Capítulo 45
Narra Mina.
"¡Por tu culpa casi matan a Chaeyoung!".
Las palabras de Jeon resonaban en mi cabeza una y otra vez, como una grabación en autómatico. Quizás porque tenía razón y de nada servía convencerme de lo contrario. O quizás...
No. Nada eximía a BamBam de su culpa. Él lastimó a Chaeyoung porque quiso, por ser un maldito celoso posesivo.
Y yo... Pude haberlo evitado.
¿Qué es esto Chaeyoung?
¿Qué es este sentimiento y por qué está quemándome por dentro?
Puedo describirlo pero no puedo descifrarlo.
Mi cerebro se torturaba a sí mismo sin piedad. Hice un esfuerzo sobrehumano para no buscar a BamBam y asesinarlo, en su lugar huí sin dirección alguna. Huí de mis propios pensamientos que me acechaban y amenazaban con hacer algo verdaderamente... estúpido.
Terminé en un Café, entre desconocidos, entre risas mientras yo apretaba mis labios y dientes para no explotar. Me estaba impacientando, mis puños presionaban mis muslos de tanta impotencia que guardaba desde que había salido de la casa de Chaeyoung.
—Mina —Jungkook apareció frente a mi mesa con su típica sonrisa de don juan—. Para ser sincero tu llamada me tomó por sorpresa, tenía entendido que ya no querías verme —Se sentó del otro lado y yo solo aparté la vista al ventanal—. Me alegra que hayas dejado de lado lo del campamento, ya ni siquiera recuerdo el pleito pero seguro fue algo sin importancia jaja. ¿Mina? ¿Piensas en BamBam? Me resulta increíble que hayas regresado con él pero descuida, no sabrá que nos vimos. Oh, casi lo olvido, te felicito por la paliza que le diste a Yeji y a sus amigas, se lo tenían merecido por-
—Cierra la boca.
—Disculpa...? ¿Dije algo malo? Creí que querías festejar el haberte deshecho de esas porristas. En serio te luciste, no veía la hora de que las pusieras en su lugar. Andan murmurando muchas cosas de Yeji y su familia ahora, no olvidarán esto en mucho tiempo, sus amigas no pueden defenderla, harán de sus vidas una pesadilla —¿Qué clase de mierda eres Mina?—. Qué sexy te ves enojada, más de lo habitual. Lástima que Son-
—¡Que cierres la boca! —Golpeé la mesa.
Jungkook se quedó perplejo debido a mi reacción.
Me estaba costando bastante manejar el caos dentro de mi cabeza y sus dichos no hacían más que incrementar mis ganas de estrangular a cierta persona.
—Okay, okay. ¿Puedo al menos preguntar por qué fui citado aquí? Se ve a leguas que estás-
—¡Qué! ¡Se ve a leguas que estoy qué!
—Calma...
—¡No, no puedo calmarme! —Todos nos miraban pero poco me importó— BamBam y los mierdas de sus amigos golpearon a Chaeyoung.
—¿Qué?
—La llevaron a un callejón, la golpearon salvajemente y de no ser por Jennie la hubieran matado. Ese cobarde hijo de p*ta quiso matar a Chaeyoung por haberlo delatado conmigo, por decirme que fue él quien la agredió brutalmente la primera vez —Y ayer me negué a escucharla. Soy una estúpida.
—Mina-
—¿Tú sabías de esto?
—No, claro que no.
—Claro, ¿debo creerte?
—Te juro que no estaba al tanto de lo que hicieron.
—Qué bien, por eso te llamé. Me dirás qué sabes de las drogas de BamBam, todo.
—¿Drogas? No sé nada relacionado a eso.
—Estás en el mismo equipo que ellos, pasan la mayor parte del tiempo en los mismos sitios, es imposible que no sepas nada. No tengo paciencia ni tiempo para rodeos así que habla.
—Creo que este no es el lugar indicado para hablar al respecto.
—Si no me lo dices te odiaré así como odio a BamBam, Jackson y a Kai.
—Está bien —Suspiró—. Tú ganas, pero en serio este no es el mejor lugar para hablar de esto.
Tal vez tenía razón, algunas de las personas allí dentro no hacían más que voltear curiosamente hacia nuestra mesa.
Le dije a Jungkook que me siguiera y salimos de allí.
—Ya puedes hablar —Espeté seriamente luego de detenernos bajo un árbol, a unas calles de distacia de donde estábamos.
—Mina, realmente no sé qué esperas que te diga.
—¿Te drogas?
—¿Qué?
—Responde.
—No, es decir... Todos en el insti lo hacen.
—No, no todos.
—Bueno, la mayoría.
—Se directo. Con "todos" te estás refiriendo al equipo, ¿no es cierto?
—No solo a ellos. Todos hemos probado cosas en alguna fiesta por diversión, sobretodo nosotros, mis amigos, los tuyos-
—Creo que ustedes han ido más lejos. Por otro lado, imagino la pena que debimos dar.
—No-
—Dime qué mierda se mete BamBam por la nariz, es lo único que me interesa.
—Dijiste que casi mata a Son. ¿Debería subir la retaguardia?
—¿Le tienes miedo?
—Qué, por supuesto que no. Solo es un pobre diablo bueno para nada. Lo único que le envidiaba eras tú y por lo visto ya te perdió.
—Nunca me tuvo. No tengo todo el día, si no quieres hablar deduciré que lo estás encubriendo.
—Jamás haría eso y menos por ese imbécil. Bien, si tanto te urge saber sobre las drogas de BamBam la verdad es que no lo sé con precisión. Más de una vez lo he visto junto a Jackson, Kai y Yugyeom inhalando polvo en los vestidores. No solo yo, el resto del equipo también los ha visto. Dicen que es speed pero también puede ser otra cosa, no lo sé y nunca le tomé tanta atención.
Así que es eso.
Maldición.
—¿Tú consumes?
—Claro que no. Realmente aspiro a convertirme en un jugador de la liga. Ah y ahora que lo pienso, últimamente BamBam ha tenido muchos arrebatos de violencia en el campo de juego. Jaja, es perfectamente atribuible a sus hábitos.
—No entiendo de qué te ríes.
—De nada, yo-
—Cierra la boca —BamBam, me las pagarás—. Mañana. Mañana hablarás con el director y le dirás exactamente lo que me acabas de contar.
—¿Qué?
—BamBam debe pagar por lo que hizo y a estas alturas esto es lo único que lo afectará de sobremanera.
—Bien pensado. Sin embargo no entiendo por qué debería hacerlo, acusarlo no sería conveniente para el equipo y menos a un mes del último juego. Sin contar que si esto sale a la luz también me perjudicará. Por lo tanto no ganaría nada.
—Te diré qué ganarás, la oportunidad de salir ileso de toda esta situación. Déjame explicarte. Si hablas con el director, al ser miembro del equipo tu palabra tendrá más credibilidad y te creerá, podrás inventarte una historia aparte para justificar tu inocencia y te oirá por el solo hecho de ser el único en haber "respetado el reglamento". ¿Ahora entiendes? De lo contrario, si te niegas a mandar al frente a BamBam está bien, no hay problema, lo haré yo misma, pero ni creas que te salvaré el pellejo. También te verás implicado porque no te excluiré de todo esto y terminarás más perjudicado de lo que imaginas.
—¿Lo dices en serio?
—Tú decides.
—Pero-
—¿Hablarás con el director sí o no?
—Supongo que no tengo más opciones. Lo haré.
—Bien, esto es lo que vas a hacer mañana.
Le expliqué con más detalle cómo debíamos proceder para no cometer errores como levantar sospechas y darle tiempo a BamBam y a los otros de deshacerse de toda evidencia. Afortunadamente Jungkook era un chico listo y no hizo falta repetirle las cosas.
Tras terminar nuestra plática me dirigí a casa. La preocupación y la... ¿culpa? Volvieron a invadirme, ahora cargada de impotencia. Sí, quizás esa era la sensación que habitaba en mi pecho y me amordazaba el corazón. La impotencia.
Chaeyoung, pérdoname.
No pude protegerte. Sí pude, pero no lo hice.
Nunca lo hice.
Al llegar a casa me encerré en mi habitación e hice lo que poco sabía hacer pero lo único que me quedaba.
Llorar.
Lloré toda la tarde y en la noche, antes de que mis padres llegaran, apagué la luz para que creyeran que estaba dormida, hundí mi cara en la almohada y seguí llorando.
Estaba cansada de mí misma, de ser así, de ser de una u otra forma, de hacer las cosas de una u otra forma y no ser buena, ni siquiera lo suficiente, para la persona que más quería.
"¡Solo le causas problemas y encima haces que se sienta culpable por ello!"
Al día siguiente desperté relativamente más tranquila.
Me alisté sin muchas fuerzas y luego de un desayuno rápido partí al instituto. Por suerte el maquillaje ayudó a cubrir los rastros que el insomnio y el llanto habían dejado en mí.
En el aula vi a Nayeon y a Mark sentados en la esquina contraria a donde, hasta anteayer, solíamos sentarnos. Aunque se me hiciera un poco infantil su actitud entendía perfectamente que siguieran molestos. Mi actitud no fue la mejor y lo sabía mejor que ellos. Aun así, no estaba de ánimos para hacer las pases con nadie. Para eso primero debía hacerlo conmigo y eso lo veía muy lejano.
Saqué un libro y comencé a leer mentalmente hasta que comenzara la clase. Ignoré al resto por completo. Mi vista estaba clavada en las hojas mientras mis auriculares llenaban de música mis oídos.
No tenía interés en saber la imagen que tenían de mí ahora. Tampoco quería oír sus murmullos ensordecedores, la mayoría llenos de mentiras, de halagos, de admiración sin sentido porque humillé a un grupo de chicas frente a todo el instituto.
Como si fuera algo digno de admirar.
Pero sobretodo trataba de mantenerme ocupada y lo más distraída posible para cuando BamBam cruzara esa puerta junto a sus seguidores.
Así me mantuve hasta que comenzó la clase y me concentré en oír al profesor. No volteé a ver a BamBam en ningún momento, no necesitaba hacerlo para saber que estaba ahí, no le daría el gusto de ver su cara de satisfacción por haber lastimado a Chaeyoung. No lo haría. Tenía que controlarme y fingir que no estaba enterada de lo que había pasado, al menos por el momento.
Jungkook debía estar contándole todo el asunto al director.
Por un instante pensé que se había echado para atrás hasta que alguien llamó a la puerta. El profesor detuvo la clase y fue a abrir. Era Sowon, la presidenta del Consejo Estudiantil.
—Siento interrumpir la clase, maestro.
—No se preocupe. ¿Qué necesita?
—El director manda a llamar a los alumnos Bhuwakul, Wang y Kim Jong-in. Deben acompañarme a su oficina ahora mismo.
El profesor los llamó alzando la voz y por primera vez desde que entré al instituto miré a los ojos a BamBam. Aparentaba cierta sorpresa por el repentino llamado y ablandó su expresión al verme, antes de salir del aula seguido de los otros dos.
No volví a verlos durante el resto del día.
Narra Chaeyoung.
—Y pues esta es toda la tarea que dejaron hoy. ¿Chaeyoung? Chaeyoung, por favor di algo, no soporto verte así.
No quería hablar con nadie. Prefería permanecer sola y en silencio en mi cuarto a oír cualquier voz, incluyendo la de Dahyun.
Mi madre debió abrirle la puerta para que me alcanzara los apuntes y los deberes de la escuela. Escuché decirle a papá que salvo Dahyun no le abriría la puerta a nadie más que quisiera verme. Actuaba algo paranóica y no la culpo, también lo estaba yo.
—Bien, entiendo si no quieres hacerlo, no pretendo ser pesada. Sabes, también me han pasado un par de cosas, ¿quieres prestarme una oreja? Bueno, te lo contaré de todos modos. Ayer por la tarde fui a casa de Joy y le platiqué sobre lo que pasó. Quiso venir hoy pero le conté de las restricciones de tu madre. Ya me estoy yendo por las ramas. Ayer... No sé cómo terminamos hablando de crushes, creo que se dió cuenta que le gustas a Somi, el caso es que... como surgió el tema me atreví a preguntar si le gustaba alguien y me contestó que sí.
—¿Se lo dijiste? —Mascullé aludiendo a sus sentimientos por Joy.
—¡Lo sabía, me estabas escuchando! Ay, qué alivio oírte de nuevo. Ayer permaneciste callada y en serio me asusté mucho.
—¿Todo fue un verso?
—¿Qué? No. Lo que te conté es cierto. Lamentablemente.
—Te ves desilusionada.
—Porque lo estoy. Joy dijo que está interesada en una chica, en una "amiga".
—¿Tú?
—Eso pensé hasta que mencionó a Yeri, la de su club. Ugh... Qué frustrante, no tengo suerte con nadie. Siempre supe que Nayeon era demasiado inalcanzable para mí, pero Joy... Creí que la estaba conquistando, muy lentamente, claro, pero que lo estaba haciendo. En fin, forever alone dijo londra.
—Lo lamento.
¿Entonces me equivoqué? Hubiera jurado que había química entre ambas.
—Oh no, omite esa parte por favor, me hace sentir más patética. Por otro lado, me consuela verte mejor o al menos un poquitín.
"Mejor".
Sin contar el dolor físico, ni yo misma sabía cómo me sentía.
—Pensé que moriría.
—Realmente lo siento, Chaeyoung. Tuve que haberte acompañado, de haberlo hecho a lo mejor se hubiera evitado este fatídico desenlace. Me refiero a que entre las dos nos hubieramos defendido, no lo sé.
—El problema de BamBam es conmigo. Me hubieran seguido y golpeado de cualquier manera.
—Están locos.
Más que locos.
—¿Ya tomaste tu medicina? —Asentí a su pregunta— No te preocupes, te ayudaré con la tarea y con los trabajos. Supongo que te presentarás directamente a los exámenes finales.
—Mamá y papá ya fueron a hablar con el director. Mis inasistencias estarán justificadas hasta entonces. Para ser honesta el dolor más intenso lo siento en mi ojo —Izquierdo—. Mi pierna y mi estómago duelen también pero soy fuerte, me recuperaré muy pronto, estoy segura.
—Ese es el espíritu Chae. ¡Ánimo!
—Gracias, Dahyun. Uhm, quisiera hacerte una pregunta.
—Déjame adivinar: Mina.
—¿Hoy asistió a la escuela?
—Pues... La vi en un par de clases y ahora que lo mencionas, sucedió algo interesante hoy. Traté de evitar el tema pero creo que es ineludible si vamos a hablar de ella.
—¿Le pasó algo? —No olvidaba que estuvo en mi casa ayer y mucho menos sus palabras. Conociendo su lado vengativo probablemente planeaba hacer algo contra BamBam si es que no lo había ejecutado ya. Lo que menos deseaba era que se metiera en problemas por mi culpa así que esperaba estar equivocada.
—No, ella está bien. Es decir, la vi bastante tranquila aunque suene increíble, de hecho no hizo nada cuando BamBam entró al salón. Se ha alejado de sus amigos o ellos de ella, no lo sé. Lo curioso y llamativo fue que en medio de la primera clase la presidenta fue a buscar a BamBam, Jackson y a Kai de parte del director.
—¿Cómo?
—No me preguntes el motivo porque no tengo idea.
—Acaso... No, es imposible que el director se haya enterado. ¿Quién me encontró?
—Las negrorosa pero descártalas como opción, ellas no le irían con el chisme a nadie, no son así, es más, me advirtieron que no las involucrara en esto.
—Entonces no hay modo de que alguien más lo sepa además de Mina, Somi... —¡Somi!
—No creo, ella no conoce cómo fueron los hechos pero sospecha que tuvo que ver con Mina. Aun así no puedes dejar que todo quede en la nada, Chaeyoung. Tienes que decírselo a tus padres y a la policía.
—¿Y qué se supone que diga cuando me pregunten por qué me golpearon? Soy un desatre mintiendo y no puedo decirle a mis padres que... —Bajé la voz— ...que me gusta una chica. No estoy lista.
—Si no hubiera sido por Jennie, no sabemos en qué situación estarías ahora. ¿Te importa más la reacción de tus padres que poner en riesgo tu propia vida?
—Para ti es fácil decirlo, mis padres no son como los tuyos —Especialmente mi madre.
—No digo que sea fácil-
—¡Lo es para ti! Así como te resultó muy fácil darle mi dirección a Mina o peor aún, guiarla hasta mi casa. ¿Qué hubiera sucedido si en lugar de Suzy hubiese sido mi madre quien les abriera la puerta?
—No termino de entender por qué le tienes tanto miedo a tus padres.
—¡Baja la voz!
—¿Cómo estás convencida de que se lo tomarán a mal si te niegas a hablarlo?
—¡Conozco a mi madre! Y tú también. No pierde oportunidad de denigrar a los homosexuales, bisexuales, lo que sea, para ella todo eso está mal y si ella lo cree mi padre también lo hará.
Siempre fue así y siempre lo será.
Dahyun soltó un suspiro, diría que de resignación, y agarró su mochila.
—Mina estaba muy preocupada por ti. Ni siquiera le importó que Somi la abofeteara. Si la hubieras visto... Me pidió, prácticamente me rogó que le diera tu dirección para saber de ti. ¿Qué hubieras hecho tú en su lugar? Si la quieres no tengas miedo y lucha por ella.
—Dahyun...
—Lo siento si fui descuidada. Te veo mañana.
Supe que se había ido por el ruido de la puerta.
Carajo.
Tiene razón, sobre Mina y sobre mis padres.
¿Cuanto tiempo más viviré con este miedo?
Narra Mina.
Ya era viernes.
No esperaba mucho de este día pero ciertos indicios mostraban que algo importante sucedería.
Ni bien puse un pie dentro de la escuela pude escuchar a todos hablar por lo bajo. Todos murmuraban cosas en los casilleros pero no alcanzaba a distinguir las voces para enterarme de lo que estaba pasando.
Claramente esto tenía que ver con BamBam. Desde el miércoles no había rastro de él ni de sus amigos, no habían asistido al instituto el día anterior, ninguno de los tres. El equipo de fútbol estaba dispersado, algunos pálidos y otros actuando de manera distinta a la habitual, como unos "perdedores" más del montón.
Tampoco había recibido ningún tipo de llamada de parte de Jungkook, lo cual me produjo más intriga.
Mientras revisaba una vez más el registro de llamadas y chats de mi teléfono recibí un mensaje de Jungkook. Decía que me esperaba en el fondo del corredor del último piso.
No demoré en subir a su encuentro.
—Es bueno saber que no me bloqueaste.
—Habla.
—Se supone que debería estar solo así que seré muy breve. El director convocó a una junta en la sala de reuniones de directivos por el tema de las drogas. No quieren que se haga público y "dañe" la buena imagen del instituto así que lo resolverán a puertas cerradas.
—¿Quién te lo dijo?
—El entrenador. Nos sugirió no conversar con nadie hasta que se haya tomado una decisión y que actuemos lo mejor posible para dejar una buena impresión frente al Comité Educativo cuando nos llamen. Sospechan de todo el equipo, quieren saber si alguien distribuía o vendía drogas dentro de la escuela. Nos harán una revisación médica de ser necesario y lo sé porque mis padres son miembros del Consejo de Padres.
—Dijiste que no consumías nada raro.
—No lo hago. Verás, luego de soplarle el tema de BamBam el director mandó a revisar los vestuarios del equipo y claramente encontró algo sino no hubiera convocado a una reunión.
—Saldrás bien de esto.
—Eso espero. Bueno, creo que tengo más chances de salir limpio que el resto. Espero que al fin aceptes salir conmigo cuando este asunto acabe o al menos una cita por arriesgarme.
—Quizás te conceda una cita si esos bastardos reciben un buen castigo.
—Si lo dices por BamBam te aviso que es el más complicado. Te llamaré más tarde para darte información.
—Me enteraré de cualquier forma.
La campana no dejaba de sonar, por lo que me dirigí a clases.
Estaba enfocada en la explicación de la docente, sin embargo al encontrar la nota de Chaeyoung entre las hojas de mi cuaderno mis pensamientos cambiaron de rumbo.
Si bien ahora conocía su casa, no tenía el valor para mirarla a la cara. Sería una completa y maldita descarada si lo hiciera. Fue por mí que la golpearon para empezar, yo la orillé a esto y casi la orillo a algo peor.
Eso no significa que no quisiera verla, me moría por estar a su lado. Cuando me asegurara de que BamBam ya no representaría una amenaza la iría a visitar.
BamBam. Justo antes de finalizar la última clase oí a un par de chicos murmurar que lo habían visto recogiendo sus pertenencias acompañado de su padre.
No iba esconderme, no quería que quedara nada pendiente entre nosotros.
Saqué mi teléfono y le escribí.
Yo
Si lees esto, estaré detrás del edificio.
13:40
Llegué primero y al cabo de cinco minutos apareció por detrás.
—¿Estás feliz? —Tenía ojeras y el labio partido.
—¿Por qué lo estaría?
—Fuiste tú. Tú armaste todo... Le fuiste con mentiras al director.
—"Mentiras".
—Tienes razón, no lo son. "Son", qué tal, fue por ella, ¿no? ¿Cómo está? Me enteré que tuvo un accidente.
—No finjas, solo caes más bajo. Lo sé todo.
—¿Todo? Wow, qué bien. Entonces... ¿Sigue viva?
—Sí, lamento informarte.
—Luces bastante tranquila-
—¿Y tú?
—¿Yo qué?
—Estás actuando, te conozco lo suficiente para saber que sí.
—Tienes razón, me conoces. Y sí, estoy consumido por la ira ahora mismo, estoy furioso. Nos expusiste, ME EXPUSISTE y todo por esa estúpida lesbiana que no vale nada.
Infeliz.
—Atentaste contra su vida.
—¡LO HICE POR TI! Lo hice por ti. Tú me obligaste a hacerlo echándome de tu vida. Teníamos planes para después de la graduación, ¿lo recuerdas? Solías asentir a todo lo que decía, te hice mía, soy el único hombre con el que has estado. No lo entiendes, tú y yo tenemos que estar juntos.
No puede ser.
—Eres un... —¡...!— No vale la pena. Si estaba de acuerdo con tus juegos era por ser igual de malvados, niños mimados, tus planes siempre me dieron igual porque nunca te tomé en serio.
—Eso no es lo que solías decir.
—Qué pena que vivas en el pasado.
Llevó las manos a su cintura y bajó la cabeza. Su ceño se frunció y su labio inferior temblaba.
—Puede que tengas razón.
—No tenemos que estar juntos.
—Por ella.
—Por mí.
El silencio y un aire tenso se apoderaron de la situación.
—Me expulsaron del instituto. A los tres. No solo repetiré el año, mi padre me enviará a la escuela militar, dice que necesito disciplina. No dudo que este arreglando mi ingreso a la armada para prolongar mi estadía otros siete años más.
—BamBam...
No podía sentirme feliz y tampoco deseaba eso. Quería verlo sufrir y al mismo tiempo me compadecía de él.
Después de todo fueron cuatro años de nuestra adolescencia. Cuatro años juntos.
—Sí, yo me lo busqué —Nunca lo vi tan abatido y ahora era todo lo que reflejaba.
—Te lo advertí. Te advertí que no te acercaras a Chaeyoung y la golpeaste por segunda vez. ¿De no ser por Jennie de verdad la hubieran matado? Si así hubiera sido ahora estarían en prisión. ¿Eres consciente de eso?
—¿Me odias?
—Estamos hablando de lo que hiciste.
—Responde, es lo último que te pido.
—Sí, te odio. Mañana te odiaré también y pasado y los días posteriores. Eso es lo que siento ahora.
A estas alturas no estaba segura si esas palabras eran para él o para mí.
—Cuando eras mi novia... —Su voz sonaba a nostalgia— Solo quiero volver a esos días.
—Ya pasaron.
—Lo sé.
No esperaba esa respuesta. Aun así me dejaba cierta sensación de alivio que lo asimilara.
Finalmente se dió la vuelta y sentí un ardor en mis ojos.
—Lo siento —Susurró antes de irse.
Eso era suficiente.
Sí, lo era.
Cualquier clase de relación que hubiera quedado entre nosotros tras nuestra ruptura, ya no existía más.
No volvería a saber de él por un largo tiempo.
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