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Maratón 1/7

Narra Chaeyoung.

"Los pollitos dicen
Pío pío pío
Cuando tienen hambre
Y cuando tienen frio..."

Joder.

¿Por qué mi corazón martillea tan fuerte dentro de mi pecho?

God.

Tragué en seco al percibir un tenue temblor en la mano de Mina, la cual seguía debajo de la mía.

¿Acaso está igual de n-nerviosa que yo?

No, ¿por qué lo estaría?

La situación se estaba tornando un tanto extraña o al menos para mí así que comencé a darle unas palmaditas en la mano para disimular.

—C-creo que ya tocaron la c-campana... —Musité tras ponerme de pie— Iré a verificar que todos se hayan ido. A-ahora regreso.

—No es necesario —dijo y se levantó también.

—¿Huh?  Pero será mejor si salimos después que el resto.

—¿Mejor para quién?

—Yo solo...

—Gracias por estar aquí, Chae. Hasta mañana.

No supe qué decirle cuando pasó por mi lado.

Tenía un trabalenguas en mi boca y probablemente diría cualquier cosa si la abría. Pensé por un segundo ir tras ella pero imaginé que estaría molesta por lo que aconteció y querría volver rápido a su casa.

No sé.

Lo que sí sabía era que debía hablar con Joy.

Tomé mi mochila y salí de la escuela. Ya no quedaba nadie así que decidí llamarla cuando llegara a casa.

Una vez dentro de mi habitación chequeé mi teléfono y tenía varios mensajes de Dahyun y de Somi pero lo dejé para después.

—¿Chaeyoung?

—¡Joy! ¡Tienes que decirme qué fue lo que ocurrió en la cafetería! —dije sin mucho respiro.

—Pues de todo. Todos se pusieron en su contra, de ella y de sus amigos, empezando por las porristas. Ocuparon la mesa y lugares donde se sientan... se sentaban Mina y su grupo. Sana y Mark llegaron primero y empezaron a discutir con Yeji y Lia por los lugares, luego apareció Mina y todo fue peor.  Los insultaron y humillaron delante de todos-

—¿Y los profesores, el director, la vice? ¿Dónde diablos estaban todos?

—No había ningún docente en la cafetería cuando sucedió y nadie fue a la oficina del director a avisarle. Yo no supe cómo reaccionar, Chaeyoung, jamás creí que algo así pasaría. Mina siempre fue tan fuerte y... de repente todos empezaron a atacarlos lanzándoles comida... Me asusté, todo lo que se me ocurrió fue llamarte.

Maldición.

—¿Y el Consejo?

—Las chicas tampoco estaban en ese momento —¡Joder!—. Llegaron después de que Mina, Sana y Mark se fueran. Por eso te dije que no entraras a la cafetería cuando nos encontramos en el corredor, para que no te vieras envuelta dentro del lío que se armó dentro por el desorden. Probablemente inventaron que hubo una "guerra de comida" o yo que sé.

—Qué demonios... —Suspiré tocándome la frente.

—Los odían, Chaeyoung. Sobretodo a Mina y a Nayeon pero a Nayeon no le harán nada ahora que se junta con las negrorosa. Pero Mina, Sana y Mark... Todos se han confabulado, yo misma los escuché en la salida, les harán la vida difícil en la escuela y más que nunca ahora que falta unos meses para la graduación. Yuna lo dijo.

—¿Es que acaso todos se volvieron locos? ¡Cómo pueden hacer algo así!

—Y eso no es todo. Difundieron unas fotos de Mina y Nayeon en el baño, al parecer el asunto empezó ayer —¡Qué!—. Mira, no sé si esos tres están cosechando lo que sembraron pero lo siento por ti.

—¿Crees que Mina lo merece?

—Yo no dije eso. No les guardo rencor... o al menos no tanto.

—No lo puedo creer Joy, ¿estás del lado de esos imbéciles?  Pensé que éramos amigas.

—Y lo somos, pero no olvido que solían molestarnos mucho a mí y a mi club.

—Acabas de decirlo, "solía", Mina ya no es mala y sus amigos tampoco —hablé con seguridad.

—Está bien, no te enojes. Oye, no la odio pero no porque tú seas mi amiga significa que ella también lo sea.

—Creo que entiendo tu punto pero... Uhggg... No sé qué hacer Joy. Quiero ayudarla pero no sé cómo.

—Avísale al director, olvídalo, es pésima idea, lo siento.

—Exacto, sería lo ideal pero quizás le cause más problemas si voy a la Dirección.

—A propósito, ¿la encontraste cuando te dije que fueras tras ella?

—Sí, estaba en el gimnacio —El simple recuerdo me ponía de mal humor—. Le pregunté qué había pasado pero no quiso contarme. La acompañé a las duchas y luego se fue.

—Me extraña que no la hayas acompañado a su casa o que no estes con ella ahora mismo. ¿No son novias?

Diablos.

—Ehh, s-sí... verás... Uhm...

—¡Ya voy! —¿Huh?— Disculpa Chae, mi hermana me llama, mañana hablamos en la escuela.

—Bien, nos vemos.

—Nos vemos.

Uff.

Gracias a God no le dieron tiempo a oír mi respuesta porque seguramente iba a meter la pata.

Dejé mi teléfono cargando y me tiré sobre mi cama a pensar.

Mina.

Mina.

Mina.

"Novias".

Se supone que eso somos pero la verdad es que apenas hace unos días es que estoy empezando a conocerla.

Y me agrada.

Y me confunde... un poco... Ahg.

Mina, ¿cómo es que te metiste en mi cabeza, eh? ¿Quién te dió permiso?

Esto es raro. Me preocupa pero ella no parece estar preocupada por sí misma, sino no me hubiera dado los pasteli...

Oh, casi lo olvido.

Me paré de un salto y saqué de mi mochila los pastelitos de Mina. Estaban aplastados y rotos pero igualmente probé uno.

Dulce.

Hice una mueca al recordar por qué me los había entregado.

Me golpeé mentalmente.

¡Joder, Mina, no era cierto, no haré esa tonta tutoría! ¡Solo lo dije porque soy una idiota que no supo confesar la cagada que hizo! ¡No hay razón para disculparseee! ¡No importa si no pudiste llegar a la terra...

¡Ay, noo! ¡Qué mensa, mensa, mensa soy!

Las fotos que de las que habló Joy, claro, fue por eso que no subió a la azotea.

Me sentía tan molesta con toda la escuela y mucho más con esas tontas porristas.

¿Por qué son así?

Y para rematar, mi estómago rugió. Claro, no había comido nada más que galletas y jugo en el recreo.

Con algo de rabia me cambié de ropa y bajé a la cocina.

—Chaeyoung, no escuché cuando entraste a la casa —¿Papá?

Llevaba puesto un delantal y guantes de cocina.

—Hola papá.

—Hola hija. Ven, siéntate, compré un nuevo horno eléctrico y lo estoy probando. Hallé muy buenas recetas en internet, llevo un par de horas practicando.

—¿Y mamá?

—Fue a visitar a tu abuela, así que espero que estés glotona porque ya quiero a este horno como a un hijo más —dijo entusiasmado.

—Ehm... perfecto.

No me hice esperar y me senté a devorar cada platillo que me servía. Estaba hambrienta y, aunque sonara desagradecido, la mayor parte del tiempo fingí escucharlo ya que no lograba sacar de mi mente la imagen de Mina en el gimnacio. Y, particularmente, el breve contacto de nuestras manos.

Más de una vez agarró de mi mano, sin embargo en esta ocasión fue distinto. Se sintió como... tocar una mariposa; único, algo que solo hice una vez y me gustó, y además me dejó brillitos en la mano.
No literalmente en el caso de Mina pero sí dejó impregnado su aksuejdmslk.

¿En qué estoy pensando?

—Papá, iré a mi cuarto a estudiar. Gracias por la comida.

—Provecho. Yo iré al taller después de limpiar el desorden que hice aquí.

—¿Quieres que te ayude?

—No, no quiero retenerte o tu madre me matará jaja. Sabes que eres su bebé, ella espera mucho de ti, al igual que yo.

Sí, lo sé.

GrAcIaS pOR rEcOrDÁrmElo.

Sin muchas ganas subí a mi habitación donde permanecí horas leyendo y repasando mis cuadernos. Aunque mi concentración no estuviera al cien por ciento tenía que esforzarme para rendir bien en los exámenes que se avecinaban.

Suspiré.

Ojalá Mina haya descansado bien.

No importa lo que digan los demás, lo que hicieron fue muy malicioso, odiarla lo es.

Gggg...

Mi cerebro estallará.

Al otro día...

¡Otra vez me quedé dormida!

Me alisté lo más rápido posible. Ni siquiera me dió tiempo de peinarme y salí " volando" de casa para la escuela.

Afortunadamente logré llegar justo antes de que cerraran las puertas.

Uff.

Supuse que la profesora ya estaba en el salón así que preferí ir directo allí.

Lo primero que hice al entrar fue echarle un vistazo al lugar de Mina pero no estaba, y tras una corta y torpe reverencia pude sentarme sin problema gracias a que la maestra ignoró mi retraso.

¿Realmente no asistió hoy o estará por ahí?

—¿Sabes si Mina vino a la escuela? —Le pregunté en voz baja a Dahyun cuando la clase terminó.

—¿Por qué no nos dijiste nada de lo que está sucediendo? —dijo en el mismo tono— Ayer supuestamente ibas al baño y te esfumaste.

—No puedo explicártelo ahora-

—No hace falta que lo hagas, todos andan murmurando al respecto. ¿Viste su casillero y el de Sana y Ma-

—Necesito saber dónde está Mina.

—La vi en los pasillos de arriba con Sana, debe estar en el salón de Música. Voy contigo.

Nos dirigimos con prisa hacia allá pero en el pasillo nos topamos con esas brujas.

—Oh, miren a quién tenemos aquí, chicas —dijo Lia mientras nos rodeaban contra la pared—. Tú eres la noviecita de Mina, ¿cierto?

Maldita.

—Sí, es ella —agregó Yuna ojeándome de arriba a abajo con superioridad.

Qué se cree.

—Aléjense de nosotras —exigí— y de Mina.

—Qué directa —Rieron.

—Se los advierto, déjenla en paz o... o...

—O.. o.. o qué? ¿Qué vas a hacer?

—L-le avisaré al Consejo.

—¿Nos estás amenazando, pulga? —dijo Ryujin esta vez.

¡No soy una pulga!

—Já, qué valiente lo tuyo, escondiéndote detrás de la presidenta —espetó Yeji— pero no, no lo harás por la misma razón que no se lo dirás al director. Siéntete bendecida por ser el perro faldero del Consejo, tal vez a ti no podamos hacerte nada pero a Mina no podrás salvarla. Si te atreves a abrir el pico, ella lo pagará. ¿Entendido?

Mis manos estaban hechas dos puños. Me mordí la lengua para contener todas las palabrotas que quería gritarle.

¡No me simpatizan!

—Te hice una pregunta.

—Sí, entendimos —habló Dahyun por mí.

—Debes gustarle mucho a Mina para que haya cambiado tanto en tan poco tiempo. Desde que anda contigo se convirtió en una... mosca; insignificante y molesta.

¿Desde que anda conmigo?

No dijeron más y se fueron.

—Chaeyoung, cambio de planes, ¿por qué no regresamos al salón?

No, no quiero huir, Dahyun.

—Ve tú, yo debo ir al salón de Música.







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