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Capítulo 47

Narra Chaeyoung.

No sé cómo llegué a esta situación, mejor dicho, no sé cómo hice para sobrevivir a los besitos de ensueño de Mina. Ahora me tenía aquí, cómodamente en el sofá, como desde el principio, con la diferencia de que bebíamos té y yo degustaba uno de los brownies que me trajo.

—Están deliciosos.

—Me alegra mucho que te gusten. ¿Quieres más té? —Asentí y me sirvió más.

—Entonces... ¿Cómo te va en la escuela?

—No, Chaeyoung. Acordamos que nada de escuela en las siguientes horas, tú aceptaste el trato —Sí, lo hice.

—Es que me preocupa que tus calificaciones se hayan visto afectadas por... por...

—He logrado mantenerme sobre el promedio. ¿Contenta?

—¡Sí! Te felicito.

—¿Qué hay de ti?

—¿Yo?

—Me enteré que tus notas en Inglés no van por buen camino. ¿Qué piensas hacer al respecto?

—Bueno, yo... he intentado progresar pero se me dificulta con los tiempos verbales y eso. Además, me cuesta concentrarme. Por cierto, gracias por los apuntes que me alcanzaste mediante Sana y Mark, me sirvieron mucho para el último examen que tuvimos. Aprobé gracias a ti.

—¿Cuánto sacaste?

—Un seis.

—Wtf. Un seis no es una buena nota si tus otras notas son igual de bajas. Tienes que ponerte a estudiar en serio, Chaeyoung. Y de nada, me comprometí a ayudarte así que era lo menos que podía hacer.

—Voy a estudiar más, me esforzaré el doble, ya lo verás y estarás orgullosa de mí.

—Eso espero. ¿Qué hay de tus amigas? ¿No te ayudan?

—Claro que sí. Dahyun me ayuda bastante —Incluso trayéndome la tarea— pero también tiene sus propias dificultades y no quiero aprovecharme de su amabilidad.

—Ya veo. ¿Y tu otra... amiga? —Diablos. Sabía que esta armoniosa plática escondía algo— Me refiero a Joy, tontita. Quita esa cara.

—Oh, Joy, claro. Ella tiene otros asuntos de que ocuparse, quiere dejar su club en buenas manos-

—Olvídalo. Se supone que no hablaríamos de nada relacionado al instituto y es lo que llevamos haciendo desde hace veinte minutos.

—Tienes razón.

—Chaengie, ¿acaso no tienes frío con esos shorts? La temperatura ha bajado.

—Tendría que subir a mi habitación —Aish, dejé mi celular allí también.

—Te ayudaré a subir.

—¿A-a dónde?

—A tu cuarto, ¿no tienes ahí tu guardarropa?

—Sí, pero... No hace falta, estoy bien así —Mientras no subas y encuentres algo de lo que pueda avergonzarme.

—Jaja. ¿Qué ocultas?

—N-nada.

—¿Segura?

—Pues, en realidad con mi pierna en este estado me resulta más cómodo usar shorts.

—Hmm... —Asintió pensativamente— Iré por una manta.

—¡Oye! —Maldición.

Ya se escuchaba el ruido de sus pies subiendo las escaleras. Si lo pensaba bien por unos segundos, hasta era tonto intentar que no fuera, ella no se detendría así que me resigné y llevé otro brownie a mi boca.

Los platillos y postres de Mina eran de otro mundo. Tenía el don de darles ese sabor único, familiar y... No importa si no los hubiera hecho antes, siempre le salían exquisitos, de eso no cabía duda.

—Chaengie —Di un saltito en el sofá al escuchar su voz nuevamente.

—Mina. Yo no te oí... —¿En qué momento bajó?

—Mira lo que encontré —Me enseñó la...

No puede ser.

Ay, no.

Mi manta de ositos.

—Esta debe ser la manta a la que se referían tus padres en la lista que dejaron. ¿No?

—Es un recuerdo material de mi infancia, por eso la conservamos —Más bien mi madre, yo quería que se deshiciera de ella hace mucho tiempo—. Cuando me enfermo duermo con esa manta para que me de fuerzas y así me recupere más rápido —Otra vez, según mi madre—. Es como un amuleto sanitario y a veces como un atrapasueños.

—¿Y funciona?

—Claro que sí.

—Qué bien, porque te arroparé con ella en la noche. Por ahora servirá para protegerte del frío —Me cubrió las piernas pero yo desdoblé la manta para cubrirnos a ambas.

—Así está mucho mejor, ¿no crees? —dije con una sonrisa.

—Sí, aunque es una lástima que ya no pueda ver tus lindas piernas.

—¿Lindas?

—Sí, lindas. Me gusta todo de ti, seguramente ya estás cansada de oírme decirlo pero es lo que sale de mi... ¿Corazón? Já. Me he dado cuenta que últimamente hablo sin pensar.

—A mí me pasa lo contrario. Me refiero a que pienso mucho y hablo poco de lo que estoy pensando, me cuesta convertir esos pensamientos en palabras y siempre termino descarrilándome para otro lado y así no tener que hacer ese trabajo.

—Te guardas esos pensamientos esperando que los demás lean tu mente.

—Exactamente. Todo sería más fácil de ese modo.

—Tal vez.

—Mina, yo... —Vamos Chae, tú puedes— quiero decirte que estos días que estuvimos distanciadas me sirvieron de alguna forma para ver las cosas desde otro panorama y para darme cuenta de que... —Mis orejas empezaban a arder— de que hay sentimientos dentro de mí por alguien muy especial en mi vida, alguien que se volvió imprescindible con el tiempo. Ese alguien e... ¿Dijiste algo?

—Nada.

—Ah, okay —Me pareció que murmuró algo—. Como decía, hay alguien que ha movido mi corazón y-

—Chaeyoung, es suficiente. No tengo que ser adivina o leer tu mente para saber de qué estás hablando o de quién.

—¿Cómo...?

—El teléfono está sonando —Se levantó del sofá en dirección al teléfono de línea que estaba sobre el aparador. En ese momento recordé que mi madre dijo que llamaría y me alarmé.

—Mina —reaccioné antes de que contestara— , yo contestaré. Deben ser mis padres que quieren saber cómo estoy —Ella alzó sus hombros con indiferencia y, aunque por una milésima de segundos pareció dudar, me alcanzó el teléfono inalámbrico y dejó de la sala.

Uff.

—H-hola (?).

—¿Hija?

—¿Papá?

—Qué alivio. ¿Por qué no contestas tu teléfono?

—Oh, es que lo dejé en mi cuarto.

—Tu madre está a punto de colapsar de la desesperación, aquí no hay buena señal y pensamos que podrías estar tratando de comunicarte con nosotros.

—Lo siento, pero estoy bien, no tienen de qué preocuparse.

—Dile eso a tu madre, insiste en regresar a la casa. Te pasaré con ella, a ver si logra tranquilizarse un poco.

—Okay —En cuanto le avisó me la imaginé a ella arrancándole el celular de las manos—. Mamá-

—¡Chaeyoung! ¡¿Cómo estás?! ¡¿Estás bien?! ¡¿Te duele algo?!

—No, estoy bien-

—Dime por qué no atendías tu teléfono, ¿qué es más importante que contestar una llamada de tu madre?

—Me olvidé el celular arriba y-

—¿Y por qué no le pediste a Suzy que lo fuera a buscar por ti?

—Es que...

—Pásame con Suzy —¡¿Qué?!—. Dile que quiero hablar con ella.

Oh... Oh...

—No puedo... Ella no puede contestar ahora porque... —Piensa Chaeyoung, maldición— porque está en el baño, creo que tiene cólicos. Escucha mamá, estoy bien, de verdad. Disculpa si los hice preocupar, no fue mi intención. En cuanto vea a Suzy le pediré que me traiga mi teléfono para tenerlo conmigo y así esto no se repita, lo prometo.

—Pero...

—Estoy bien, lo juro. Estoy merendando justo ahora y tengo mi manta de ositos conmigo. No te preocupes y terminen su viaje con calma.

—Bien, confío en ti. Dile a Suzy que encienda la calefacción si hace frío pero que no olvide apagarla antes de irse a dormir. No olvides abrigarte también y no te quedes hasta tarde viendo televisión, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

—Entonces reanudaremos nuestro viaje. Te volveré a marcar desde el teléfono fijo de la abuela porque nos estamos quedando sin señal.

—Okay, salúdame a la abuela.

—Lo haré. Hasta luego, retoño.

—Hasta luego, mamá.

Colgué yo porque si dependiera de ella jamás lo haría.

Mamá, lamento haberte mentido.

Lamento seguir mintiéndote.

Tomé el último brownie que quedaba en el plato y le di un mordisco. Este gusto dulce me devolvía el ánimo.

—Justo cuando estaba cobrando el valor para hablarle de mis sentimientos a Mina y...

Cierto.

¡Mina!

¿Dónde está?

De repente escuché un ruido proveniente de la cocina así que supuse que era ella. Suspiré y le di otro bocado a mi brownie.

Le estaba por dar un sorbo a mi té cuando Mina cruzó la puerta con un vaso entre las manos.

—¿Y? ¿Sí eran tus padres?

—Sí. Solo querían asegurarse de que estuviese bien. Uhm... ¿Pasó algo? —Su mirada estaba decaída.

—Para nada —repuso sentándose otra vez—. Fui por un vaso con agua y me distraje con el lindo diseño de la cocina, todo está tan ordenado que me recuerda a mi madre en ese aspecto. También pensaba en qué podría hacer de cenar, ¿alguna idea?

—Yo... No sé-

—¿Qué te gustaría comer?

—Pues...

—¡Ya sé! Haré ramen. ¿Alguna vez has comido ramen, chaengie?

—N-no —Que yo recuerde.

—Mi abuelo materno era amante del ramen. Él y mi abuela me enseñaron a cocinarlo, dijeron que no debía olvidar la receta, que el día que lo hiciera también olvidaría mis raíces niponas. Creo que fue el primer y único plato que aprendí a hacer sin requerir de un tutorial de Youtube.

—Wow. También quiero aprender. ¿Puedo ayudarte a prepararlo?

—Jsjs, otro día. Hoy todo lo que harás será disfrutar del delicioso ramen japonés que haré para ti.

—Está bien.

—Pero todavía es temprano. Podemos ver una película en Nétflix, ¿qué opinas?

—Pues me parece bien aunque... —De inmediato tomó el control remoto y entró al menú.

—En mi casa Nétflix se me hace tan aburrido —dijo echándole un ojo al catálogo de películas—. Bueno, supongo que cuando estás sola te aburres con mayor facilidad de las cosas. No es lo mismo que cuando estás en compañía de alguien, como ahora.

—Pienso igual. Me hace feliz ser tu compañera de películas o series, lo que desees ver.

—Jaja. Thanks!

Qué risa tan cautivadora.

Joder.

Me estoy yendo por las ramas.

—M-Mina —La llamé, pero ni siquiera giró a verme. Sus ojos estaban clavados en la pantalla del televisor—. Mina —Insistí.

—¿Qué?

—Ehh... —Aquí vamos otra vez— ¿Podemos continuar nuestra plática previa a la llamada de mis padres? Yo... estaba a mitad de algo importante. Te estaba diciendo que-

—¡Ahh! ¡Call Me by Your Name! ¡Quiero ver esta!

—¿Estás escuchándome?

—Lo siento, es que hubo un tiempo en que Mark estaba obsesionado con esta película, hasta se había leído los libros a fin de saber la continuación de la historia. Recuerdo que solía insistirme en que la viera y yo siempre le respondía que lo haría "después" con tal de que me dejara en paz. Por suerte ya lo superó o eso creo. Ahora me dió curiosidad.

—Mina-

—Haré palomitas. No le des play todavía eh, no me tardo.

—Pero...

¿Esto es en serio?

Que alguien me explique qué estoy haciendo mal.

¿Acaso existe una hora estipulada para tocar este tipo de temas? Si es así, díganme la hora exacta con minutos y segundos si es posible porque evidentemente no lo estoy haciendo de la forma correcta.

Luego de darle el último bocado a mi brownie, con desánimo, me limité a esperar Mina, quien regresó diez minutos después con un bowl lleno de palomitas.

—Las caramelicé para ti, Chaengie, así que come todo lo que quieras.

—Con mucho gusto.

—Le pondré play de una vez —dijo acomodándose en el sofá.

—Uhm... ¿De qué trata?

—¿La película? —Asentí— ¿No leíste la reseña? —Rió.

—Sí, pero no era muy clara. ¿Es sobre Historia?

—Velo por ti misma.

Perfecto.

Eso haría.

Cine independiente, vamos bien.

No iba a decírselo, pero yo quería imaginar que nos encontrábamos en una especie de cita. Desde que Suzy se había ido, Mina se estaba comportando de manera muy dulce conmigo, incluso cenaríamos juntas.

😊

God, quería tanto rodearla con mi brazo pero no me animé. Bueno sí lo hice, jijiji.

Yo no entendía muy bien de qué iba el largometraje, aun así, y aunque en un principio se me hizo aburrido, poco a poco fui enganchándome con la trama de la historia. Eso sí, casi me estalla la nariz en más de una escena. No es como si fuera demasiaaado explícito pero delante de la chica que me gustaba me moría de la incomodidad. Ella, por el contrario, miraba sin pudor alguno y reía cuando yo me tapaba los ojos.

En más de una ocasión, también la atrapé observandome mientras comía las palomitas. Luego sonreía con discreción y se volvía al televisor.

Uhm.

—¿Y? —habló al finalizar la película— ¿Te gustó?

—Ah, pues... Me gustó el Soundtrack.

—No sé qué opinas tú pero yo odié a Oliver. Pienso que nunca tuvo intención de quedarse con Elio, que desde el inicio para él fue solo un amor de verano.

—Yo creo que sí se amaban.

—Elio sí. Sentí pena por él porque sus sentimientos eran genuinos desde el comienzo y lo demostró, ¿y qué recibió a cambio? Una fría despedida en una estación de tren. Para colmo el cobarde lo llama dos años después solo para terminar de romper su corazón y matar sus esperanzas de un futuro juntos.

—Hay que tener en cuenta que era otra época, la gente tendía a ser más intolerante —Que ahora— con esos temas. Además, por lo dicho en la llamada, la familia de Oliver no se lo hubiera tomado bien. Elio es un afortunado por tener unos padres tan comprensivos, la charla con su padre fue realmente conmovedora.






Kenvidia.

ಥ⌣ಥ

—¿Lo dices por algo en especial?

—N-no —Diablos—. Me gustó la canción del final, me pregunto quién la cantará —Lo que sea con tal de pasar a otro tema.

—Sufjan Stevens.

—¿Cómo lo sab...?

—Mark. También canta "Mistery of Love", "El misterio del amor". Pienso que el amor es un misterio en sí mismo; no sabemos cuándo llega ni cuándo se va. Es muchas veces contradictorio, trae alegrías y tristezas, es impredecible, inesperado, puede decepcionarte y tú lastimosamente seguir amando, puede ser la persona correcta pero entonces ese sentimiento en tu corazón se desvanece sin razón.

—Eso fue profundo Mina.

—¿Hm?

—Yo... Uhm, quiero que hablemos de nosotras —Por favor— y de lo que nos ha pasado en estos días.

—¿Por qué insistes en no hacerme caso? Jaja, vamos a pasarla agradablemente hasta que tu prima regrese. Por cierto, ya está casi oscuro afuera —Miró la hora en su teléfono—. Wow, son las ocho de la noche, ya deberíamos estar cenando.

—E-espera —La sujeté delicadamente del brazo antes de que se levantara.

—¿Sí?

—Es que... Nada, déjalo.

—Casi lo olvido, tu medicina.

—¿Cuál medicina?

—¿Cómo cuál? La que tienes que tomar cada seis horas.

—Oh, sí, esa.

—Sigues siendo igual de despistada, Chae, jaja.

Reí nerviosamente.

—Me gusta que seas así.

Ahh.

Mi corazón se sentía como en el ojo de un huracán de mariposas cada vez que me decía que yo le gustaba.

—Yo... recuerdo el día que dejaste la primera nota en mi casillero. No la conservé —Por bruta— pero estoy segura de que escribiste algo bonito. Ese mismo día me hiciste saber que yo t-te gustaba —Sentí un rubor en mis mejillas— , me invitaste a salir y yo... te rechacé por idiota. Lo siento.

—No lo sientas. Y no, no te invité a salir, te "invité" a que tú me invitaras a salir. Fue después del campeonato, ¿no?

—¿También lo recuerdas?

—N-no muy bien.

—Yo sí.




Meses atrás...

¡Vamos, Chae, tu puedes!

Sí, eres nuestra arma secreta.

¡Enseñales cómo se hace!

Las palabras de aliento de mis compañeras me llenaron de ánimo para la última disciplina del día: La carrera de los 300 metros.

Como cada año, las escuelas organizaban un campeonato interescolar cuya participación era obligatoria.

Nos divertíamos y de paso nos ejercitábamos deportivamente, lo único malo era el tremendo calor del verano que nos hacía sudar hasta los dientes.

Yo iré última para asegurarnos la victoria —Le indiqué a Dahyun antes de tomar nuestras respectivas posiciones.

La carrera era de relevo, por eso me sentía doblemente confiada. Uno, porque correr era mi fuerte y dos, porque contaba con Dahyun y Seulgi que no se quedaban atrás. No obstante, todos tenían su fe depositada en mí.

Al oír la señal, las primeras en la línea salieron disparadas. Seulgi corrió primero, le pasó el testigo a Dahyun y ella continuó la carrera con igual rapidez. Cuando me dió la barra me lancé a los últimos cien metros como tigre en cacería, tenía a un par de chicas adelante de mí pero las sobrepasé sin problema. Ya podía saborear la gloria cuando noté que una chica corría a la par mío: Moonbyul, el Rayo McQueen de su instituto.

Este año la victoria será mía, ríndete Son.

Sigue soñando.

El año pasado le había ganado por un pelo de rana calva, así que no era imposible.

Activé mi modo turbo al máximo hasta no sentir las piernas, ya estaba como firulais con el viento en la cara y la lengua para afuera, sin embargo, antes de llegar a la meta tropecé con ¿una piedra? ¡No! ¡Moonbyul me puso el pie a propósito!

¡Tramposaaaaaaaaa!

¡Jajajjaja!

Y pos me robó la victoria ¡INJUSTAMENTE!

¿Te lastimaste? —preguntaron Dahyun y Seulgi cuando vinieron a socorrer mi cadaver.

No —Refunfuñé—. Solo me raspé las rodillas.

—Qué tramposa, deberíamos reportarla —Apuntó Seulgi.

¿De qué nos serviría? Si reinician la carrera ya no podré correr, mis piernas ya no dan más, y además sería injusto para los otros equipos. Al menos quedamos segundas.

Chae, todas te pasaron, quedamos últimas.

¡¿Qué?! ¡¡¡REINICIEN LA CARRERA, HIZO TRAMPAAAA!!!

¡Aish!

Al rato nos formamos en filas y nos dijeron los resultados finales. Sorprendentemente y contra los pronósticos mi escuela quedó en segundo puesto, no pensé que hubieramos acumulado tantos puntos.

—Uf, suerte que mi caída provocada no afectó tanto nuestro puntaje final.

Fue por BamBam, ganó la carrera de los 400 metros —dijo Dubu.

Já, yo hubiese ganado también de no ser por Moonbyul. Lo único que me consuela es que su escuela no haya quedado en el primer lugar.

Tons qué?

Vamos por agua, me muero de sed.

Todos se están dirigiendo al almacén, seguro ya está lleno y nos harán esperar una eternidad.

Pero me estoy derritiendo ahora, mira cómo estoy transpirando.

¡Ya sé! Hay una cancha de tenis del otro lado, apuesto a que también hay bebederos.

Pues vamos ya mismo.

Ya había recuperado algo de energía, aun así Dahyun me prestó su hombro para sostenerme y nos escabullimos hacia el lugar que mencionó.

No hay nadie aquí. Qué genia Dubu —dije lanzándome a uno de los bebederos. Aproveché y me refresqué la cara, el cabello y los brazos. Dahyun me imitó.

Mira, también hay un baño. Ahora regreso.

Okay.

Me senté en el suelo en lo que volvía Dubu, arremangué mis talones y mojé mis rodillas.

De repente escuché voces y me paré enseguida. Alguien alzaba la voz, pero no alcanzaba a distinguir de quién era. Al seguir el ruido encontré a Myoui y a BamBam del otro lado de la cancha.

Estás confundida, Mina, estoy seguro de que se trata de eso, confusión. Podemos darnos un tiempo, ¿qué tal? A lo mejor y sirva para fortalecer nuestra relación.

No.

Entonces sí hay alguien más. Dime quién es él, tengo derecho a saberlo.

Ya estoy harta de ti y no tengo por qué repertírtelo sólo porque te niegas a aceptarlo. Ah y no estoy confundida, al contrario, nunca tuve las cosas tan claras en mi cabeza.

No sé de qué iba la discusión ni me interesaba en lo más mínimo, así que dejé mi escondite y me fui.

¿Dónde te metiste?

Jeje... Lo siento, es que-

¿Escuchabas conversaciones ajenas?

¡No! Bueno, sí pero no fue nada relevante. Eran ese par de fastidiosos, discutían o yo qué se.

Y tú de chismosa.

¡Igual que tú!

Jajaja...

El lunes siguiente parecía un oso perezoso caminando por la escuela. Estaba poniendo la combinación de mi casillero cuando vi algo pegado en la puerta.

¿Una nota?

👀

Mi lado roedor se autoactivó y arranqué la nota como si se tratara de la última nuez sobre la Tierra y tuviese que protegerla. Una vez que verifiqué que no hubiera nadie cerca, la leí sujetándola con ambas manos.

"Querida Son Chaeyoung: Estoy muriendo de ternura por ti, justo ahora quiero apachurrarte los mofletes. Eres muy linda, demasiado, ya no puedo engañarme más, la verdad es que me gustas mucho ".

La nota no tenía nombre.

¿De quién será? ¿Puede ser que tenga un admirador o admiradora? Esta bella letra solo puede ser de una chica, ojalá sea una chica.

Son —Oí a mis espaldas. Al voltear me encontré con la persona que menos deseaba ver: Myoui. Iba a ignorarla e irme pero se interpuso en mi camino.

Déjame pasar.

Hmm... No, no se me antoja. ¿Cómo estás?

Qué te importa.

¿Cómo están tus rodillas? Me enteré que te caíste durante la carrera de relevo.

¡No me caí, hicieron trampa y no es de tu incumbencia!

Déjame ver —Dió un paso al frente y yo retrocedí.

Vete a molestar a otra parte y déjame en paz.

¿Está mal que muestre algo de preocupación por tus rodillas lastimadas?

¿¿¿Preocupación??? Qué pésima broma. No sé a qué juegas, ve al grano y déjate de rodeos.

Okay, seré directa —Le echó un ligero vistazo a sus uñas—. Hoy me siento bastante generosa, por ende aceptaré salir contigo si me lo pides.

Ah, ya sé.

¿Qué haces? —preguntó luego de que yo llevara mis manos a mi espalda y las moviera incesantemente para quitar cualquier papel que hubiera ahí.

Buscando la hoja que seguramente uno de tus amigos pegó en mis espalda mientras hacías tu acto de distracción.

¿Eh? No. Nadie ha pegado nada en tu espalda, Chaeyoung.

¿Por qué me llamas por mi nombre?

Porque quiero y ya. Solo invítame a salir y verás que seré buena.

No estoy de humor, Myoui. Si no quieres largarte, lo haré yo —Giré en mis talones para tomármelas, era capaz de dar la vuelta por el segundo o el tercer piso con tal de esquivarla.

¿Leíste la nota que te dejé? Por lo visto sí, ya no está en tu puerta.

¿Qué? ¿Era tuya?

Por supuesto. ¿No reconociste mi perfecta caligra... —Se la arrojé— ¡Oye!

No vuelvas a pegar cosas en mi casillero.

Todo lo que escribí es cierto —La miré con desconfianza—. Me gustas, Son Chaeyoung. Me gustas mucho.

¿Q-q... ¡¿Qu.. ¡¡¡¿¿¿QUÉ???!!!

Como acabas de escuchar —dijo mordiéndose el labio.

No, no sé qué planeas pero no caeré.

Hablo en serio.

¡Estas loca! ¡Hasta el viernes no has dejado de fastidiarme y ahora dices que yo te...

Terminé con mi novio ayer, así que ahora puedo salir abiertamente con quien se me de la gana y quiero salir conti... ¡Chaeyoung, vuelve aquí, no huyas!


De vuelta al presente.

—Bien por ti. Ire por tu medicina —dijo y le dió besito mi mejilla derecha antes de salir de la sala.

¿Qué haremos, pequeño corazón?

Ella está evadiendo todo tipo de plática sobre nosotras.

Después de tomar mi medicina me puse a buscar otra película en Nétflix pero nada me convencía.

De pronto oí el típico tono de mensaje entrante pero no era de mi teléfono. Miré la mesa ratona y el celular de Mina estaba ahí.

—Minaa —La llamé pero no creo que me haya oído.

Lo dejé así, no quería molestarla, a lo mejor estaba concentrada en el ramen. Sin embargo, a los pocos minutos volvió a sonar, a éste le siguieron más, a tal punto que me fue imposible ignorarlo.

Creo que el espíritu chismoso de Dahyun me poseyó porque de un segundo a otro me hallaba prendiendo la pantalla del teléfono de Mina.

—Esto no está bien. Pero ni un po... ¿Jungkook?

Los mensajes eran suyos.

¿Qué razón tendría para escribirle a Mina? Se supone que ella... El campamento... Ella dijo que no quería verlo más.

Entré en confusión.

Decidí dejar el celular en su sitio pero justo llegó otro mensaje y ya no me aguanté.

Jungkook
Hey
20:16

Jungkook
¿Qué tal?
20:20

Jungkook
Adivina a quién le dieron la capitanía para el último juego.
20:22

Jungkook
Así es, al mismo rey que te habla. Me hubiera gustado que fuese antes pero bueno, mejor tarde que nunca.
20:24

¿Cómo?

Jungkook
Ya que es sábado y estoy libre de práctica pensé que podríamos salir. Mis amigos y yo iremos a un club más tarde, ellos traerán compañía así que podemos ir juntos. ¿Qué dices?
20:27

Jungkook
Vamos, sé que también quieres celebrar lo que le pasó a ya sabes quién.
20:29

Jungkook
Estaré esperando tu respuesta. Si aceptas, pasaré por ti a las diez.
20:31

Jungkook
Nena
20:33

¿¿¿¡¡¡¡¡¡¡¡...!!!!!!!!???

Jungkook
Mina
20:35

Yo
Salame.
20:36

¡¿Por qué Mina sigue en contacto con ese chico?!









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