Capítulo 8
Narra Mina.
Luego de que Chaeyoung rechazara mi regalo tuve que pensar en algo más para llamar su atención.
Llegué a mi casa y encontré a mis padres abrazados en la cocina.
Iugh.
—Oigan, consíganse un cuarto.
—No, estamos bien así —dijo mi madre.
Qué cursis.
—¿Por qué no fueron a trabajar?
—Nos tomamos el día libre —Sí, qué fácil.
—¿Y mi día libre? ¿Para cuándo?
—Tú debes ir la escuela jovencita.
—Aishh.
—No empieces con tus berrinches.
—Ni que fuera una bebé.
Mi padre solo reía de nuestra "discusión".
—¿Qué hay de cenar? ¿Pizza? —Espero que sí.
—No. Estoy haciendo pollo al horno con verduras pero aún está en cocción —Bueno—. ¿Crees que no sé que solo comes pizza cuando te quedas sola en casa?
¡Delívery soplón!
—No es cierto, solo fue un par de veces y ya.
—Fingiré que te creo por esta vez.
—Okay. Papá deja de reírte.
Cuando la cena ya estaba hecha, nos reunímos en la mesa y papá nos sirvió. Empezamos a conversar de sus trabajos y no sé cómo terminamos hablando del pasado de ambos.
—Entonces ¿se conocieron en la secundaria?
—Sí, pero en ese entonces yo tenía novio y tu padre era muy despistado.
Igual que Chayoung y yo. Chillé por dentro.
—No es cierto. Es solo que me gustaba pasar mucho tiempo en la biblioteca —Se defendió.
—Eso es verdad, eras todo un nerd cariño.
—¿Y cómo se enamoraron? —pregunté de chismosa.
—Fue cuando la invité al... —Mamá tosió— Esta bién, cuando ella me invitó al baile de graduación.
Jaja.
—Ya había dejado a mi novio en ese momento y cuando supe que tu padre no iría al baile porque no había conseguido pareja, lo invité.
—Wow —dije mientras los miraba como doña viendo sus telenovelas.
Su historia era un poco cliché pero me gustaba. Era muy romántica. Me pregunto si algún día podré contar una historia como la de ellos.
—Papá ¿qué le regalaste ese día?
—Pues...
—Más bien, qué le regalé yo. Yo le obsequié un peluche. Mi padre, tu abuelo, los confeccionaba así que decidí hacer uno por mi cuenta. Pero eran otros tiempos, no sé qué harán los jóvenes de ahora.
Idioteces, ¿qué más?
—¿Acaso mi padre era una planta?
—Jaja creo que sí hija.
—Lo admito, era un poco despistado —Lo miramos—. Ok, aún lo soy.
Reímos y conversamos un poco más hasta que se hizo tarde. Les di las buenas noches y subí a mi habitación. Cerré la puerta y me apoyé en esta.
Tonta.
¿Por qué no se me había ocurrido antes? Algo tan simple como un peluche.
Si le compro un enorme peluche de tigre ¿lo aceptará?
Nop, lo rechazará definitivamente.
Joder.
¿Por qué tienes que ser tan idiota Son Chaeyoung?
¿Y por qué diablos tienes que gustarme tanto?
Piensa Mina...
A ver, Sana dijo que... ¡Aish, no lo recuerdo!
Necesito hablar con mi sabia consejera.
—Aló. ¿Mina?, ¿por qué llamas a esta hora? ¿Sí sabes que mañana hay clases, verdad? —Creo que la desperté.
—Hola Sana, necesito un consejo. ¿Crees que sea buena idea darle un peluche a Chaeyoung? Y si lo es, qué debería ser.
—¿Un peluche? No sé, a ver, si me lo regalaras a mí diría que es algo... ¿cursi?
—¿Entonces no? ¿Es mala idea?
—Yo no dije eso. Dije que, para mí, podría ser algo cursi pero también sería lindo.
—Entonces es buena idea...
—Tal vez... Pero podría significar algo muy serio... Sin embargo también depende de-
¿Eh?
Ya me mareé.
—¡Se directa!
—¡Es que no se puede! ¡Es subjetivo!
—Solo dime si es buena idea o no.
—Ya te dije que si me lo dieras a mí se me haría tierno, pero si fuera Nayeon probablemente lo tiraría a la basura y si fuera Mark... no sé ni quiero saber qué haría Mark.
—Ve a al grano.
—¡Okay! Primero, creo que deberías dejarme dormir —Se, se... —. Segundo, no soy Son así que no sé qué piense de tí ni siquiera sabemos si piensa en tí, pero lo más probable es que te rechace como lo ha hecho hasta ahora —Maldita.
—Sigue.
—Tercero. Has lo que quieras, si quieres darle un peluche, hazlo. Quizás hasta valore tu perseverancia.
—¿Y qué peluche le compro?, ¿uno grande o uno pequeño?, ¿y de qué animal?
—Solo dale uno del montón que tienes en tu cuarto ¡Eso sí! No la presiones diciéndo cosas como "sal conmigo", "todos matarían por un poco de mi atención", "si no sales conmigo no crecerás", etc.
—Okay, okay.
—Y piensa antes de decirle algo, no te apures, ve despacio —Asentí aunque no me viera—. Por último, déjame dormir.
—¿Y qué le digo?
—Yo qué sé, es a tí a quien le gusta. Intenta conseguir su amistad primero. No sé para qué te digo todas estas cosas si sé que lo echarás a perder.
—Gracias por confiar en mí —Nótese el sarcasmo.
—De nada.
—Espero que tus consejos funcionen esta vez.
—¿Yo qué culpa tengo de que no sepas tejer y...
Wait...
💡
Se me acaba de ocurrir una idea.
—¿Mina, me estás escuchando?
—Sí. Se me ocurrió algo y lo haré ahora mismo. Bye Sana.
—Espera, dime qué harás, ¡no me cuel... —Colgué.
Dejé mi teléfono y agarré uno de mis peluches favoritos, un pingüino. Tejí unas pequeñas orejas de tigre, una colita de tigre y un moñito. De algo debían servir todos los tutoriales que había visto. Luego se las cosí al muñeco.
Al día siguiente parecía un panda por mis ojeras. Guardé el "pingutigre" en mi mochila, desayuné y fui a la escuela.
Por desgracia hoy no vería a Chaeyoung en ninguna clase. Le daría el peluche en la salida ya que en el receso había mucho ruido y yo quería hablarle.
Llegué a su casillero y le deje otra nota: "Querida Chaeyoung. Reconozco que la bufanda me salió horrible porque, aunque no lo creas, esa cosa era una bufanda. En fin, hoy tengo una nueva sorpresa para tí. Te encantará. De Mina".
Fui a salón pero no les comenté nada a mis amigos. Solo Sana sabía pero estaba en su propio mundo. Las horas pasaron volando y no vi a Chaeyoung ni a su amiga en el receso ni en el almuerzo. Cuando la última clase terminó me despedí de los demás y me quedé esperando en la puerta del instituto.
Esperé unos minutos pero no aparecía. Recordé que era miembro del Consejo Estudiantil así que debía estar allí. Subí por las escaleras hasta llegar al último piso y me encaminé al Consejo. Mientras caminaba, aproveché para sacarme unas selcas con el pingutigre, hasta que oí voces provenientes de un salón. Se me hizo extraño que aún quedara alguien así que me acerqué cuidadosamente a la ventana.
—Chaeyoung, eres muy linda. Me enterneces y me halagas pero el afecto que te tengo es solo como estudiante. Aún eres muy joven y...
¿Maestra Jihyo?
—¿Es por mi altura? Sé que puedo parecer más joven e inmadura pero no es así.
¿Chaeyoung?
—No es por tu altura. Sabes que esto no es posible ¿verdad?
—¿Por qué no? Este es mi último año y usted ya no será mi maestra.
—No es así como funciona Chaeyoung. Mira, ¿por qué no sales con alguien de la clase? Como Myoui. Se ve de lejos que quiere tu atención, además tiene tu edad.
¿Tan obvia soy?
—No, ella no me gusta. La odio.
Idiota.
—No digas eso...
—Yo la amo a usted.
¿Qué...?
—Estás confundie-
—No estoy confundida ni confundo nada.
—Escucha, ya encontrarás a alguien a quien amar y que te ame y-
—Pero yo la amo a usted.
Chaeyoung...
—No es am-
—¡SÍ LO ES!
No debería estar aquí.
—Chaeyoung. No es la primera vez que un estudiante se me confiesa y, créeme, es muy incómodo, pero como te he guardado cierto afecto no quise ser dura contigo. Ahora entiendo que debo ser directa. Tengo novio.
Desvié la mirada cuando ví que Son se le acercó e intentó besarla. Pero solo escuché una bofetada.
—Chaeyoung creo que te estás aprovechando de mi amabilidad. Soy una adulta y tu maestra, ¡debes respetarme!
—Pero...
—¡Pero nada!. Alumna Son, si vuelve a intentar algo a sí, tendré que decírselo al director y él llamará a sus padres ¡¿Entendido?!
Ya no quise escuchar más y me fui.
Me sentí rechazada por... Ya perdí la cuenta.
Ni bien salí del instituto corrí hacia el parque más cercano.
Bueno, en realidad solo corrí una cuadra cuando recordé que "el parque más cercano" estaba a nueve calles. No pensaba correr todo eso solo para dramatizar un poco, ni que fuera Rayita. Me dí vuelta y preferí correr directamente a mi casa.
Llegué y subí a mi habitación. Tiré al pingutigre por algún rincón y me eché sobre mi cama.
Así que era por ella Chaeyoung.
Por la maestra.
¿Por la maestra?
¡Por la maestra!
¡Idiota! ¡¿Cómo puedes rechazarme por la maestra Jihyo?! ¡¿Cómo puedes preferirla a ella?!
¡Chaeyoung eres una idiota!
¿Qué tiene ella que no tenga yo? ¿Pechos?
Rechazaste a esta preciosidad por un par de ¿pechos?
Te merecías esa cachetada.
Estaba muy molesta con Chaeyoung así que agarré mi telefono para borrar todas las fotos que le había tomado. Entré a la galería y ví mis fotos con el pingutigre y... ¿un video?
Lo reproducí y... no puede ser.
¿Cómo grabé esto? Era la confesión de Son. Había grabado todo pero cómo.
Claro, el pingutigre.
Reí.
Me estaba tomando fotos con él. Debí cambiar la cámara a cámara video y grabé todo sin querer. Genial, lo que menos necesitaba ahora era un video que me recordara aquel momento.
Lo iba a borrar pero...
💡💡
Mmm...
Me pregunto...
Quizás...
La cámara estaba un poco desenfocada pero claramente se podía ver que eran ellas.
Me levanté y me vi en el espejo. Sonreí.
Ay Chaeyoung. No digas que no lo intenté por las buenas.
No era buena con las ecuaciones pero esta la tenía muy clara.
Chaeyoung + video = ...
Te tengo Chaeyoung.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro