Maratón 4/7
Narra Chaeyoung.
—¡Maravishosa jugada!
Tragué en seco.
Esa voz...
Lentamente fui volteando hacia atrás hasta quedar cara a cara con...
CA-RA-JO.
¡MINA!
Mi cuerpo se congeló en un segundo hasta quedar duro como un iceberg. El aire ya no se sentía como aire y las gotas de sudor en mi frente volvieron a hacerse presente delatando mi creciente nerviosismo.
—M-Mina... —Tartamudeé mientras ella nos observaba cruzada de brazos.
Pu-puede ser que... ¿N-nos oyó?
No.
¡NOOOOOOOOO!
Su mirada seria me daba un mal augurio. Fui retrociendo sigilosamente mis pasos, al igual que Dahyun, a medida que Mina avanzaba lentamente hacia nosotras.
Lo único que se me ocurrió fue mirar a Dahyun y cuando lo hice, la muy """valiente""" giró en sus talones y se echó a correr.
Quise imitarla y de inmediato me di vuelta como rayo para seguirla pero Mina me agarró de la mochila por detrás.
—¡Dahyuuuuun! —La llamé a lo lejos para que me auxiliara a la vez que me esforzaba por liberarme.
—¡Chaeyoung! D-debemos conocer a otras personas...
¡¡¡Cobardeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!
—Dahyunnn...
Nota mental: No tengan amigas COMO DAHYUN.
¡Maldición!
Tras ver a Dahyun borrarse, mis piernas empezaron a tambalear haciendo que caiga como una tortuga en el suelo.
Los ojos de Mina estaban fijos en mí y su sonrisa torcida solo provocaba que mi temor se acrecentara más y más.
Caminé para atrás como cangrejo hasta tocar la pared y poyándome en esta me levanté simulando normalidad.
Todo está bien Chae, no temas.
Recuerda las palabras de la traidora de Dahyun.
—Mi-Mina... ¿T-todo bien? —hablé en un hilo de voz.
—No lo sé, tú dime —dijo entrecerrando los ojos y cruzada de brazos. Se veía relajada o al menos eso aparentaba.
¡Ay, no!
Eso significa solo una cosa.
¡¡¡Está furiosa!!!
Se acercó más hasta quedar a medio metro de mí.
—¿Qué-qué m-me harás?
—La pregunta es —Puso sus manos a cada lado de mi cabeza— , ¿qué es lo que no te haré? Porque te haré tantas cosas que no podrás contarlas con la mano.
Un temblor me recorrió de pies a cabeza, mi respiración se cortó y mis piernas se habían convertido en gelatina.
No recordaba la última vez que me había sentido tan intimidada por ella.
Sentí que vomitaría mi corazón en cualquier momento.
¡Mamaaaaaaaaaaaá!
—Chaeyoung —pronunció mi nombre.
Y, como si no estuviera ya lo suficiente asustada, me agarró súbitamente del cuello de mi camisa.
Cerré mis ojos por instinto. Lucía tan enfadada que no sabía si me golpearía.
Pero no sucedió nada.
Cuando los volví a abrir, despacio, como si tuviera una linterna apuntándome la cara, la expresión de Mina había cambiado drásticamente.
Ahora tenía la cabeza levemente inclinada y sus ojos estaban ensombrecidos. Noté que su labio inferior temblaba como si quisiera decir algo pero su voz no le saliera.
¡Godddd!
Tragué con fuerza.
—Dime que no es cierto —Susurró—. Chaeyoung, dime que no es cierto.
Sus manos seguían sujetando firmemente mi camisa, lo cual hacía que me sintiera obligada a contestar a pesar de no saber qué.
—M-Mina...
—Por favor.
—N-no sé de q-qué...
—Las escuché... a ti y a tu amiga.
¡¿Qué?!
No puede ser.
¡CON UN DEMONIO!
—N-no es así, Mina —Negué al instante—. No sé qué fue lo que escuchaste pero n-no es cierto.
Seguía sin verme a los ojos.
—No te creo.
Carajo.
—N-no-o... n... uh... no... ehh... —Negué desesperadamente con la cabeza. No podía formar ni una palabra coherente.
De pronto me miró a los ojos.
—Ese chico...
—¿Q-qu-qué chico?
¡Entonces sí escuchó todooo!
—Por favor... Dime que no le pagaste para... para que...
Khe.
—¡Yo no le pagué a Jimin! —¡Oh, no!
Me cubrí la boca de inmediato pero ya era tarde. Ya la había cagado.
—No puede ser... Es verdad.
Mi corazón se aceleró como nunca.
—Mina, no es como... Y-yo... P-puedo explicarlo... Todo fue idea de Dahyun, lo juro, pero yo no le pagué a nadie.
Cuando menos lo esperaba me soltó débilmente, bajando la cabeza otra vez.
—Mina... —No sabía si moverme o no.
—¿Cómo pudiste? —No me miraba y parecía esforzarse por respirar.
—Mina, fue un error. M-Me equivoqué pero no pasó nada grave —¡Piensa las cosas antes de decirlas, idiota!
—"Nada grave".
Joder.
—¿Nada grave? ¡¿Nada grave?! —Exclamó empujándome bruscamente cotra la pared.
Yo estaba en shock pero ella volvió sujetarme de la camisa aunque esta vez con más agresividad.
—Chaeyoung, lo que hiciste fue horrible —Su mirada era sombría se oía... decepcionada.
—No fue p-para tanto, tú-
—¿Cuánto le pagaste?
—No le pagué a nadie, te lo juro, ¿de verdad crees que malgastaría dinero en un plan de Dahyun? —En OTRO plan de Dahyun.
—¡No mientas!
—Te digo que no le pagué.
—Claro, porque no llegaron a un acuerdo de cantidad o porque no logró su cometido, ¿no?.
—Por supuesto que no —hablé segura—. Te lo explicaré pero por favor escucha; Estaba muy molesta porque querías obligarme a sentarme con tus amigas en la cafetería y... Realmente estaba muy enojada y le pedí ayuda a Dahyun... y... y... Se-se supone q-que Jimin debía acercarse a ti p-para que te-te enamorases de él y... —Mierda, me sentía tan nerviosa y llena de miedo que no recordaba cuál había sido el propósito. Y para colmo no podía dejar de tartamudear.
—Y me acostara con él para reírte de mí.
—Te equivocas, ¿quién te dijo-
—¿¿Que yo me equivoco?? ¡Yo no me equivoco, idiota! ¡¿Qué pasaría si ese sujeto en realidad es un enfermo acosador?! ¡¿Si se hubiese aprovechado de mí, si me hubiese seguido hasta mi casa, si se hubiese obsesionado conmigo solo porque tú y tu patética amiga lo quisieron así?! ¡Y dices que no es grave!
—T-te juro que me arrepentí un par de días después pero ya no supe cómo remediarlo.
—ME ENTREGASTE EN BANDEJA DE PLATA A OTRO IMBÉCIL COMO SI FUERA UNA PUTA —Me sacudió agresivamente contra la pared
—D-detenteee —Mi espalda dolía.
—¡¡¡Siquiera eres capaz de entenderlo!!!
—Por favor, de-deja de gritarme...
—¡NO! ¡TÚ DEJA DE JUGAR CONMIGO! —Paró sus movimientos— ¡Deja de manejarme a tu antojo!
¡Qué diablos!
¿Qué nivel de cinismo es este?
—Cómo te atreves, tú eres la que juega conmigo. Tú fuiste quien me chantajeó en primer lugar, me filmaste a escondidas para sacar provecho de una situación muy importante para mí. Te crees con el derecho de tratarme como te da la gana, de decirme lo que puedo o no hacer-
—Maldita idiota...
—¡Lo soy!
—Así que fingías todo este tiempo —¿Qué?—. Qué estúpida fui. Claro, cómo mierda no me di cuenta antes, aún me odias.
—No-
—Sí, por supuesto, me odias, me guardas rencor por todo el bullying que te hice durante años.
—No, Mina...
—¡¡¡ME ODIAS, ME ODIAS, ME ODIAS!!! —Sus ojos se enrojecieron, parecía una psicópata— ¡¡¡ME ODIAS IGUAL QUE EL RESTO DE LA ESCUELA!!! ¡¡¡Y YO COMO ESTÚPIDA CREYENDO QUE TE PREOCUPABAS POR MÍ!!!
—¡Sí estoy preocupada por ti, Mina!
—¡¡¡Mentira!!! ¡Solo fingías ser amable para que no sospechara!
—¡Estás malinterpretando las cosas!
—¡¡¡¿POR QUÉ ERES TAN CRUEL?!!!
Su respiración se agitó considerablemente.
Y de repente...
No caía de lo que era testigo.
No podía...
Me quedé en shock.
Por primera vez...
Por primera vez en toda mi vida... La veía... Llorar.
—¡¡¡DEJA DE SER TAN TONTA!!! —Lágrimas caían por sus mejillas aunque ella no parecía ser consciente de ello.
Continuó empujándome pero ya no me resistí.
—¡¡¡DEJA DE SER TAN CIEGA!!! ¡¿POR QUÉ NO PUEDES VERME?! ¡¿ACASO NO VES QUE TE QUIERO?!
—Mina...
—Lo disfrutas, ¿no? Disfrutas verme arratrándome por ti, te gusta que me humille por un poco de tu atención, que mendigue una cita contigo, que me trague mi propio orgullo. Te gusta escupir sobre mí... —Su voz estaba rota.
—¡No! ¡Estás muy errada! ¡Después de la cita-
—Pero ya estoy cansada.
—Mina, yo-
—Estoy cansada de que rompas mi corazón en cada oportunidad que se te presenta. Estoy cansada de obligar a mi corazón a ser masoquista, estoy cansada de desear cosas imposibles.
Mis ojos ardían. Mi miedo se había esfumado al igual que mis palabras.
El silencio se hizo presente.
—Tú deberías estar en mi lugar —dijo distanciándose nuevamente de mí.
Al liberarme me erguí con vergüenza.
—Debería hacer público tu tonto video para que todos se burlen y ¡te fastidien en mi lugar! ¡Para que te sancionen, para que te expulsen del Consejo y, por qué no, del instituto! ¡Para que tus padres te castiguen!
—¿De qué estás hablando? Tú borraste el video.
—Jajaja... ¿Por qué asimilas que lo hice? Jamás dije que lo había borrado.
—N-no pero... pero...
—No sé cómo llegaste a esa conclusión pero —Sacó su teléfono— Uhm... no lo tengo en esta memoria pero si quieres después te lo-
—¡Estás loca!
—¡Sí, estoy muy loca! ¡Estoy enloqueciendo por tu culpa!
Rayos.
Su mirada reflejaba rabia y mucha. La observé con cuidado y sus ojos parecían dos cristales a punto de romperse.
Con cautela me aproximé unos pasos hacia ella.
—Mina, sé que estás herida.
—No, no lo sabes. No te imaginas cómo me siento ahora, cómo me sentiré mañana, porque no te interesa —Masculló—. No sabes que siento que me he fallado a mí misma porque me prometí que esto saldría bien, que me habías dado una oportunidad, que me tomarías un poco en serio. Te lo estoy diciendo pero no lo sabes porque no te importa. Lo que hiciste, para ti, puede ser una broma que se te salió de control pero, para mí... A lo mejor sí es una idiotez, tal vez hasta me reiría si lo viese en una película, no lo sé. Eso no me duele —Sollozó—. Lo que me duele como el infierno es que lo hayas hecho tú.
—Mina... —Musité secándome una lágrima de mi ojo con la manga de mi camisa.
—Y por eso no es gracioso.
Perdóname.
—Pero... supongo que también lo merezco. Me ganaste en mi propio juego, te felicito.
—Espera... —La llamé cuando vi que se marchaba en dirección a la salida.
No te vayas.
Por favor, no te vayas.
—No. Ya estoy cansada de esperarte. Adiós... Chaeyoung.
Me armé la re telenovela, lo sé 😐 👀
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