❝ El dolor es el sentimiento más real que puedes tener, el único que no te abandonará. ❞

𝐃 𝐄 𝐄𝐏  𝐖 𝐄 𝐁.

Catástrofe. Todo es una catástrofe en la mente de Jennie, ese sentimiento de rabia combinado con dolor es la peor mezcla que podría suceder en aquellos sádicos pensamientos. Se repite en su cabeza constantemente y le atraviesa casi como una bala en el pecho, ¿Qué tan jodida puede estar si se dejó manipular por una simple niña? Debió de asesinarla desde el primer momento, pudo haberle hecho cosas terribles y después asesinarla para uno de sus próximos vídeos en la red oscura.

Pero no lo hizo.

Jennie arremete en contra de la pequeña lámpara que se posa en la mesa, nada evita que ella la destroce en cuestión de segundos con violencia. Nada puede calmarla y joder, deberían agradecer que nadie estuviera cerca o probablemente ya estaría muerto de la manera más inhumana posible.

Roseanne la dejó, no lo pensó tanto antes de largarse con Felix. Pero la maldita culpa al igual que la rabia están en su cuerpo, la frecuente pregunta se instala a cada segundo en su ser. ¿Por qué la dejó ir? ¿Por qué lo permitió? Pudo asesinar a Felix con facilidad pero no hizo nada, incluso le rogó. ¿Había algo malo en ella?

Jennie se desmorona dos minutos después en el suelo, está en la esquina de la oscura casa de Soo-ji. No se ha animado a encender las luces después de lo ocurrido, la casa está hecha un desastre. Un montón de vidrios rotos, madera en pedazos y sangre en su camiseta a consecuencia de haberse cortado por error al golpear los cristales.

—Roseanne Park. —Susurra entre el crudo silencio como una niña pequeña rogando por tener un dulce, abraza sus piernas con fuerza luciendo tan vulnerable, llevándola al recuerdo de las muertes que tuvo la desgracia de observar en su corta edad. Le duele pero le da rabia, la ama pero también la odia hasta el punto de querer terminar con su vida. —Vuelve, Roseanne.

Y el silencio como respuesta a su petición termina con la poca capacidad para pensar que le quedaba, se permite desahogarse entre lágrimas amargas y de desesperación.
Sabe que lo necesita, sabe que depende de Roseanne de una manera tan escalofriante hasta para ella misma.

Sus manos arden porque no puede tocarla, la imagen de su sonrisa se desvanece. Roseanne es suya, sólo suya. Y no importa como pero quiere tenerla consigo, la tendrá a su lado de cualquier forma.

Nini unnie.

No es necesario, Jendeukie.

Gracias por protegerme, Nini.

¡Déjame sola! ¿No lo entiendes?

Jennie se pone de pie bruscamente con los recuerdos llegando dolorosamente, los recuerdos de ella se mezclan de alguna forma con los de Roseanne.

Ella de nuevo.

FLASHBACK.

Los quejidos de SooYoung eran tan placenteros para ella, la sangre escurriendo de su boca como los ríos de Babilonia.

—Espero que te duela tanto, hermana. Tanto como a mí que la tocaras.

SooYoung soltó una carcajada dejando que el líquido rojizo cayera de una manera bizarra alrededor de su barbilla y ropa.

—Nada va a compararse a tus llantos de nena cuando la asesiné, ¿Tanto la amabas o sólo era otro de tus caprichos? Supéralo, ya han pasado cinco años, deberías estar buscándote a otra y no intentando matarme. Ella se cansó de rechazarte, ¿Qué mierda te importa si cogió conmigo? ¡Deberías agradecerme! Después de que ella accediera a tener sexo conmigo, la maté. ¿Notas que pensé en ti?

Jennie le sonrió con ironía antes de impactar el bate en su cráneo con fuerza, sin arrepentimientos.

—Era mía, no importa si no quería.

SooYoung se tocó la zona afectada de su cráneo con urgencia, si le volvía a pegar probablemente estaría muerta por pérdida de sangre.

—¿Por eso estás tan molesta? Eres una enferma.

—Oh, Soo. —Susurra con cautela poniéndose de cuclillas para visualizar mejor a su hermanastra en el suelo, sostuvo el bate con tanta fuerza que la castaña creyó que lo quebraría. —Nadie se mete con mis cosas y no somos diferentes, ¿No lo crees? Estás tan enferma como yo.

Y lo siguiente fue el bate estrellándose repetitivamente sobre su cráneo recordando las mismas palabras que alguna vez le dijo a su hermana menor, SooYoung si terminó por arrepentirse pero por desatar a aquél mounstro peor que ella.

FIN DEL FLASHBACK.

—Al carajo con esa perra. Jamás va a compararse a lo que me hizo sentir Roseanne únicamente con su estúpida sonrisa y sus ojitos llenos de inocencia, ella es mía.

La mercenaria apretó su mandíbula ignorando las palabras de ella en su cabeza, no más. Por fin dejaría esa porquería, soltaría de una vez por todas el recuerdo de aquella chica que solía creer que amaba. Roseanne era la dueña de su oscuro corazón en una bizarra forma de amor según ella, una forma que sólo ambas sabían y que sentían mutuamente.

El sonido de la laptop que Jennie traía consigo en su mochila la alertó, con extrañeza se dirigió para tomarla y lo que vió no le gustó para nada.

Era ella, era su muñequita.

Roseanne y Felix en vivo, ambos en aquella casa ajenos a que estaban siendo grabados.

El título del vídeo era escalofriante y miles de espectadores estaban viendo el vídeo como su próximo entretenimiento.

" Dos pequeños pájaros de un tiro. "

Desconocido: ¿Podrás salvar a la inocente Roseanne? ¿Realmente podrás? La muerte la está observando justo ahora, Jennie Kim.

Jennie lanzó la laptop contra la pared con furia, tomó sus cosas y salió desesperada de la casa.

Nadie tocaría a Roseanne, nadie le haría daño a su muñequita.

𝐃 𝐄 𝐄 𝐏   𝐖 𝐄 𝐁.

—No puedo creer lo lejos que ha llegado, oficial Yerin.

La rubia le dedica una sonrisa satisfactoria antes de responderle.

—Cálmate, Jackson. Le hice un favor a sus padres al deshacerse de ella, no cargarán más con la loquita. —Respondió encogiéndose de hombros mientras observaba fijamente como Soo-ji era amarrada con una camiseta de fuerza a pesar de que se encontraba tranquila.

—Está loca.

—Como no tienes idea.

—Usted es quien debería estar en el lugar de Soo-ji. —Le dice el castaño con enojo negándose a observar la cruel imagen, los señores Bae entre lágrimas también veían como subían a su hija a la camioneta en donde la llevarían al sanatorio.

—Lo que digas, Jackson. Déjame disfrutar de mi momento, ¿De acuerdo?

Jackson se retiró del lugar pasando a un lado de Hyeri quien también veía la escena con culpabilidad.

¿No había hecho mal al callarse, cierto? Soo-ji se lo merecía por acosar a su mejor amiga y por negarse a dar la ubicación, era lo menos que merecía.

Yerin soltó una carcajada inconscientemente cuando la camioneta se fue dejando devastados a los señores Bae, la rubia se llevó las manos a la boca riendo en silencio.

—¿Qué pasará con ella?—Le cuestionó Hyeri inquieta, rascaba con nervios sus brazos.

—Si tenemos suerte jamás saldrá de ahí, la esquizofrenia es algo complicado y Soo-ji ahora tiene antecedentes de ser cómplice de una asesina. Dudo que salga.

—¿Por eso está tan feliz?

—Estoy tan feliz porque finalmente metí una a la cárcel, no exactamente a la que quiero pero Roseanne estaría feliz de ver a una de esas asquerosas enfermas tras las rejas. —Le contestó con tranquilidad mirándola a los ojos, Hyeri le sonrió ante la mención de su pequeña.

Ambas dejaron la charla cuando notaron que los padres de Soo-ji se dirigían hacia a ellas.

—Oficial, tengo algo importante que decirle.

—¿Qué sucede?

El hombre miró a Hyeri dudando en hablar frente a ella.

—...No se preocupe, señor Bae. ¿Quiere contarme en otra parte?

—No, no. —Negó rápidamente pidiéndole con la mirada a la universitaria para que se quedara. —Creo que es importante que tú también lo sepas, muchacha.

—Hable por favor, ¿Qué sucede?

—Mi hija me ha dicho algo.

Yerin abrió sus ojos con sorpresa, Hyeri sintió sus ojos cristalinos ante sus palabras. Había esperanza de encontrarla, ¿Se trataba sobre su Rosie? Rogaba a los cielos porque así fuera.

—¿Qué le dijo exactamente, señor Bae?

—Dijo que Roseanne se encuentra en nuestra cabaña para vacacionar, me lo dijo antes de irse.

Roseanne volvería a casa.

Finalmente lo haría.

D E E P  W E B.