❝ Usted parece muy obsesionada con Jennie, si sigue en esas condiciones la sacaré del caso. ❞

D E E P W E B.
...

—Joohyun falleció. Lo siento mucho, Hyeri.

La tenue voz de la oficial Yerin en ningún momento hizo sentir mejor a la universitaria, Hyeri sólo la miró unos segundos sin decir nada. La noticia le había conmocionado un poco pues Joohyun le había mostrado su apoyo cuando Roseanne desapareció, era un poco sorpresivo para ella.

—¿Cuándo?...¿Cómo sucedió?

—Parece que fue hace días pero apenas encontraron su cuerpo hoy, le dispararon en el rostro y la golpearon con rocas. —Le dijo la rubia sacando una de sus carpetas para dársela, Hyeri la tomó observando la foto. —Según las huellas dactilares indican que Felix Lee fue quien la golpeó con la roca pero yo estoy segura de que Jennie fue quien le disparó muchas veces al rostro. ¡El maldito problema es que no sé la razón! ¡No sé la maldita razón y el jefe está empeñado en meter únicamente a Lee a prisión!

Momentos atrás.

—¡Pero ambos sabemos que es así! Jennie es la reina del tablero moviendo a cada uno de nosotros a su antojo, sólo somos tontos peones en su juego.

—¿Usted sabe algo que yo no?

Yeri rió sarcásticamente ante la pregunta de su jefe y apretó el móvil con enojo.

—Por supuesto que no, jefe. No tengo conocimiento de nada más que lo que dictó el exámen de huellas dactilares, Jennie asesinó a HyunJin y se llevó a Roseanne. ¿De verdad cree que no asesinó a Joohyun también? Es un complot entre ellos, Felix y Jennie.

—Sólo haga su trabajo, oficial Yerin. —Suspiró el jefe policiaco con cansancio, la rubia quería gritarle por la impotencia y el enojo. —Usted parece muy obsesionada con Jennie, si sigue en esas condiciones la sacaré del caso.

Y la llamada finalizó.

...

Actualmente.

La universitaria apretó el botón llamando rápidamente a la enfermera, el estado alterado de la oficial la hizo angustiarse.

—Oficial, creo que debe calmarse. —Trató de suavizar la castaña un poco las cosas, Yerin seguía molesta y apretaba la otra carpeta restante con el rostro de Jennie.

La puerta de la habitación se abrió dejando ver a la enfermera que rápidamente se colocó a un lado de Hyeri, la oficial las miró a ambas.

—Tiene que retirarse ahora, oficial Yerin. Está alterando a la paciente.

—Hay mucho más que sólo el asesinato de Joohyun, Hyeri. Piénsalo bien.

La oficial salió de la habitación con la carpeta en manos dejándole únicamente a la universitaria la carpeta de Lee, la enfermera se encontraba revisando su pulso para evitar cualquier alteración.

—¿Puedo ver..a Christopher?

—Usted será dada de alta en dos días así que le daré la oportunidad de verlo, además creo que a su amigo le vendría bien su visita. —Le dijo removiendo los cables en sus brazos, revisó la herida y asintió cuando notó que ya estaba cicatrizando. —Sígame.

Hyeri obedeció siguiendo a la enfermera, dejó la carpeta en la camilla. La enfermera le señaló la primera puerta en el pasillo izquierdo y ella no perdió el tiempo, decidida camino más rápido hasta llegar a la habitación. Con entusiasmo abrió la puerta, estaba contento de que BangChan siguiera con vida. Roseanne se alegraría mucho de verlos cuando esté de vuelta, Hyeri no puede evitar sentirse afectado por Joohyun. A pesar de conocerla poco le había parecido agradable y una buena chica con demasiado potencial.

—¡Hyeri!—La voz de BangChan la sacó de su ensoñación, la castaña se acercó a la camilla con una gran sonrisa en su rostro.

—Oh, Chris. Me alegra mucho que estés bien. —Le dijo abrazándolo con cuidado, BangChan correspondió el abrazo con cariño. —¡Me has pegado un susto enorme!

—Yah, recuerda que soy como terminator.

Hyeri soltó una risa burlona mirándolo, BangChan se acomodó en la camilla de mejor manera.

—¿Arrugado y chatarra?

—¡Yah, tú no luces exactamente como una princesa!—Se quejó lanzando una de las almohadas a su dirección, la castaña la esquivó con burla. —Luces como una vagabunda y ni siquiera una vagabunda bonita.

Hyeri rió suavemente añorando la presencia del chico menor, era bueno tener un poco de compañía.

—Hyeri, ¿Y Joohyun? Llevo esperando horas a que venga, ¡De seguro la idiota está dándose el lujo de estar en casa como reina!

Oh, sería difícil de explicar.

D E E P W E B.
...

—Así que ambos pongan atención. —Ordenó Jennie colocándole una gorrito sobre las hebras rubias, Roseanne sintió las manos de la mercenaria bajar a sus pómulos. —En especial tú, muñequita.

—¿Qué sucede, Jen?—Felix le cuestionó quitándose las gafas para ponerse las lentillas de contacto, su cabello rubio era cubierto por una gorra colocada al revés haciéndole lucir mayor y diferente.

—Alguien dió el pitazo a la policía de haberte visto rondando por aquí, no pienso arriesgarme a que me quiten a mi mocosa y de paso te metan a la puta prisión.

La mercenaria tomó una de las navajas guardándola en una de sus pesadas botas, el arma la guardó en su pantalón y el dinero estaba a salvo en una cuenta bancaria a otro nombre. Tenía todo lo que necesitaba.

—Vámonos de aquí ahora. —Les dijo Jennie duramente, tomó la mano de Roseanne entrelazando sus dedos. Felix cuidaba sus espaldas desde atrás, tenía el arma escondida en su pantalón.

Los tres salieron de la casa apartada con cautela, Jennie avanzó atenta a cualquier cosa. La casa era lejana así que seguía sin comprender quien le dió el aviso a la policía, ¿Alguien los había seguido?

—Nini...¿Estás segura de esto?

—Shh, sé lo que hago, preciosa. No he pisado la cárcel en un buen tiempo, tengo práctica. —Le respondió metiéndose por donde estaba la gente en un intento por disimular, Felix seguía nervioso.

—Nini...si algo sucede, yo quería decirte que tú fuiste la única persona que...

—Cállate, Roseanne. —Jennie se detuvo en seco mirándole de manera gélida, la rubia se sintió pequeñita ante la potente presencia de la contraria. —¿No recuerdas lo que te dije hace días? No volveré a dejarte ir. Estás atada a mí y yo a ti por toda la eternidad, incluso si muero regresaría por ti.

Roseanne sintió sus mejillitas calientes por las palabras de la mercenaria, estaba mal como se sentía al respecto pero no podía evitarlo. Aún con su mano entrelazada con la de Jennie, la jaló suavemente abrazándola por el cuello.

—Jendeuk, no. —Murmuró entre suaves risitas al sentir la naricita de Jennie hacerle cosquillas en el cuello, sus manos estaban puestas en su cintura de manera posesiva.

—Chicas, tenemos que irnos ahora. —Felix tragó saliva más nervioso que nunca cuando gente que no conocía lo miraba, tal vez estaba paranoico o tal vez no.

Jennie asintió comenzando a avanzar nuevamente pero un llamado los hizo detenerse bruscamente.

—¡Jennie! ¡Devuélveme a mi mocosa ahora!

Lalisa Manobal y Kim JiSoo estaban a tan sólo unos metros de atraparlos.

Les quiero agradecer por las 10mil lecturas y más de 1mil votos, está semana estare trayendoles un poco más de actualización ❤️.