Narra Mina.

Me pasé el resto del fin de semana viendo tutoriales y tratando de tejer una bufanda para Chae. Sí, me había rendido con el sueter porque no me salió un carajo. Así que decidí ir por algo más "fácil".

Luego de estar casi todo un fin de semana encerrada en mi cuarto, había podido terminarla.
No digo que me salió una bufanda perfecta, de hecho yo no me la pondría, pero seguro Chae  la apreciará.

¡Chae más te vale que aprecies mi jodido esfuerzo!

Guardé mi obsequio en una bolsa de regalo que se viera cool y agarré mi mochila. Salí de mi casa y me dirigí al instituto.

Cuando llegué pasé por los casilleros y le dejé una nota en la puerta del suyo. La nota decía: "Querida Chaeyoung, tengo una sorpresa para tí. Es algo que te gustará mucho y no, no me alejaré asi que ni te ilusiones con eso. De Mina"

Siempre trataba de llegar antes que Chaeyoung para poner una nota. Nayeon, Sana y Mark tampoco habían llegado aún así que me fui a la terraza a jugar con mi teléfono. Minutos después volví a bajar y... Esta chica de verdad es un imán para los problemas.

Vi que una chica tenía a Chaeyoung contra los casilleros agarrándola del cuello de su camisa.

—¿Qué pasa?, ¿tienes miedo?, ¿tu dueña no está para defenderte?

—C-cállate y-yo no tengo miedo —Tembló.

—Jaja, eres una mosca muerta. Cuando Mina se canse de tí me divertiré mucho contigo.

Está decidido.

Voy a asesinarla.

—Lávate el hocico antes de hablar de mí. ¡Y quita tus manos de ella o te las corto! —ordené molesta.

—M-Mina —Tartamudeó la imbécil cuando me vió y la soltó de inmediato— N-no es lo que parece, yo solo le acomodaba la camisa a Chae-

—¿Me crees idiota?

—N-no, lo sien-

—¡Largo de aquí!

Cuando se fue me acerqué a Chae para asegurarme que estuviera bien.

—¿Te golpeó?

—No te importa.

—Pff, esto no pasaría si salieras conmigo. Todos sabrían que eres uno de los nuestros...

—¡Es por tu culpa que todos me tengan bronca! ¿Por qué no te alejas de mí y te buscas a alguien más?  Todos gustan de ti.

—Porque me gustas —Idiota.

—Pero tú no a-

—¿Qué más quieres?  Dejé a mi novio por ti, dejé de molestar a los demás, te defiendo hasta cuando mis amigos hablan de ti.

Y me estoy volviendo una cursi pero eso no se lo iba a decir.

—Pero yo no te lo pedí —"Yi ni ti li pidí".

—Toma —Le extendí la bolsa— , es un regalo —Le sonreí y me miró confundida—. Ábrelo.

—No lo haré —Qué terca.

—Anda, ábrelo —Insistí

—No quiero —¡Que lo abras, idiota!

—Vamos, ábrelo —Le acerqué la bolsa a su pecho.

—Aish, ¿si lo abro me dejarás en paz?

—Tal vez.

Resignada, abrió la bolsa.

—¿Qué es esto? —preguntó cuando sacó la bufanda de la bolsa.

—Es una buf-

—¡¿Una red para cazar animales?!

¿Eh?

—¿Qué?  No...

—¡A mí no me engañas, yo no nací ayer, esto es una red para cazar animalitos! —¿De verdad parece eso?

—Lo hice yo.

—¡Estás loca!

—Pero es una bufa-

—¿Quieres atraparme con esto como no quiero salir contigo?

—¡Es una bufanda, idiota!

—Jaja, sí cómo no, no gracias —habló con sarcasmo y me la devolvió tal y como se la di.

Y se fue...

Tonta. Por eso no creces.

Metí la bolsa en mi mochila y me fui al salón molesta. Aún faltaban quince minutos para que empezara la clase asi que me senté un rato con Sana y Mark.

—Fui rechazada.

—¿Otra vez? —preguntó Mark.

—Sí, otra vez —Rodé los ojos.

—A ver, déjame ver el sueter —pidió la sanahoria.

—Es una bufanda.

—Bueno la bufanda, lo que sea.

Se las enseñé y empezaron a reír como locos.

—¿Se están burlando de mí? —Fruncí el seño.

—No Mina —dijo Sana quitándose una lágrima con el dedo meñique mientras intentaba parar de reir— Es solo que... ¿Qué dijiste que era?

—Una bufanda —hablé seria y volvieron a estallar de la risa.

"JA-JA".

—¡Ya basta! Puse todo mi esfuerzo en hacer esa buf... ¡eso! para que ahora se estén riendo como vacas pariendo.

—Okay, okay, no te enojes. Dime ¿está terminada?

—¿Qué no ves que sí? Luego de huír de esos nerds, me encerré en mi cuarto a tejer y no salí hasta hoy.

—Ah... ahora ya sabemos por qué no respondías nuestros mensajes.

—Y todo para qué. Para que Chae me lo aviente en la cara y me rechace cruelmente —Bueno tal vez exageré un poquito— y encima ustedes se burlan de mí.

—Jaja...

—¿De qué te ries ahora Sana banana?

—Cuando te dije que le hicieras un sueter, o en este caso bufanda, no me refería a que lo hicieras en dos días. Estas cosas llevan su tiempo y más si es la primera vez que agarras una lana.

—Ahhg... —Me quejé— Sabes que no me gusta alargar mucho las cosas. Ya está, lo intenté y no me fue bien, me rindo.

—¿Te rendirás con Chaeyoung?

—¿Qué?  No. Me rindo con eso de tejer —Ya quisieras, Son—. Oye ¿dónde está Nayeon?

—Dijo que se sentía terrible y no vendría hoy —Avisó Mark.

—¿Qué le pasó? ¿Se quebró una uña?

—Casi pero no. Dijo que le duelen los pies por correr en tacones.

—Típico.

Narra Chaeyoung.

Me encontraba en el baño hablando con Dahyun hasta que sonó el timbre y fuimos a clases.
Entramos al salón y vi a Mina hablando con sus amigos en el fondo. Cuando me vió fue de inmediato a su lugar... al lado de mi asiento.

Rodé los ojos.

Me senté en mi lugar y Dahyun detrás mío. Ignoré la mirada de Myoui y me concentré en sacar mi cuaderno y libro, hasta que entró la maestra... Jihyo.

Mi corazón se puso contento y sonreí disimuladamente.
Siempre espero ansiosa su clase.

—Buenos días —saludó con su sonrisa tan hermosa. Ella es hermosa.

La saludamos también y fue a su escritorio. Dejo su bolso sobre la mesa y se paró frente a nosotros.

—Chicos y chicas... —Volvió a sonreír algo... ¿triste?—Tengo que informarles algo. Me ofrecieron trabajo en Busan para dar clases en la universidad —¿Qué?—. He estado esperando esta oportunidad desde hace mucho así que... acepté. Me mudaré a Busan por lo que esta será mi última semana enseñando en esta escuela y... esta es mi última clase con ustedes —Solo pude oír voces a mi alrededor—. Tranquilos, yo también los echaré de menos. El director vendrá después a hablarles con más detalle de mi reemplazo. No se preocupen, yo confío en ustedes y sé que se graduarán. Les deseo mucha suerte en sus estudios.

No oí nada.

No oí nada.

No oí nada.

Esto no está pasando.

Me quedé inmóvil con la mirada perdida. Toda la clase.

Antes de irse dijo unas palabras más y todos se emocionaron pero yo no escuchaba a nadie.
Se despidió y se marchó del salón... y de mi vida...

Joder.

"Nadie me quiere, todos me odian, quiero comer un gusanito..."

Pta vida.

Salí de la escuela y aún estaba en modo automático, por suerte Dahyun estaba a mi lado sino hubiera caminado todo en linea recta. Entramos a mi casa y subimos a mi habitación. Me sentó en mi cama y... ¿me cacheteó?

—¿Qué diablos te pasa? ¡Me dolió! —Me quejé cuando salí de mi trance.

—¿A tí qué es lo que te pasa?  Has estado como zombi todo el camino. Ni siquiera te despediste de la profesora.

—¡Ayyyy! —¡Lo recordé!— ¡Quiero llorar Dahyun! Ella, ella se mudará y no la veré nunca más —Chillé como niña chiquita.

—Aún dará clases esta semana así que todavía podrás verla en el receso o por los pasillos del instituto.

—¿"todavía"?  Yo... no pude confesarme Dahyun.

—Aish, lo lamento Chaeyoung pero así es la vida —Qué manera de consolar a alguien—. No llores Chae. Tal vez la nueva maestra sea más linda y también te guste.

—No estoy de humor para bromas Dahyun —Abracé mi almohada.

—Esta bién —habló con firmeza—. Mírame Chaeyoung —Tomó mis mejillas para que la viera a los ojos—. Debes confesarte a la maestra Jihyo.

¿Qué cosa?

—¿Qué?

—Hablo en serio, debes confesarte. Tienes que decirle a la maestra lo que sientes por ella.

—P-pero... —Me levanté— ¿tú no eras la que me decía que debía olvidarme de ella?

—Yo nunca dije eso.

—Sí, tú te burlabas de mí, decías que era un amor de kinder ¡Me llamabas infantil! —La señalé.

—¿¿Yooo?? —Se hizo la ofendida.

—¡Sí, tú!

—Está bien, está bien. Pero mírate, eres mi amiga y quiero verte bien, y si para eso debes confesarte entonces lo harás. Además sé que te gusta desde que empezó a dar clases y si dijiste que estás enamorada pues...

—Gracias Dahyun —dije y la abracé.

Estuvimos a sí un par de minutos hasta que nos soltamos y nos tumbamos en mi cama.

—¿Y? ¿Cuándo lo harás?

—¿Cuándo haré qué? —Bostecé.

—¿Cuándo te confesarás a la maestra?  Qué más Chaeyoung.

—Ahh... eso. Bueno, verás... Tengo que planearlo primero.

—¿Vas a planear confesarte?  Jaja, ¿acaso te arrepentiste?

—¿Qué? Por supuesto que no —Traté de no sonar obvia.

—¿Entonces?

—Entonces... no es fácil para mí Dahyun, tengo que hacerlo en el momento indicado.

—No hay tiempo, ese es el punto. ¡Ya sé! Hazlo mañana —Temblé.

—¿M-mañana?

—Sí, mañana será perfecto.

—B-bueno... ahora que lo pienso mejor... tal vez no sea taan buena idea confes-

—¡Ay no! ¡Ya te acobardaste!

—¡No, no me acobardé! ¡No soy una cobarde! —Por supuesto que no— Lo haré, ¡me confesaré a la maestra!

—¡Así se habla! ¿Cuándo lo harás?

—¡Lo haré mañana! ¿O el miércoles?, mejor el jueves, ¡definitivamente el viernes! —Vi que Dahyun rodó los ojos otra vez.

—Lo harás mañana y punto. Mientras puedes practicar conmigo ¡Pero no intentes besarme o le digo a tu mamá que te de con la chancla!

—Okay —dije sin ánimos.

Debería estar ansiosa pero estoy asustada. No sé por qué pero presiento que algo no saldrá bien mañana.