Narra Chaeyoung.

—¿Es en serio?

Pestañeé varias veces sin captar muy bien la pregunta.

—¿Qué cosa?

—Nada, Chaeyoung, nada —¿Se enojó?—. Lo siento —Suspiró—. Es que se nota que de verdad tienes la cabeza en otro lugar.

—Pues... Sí, tienes razón. Me disculpo, esto es importante para ti y yo debería darle igual atención. Por qué no me dices quién es la chica que te gusta y veré si puedo ayudarte a conquistarla.

—Chaeyoung, esa chica e-

Justo su teléfono empezó a canturrear y no pudo seguir.

Tras contestar su llamada se puso de pie.

—Tengo que irme.

—Está bien, no pasa nada.

—Uhm, solo dime... ¿Crees que debería confesarme a la chica que me gusta?

—Bueno, creo que soy la persona menos indicada para aconsejarte al respecto pero, si no tienes la misma suerte que yo, sí. Es lo que yo haría —En la otra vida, en esta nunca más.

—Jaja —Rió bajito.

Lucía esperanzada.

—Ya me voy, hablamos más tarde —Se despidió con un breve abrazo y se fue.

Me quedé mirándola a lo lejos hasta que dobló en la esquina y la perdí de vista. Entonces volví a mi posición en la escalera y me quedé observando la imagen de Mina en el fondo de pantalla de mi teléfono.

Lo siento, Mina.

"¿ACASO NO VES QUE TE QUIERO?"

¿Me quiere?

Nunca me lo había dicho.

Me pregunto qué tan profundos serán sus sentimientos por mí.

Mina es como un caramelo de miel; dulce y duro a la vez. Ella es dulce por dentro, muy dulce y eso me gusta.

Pingüino cursi.

No pude evitar sonreír al pensar en ella. Hacía que mi corazón se esponjara y... de pronto tenía ganas de verla.

Definitivamente arreglaré las cosas con ella el lunes y todo volverá a ser como antes.

Con ese pensamiento me levanté y retorné mi camino a casa. Me sentía muy positiva.
Justo antes de llegar a mi morada me encontré con mi madre charlando con un par de vecinas pero al verma se despidió de ellas.

—¿A dónde vas, mamá? —Le pregunté cuando la tuve frente a mí.

—Ayer vi unas cortinas que me encantaron en un local cerca del Centro. Las iré a comprar, ¿quieres acompañarme?

—Está bien.

Nos tomamos el autobus y veinte minutos después ya estabamos frente al local. Mamá tenía razón, las cortinas eran muy bonitas, tal vez por sus dibujos de fresas.

—No sabía que tenías una amiga extranjera —Comentó mientras caminábamos en dirección a un lugar para almorzar—. Es muy simpática, ¿cómo era su nombre?

—Somi.

—Somi, bueno, ella. Me agrada su personalidad.

—Sí, lo noté. Parecían dos vecinas chismosas cuando bajé de mi cuarto.

—Yo no soy chismosa, respeta a tu madre —Rió.

Tiene razón, Somi es una buena amiga.

—¿Por qué no la invitas a casa como a Dahyun?

—Lo haré.

Al llegar a un minirestaurante elegimos una mesa cerca de la ventana y nos sentamos. El mesero tomó nuestros pedidos y, en la espera, continuamos con nuestra plática. El lugar no estaba lleno y así se me hacía más cómodo.

Todo marchaba con tranquilidad hasta que...

—No suelo comer pastas pero supongo que no está de más hacerlo ahora —dijo mirando la carta—. De todos modos parece que es lo único que sirven aquí solo que con distintos acompañamientos.

—Entonces es un lugar perfecto para los amantes de la pasta —Añadí—. ¿Y qué hay para beber?

—Ahora me fijo. Oh, tienen jugo tropical —Leyó—. Hay que probar.

—Bueno.

—Llamaré al mesero —dijo y, acto seguido, volteó para llamar al muchacho pero se quedó con la palabra en la boca.

Y yo también.

Dos chicas riendo y tomadas de la mano habían pasado al lado de nuestra mesa, y se sentaron atrás de nosotras.

Joder.

Lo primero que hice fue mirar a mi madre y su expresión había dado un giro de 360 grados.

—Jaja, por eso te amo, tontita —Escuchamos decir a una de ellas.

—Tienes a la mejor novia del mundo —Le respondió la otra.

Definitivamente eran una pareja y eso me aterraba estando frente a mi madre.

—Mamá...

Quería decir cualquier cosa para generar una conversación pero las voces y risas de esas chicas me sacaban de foco.

El mismo mesero se acercó a ellas esta vez y al regresar nos dijo que enseguida traerían nuestros platillos.

—Oiga, joven —Lo frenó Mamá—. ¿Puedo pedir algo más?

—Mamá...

—Sí —contestó él.

—¿Puede decirles a esas... —Me cubrí los ojos con una mano en señal de frustración. Sabía muy que se estaba conteniendo— ... A esos individuos —Señaló discretamente a la mesa de esas chicas— que se retiren.

—Ehh, ¿puedo conocer el motivo? ¿Acaso la trataron mal, ofendieron o...?

—Eso precisamente, me ofenden con su presencia. Quiero que se vayan ahora.

—No entiendo...

—Son homose... eso. No pienso almorzar en el mismo sitio que personas así. Quiero que se vayan ahora mismo, échelas.

—Disculpe pero no puedo hacer eso.

—¿Por qué no? —Alzó la voz.

—No es razón suficiente para correrlas del establecimiento.

—Se están acariciando y diciendo cosas inapropiadas —escupió con claro disgusto—. No quiero estar cerca de esa clase de gente.

Mi cabeza daba vueltas.

Le eché un vistazo a las otras mesas ocupadas y las personas nos miraban.

—Si gusta puede escoger otra mesa-

—Pero qué está diciendo. Mi hija y yo llegamos primero ¿y nosotras tenemos que cambiarnos de asiento? ¿Qué clase de lugar es este que no atiende ni respeta a sus clientes como se debe?

Maldición.

—Señora-

—¿Qué paso con eso de que el cliente siempre tiene la razón?

—Ellas también son clientas.

—Deje de poner excusas y cumpla con su deber. Échelas o no me diga que usted es como ellas, claro, ¿por eso las defiende?  ¡Pues si no las corre ya mismo haré un escándalo! —exclamó y se puso de pie.

Ya lo estás haciendo, mamá.

—¿Qué sucede? —Ay, no. Una de las chicas se había acercado.

—Nada —dijo el mesero — , por favor regrese a su asiento.

—¿Nada?  Quiero hablar con el dueño o el encargado de este lugar en este instante —Mamá, por favor—. No dejaré que haga caso omiso de mi queja y me ignore como si fuera una pared.

—¿Cuál es su problema, señora?

—Llame al encargado, quiero hablar con el encargado —exigió mi madre sin quitar su vista del mesero.

—¿Acaso le molesta que mi novia y yo estemos aquí?

—Disculpe... —El mesero enmudeció.

—No quiero sus disculpas.

—Señora, le estoy hablando —Insistió la chica plantándose frente a ella. Su acompañante estaba a su lado.

—Quiero hablar con el encargado —repitió con firmeza.

—Señora-

—¡No estoy hablando contigo así que no me dirijas la palabra!

Me paré enseguida.

—¿Pero qué diablos le pasa? —La chica reaccionó— ¿Quién se cree que es para gritarnos?

—Una mujer y madre decente, al contrario de ustedes ¡Par de inmorales!

—¡No permitiré que nos ofenda así, vieja loca!

—¡A parte de enfermas desviadas, maleducadas!

—¡Y usted es una discriminadora! ¡Si tanto le molesta estar cerca de nosotras lárguese de aquí!

—¡Ustedes son quienes deben irse, este es un lugar para gente NORMAL Y DECENTE, NO PARA DEGENARADAS COMO USTEDES! Lamentablemente existen sitios donde pueden concurrir así que VÁYANSE AHÍ Y DEJEN DE INFESTAR EL AIRE CON SU REPUGNANTE PRESENCIA.

Entonces yo no debería estar aquí, mamá.

—¡CÁLLESE, NO TOLERARÉ UN INSULTO MÁS!

—¡¡¡A mí no me grites mocosa insolente!!!

Las personas comenzaron a abandonar sus mesas de a una.

Mire al mesero esperando que intervenga pero estaba igual de mudo que yo.

—¡Está demente! ¡Nosotras no le hemos hecho nada! ¡Debería darle vergüenza tratar así a la gente, se dice a sí misma decente pero de eso no tiene nada y para su información a mí me educaron muy bien en mi casa!

—No quiero hablar más contigo o vomitaré. Me repugnan sin importar lo que digas —Mis ojos se aguaron—. No volveré a repetirlo, quiero hablar con el encargado.

—Disculpe señora —habló finalmente el mesero— , en este momento él no se encuentra aquí pero-

—Entonces mi hija y yo nos retiramos —dijo y me tomó de la muñeca—. Pero me voy porque ya no tolero respirar el mismo aire que estas... Sépanlo. Ah y antes quiero dejarle bien en claro que este ha sido el peor lugar donde he estado con el peor servicio y pésima atención de todos. Solo vine a perder mi tiempo y mi voz en este espantoso sitio que admite a esta clase de... individuos.

Sin más me jaló de la muñeca y me llevó con ella.

Antes de cruzar la puerta miré por el rabillo del ojo a las chicas y una de ellas había empezado a llorar mientras la otra la abrazaba.

Fue ahí que me sentí más miserable que nunca.

Muchas emociones se acumularon en mi corazón y sentí mi cabeza a punto de estallar.

Tras caminar una cuadra siendo jalada por mi madre y oyéndola maldecir por lo bajo, frené.

—Mamá. Esas chicas...

—No quiero hablar de eso. Vayamos a casa y prepararé algo rápido para comer, es mejor y más saludable.

—No tengo hambre y lo que le dijiste a esas chicas... Te excediste esta vez. Hiciste llorar a una de ellas.

—Deberías pensar más bien en cómo me siento yo. ¿Crees que fue correcto cómo me trataron?  No, no lo fue, pero no discutiré eso contigo y mucho menos en la calle. Ahora ven o perderemos el autobus.

Quiso jalarme otra vez pero me solté.

—Chaeyoung.

—No, mamá. Iré caminando —hablé con seriedad.

Y eso hice.

Me alejé de ella pese a sus llamados. No quería volver con ella como si nada hubiera pasado, como si efectivamente hubiéramos almorzado en aquel lugar y todo estuviera bien.

Yo no me sentía bien. Sus palabras me habían cerruchado el corazón, fue como si todo aquello me lo hubiera dicho a mí y me dolía imaginar qué cosas más me diría si llegase a saber sobre mi verdad.

Me ponía en el lugar de esas chicas y me sentía fatal.

¿Si fuese afectuosa con una chica en público, la gente como mamá se lo tomaría tan mal? Y si ella estuviese ahí, ¿a quién le daría la razón?

¿Y si fuese con Mina?  No, ella definitivamete le cerraría el pico a todos.

Ughhh.

¿Por qué siempre termino pensando en Mina?

¿7/7?

¿Cómo creen que reaccione la mamá de Chae cuando sepa la verdad?

En el siguiente cap se aclarará el tema de Somi de una buena vez.

Tengo curiosidad: ¿Sus padres son homofóbicos? 

Los míos sí, en extremo. En mi caso no soy gay y no creo que tenga que serlo para tener pensar diferente a ellos. Es decir, me afecta a la hora de expresar mi opinión ya que si llegase a tomar una posición a favor de la comunidad lgbt+ creerían que soy parte y se enojarían mucho pero bueh.

Por otro lado, he leído comentarios como "si eres ONCE es porque eres gay", "todos los ONCE son gay". No entiendo por qué generalizan a todo un fandom así por sus ships. Yo me considero ONCE, shippeo Michaeng y no soy "gay". No me ofende pero tampoco me causa gracia que lo digan como burla o insulto.
😞😱😫

Paz ✌😳😴