
—Yoongi, ¿Cómo estás? ¿Qué te está pasando? —Taehyung se acercó a él.
—¿Quién eres tú? ¿Dónde está mi madre? —habló Yoongi. —¿Quiénes son ustedes?
—¡Llamen a un maldito doctor ahora! —gritó Taehyung.
Luego de varias horas examinando a Yoongi, el doctor por fin traía los resultados.
—¿Qué es? ¿Qué tiene? —dijo Taehyung.
—Min Yoongi ha sufrido un hematoma en el cerebro. Por los medicamentos los pudimos curar, pero gracias a ello, ha perdido un poco de su memoria, tal vez por un trauma bastante grande. Solo tiene recuerdos de lo feliz que pudo ser hasta su golpe.
—Entonces, Min Yoongi perdió la memoria. —dijo Taehyung. —No, mierda. ¡No!
Hoseok se acercó y le preguntó al doctor.
—¿No recuerda nada? —dijo Hoseok.
—Nada. —respondió.
Hoseok miró a Jungkook.
—Llama a Jimin.
Prepárense para un gran cambio, chicos.
Feliz noche. ♡
[Smap]
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