Capítulo 9
Narra Chaeyoung.
Me encontraba con Dahyun nuevamente camino al instituto aunque me levanté sin ganas de venir. Ayer me había dejado más de veinte mensajes para saber cómo me había ido, pero no le respondí ninguno.
—Entonces te rechazó —Le conté todo lo que había sucedido excepto lo de la cachetada. Era humillante para mí.
—Sí —respondí sin ánimos.
—Lo lamento Chae.
—Da igual. De todos modos se irá —Suspiré.
Pasamos por los casilleros y saqué mi libro de matemática.
—Qué raro. No hay nota esta vez —Mencionó Dahyun cuando volví a cerrar mi casillero.
Solo moví mis hombros. No me interesaba.
Entramos al salón y nos sentamos en nuestros lugares. Debía admitir que todo marchaba con tranquilidad. Demasiada diría en comparación a otros días. Más precisamente porque Mina se veía muy concentrada en su libro y no estaba molestándome como acostumbraba hacerlo.
Bueno, mejor para mí.
Minutos después llegó el profesor. Mientras dictaba la clase saqué mi teléfono y ví una foto de la maestra Jihyo, era todo lo que me quedaba de ella.
Cuando sonó el timbre del recreo me di vuelta para hablar con Dahyun.
—¿No se te hace extraño? —preguntó en voz baja.
—¿Qué cosa?
—Mina. No te ha dirigido la palabra desde que llegamos y ahora salió como si nada, ni siquiera te miró.
—Pues ojalá sea así todos los días.
—Bueno. ¿Y trajiste la autorización firmada?
—¿Qué autorización?
—¿Cuál más? La autorización para poder salir una hora antes. ¿Recuerdas que el profesor de química no vendrá?
¡Diablos! ¡La autorización!
—¡Oh no! ¡Lo olvidé!
—¿Cómo que lo olvidaste? Nos informaron con dos meses de anticipación.
—¿Ahora que haré Dahyun? No quiero quedarme aquí sola. Me aburriré y ya me cansé de las historias del conserje. Ya me sé toda su vida.
—A ver... ¡Ya sé! Fírmala tú o dámela a mí y yo la firmo. Haré la firma de tu madre, es más fácil.
—¡Buena idea! ¡Eres una genia! —Abrí mi mochila y busqué la nota que nos dió el director.
Carajo.
—¡Maldición! Dejé la nota en el otro cuaderno —Dahyun me miró confundida—. En mi casa.
—¡Aishhh! Tenías que ser Chaeyoung. Ahora sí, no puedo hacer nada por tí.
—¿Y si te quedas?
—Ya les dije a mis padres que hoy saldría temprano.
—Qué mala amiga —Hice una mueca.
—Solo bromeo pero, hablando en serio, el director no dejará que me quede.
—Tienes razón. ¿Pero ya le diste la nota?
—Sí, la dejé en el cuaderno de comunicados cuando nos lo pidieron.
—¡Uhg! ¿Por qué tengo tanta mala suerte?
—Es solo una hora Chaeyoung además hablaremos por teléfono si tanto te aburres sola.
—Bien. Algo es algo.
Las siguientes clases pasaron hasta la hora del almuerzo. Buscamos la mesa menos ocupada pero que estuviese lejos de las Negrorosa ya que les teníamos miedo y nos sentamos a comer.
—Me pregunto quiénes serán las "jefas" el próximo año. Ya sabes, Nayeon y Jennie también se graduarán.
Miramos hacia la mesa de Jennie y luego hacia la de Nayeon. Se veían muy habladoras salvo Mina. Tenía la vista en su teléfono hasta que me atrapó viéndola, enseguida desvié mis ojos a Dahyun.
—Realmente sentiré mucha nostalgia de mis años escolares ¿Y tú Chaeyoung?
—Yo también. Se sentirá extraño no volver aquí el siguiente año.
Honestamente no quería crecer y no hablo de mi altura, sino de los años. No quería ser adulta aún. Tenía algo de miedo y curiosidad a la vez. Lo importante era adaptarme a los cambios.
Era un hecho que debía madurar pero... no quería hacerlo sola.
Llegó la última hora y me despedí de Dahyun.
El director me dijo que podía ir a la biblioteca si quería, pero no tenía ganas de leer así que subí a la terraza. Apoyé mis brazos en el barandal y miré el cielo hasta que oí mi nombre.
—Chaeyoung.
Volteé y... ¿Mina?
—Myoui. ¿Qué haces aquí?
—¿Por que no te fuiste? ¿Acaso olvidaste la autorización? —Había algo extraño en su voz, no me hablaba como solía hacerlo.
—Sí y por lo visto tú también.
—No me la olvidé, me quedé porque quise. Já, perdedora.
—Idiota —Sabía que fingía. Solo vino a molestar.
—¿Idiota? Eso es lo mejor que tienes.
—Déjame en paz —dije y me dirigí hacia la puerta, no tenía ganas de pelear, pero me agarró del brazo.
—¿A dónde crees que vas?
—No te importa —Intenté zafarme pero apretó más su agarre.
Loca.
—Jaja tienes razón. No me importa.
—¡Suéltame! ¿Qué es lo que quieres? —La miré molesta.
—¿Qué pasa? No me digas que tienes miedo —Se burló.
—¡No tengo miedo! ¡Y menos de tí!
Ni bien dije eso me agarró del cuello de la camisa y me empujó contra la pared.
—¿Y ahora? ¿Me tienes miedo?
¡Hija de...!
—Sabía que fingías interés todo este tiempo. Solo te burlabas de mí para reírte con tus amigos.
Me soltó y se alejó.
No dijo nada por unos segundos.
—Ayer te esperé en la salida para darte un obsequio —No me miraba a los ojos.
—Sabes que no me interesan tus obsequios.
—Aun así te esperé —¿Qué le pasa? ¿Por qué habla tan seria?—. ¿Dónde estabas?
—Eso no es asunto tuyo —respondí molesta. ¿Por qué tengo que decirle a dónde voy o a dónde vengo?
—¿Por qué no quieres salir conmigo, Chaeyoung? —Me miró.
—Porque no me gustas y punto —respondí enseguida.
—¿De verdad? O es porque te gusta alguien.
—No tiene que haber alguien para que no me gustes.
Como se quedó callada decidí irme pero se interpuso en mi camino otra vez.
—Me cansas Myoui. ¿Qué quieres ahora?
—Sal conmigo Chaeyoung.
—NO.
¡¿Acaso hablo en otro idioma o esta chica no entiende?!
—Está bien.
¡Por fin! Se hizo a un lado y pasé.
Definitivamente está loca.
Es la última vez que me olvido de la autorización.
—Espero que no te haya dolido tanto la bofetada —habló de repente.
Frené de golpe.
¿Qué fue lo que dijo?
—¿Qué? —Volteé.
—Dije que espero que no te haya dolido tanto la bofetada.
—¿Qué bofetada?
—Hablo de la cachetada que te dió la maestra Jihyo ayer. ¿O acaso recibiste otra?.
De un segundo a otro olvidé cómo se respiraba.
—No-no sé de q-qué hablas.
—¿Estás segura? Porque yo recuerdo muy bien lo que pasó ayer —No puede ser—. Te confesaste a la maestra.
No puede ser. Me vieron. Me vió.
Justamente ella.
Carajo.
Carajo.
Carajo.
Esto no puede ser real.
—¿C-co-cómo? ¿Dón-dónde...?...
—¿Cómo lo sé? Tal como lo dije hace un momento, quería darte un obsequio así que te esperé en la puerta principal. Pero como no aparecías decidí pasar a verte a la sala del Consejo. Oí voces, me acerqué y te ví, las ví, a tí y a la maestra Jihyo. ¿Dónde? En el salón de segundo año. Le confesaste tu "amor", la quisiste forzar a que te bese y te abofeteó.
Hablaba tan calmadamente que me asustaba.
—Y-yo no... yo me fui con Dahyun ayer. No sé de que hablas —Traté de sonar despreocupada pero era imposible.
—Qué pena. Porque no te saqué fotos así que...
Ufff, sentí algo de alivio.
—Pero tengo un video —Sonrió.
¿QUÉ?
—No-no, no es cierto —Temblé.
—Oh sí lo es —Me mostró su teléfono y...
CARAJOOO.
—¿Qué pasa Son? No dirás nada.
—No se lo muestres a nadie por favor —Supliqué.
—Wow mira tu cara ¡Por qué no te tomé una foto hace unos minutos! "Antes y después" jaja...
—Por favor, te lo ruego.
—Cállate.
—No. ¿Qué piensas hacer con ese video?
—No sé —Sé que algo trama —. ¿Tienes alguna idea?
—¿Se lo enseñarás a tus amigos?
—Jaja, eso es lo de menos. Sí se los mostraré ¿y sabes qué harán ellos? Lo subirán a todas sus redes y sabes que todo el instituto nos sigue, hasta la hija nerd del director. Así es Chaeyoung, para mañana serás objeto de burla de toda la escuela, no te dejarán en paz.
—N-no puedes...
—Déjame terminar. Todos se enterarán. ¿Qué crees que dirá el director? Te expulsará por tratar así a una maestra. O tal vez sea compasivo y solo te de una sanción por ser tu último año pero será una gran sanción.
Estoy jodida. Me sancionarán y lo agregarán a mi expediente académico y la universidad lo verá... También me echarán del Consejo estudiantil por manchar el honor.
¡¡¡Maldita bruja!!!
—Los demás profesores hablarán a tus espaldas y ¿qué crees que harán tus padres? No los conozco pero no creo que se lo tomen bien.
¡NOOOOOOOOOOOO! MIS PADRES NOOOOOOOOO.
¡¡¡Mi madre me matará a chanclasos!!! ¡¡Y mi papá me tendrá levantando muebles por el resto de mi vida!!
Ellos se sentirán decepcionados.
—Y... tengo curiosidad por cómo reaccionará la maestra Jihyo.
Ya valí.
Ella me odiará.
Perdí el habla y mi cuerpo temblaba. Me sentía una lombriz.
—¿Qué quieres?
—Wow finalmente nos estamos entendiendo.
—Dilo.
—¿Qué crees que quiero?
Qué tonta, claro es eso. ¿Qué más va a querer?
¡Pingüino mafioso!
—Está bien. Lo conseguiste, saldré contigo.
—Jajaja ¿Y cuándo te dije que quería eso? —¿Qué?.
—Pero si antes...
—Antes era antes. Ahora quiero otra cosa.
—¿Qué cosa? ¿Dinero? Porque si es dinero no tengo ni un centavo, gasté todos mis ahorros —Para nada.
—No, no se trata de dinero.
—¿Entonces? Un momento, no me digas que... ¡Olvídalo! —dije cubriéndome con las manos.
—No, no es "eso" —Gracias al cielo—... por ahora.
—¡Maldita pervertida!
—Solo bromeaba —Rió.
—¡Pues para mí no es gracioso, sé directa! Dilo de una vez —Levanté la voz pero la volví a bajar cuando frunció el ceño.
—Bien. Seré directa. Serás mi novia.
¿¿¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEÉ???
—¿"Novia"? ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¿Te volviste completamente loca? NI DROGADA SERÉ TU NOVIA —Sigue soñando Myoui—. Haz lo que quieras, yo me largo.
Me sacudí mi camisa y me di vuelta otra vez.
—¿Segura? Muy bien, si prefieres eso, le enviaré el video ahora mismo a Nayeon. A ver... contactos... ¡aquí está!... enviar...
—¡ESPERA NO! No puedes hacer eso.
—Quieres ver que sí.
—¿A dónde se fue tu dignidad, cómo pudiste grabarme?
—Aunque no lo creas fue un accidente —"Accidente", sí claro—. Y mi dignidad pues... se fue al mismo lugar que la tuya. Mira que querer forzar un beso a una maestra luego de ser rechazada, encima te abofeteó, hasta yo sentí penita.
¡Maldita!
No me queda de otra. Me tiene en sus tramposas y traicioneras manos.
—¿Y? ¿Aceptas? Sí o no. No tengo todo el día.
—Bueno —dije entredientes.
—¿Qué dijiste? No te oí, habla más fuerte.
—¡Dije que sí! ¡Lo haré! ¡Seré tu novia! ¡¿Contenta?!
—Ahora sí Chaengie.
Idiota.
¡Quiero a mi mamá!
—Sabía que escogerías bien —Se acercó a mí— ¡Muy bien! Primero es lo primero, dáme tu teléfono —¿Qué?.
—¿Para qué quieres mi teléfono?
—Solo dámelo —Lo saqué de mi bolsillo y se lo dí—. Agregaré mi número a tus contactos y me pasaré el tuyo para que nos hablemos. ¿5 contactos? Qué mal Chaeyoung, bueno al menos sabré que no hablarás con otras chicas. Una cosa más, borra las fotos de la maestra Jihyo. Todas —Me alcanzó el celular—. Contaré hasta diez.
Maldita. Sabe que me dolerá que borre las fotos de la maestra y sabe que me dolerá más si lo hago yo misma.
—Pero...
—El tiempo corre Chaeyoung. 1..., 2..., 3..., 4..., 10. Dámelo.
Joder, solo pude enviarle una foto a Dahyun.
—Listo —Revisó y me lo devolvió.
—Okay —Me agarró de los hombros— ¡Chaengie! Soy tu novia ahora así que puedes besarme.
—No, gracias.
—Como quieras. Te dejaré por hoy para que digieras los hechos. Nos vemos mañana y no te atrevas a bloquear mi número o sabes lo pasará. Hasta mañana... my boo —Sonrió y se fue.
Me quedé inmóvil.
¿Qué debo digerir? ¿Que acabo de ser chantajeada?
Solo hay una persona que tiene la culpa de todo esto y no, no es la maestra.
¡¡¡DAHYUUUUUUUUUUUUUUN!!!
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