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Capítulo 50

Narra Chaeyoung.

¿Alguna vez los han pescado in fraganti haciendo algo indebido?

Indebido.

Llevaba no sé cuánto tiempo mordiendo las carnes internas de mis mejillas y apretando las muletas con mis transpiradas manos en lo que trataba de formular un solo pensamiento, una excusa, una razón, una justificación, algo que explicara la comprometedora situación en la que había sido pillada con Mina si es que... Es que no sabía, ni siquiera sabía qué tanto había presenciado mi madre.

Después de que entráramos a la casa, ella sin siquiera voltear a verme, paramos en la sala. Allí comenzaron los minutos más largos de mi vida.

Mientras ella dejaba sus bolsas y maleta en el sofá yo quería que la tierra se abriera y me tragara.

Tengo miedo.

¿Desde cuándo las cosas se mueven por sí solas? Porque todo a mi alrededor da vueltas y la densidad parece haber aumentado.

Quiero llorar.

Mis muelas ya dolían de tanto apretar los dientes. El aire se sentía más pesado de repente y me estaba costando respirar.

—Uh... a... m... —Tragué con mucha dificultad. Estaba muy asustada. Lo que parecía ser tan sencillo como emitir una sílaba me resultaba imposible justo ahora.

Los temblores y parálisis esporádicas se adueñaron de mi débil cuerpo.

Temía cualquier palabra que pudiera salir de su boca y no quería oírlo pero a la vez necesitaba que se pronunciara cuanto antes porque su silencio era mucho peor.

Seguía dándome la espalda y al abrir una de las bolsas que trajo consigo pude distinguir ligeramente fresas dentro de esta.

—¿Y Suzy? —habló tan seriamente que sentí otro escalofrío.

—Su...

—¿Dónde está?

—E-e... E-ella... Su-su casa...

Alcé la vista y vi que ya le estaba marcando a mi prima. Tragué pesado. Iba a avisarle que ya estaba en camino pero entonces tocaron el timbre. No dudó en ir a la puerta.

No hizo falta ni siquiera ir hasta el recibidor, los gritos resonaban en toda la casa.

—¡¿Dónde estabas?!

—Yo-

—Te pedí, te supliqué que cuidaras a Chaeyoung y lo primero que haces es largarte como si nada, si no podías hacerlo debiste decírnoslo desde el principio.

—No diga eso por favor, lo que pasó-

—¡¿Quién te crees que eres para jugar con nuestra confianza de ese modo?! ¡Cómo me equivoqué contigo! ¡Y lo peor es que también eres madre!

—Por favor, permítame explicarle-

—¡¡¡Eres una irresponsable!!! Te llamé temprano y me contestó Jun. ¡Cómo te atreviste a dejar sola a Chaeyoung toda la noche en su estado de salud!

—Puedo explicarlo pero necesito que me escuche.

—Pues empieza por explicar por qué decidiste abandonar a tu prima.

—Yo... No quería fallarles-

—Ya lo hiciste, desde el momento en que abandonaste a Chaeyoung.

—No la abandoné, le pedí a Mina que se quedara con ella en mi ausencia.

—¡¿A quién?!

—Mina, la amiga de Chae, vino ayer y aceptó amablemente pasar la noche aquí.

Estoy muerta.

—¿Acaso...? ¿Estás diciéndome que...? No puede ser. No puede... No. ¿Olvidaste que fue a ti a quien encomendé a Chaeyoung? No solo te abstuviste de avisarnos sino que ahora resulta que la dejaste en manos de la primera persona que encontraste disponible???

—No fue así. Mina-

—¡No conozco a nadie con ese nombre!

—Yo no lo sabía.

—No pensé que fueras así, ¡la abandonaste con Dios sabe quién!

—Tía por favor no diga eso. Sucedió algo imprevisto, mi casa se-

—¡Te indiqué específicamente que solo le abrieras la puerta a Dahyun! No seguiste ni una sola de mis indicaciones.

—Le pido disculpas.

—¡No, no quiero oír eso!

Sí, lo correcto hubiese sido que saliera a dar la cara y dijera algo en defensa de Suzy pero soy una tonta cobarde.

No hice más que retroceder hasta algún rincón de la sala como toda una gallina a esperar por mi inminente degollamiento.

Me movía de un lado a otro, no podía mantener la calma, no a sabiendas de las consecuencias que podían estar esperándome. Se me revolvía el estómago y necesitaba vomitar.

Y entonces las voces en el recibidor cesaron y por el estruendo de la puerta supe que había echado a mi prima.

—Si Suzy iba a irse debiste llamarnos —Di un respingo del susto.

—M-Mamá... yo... yo... estoy bien.

—¡No, no lo estás, nada de esto está bien!

—Lo siento —Ni siquiera sabía por qué me estaba disculpando o, mejor dicho, sí. Todas los insultos de mi madre hacia las personas homosexuales hicieron eco en mi cabeza.

¿También son para mí?  Perdóname mamá.

Balbuceaba incoherencias en lo que me esforzaba con todas mis fuerzas por juntar de algún lugar el valor que necesitaba, que siempre necesité, para abocar esto que sentía. Mi orientación sexual, ¿por  qué tenía que ser un problema? ¿Por qué tenía que ser difícil u oírse hasta polémico mencionarlo?

¿Por qué tenía que estar en esta posición para empezar?

No puedo hacerlo, por favor alguien...

—Dime que lo que vi allá afuera no pasó, dime que no es lo que pienso, que es un malentendido, una alucinación.

—¿Q-qué fue lo que viste? —Iba a desplomarme ahí mismo.

—Dímelo tú Chaeyoung, ¿qué fue lo que vi?

—Mamá...

—Anda, ¿qué esperas?, dime que todo fue un enorme malentendido, que fue por el ángulo, que me está fallando la vista, ¡dime algo, no te quedes callada!

El solo tono acusador de su voz me estrangulaba.

—S-su nombre es... Ella es de la escuela... Ella... Yo... Lo siento, mamá.

Mamá cerró sus ojos tan fuertemente como si algo le hiciera sospechar la enorme decepción que se le avecinaba. Yo sentía que con cada minuto me encogía más y más.

—Mamá yo... —Alguien ayúdeme. Yo no estoy preparada pero ya no quiero vivir cobardemente— Su nombre es Mina y... —Respiré hondo— y ella y yo-

—¡NO CHAEYOUNG, NO TE ATREVAS! No te atrevas.

Los gritos abruptos me sacudieron y me fue imposible seguir conteniendo las lágrimas.

—Perdóname, perdóname...

—¿Por qué pides perdón?

—Porque... —Mi corazón se detuvo— Porque me gusta una chica.

Sentí un escalofrío recorrerme la espalda, y es que tenía mucho, mucho miedo. Sabía que ahora venía la peor parte.

—¿Qué?

—De verdad lo siento, mamá.

—¡¿QUÉ?! No... No... Qué horror ¡¡¡¿¿¿Qué estás diciendo???!!!

—Sé que piensas que está mal pero no puedo evitar sentirme así. Quiero arrancarme la manera de sentir como siento pero no puedo.

—¡¡¡CIERRA LA BOCA!!! No puedo creerlo. Es imposible que esto esté pasando. Tiene que ser una pesadilla.

Un silencio reprochador se adueñó de la tensa situación. El ambiente no era para nada bueno y yo seguía sintiéndome incapaz de confrontarla, con la mente en blanco y sin poder creer del todo que mi verdad ya había sido revelada.

Maldita gallina. Eres tan cobarde que das lástima.

—¿Por qué le haces esto a tu madre? —¿Qué?— ¿No te importa? ¿No quieres a tu madre?

—No es eso mamá... —De pronto la vi llevarse una mano a la frente mientras que con la otra trataba de mantener el equilibrio. Se estaba descomponiendo— Mamá, siéntate por favor-

—¡No! ¡No se te ocurra acercarte a mí! —Retrocedió con espanto— Ya no eres mi hija.








Narra Mina.

Mi mente era un rompecabezas cuyas piezas no encajaban entre sí y la imagen no tenía una forma definida.

Sentía que la opinión de todos acerca de mí era cierta, pero al mismo tiempo me resistía a aceptarlo. Pretendía ser mejor y siempre terminaba demostrando lo contrario. Tal vez es mi naturaleza.

Tal vez así tiene que ser.

O tal vez no.

Malditas voces.

No cumplí mi promesa, no regresé a la casa de Chaeyoung. Era esencial dirimir algunos conflictos internos que no me dejaban dormir primero.
Con la excusa de estudiar me mantuve en mi habitación el resto del domingo echada en mi cama y con la cara hundida entre las almohadas.

Al otro día calculé el tiempo para llegar puntual al instituto y así evitar toda clase de comentarios y miradas por parte de los demás, ya sea de adulación, comentarios maliciosos, o falsos rumores.

Mi cabeza era un terremoto constante y cada minuto era peor, ya no soportaba estar aquí, quería irme lejos.

¿Cómo es qué terminé así?

Durante el receso me quedé sola en el aula escondida entre mis brazos.

—Mina —Percibí que alguien se sentó en el pupitre contiguo.

—¿Qué quieres Jungkook? —Cuestioné sin moverme.

—Já. ¿Cómo supiste que era yo?

—Quién más se acercaría a hablarme.

—Todos pero yo estoy primero en la fila. ¿Qué haces aquí sola?

—Vete.

—¿Acaso te he hecho algo y no me enteré? Incluso el viernes me mandaste al diablo luego de invitarte a salir.

—¿De qué hablas? —Interrogué ya viéndolo a la cara.

—No tienes que fingir, sé cómo eres de directa con tus respuestas. Nada más quería que salieramos a divertirnos un rato como ya estás libre, por eso te escribí en la noche pero creo que elegí un mal momento —Me mostró el chat en su teléfono y entré en confusión.

"Salame", "Deja de enviar mensajes o te denunciaré por spam", "Nunca saldré contigo así que borra este número" estaba escrito en los mensajes que supuestamente envié yo. Sí era mi número pero...

Enseguida revisé mi celular y el número de Jungkook estaba bloqueado.

Chaeyoung.

Debió borrar el chat en mi teléfono para que no lo viera y luego lo bloqueó de mis contactos.

Sonreí vagamente.

—¿Y bien? ¿Recuerdas que me debes una cita por ayudarte a delatar a BamBam?  Jeje.

—Así que te eligieron como nuevo capitán.

—Correcto.

—Pues bien, serás la estrella en el último partido y todos los reclutadores tendrán sus ojos puestos en ti. Tienes un boleto asegurado a una buena universidad, "felicitaciones". Ahí tienes tu recompensa y será mucho mejor que una aburrida cita conmigo.

—Pero-

—Mi siguiente clase está por empezar —Jalé mi mochila y me fui.

¿Acaso te inquieta que alguien más me invite a salir?

¿Son celos, Chae?

¿En qué estoy pensando?

Debe existir otra razón.

Llegué última a la clase de Educación Física, razón por la cual acaparé la atención ni bien puse un pie en el gimnacio.

Antes era todo lo que quería, ser el centro de atención todo el tiempo y en todo lugar. Ahora era lo que más odiaba de mi vida.

—Ya era hora Myoui —Comentó la profesora—. Bueno, ahora que ya están todas, quiero anunciarles algo antes de empezar con la clase de hoy. Como sabrán, restan solo dos semanas para los exámenes finales y es obvio que con sus notas nadie reprobará esta materia, excepto su compañera Son que es un caso particular y tendrá un examen teórico en la última semana. El caso es que como estoy orgullosa de ustedes y yo también fui estudiante hace no mucho sé lo difícil que son estas instancias. Por eso les propongo, dentro de mis facultades como docente, dejar esta clase como la última así pondrán disponer de más tiempo para ocuparse de sus otras asignaturas.

Como era fácil de preveer, los aplausos y palabras de consenso no se hicieron esperar.

—¡Sh! Este privilegio es solo para ustedes por ser su último año. Muy bien —Entonó la voz—. Entonces empecemos con un partido de Vóley.

Ni dos segundos me llevó ir a replicarle a la profesora que prefería no participar. No estaba de ánimos para nada y menos para jugar un deporte para el cual ni siquiera era buena. Por eso inventé que me dolía un poco el estómago para poder salir de allí. Afortunadamente funcionó y me envió a la enfermería.

Me quedé deambulando por los pasillos del último piso, dejándome guiar por mis propios pies hacia ninguna dirección específica.

"Mina, tú m-me gustas".

"Promete que no te irás".

Chaeyoung.

¿Es verdad?

Se oye tan especial, tan maravilloso, tan dichoso el que digas que te gusto.

No quiero que me guardes rencor, pero no soy quién para pedírtelo. Y todavía desconozco que es esto que está atosigándome y carcomiéndome por dentro sin control.

"Solo presta atención cómo consigue que estés de su lado pese a todo lo que te ha hecho".

"Es tan fácil para ella hacerse y deshacerse de la personas con tal de limpiarse las manos".

¿Eso hago? ¿Eso soy?

—Sorry —dije tras tropezar con el hombro de alguien—. Yugyeom. Qué diablos... —Me costó reconocerlo. Su rostro estaba cubierto de moretones y tenía una cicatriz en la nariz.

—Hola, Mina. Me alegra que sigas recordando mi nombre —Noté que le faltaba un par de dientes también—. ¿Por qué me miras así? Creí que cada día conseguía llamar menos la atención pero ahora creo que no. O quizás solo sea tu primera impresión porque hace mucho no volteas a verme.

—Quizás. Pues sigue tu camino —Quise pasar de largo pero su brazo contra la pared me lo impidió.

—Qué —Me crucé de brazos.

—BamBam me hizo esto, antes de que expulsaran al muy bastardo por supuesto, al parecer alguien le comentó que ando detrás de ti.

"...No debí decir esas cosas y ya le partí la cara a Yugyeom...".

Así que lo dijo en serio.

—Fui yo. Ahora que lo recuerdo lo mencioné en una discusión que tuvimos. ¿Acaso mentí? ¿No has deseado obtener mi atención durante mucho tiempo?

—Jaja. Sí, tienes razón, no negaré que estoy interesado en ti, por eso mismo no puedo enojarme contigo por mucho que odie que me hayas mandado al frente con BamBam para que casi me mate acusándome de traidor. Pero ahora el hijo de puta se ha ido a la puta mierda y ha dejado de ser una puta molestia para todos. Bien, ojalá se muera.

—Si tanto lo odiabas, tuviste que haberte alejado cuando era oportuno. Ahora te quejas cuando ambos sabemos que están hechos de la misma calaña.

—NO me compares con BamBam. Yo no soy como él, me cabrea que pienses que sí. Volviste con él antes de la expulsión. ¿Todavía lo quieres? ¿Sigues con él? ¡Habla!

—Qué te importa —¿Qué le pasa?

—Entonces has vuelto con Son, sí eso es.

—¡No! Chaeyoung no tiene nada que ver con mis últimos conflictos con BamBam, así que ni la menciones en este asunto. Ustedes parecen buscar cualquier pretexto para involucrarla en sus riñas y así meterse con ella. Montón de cobardes.

—¿Tan tonto me crees? Sé muy bien que fueron BamBam, Kai y Jackson quienes golpearon a esa niña pero no sé por qué. Algo debió hacer contra ellos para recibir tremenda paliza.

—Cierra la boca. Chaeyoung jamás ha buscado problemas con nadie.

—¿Entonces fue por celos?

—Tú dime. También has sido acreedor de los golpes de BamBam, debes saberlo mejor que yo.

—Sí, ese maldito bastardo me tomó desprevenido en el campo de deportes. Dijo que no tenía ningún derecho a desear lo que era suyo, que un perro traidor como yo jamás tendría a su chica, que si me atrevía a siquiera mirarte no dudaría en arrancarme los ojos en ese mismo instante. Quería decirle que estaba equivocado, que no eres suya, pero me pateó la cara con sus botines puestos. Quisiera devolvérselo del mismo modo pero ya lo echaron.

—Okay. Suerte con tu venganza.

—¿A dónde vas? —Otra vez me estorbó el paso.

—Mira, no sé qué mierda te pasa pero estás colmando mi paciencia. Hazte a un lado si no quieres que-

—¿Si no quiero qué? —Se fue acercando intimidatoriamente con su cara de maníaco.

—Aléjate de mí perdedor —Lo empujé para atrás con fuerza.

—"Perdedor" —Rió—. Cuánta razón tienes. Gracias a ti me he convertido en un completo perdedor. PERO tú puedes cambiar mi realidad si me das la oportunidad de demostrarte cuán similares somos. ¿No lo ves? Por eso tu relación com BamBam fracasó, porque él no era el indicado, ni Jungkook, ni tampoco Son. Yo soy quien te merece Mina. Somos el uno para el otro, ese es nuestro destino, ¿comprendes?

—Estás loco.

—SÍ, loco por ti. Cada día enloquezco más y todo porque no te tengo conmigo. Desde que te conocí supe que eras mía, eras novia de BamBam pero eras mía. Siempre fui consciente de la atracción entre nosotros —¿QUÉ?— y-y te observaba desde lejos e hice todo para que pusieras tu atención en mí hasta que un día me decidí a declararte mi amor y me rechazaste. Se me ocurrió entonces unirme al equipo y fingir que no me importaba. Sé que siempre te parecí insoportable pero solo actuaba para que BamBam no sospechara de mis intenciones —Avanzó un paso y yo retrocedí dos con cautela—. Lo engañabas con cualquier imbécil pero yo era invisible para ti —Maldición. Me había acorralado contra la pared—. Yo soy tu hombre Mina y tú eres mía. Ya toleré suficiente que otros te besen y te toquen, ahora es mi turno. Es hora de reclamar lo que me pertenece —Sujetó mi brazo y empezó a tirar bruscamente de él para llevarme a no sé dónde.

—¡Suéltame, maldito enfermo! —Trataba de resistirme como podía de sus agarres.

—Hay muchos salones vacíos por aquí. Necesito hacerte mía donde sea. Los del coro están ensayando con los micrófonos así que nadie nos oirá.

—¡¡¡No te atrevas a tocarme!!! ¡Auxilio! —Busqué a mi alrededor pero no había nadie cerca— ¡¡¡AUXILIO!!!

—¡SILENCIO! ¡Sé muy bien que lo quieres tanto como yo así que no te resistas!

—¡¡¡Eres una basura!!! —Entre el forcejeo logré soltarme de su agarre cayendo al suelo tras golpearlo con mi mochila. Mi respiración estaba agitada, no tenía mucha energía, me había salteado el desayuno y la cena de ayer.

—Diablos... —Yugyeom se quejó cubriendo parte de su ojo y mejilla derecha— No imaginé que fueras tan salvaje —Quitó su mano y entonces vi que le había hecho una cicatriz con el cierre de la mochila—. Pero me gusta.

¿¡Qué rayos!?

—Hazme lo que quieras Mina. Solo permíteme a cambio tocarte y hacerte sentir bien. Eres mi reina, déjame darle a tu cuerpo todo el placer que-

—¡Vete al carajo! ¡Estás demente, nunca permitiría que me pongas tus sucias manos encima! —Me erguí sin bajar la guardia por un segundo.

—¡A mí no! Pero a BamBam sí. Y a Son.

Maldito loco.

—No digas su apellido con tu asquerosa boca.

—¿Asquerosa? Jaja.

—Le hiciste un favor a Yuna al terminar con ella.

—Yuna me importa una mierda. Te haré mía de una vez. Te recomiendo que colabores para que todo sea más fácil porque lo haré de todos modos así sea obligándote. ¡Oye! ¡Alto ahí!

Por supuesto que no dudé en echarme a correr con todas mis fuerzas lejos de este completo demente antes de que cumpliera con lo que tenía en mente hacer.

Podía escuchar los pasos del muy bastardo siguiéndome y gritando mi nombre.

Para mi MUY mala suerte llegué al final del pasillo donde no había salida, donde no había más que un muro hecho de un grueso vidrio impidiendo mi escape.

Mi respiración se aceleró al mismo tiempo que giré para correr hacia otra dirección. Pero Yugyeom ya estaba frente a mí.

—Ya no tienes a dónde escapar.










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