❝¿Así de maravilloso se siente el amor? Es que joder, siento las malditas mariposas en el estómago cuando le muerdo los labios hasta sangrar y siento un placer inexplicable cuando la hago llorar. ❞

D E E P  W E B.

...

Soo-ji alzó su cabeza encontrándose con el rostro sonriente de Kim JiSoo, Roseanne se estremeció ante la mujer que rondaba por su casa anteriormente acosando con sus cartas.

—Hola, manzanita prohibida. He pecado para tenerte.

Roseanne comenzó a hiperventilar cuando notó que la mujer grisácea se acercaba a ellas de manera peligrosa, negó efusivamente. No quería irse con esa tipa, tampoco era como si quisiera quedarse con Suzy pero particularmente Kim le hacía sentir escalofríos. Más que cualquier otra de las tipas, era aterradora.

—No dejes que ella me lleve, Suzy. —Susurró la rubia con temor, la castaña negó rotundamente mirando nuevamente a JiSoo.

—¿Qué quieres, Kim? No te la entregaré si eso es lo que buscas.

—¿Y quién te la está pidiendo, Bae Soo-ji? Estás siendo muy maleducada, le diré a tu mamá.

—Tú eres la maleducada por no pedir las cosas.

JiSoo fingió estar apenada y hizo un ademán de disculpa.

—Tienes razón. ¡Lo siento demasiado, Bae Soo-ji! ¿Puedes dármela amablemente, por favor?—Cuestionó pasándose una mano por las largas mechas grisáceas que la hacían resaltar, se humedecio los labios unos segundos y luego esbozó una descarada sonrisa. —Es mejor para ti. Además si me lo entregas ahora, te invitaré a un rico buffet.

—Si claro, yo seré el buffet. —Le respondió Suzy con enfado, Kim río con ganas.

—Bien, lo admito. Me descubriste.

—¡Déjate de juegos, Kim!—Gritó Manobal desde la puerta, a un lado de ella se encontraba SooYoung con la nariz sangrante por el anterior golpe de Soo-ji.

—¿Escuchaste? Esa es mi señal, no quiero ser grosera pero en serio tengo que obtener ese fruto prohibido o Eva se pondrá histérica.

—No creo que sea Eva. —Le dijo Soo-ji entre dientes, Roseanne miró a través del hombro a JiSoo que estaba a nada de enfadarse.

—Lo que sea, entrégame a la niña ahora. —Ordenó duramente, al parecer si existía alguien que pudiera hacer enfadar a la caníbal y ésa era Soo-ji.

—No te daré nada, ya te lo dije.

JiSoo sacó una de sus navajas del jeans y se mordió los labios mirándole todo el cuerpo a Suzy.

—¿Alguien te ha dicho que estás buena? Aunque tus muslos no están tan rellenos como los de la manzanita prohibida.

Suzy apretó la mano de Roseanne y intentó avanzar rápidamente, JiSoo frunció el ceño tomándola del cabello bruscamente.

—¿A dónde crees que vas? Tenemos algo pendiente, Bae Soo-ji. Santo cielo, ¿Es que acaso nadie tiene un poco de modales?—Habló con una fingida decepción en su voz, apretó el cabello de Suzy con fuerza sacándole un quejido. —Te dije que hicieras esto más fácil.

—Púdrete, Kim.

—Joder, ¡Apúrate, JiSoo!—Volvió a gritar Manobal con enojo, estaba cabreada por tener que esperar.

—¡Maldición! ¡Atrévete a apurarme de nuevo y te encajo la navaja en la vagina! ¿Entendido?—Respondió enfadada también, arrastró a Soo-ji del cabello avanzando hasta donde se encontraban SooYoung y Lalisa.

Roseanne soltaba quejidos también ante el dolor de su manita, ya tenía marcas en ambas muñecas y por si no fuera suficiente la lastimaban de nuevo.

—¡Suéltala, maldita esquizofrénica!—SooYoung le gritó también con enfado, Suzy se negó a soltarla.

La grisácea harta de la palabrería apretó aún más el cabello de Soo-ji entre sus manos y intentó encajarle la navaja en el pecho pero falló cuando la esquizofrénica se movió, la filosa navaja aterrizó en el hombro de Suzy sacándole un desgarrador grito. Kim sonrió con sorna cuando notó que había soltado la mano de Roseanne, la arrastró unos pasos más alejándola de la rubia que estaba en el suelo.

—Si te hace sentir mejor, no he tenido ninguna salpicadura de sangre contigo, Bae Soo-ji. —Le susurró JiSoo en el oído, después pasó su lengua por el lóbulo de su oreja y finalizó dándole un fuerte puñetazo en el rostro que terminó por dejarla noqueada.

Roseanne respiró agitado y intentó levantarse, al lograrlo corrió rápidamente para cruzar el gran jardín. SooYoung corrió hasta alcanzarla y tomarla de la cintura, la cargó entre sus brazos caminando con dificultad.

—¡Déjame!—Le gritó la rubia forcejeando para soltarse del agarre, SooYoung sintió el pie de la niña justo en su entrepierna.

—¡Mierda! ¡No te muevas!—Le gritó adolorida dándole un manotazo en la cara, Manobal enfureció cuando notó la acción.

—¿Quién mierda te dijo que le pusieras tu sucia mano encima, imbécil?

SooYoung soltó a la chiquilla que de inmediato fue jalada por Manobal hasta colocarla detrás suyo, la tailandesa le quebró la nariz del puñetazo que le dió a la más alta.

—Agradece que no le pedí a Kim que se comiera tu puto corazón.

SooYoung se tocó la nariz sangrante, definitivamente estaba rota y no paraba de salir sangre por doquier.

—Jefa Manobal, ¿Qué hago con ella?—Le cuestionó la grisácea intentando ocultar su cierto entusiasmo, cargaba entre sus brazos el cuerpo de la estudiante Suzy.

—Bon appetit, Kim.

Y la mencionada sonrió en grande, después de todo si tendría un gran buffet hoy.

D E E P   W E B.

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Mientras tanto las dos mujeres y un hombre de la red oscura partían hacia su destino llamado Busan, faltaban aproximadamente seis horas más para que llegaran y Jennie ya quería darse seis tiros o saltar por la ventana del auto. Cualquier opción estaría increíble para ella.

—¿Por qué mierda hace tanto frío aquí?—Reclamó Jen irritada desde el asiento de atrás, Joohyun soltó una carcajada. —¿De qué carajo te ríes? ¿Acaso soy tu puta payasa?

—Nunca había oído tantos insultos en una misma frase.

Felix abrió sus ojos sorprendido y se giró para ver a Jennie quien aún estaba con una cara de enojo.

—¿Te sale así de natural ser tan vulgar? ¿Cómo le haces?

—¿A quién le dices vulgar, maldito hijo de perra?—Volvió a hablar rabiosa, ciertas actitudes de Felix le recordaban a Mingyu, era inevitable.

—¡No me refería a eso!—Negó varias veces el rubio alterado por Jennie, Joohyun apretó el volante conteniendo su gran risa.

Sería un viaje demasiado largo para los tres.

D E E P W E B.

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—Come ahora, mocosa. —Exigió Manobal con frustración, estaba a nada de perder la paciencia ante las negación de alimentarse por parte de la chiquilla.

Como por quinta vez, Roseanne se negó rotundamente logrando que la rubia ceniza explotara del enfado.

—¡Te dije que comas!—Ordenó tomando su rostro con brusquedad, pasó su húmeda lengua por los labios de la rubia.

—Ya..basta, por favor.

—Si hay algo que me desagrada es la desobediencia, mocosa.

—Prometo no volver a desobedecerla, por favor, señora.

Lisa la miró inexpresiva y estampó sus labios finalmente con los labios de Roseanne en un sucio y caliente beso, sin nada de remordimientos o pausas. Manobal quería absorber toda la humedad de sus labios, a ella le importaba un carajo si la niña sabía besar o no. Con que ella misma supiera era suficiente, jadeó cuando un hilo de saliva salió por la boca de Roseanne y imposible de detenerse le mordió el labio fuertemente hasta que notó el sabor metálico de la sangre. Eran dulces, agrios, sublimes, no había una definición exacta para los labios de Roseanne Park.

—¿Tan rápido te la estás comiendo?—Interrumpió Kim JiSoo paseándose en nada más que un short corto y brasier por la pequeña casa, Lalisa había llevado a la rubia a una de sus tantas casas lejanas en busan. No le convenía que algún periodista las viera a ambas, sería el fin de su carrera y de su libertad, por supuesto.

—¿Celosa?

—Sí, yo también quiero comérmela pero no de esa forma aunque..no me molestaría besar a la manzanita prohibida. ¿Tendrá un sabor dulce como su carita?—Cuestionó la grisácea mordiéndose los labios con deseo, observó con lascivia el cuerpo de Roseanne.

—Es inexplicable.

—Suenas como una enamorada.

La risa burlona de JiSoo se escuchó por toda la casa, Lalisa se tocó el puente de la nariz frustrada. Lágrimas bajaban por la carita de Roseanne, se sentía tan sucia, ella sólo quería volver a casa con sus papás. Con Hyeri, con Hank, quería ir a la escuela y ver de nuevo a sus amigos. Pero sabía perfectamente que eso no sucedería, no con tipas psicópatas de por medio.

—No sé como decirlo, se siente satisfactorio. —Le dijo la rubia ceniza a JiSoo quien de inmediato mostró una expresión confundida al no entender a lo que se refería. —¿Así de maravilloso se siente el amor? Es que joder, siento las malditas mariposas en el estómago cuando le muerdo los labios hasta sangrar y siento un placer inexplicable cuando la hago llorar.

—Si que estás enamorada. —Kim respondió sin importarle que la chiquilla siguiera ahí, se dejó caer en el sofá con una sonrisa burlona en su perfecto rostro.

—No lo sé.

—Es tu propia definición de estar enamorada.

—Como sea, ¿Tuviste un gran buffet?

La caníbal negó amarrando su cabello en una coleta.

—¿Puedes ponerte una remera? ¿Aún no asesinas a Soo-ji?—Cuestionó sentando a Roseanne en su regazo, la miró unos cuantos segundos antes de ordenarle: —Duerme.

La chiquilla obedeció cerrando sus ojos con fuerza, prefería no verlas. Deseaba no verlas nunca más.

—Aún no, deseo disfrutar de Bae Soo-ji un poco. —Le respondió tranquilamente mientras observaba dormir a la rubia, después dirigió su atención a Lisa. —¿Qué? ¿Te intimida mi cuerpo? ¿No quieres realizar una observación?

—No me gustan mayores.

—¿Acabas de llamarme indirectamente vieja? No paso de los veinte, crack. —La indignación en la voz de JiSoo era realmente evidente, la empresaria casi esbozó una sonrisa burlona. Casi. —Olvidé que te gustaban tiernitas y crías, vaya gustos, Manobal.

—No son peores que los tuyos.

—Ya lo creo.

D E E P   W E B.

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FINAL DEL CAPÍTULO.