
Chapter 7.
❝ Esa chiquilla será mía, ella me complacerá en todo y yo la haré llorar hasta que esté agradecida por estar conmigo.❞
—Sigo sin creer que te hiciste pasar por policía, eso si que es mucho para ti, Manobal. ¿Te sientes una chica mala?—Preguntó la azabache con mechas rubias mientras le dedicaba una sonrisa de sorna a la mujer malhumorada. —Sinceramente creí que enviarías a uno de tus matones.
—Cierra la boca, JiSoo. No te traje para opinar, lo hice para que me entregues a Roseanne. Y no veo que estés trabajando en ello.
—¿Para entregártela?
La azabache levantó una ceja confundida por la pregunta de la otra, se supone que habían hecho un trato.
—Te recuerdo que también tienes que compartirla conmigo, Manobal. —Aclaró humedeciendo sus labios y pasó una de sus manos por el pecho de la tailandesa, esta rodó los ojos por el coqueteo.
—Lo sé. Sólo será una noche y ella volverá conmigo, después te pudres y me dejas divertirme en paz.
—Mhm, está bien. Debo mencionar que estoy triste porque yo quería comérmela.
—Qué puto asco. —Expresó la rubia mirándola con desagrado, Kim rió con ganas. —No le encuentro el gusto por la carne humana, es asqueroso.
—Oh, Manobal. Yo sí, escucha con atención y tal vez te guste.
—No me van esas mierdas
—Pero si te va el dolor ajeno.
—A ti también, te recuerdo.
—A mí me va de todo, ¿Sabes? Me encanta probar cada sabor y cada cosa existente en el mundo, deseo tener a esa chica en mi mesa.
—No quiero saber de tus deseos insanos por probar la carne de mi próximo juguete. —La mujer posó sus manos en el escritorio mientras miraba con seriedad a la azabache que no paraba de moverse en la silla. —Así que cállate y comienza a trabajar con lo que te pedí.
—Está bien pero debo mencionar que hay otras detrás de ella.
Lalisa se tensó y la miró con tanta insistencia.
—¿Qué otras?
—Park SooYoung, Bae Suzy y no recuerdo el nombre de la otra estudiante. Oh, y estamos excluyendo a la monstruo de Jennie.—Asintió subiendo sus pies al escritorio. —Jennie me sacará el corazón y se lo dará a su perro antes de que siquiera entre por la puerta.
—Algunos de mis empleados van a acompañarte.
—Cobarde.
Lisa la miró fijamente esperando a fuera alguna broma pero la expresión burlona de la otra le decía que no fue así, tomó una de las plumas de su escritorio y se la clavó sin más a la pierna de la azabache sacándole un grito de dolor.
—¡Joder! Espero que no sea lo único que me claves. —Jadeó adolorida mientras se sacaba la pluma con dolor, miró a la tailandesa que había perdido todo rastro de paciencia.
—Quiero que me traigas lo más rápido posible a Roseanne. —Ordenó fríamente observando como JiSoo tiraba la pluma ensangrentada al piso. —Esa chiquilla será mía, ella me complacerá en todo y yo la haré llorar hasta que esté agradecida por estar conmigo.
Y Kim sonrió tan seductoramente porque las ideas de la más alta no eran tan diferentes a las de ella, quería hacer llorar a la joven rubia. Qué bonito sería mirarla debajo de ella jadeando y llorando, más bonito si pudiera probar su exótico sabor.
...
D E E P W E B.
—Roseanne, levántate.
La ronca voz de la azabache no se hizo esperar en la habitación, la pequeña chiquilla rubia soltó un quejido por la luz que se filtraba por la ventana. No recuerda cuando llegó la habitación, sólo que estaba tan cansada que se había quedado dormida en el regazo de la otra.
Rosé abrió sus ojos con pesadez y los talló suavemente hasta tener una mejor visibilidad, jadeó asustada porque Jennie estaba demasiado cerca de su rostro mirándole tan fijamente con esos ojos cafe. ¿Desde cuándo estaba mirándola dormir?
—Buen día, muñequita. —Soltó gravemente y pasó una de sus manos por la cintura de ella. —Mingyu preparó algo para ti así que baja.
La chiquilla asintió de manera sumisa rezando porque se alejara, en especial por el cosquilleo escalofriante que comenzaba a experimentar.
—Bien. Te veré abajo.
Aproximadamente cinco minutos fueron suficiente para que Rosé bajara, en realidad no porque ella quisiera, Jennie le había gritado desde la planta baja que si no se apuraba entonces ella subiría y la traería a la fuerza.
—Buenos días, Roseanne.—Saludó Mingyu sin mirarla ya que toda su atención la tenía la PC en frente de ella.
—Uh, buenos...días. —Balbuceó torpemente sentándose en la silla, Jen estaba pendiente de todos sus movimientos como si estuviera estudiando a su presa.
La tatuada le ofreció un plato de comida al igual que también el cartón de jugo, la rubia aceptó ya que tenía hambre y además no podía rechazar a esa mujer que le asustaba tanto.
—Come. Quiero que esos deliciosos muslos tuyos estén rellenos siempre.
Mingyu soltó una carcajada desde el ordenador y la chiquilla se sintió cohibida inevitablemente dedicándose a probar la comida.
—Roseanne, te haré una pregunta.
La mencionada la miró confundida.
—¿Por qué entraste a la Deep Web?
—Hyunjin oppa me dijo que era un sitio para entretenerse, quise saber a que se refería y estar a la onda como él. —Susurró de manera bajita que la tatuada muy apenas escuchó, la joven rubia se arrepentía mil veces de haber entrado.
—¿Sabes que ahora eres mía y que jamás podrás irte? Eres mi juguete. —Soltó con naturalidad tomando un gran sorbo de la taza que tenía entre sus manos, miró sin expresión a Rosé y esta se sintió intimidada. —No todo es una mierda. Si te portas bien, te trataré bien. Pero si me desobedeces yo voy a destrozarte de todas las maneras posibles, ¿Entiendes?
La rubia asintió sin tener opción, sus ojos estaban a punto de cristalizarse. ¿Qué le esperaba de ahora en adelante?
—Me gustas más así, Roseanne Park. Cuando eres sumisa. ¿Verdad que luce linda siendo una chiquilla llorona y sumisa, Mingyu?—Le cuestionó llamando la atención del otro, Gyu le miró asintiendo efusivamente.
—Definitivamente sí.
D E E P W E B.
—¿Cómo mierda no van a saber quién era esa tipa? ¡Se hizo pasar por una oficial y estuvo en sus malditas narices!
—Mire, joven. Estamos investigando y le voy a agrad...
—¡No parece que investiguen! Roseanne lleva casi tres días desaparecida. —Interrumpió Hyeri con molestia al oficial, Joohyun trató de tomarla del brazo para alejarla de la comisaría.
—Basta, Hyeri. Harás que te arresten.
—Estoy desesperada. Rosé no aparece y yo siento que estoy muriendo, no sabes lo mucho que extraño sus risas y yo sólo quiero abrazarla una vez más y decirle que todo estará bien, ¿Entiendes?
Bae asintió comprensiva y le dió unas pequeñas palmadas a su hombro.
—También la extraño pero sé vamos a encontrarla, no pierdo la esperanza.
—.... Joohyun, ¿Suzy apareció al instituto?
—No, ella no ha aparece. La policía ha ido al instituto, parece que es sospechosa. —Le dijo rascando su nuca con preocupación, miró a Hyeri y decidió hablar. —BangChan ha ido al instituto pero está tan mal, no habla y sólo se sienta detrás de las gradas a hablar consigo mismo.
—Le pegó fuerte la muerte de HyunJin.
—A todos nos pegó fuerte, Hyeri. HyunJin era un buen tipo, un estudiante no tan dedicado pero si era el mejor en...otros aspectos. —Aclaró con una sonrisa ladina, la castaña la miró sin entender y apretó el hombro de Joohyun.
—Apuesto a que lo era.
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