Capítulo 44
Narra Chaeyoung.
—¿¡A-a dónde me llevan!? —Cuestioné completamente asustada pero ninguno de los tres me repondía. Kai y Jackson solo reían entre sí, sujetándome de los brazos en el asiento trasero y BamBam conducía como loco— ¡¿Acaso van a secuestrarme?! ¡Están dementes! ¡Déjenme ir!
—¡Cállate! Pronto sabrás a dónde vamos. Aprenderás a no meterte con nosotros —Las palabras de Jackson no hicieron más que alarmarme.
—¿P-Por qué... Por qué hacen esto?
—No debiste besar a mi chica, Son —dijo BamBam—. No debiste hacerlo —Maldición, nos vió.
—B-Ba...m
Tenía que pensar en algo urgentemente antes de que llegaran a donde sea que tuvieran pensado llevarme. Por supuesto que esto no era un paseo, sus gestos, ojos y expresiones evidenciaban que estaban bajo los efectos de algún estimulante, y si no hacía algo ya mismo no podía imaginar de qué serían capaces, principalmente BamBam.
—Espero que lo hayas disfrutado porque ese fue tú último beso en este mundo —JODER.
No esperé un milagro y pateé con fuerza el asiento del conductor provocando que BamBam frenara abruptamente. Aproveché el impacto para agarrar el pequeño matafuegos que vi debajo del asiento de BamBam y golpeé a Jackson en la cara. Tras conseguir abrir la puerta y salir del vehículo empecé a correr como alma que lleva el diablo, literalmente para salvar mi vida.
—¡Agárrenla! ¡ Ven aquí maldita rata! —Volteé ligeramente y vi a Jackson y a Kai asomados por las ventanas mientras me seguían con el auto.
—¡¡¡Socorrooo!!! —Desafortunadamente las calles estaban vacías, no había nadie a quien pudiera pedir ayuda.
Seguí corriendo como si vida depe... No, realmente mi vida dependía de ello. No tenía idea adónde me dirigía pero no me detuve por nada del mundo.
—¡Detente o será peor para ti!
Mis piernas siguieron moviéndose a toda velocidad hasta que por fortuna los perdí de vista gracias a un camión de residuos que les estropeó el camino. Aun así me metí a un callejón y me escondí detrás de unos botes de basura. Me mantuve ahí unos segundos hasta que recuperé un poco de aire y salí de mi escondite.
Grave error.
—¡Aquí está! —Exoplón.
Traté de eludirlo y huir pero me jaló del cabello y me tiró al suelo. Me levanté a rastras para correr hacia la dirección opuesta pero fue inútil, era un callejón sin salida. Estaba perdida.
—Te felicito, eres veloz —BamBam—. Pero como dice el dicho, "puedes correr pero no escapar".
Escuché sus pasos cada vez más cerca. Al girar agitadamente una ola de terror me asedió por completo. Carajo. Me tenían literalmente acorralada pero eso no era todo, cada uno traía un bate consigo.
—B-BamBam, po-podemos hab-blarlo...
—Sabes, después del fútbol nuestro deporte favorito es el baseball.
—¡Basta! Por favor —Mi respiración volvió a irregularizarse.
—¿Basta? Jaja, ¿tanto miedo me tienes? Haces bien. Porque pienso darte la paliza de tu vida —Tras decir eso sentí su puño en mi estómago. Caí de rodillas quejándome del dolor—. ¡Levántate maldito gusano! —Me obligó a ponerme de pie tirando de mi cabello otra vez.
—Ah, por favor, detente.
—¿Creíste que te saldrías con la tuya? Que le irías con el cuento a Mina, que la pondrías en mi contra, que volverían a estar juntas y que serían felices? ¡Que la besarías sin ninguna consecuencia! ¡Nadie besa a mi novia sin que lo destroce por eso!
—¡Mina ya no es tu novia!
—¡¡¡Gracias a ti!!! —Me empujó contra la pared— TE ODIO. Si no fuera por ti, Mina y yo seguiríamos juntos como debe ser. No debiste andar con ella pero lo hiciste y te perdoné una vez. Te advertí que no te quería cerca de ella pero insistes e insistes en desacatarme, te gusta desafiarme.
—No...
—¡SÍ! No te bastó con que te haya roto la cara una vez, quieres que te mate. ¡MALDITA SEA! ¡Finalmente había conseguido volver con Mina y TÚ LO ARRUINASTE TODO! ¡ERES UN MALDITO ESTORBO QUE ARRUINA TODO! —Dos golpes seguidos impactaron contra mi ojo izquierdo y una patada en el mismo lugar. El dolor era insoportable así que empecé a llorar— ¡¡¡CÁLLATE!!! —Me obligó nuevamente a levantarme.
—Por favor, te lo ruego, detente.
—Te mataré.
—¡Noo!
—Te mataré. Romperé todos tus huesos como la basura inútil que eres. Si Mina no quiere estar conmigo tampoco estará contigo. Jaja, pero antes de matarte te diré por qué te odia tanto; por mí, yo lo hice. YO LO PLANEÉ TODO PEDAZO DE MIERDA. No fue tan difícil, yo conozco a Mina como nadie más. Solo tuve que ganarme algo de su confianza y convencerla de que le pagaste a ese nerd para que se acostara con ella. El resto lo hiciste tú sola. Pero lo arruinaste y por eso te mataré.
—¿Q-Qué? —Susurré y acto seguido escuché que le dijo a Jackson que fuera el primero. No entendí a qué se refería hasta que sentí que me partían el brazo derecho. El bate— ¡Ah!
—Sigues tú, Kai.
—No lo haré. Pensé que solamente le daríamos un susto.
—¿Vas a desobedecerme?
—Nada de eso-
—¡¡¡Soy el capitán, imbécil!!! ¡Si no me obedeces estás fuera del juego! ¡¡¡Si nadie se mete contigo me lo debes a mí!!! ¡¡¡Golpéala!!!
No podía ver qué pasaba, mis ojos dolían mucho y la vista de mi ojo ileso empezaba a distorsionarse, sin contar que no dejaba de temblar. Escuché a BamBam gritarle un par de cosas más a Kai y ruidos de golpes.
—Muy bien, es mi turno —dijo antes de que me torciera la pierna con el bate.
—¡Basta, te lo ruego! —Ignoró mis alaridos y me propinó una patada en el estómago.
Me retorcí en el suelo sintiendo el sabor a sangre en mi garganta.
¿Realmente voy a morir?
Mina...
Narra Mina.
No pude dormir en toda la noche pensando en todo lo ocurrido el día anterior. Durante la madrugada, mientras probablemente todo el vencindario dormía, mi mente divagaba en Chaeyoung, en mí, en nosotras y en el beso, del cual si bien en un principio me sentí feliz luego me di cuenta que no era merecedora de tal. No después de mi pleito con las animadoras, de lo que le dije a Yeji, lo cual me estaba carcomiendo por dentro. Aun así no pude abstenerme de sentirme dichosa de haber probado esos perfectos labios.
No debería, pero la añoraba. Desde que amaneció y vino a mi mente el recuerdo de nuestros besos me di cuenta de cuánto la añoraba.
Luego recordé que hoy tendría un exámen y me arrepentí por haber trasnochado. Esperaba haber leído lo suficiente para aprobar.
Me alisté perezosamente y bajé a desayunar. No tenía hambre pero no quería poner en evidencia mi deplorable estado de ánimo delante de mis padres, no después de que mi padre me vió llorar por Chaeyoung, así que fingí como lo estuve haciendo los últimos meses y actué "normalmente" delante de ellos.
Caminé lento para llegar puntual al instituto y fue peor. Por más que quisiera no podía quitarme de la cabeza a Chaeyoung. De pronto recordé sus palabras y reí por lo bajo.
¿De verdad me quieres, Chaeyoung?
No, no lo creo.
Dentro de la escuela me encontré solo un par de personas en los casilleros.
No había señal de Nayeon ni de Mark, tampoco había recibido llamadas o mensajes suyos así que supuse que seguían molestos conmigo.
"Genial".
Sacaba unos apuntes de mi casillero cuando oí unos fuertes pasos a lo lejos. No le di importancia y seguí en lo mío.
—¡Espera Somi, detente! —Lo que faltaba. No hacía falta mirar para saber que eran Kim y...— ¡Somi, no!
—¡Myoui! —Apenas giré un poco cuando recibí una cachetada.
—Qué mierda... —Eso no me lo vi venir— ¡Qué carajo crees que-
—¿Estás satisfecha? —¿Eh?— Espero que sí.
—¿De qué-
—¡Por tu culpa! ¡Por tu culpa casi matan a Chaeyoung! ¡Alguien la molió a golpes y casi acaba con su vida!
¿QUÉ?
—Estoy segura que tuvo que ver contigo.
¿Golpearon a Chaeyoung?
—No, no puede ser —Miré a Kim y ella tenía el ceño fruncido y los puños apretados.
—Eres despreciable. Sabía que a Chaeyoung no le convenía estar cerca de ti, ¡solo le causas problemas y encima haces que se sienta culpable por ello!
—¿Es verdad lo que dice? —Interrogué a Kim— ¿Golpearon a Chaeyoung? ¡¿Es verdad?!
—Sí. Lo es —Respondió—. Ayer Chaeyoung fue la primera en salir del gimnacio y aunque no lo dijo sé que fue para esperarte fuera del establecimiento. Pensé que se había encontrado contigo, por eso no la llamé. Co-como una o dos horas después recibí una llamada suya pero quien habló fue-fue Jennie, dijo que habían encontrado a Chaeyoung. Le avisé a sus padres y-
—¿Dónde está su casa? —Me empezaba a impacientar.
—Pues...
—Dame su dirección.
—Ahm...
—¡Su dirección!
—No te preocupes, no está t-taaan gra... La doctora dijo que le darían medicamentos y que hoy le darían el alta, ya ves...
—¡¿Pasó la noche en el hospital?! —Mi cerebro hizo cortocircuito— ¡¿Y dices que no está grave?! ¡¡¡Dónde carajos está Chaeyoung!!! —Empecé a sacudirla para que hablara.
—¡No tienes derecho a exigir nada! ¡Ni siquiera mereces saber cómo está! —Jeon se interpuso pero mi vista siguió fija en Kim— Todo esto tu culpa, tú eres la principal responsable de lo que le pasó. Que te quede claro que si llega a pasarle algo más a Chaeyoung te las verás conmigo, no permitiré que sigas jugando con ella y con su salud a tu antojo.
—Dahyun ¿dónde está? —Mi voz empezó a temblar de la desesperación.
—En el hospital del Centro. Pero...
No escuché el resto y me eché a correr en dirección a la salida. En mi mente solo estaba Chaeyoung, no me importaba nada más. Para mi mala suerte, justo cuando estaba a unos metros de la salida, el director apareció frente a mí.
¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!
Mi respiración se agitaba más y más con cada segundo.
—Alumna, ¿qué cree que está haciendo? Sabe que está prohibido correr por los pasillos.
—Lo siento —Maldición.
—¿Adónde se dirige? Las aulas están del otro lado. Vaya a su aula ahora mismo o le haré un acta por deambular en horario de clases.
Solo asentí, conteniendo mis enormes ganas de insultarlo, e hice una corta reverencia antes de regresar.
¡¡¡HIJO DE P***!!!
No presté atención en toda la clase, mi cabeza iba a estallar en cualquier instante si no recibía alguna noticia sobre el estado de salud de Chaeyoung.
Jennie.
Kim dijo que fue Jennie quien encontró a mi Chaeyoung, ella debía saber más al respecto.
Al sonar el timbre corrí a buscarla.
—Jennie —La llamé dirigiéndome a las gradas, donde estaba sentada junto a sus amigas.
—Ya te estabas tardando.
—Dime qué le pasó a Chaeyoung. Necesito saberlo ya.
—¿Qué te dijo exactamente Kim?
—Que le dieron una golpiza a Chaeyoung y que fuiste tú quien la encontró, algo así, yo... yo no entiendo con claridad que está pasando, no sé cómo está, dónde está, me urge que alguien me explique...
—Oye-
—¡Por favor!
—A ver...
—Yo te explico —habló Lisa—. Para empezar, Jennie no estaba sola, nosotras y unos amigos más estábamos con ella. Andábamos por ahí cuando escuchamos gritos proviniendo de un callejón, nos acercamos y vimos a... ¿Cómo se llama? Ah sí, Cha... eyoung?
—En resumidas cuentas —Continuó Jisoo— , echamos a patadas a esos tarados por invadir nuestro territorio y le salvamos el pellejo a esa chica. Vimos que traía su teléfono consigo así que le marcamos a su amiga para que vinieran por ella. Y para evitar confusiones y problemas innecesarios le dijimos que no nos mencione en este asunto. Tú tampoco deberías hacerlo.
—¿Saben quienés fueron?
No me respondió, en su lugar miró a Jennie.
—¿Quién fue? —Le pregunté directamente a Jennie.
—Sabes quién fue —Se puso de pie—. No te engañes, sabes perfectamente quién fue. Solo que esta vez fue en compañía de sus amigos.
¿B...
No, no puede ser.
Esto no puede estar pasando otra vez.
Imposible.
¡No!
—Hey —Oí a Jennie a mis espaldas—. Estará bien.
—Lo creeré cuando la vea yo misma.
Los minutos se volvieron horas y mis nervios iban a romperse si no salía de allí lo antes posible.
No pude concentrarme en el examen, mi mente estaba rayada, me sentía demasiado inquieta e insegura, me costaba respirar.
Al terminar la jornada fui corriendo a buscar a Kim.
—Tienes que darme la dirección de Chaeyoung.
—Yo... no puedo.
—¿No puedes o no quieres?
—No es eso, no lo entiendes, esto no tiene que ver contigo. Chae me odiará si-
—Ayer dijo que me quería y ahora resulta que te prohibió decirme dónde vive. Entonces sí hablaste con ella, ¿está enfadada conmigo? ¿No quiere verme?
—¿Qué? No, no es así. Espera, ¿ella dijo que te quiere? Ya era hora.
—ES URGENTE.
—¡Está bien, está bien! Te llevaré a su casa. Por cierto, no sé si Jennie te contó lo que sucedió en detalle. Chaeyoung es mi mejor amiga y yo no estuve ahí para ayudarla, pero sí estuve con ella ayer cuando BamBam la amenazó en los casilleros. Estaba tan furioso con Chae por haberlo delatado, dijo que si no arreglaba su relación contigo lo iba a lamentar. Estoy segura de que fue él.
—No. No es posible. BamBam es un imbécil pero-
—Mina, ya la golpeó una vez para frustrar la primera cita de ambas, la misma Chaeyoung te lo contó y si no lo hizo antes fue por temor. ¿Cómo puedes no creerlo?
—Sí le creo, es solo que él jamás ha sido...
—Incluso ayer habló de deshacerse de ella.
—Repito, BamBam es un imbécil pero lo conozco desde hace-
—¡Él se droga! No sé qué tipo de sustancia consuma pero según me contó Chaeyoung aquella vez, BamBam estaba muy descontrolado y violento, dijo que sus ojos tenían otro color y... que nunca lo había visto así. Y ahora le pasa esto.
Mierda.
—Dahyun —Giré y... otra vez esa.
Decidí cortar con la plática y seguir a Kim en silencio.
En el camino me quedé pensando en lo que dijo.
Más tarde por fin nos hallábamos frente a la tan "misteriosa" casa de Chaeyoung; Kim, la "amiga" de Chae y yo. No era momento para mis celos pero no podía evitarlo.
Por fin sabía dónde vivía Chaeyoung, me sentía la persona más patética del mundo. En realidad pude haberlo averiguado hace mucho tiempo pero siempre preferí y esperé que fuese ella misma quien me lo dijera. No quería verme como una tonta fan acosadora persiguiendo a su ídola.
—Muy bien, t-tocaré el timbre —Avisó Kim aunque lo único que hacía era aproximar su dedo índice al botón del pequeño aparato y retroceder, una y otra vez. De hecho desde hace rato notaba algo extraño en su actitud, estaba nerviosa y no dejaba de transpirar.
—Eso dijiste hace treinta segundos —No tenía idea de qué le pasaba pero mi paciencia se agotó así que toqué el maldito timbre de una vez.
La puerta se abrió y una mujer se asomó por esta.
—Sí, ¿qué necesitan? Oh, ¿Dahyun? Cuánto tiempo sin verte.
—¿Suzy? —Parecía más relajada— Wow... ¡Suzy! —Se abrazaron— ¿Qué haces por aquí?
—Pues... Pasen primero, les prepararé té —No tenía tiempo para esto.
Pasamos al recibidor y lo primero que hice fue buscar con la mirada algo que me llevara a Chaeyoung.
—Ehm, ¿y dónde están...?
—¿Y Chaeyoung? —Interrogamos al unísono Jeon y yo. Nos miramos con rivalidad y volvimos la vista al frente.
—Por cierto, ellas son Somi y Mina.
—Mucho gusto, soy Suzy, la prima de Chaeyoung —Su semblante cambió de repente a uno serio—. Chae-
—¿YLOSPADRESDECHAEYOUNG? E-Es decir ¿¿¿D-Dónde están??? —De verdad no entendía qué le ocurría a Kim, no hacía más que contagiarme su inquietud.
—¿DÓNDE ESTÁ CHAEYOUNG? —Volví a preguntar a la par de Jeon— ¿SIGUE EN EL HOSPITAL? —Mierda.
—¿E-Estan aaquií?
—¿Qué les pasa? Tranquilícense. Entiendo su preocupación, yo también lo estoy, pero necesitan calmarse un poco —Cómo—. Chaeyoung está descansando, ¿okay? Mis tíos me dejaron a su cuidado hasta su regreso. Ellos fueron a la estación de policía ni bien llegaron del hospital. Creen que fue un intento de secuestro. De hecho se supone que ustedes no deberían estar aquí, me prohibieron abrir la puerta, sin importar de quién se trate. Están muy descolocados con lo acontecido, en especial mi tía, tanto que incluso firmaron los papeles para sacarla antes del hospital.
—¿Chae está en su cuarto? —pregunté.
—Sí, pero... —No me hizo falta saber más y subí las escaleras. Afortunadamente no fue difícil encontrar su habitación, tenía el sticker de una fresa sonriendo pegado en la puerta. Sujeté el pomo y empujé despacio.
Y la vi.
Chaeyoung.
El solo verla me devolvía un poco de alivio.
Estaba recostada en su cama, con la vista un poco inclinada hacia la pared. Me acerqué lentamente sin hacer ruido y vi que su pierna izquierda estaba enyesada y su brazo derecho tenía un gran moretón. Me detuve en él varios segundos mientras mi respiración se entrecortaba. Cuando moví mi vista a su rostro...
"Tú y yo TER-MI-NA-MOS para siempre..."
"Entonces es definitivo."
—Fue BamBam, ¿cierto? Fue él.
Ella se mantuvo en silencio con su ojo derecho entrecerrado mirando algún punto fijo en la pared. El otro estaba destrozado.
—Chaeyoung —Me agaché para estar a su altura pero ella no me respondió, parecía estar en otro mundo—. Chae... —Una lágrima rodó por su mejilla y me sentí morir.
Odiaba esta imágen, odiaba esa lágrima, odiaba que no me hablara y odiaba no poder hacer nada para cambiarlo.
Acaricié su mejilla y quité con la manga de mi camisa todo rastro de humedad. No me importaban mis lágrimas, me importaba mi pequeño tigre.
—No volverá a hacerte daño, lo prometo.
Me erguí y al darme vuelta kim y Somi nos observaban desde la puerta. No medié palabra y salí del cuarto. Tenía una promesa que cumplir.
Mi estómago se revolvía mientras bajaba apresuradamente las escaleras.
Al salir de allí una ira asesina se apoderó de mí por completo. Me eché a correr con todas mis fuerzas en busca de ese malnacido. Quería asesinarlo con mis propias manos, deseaba verlo sufrir.
"Aceptaste ser mi novia pero sigues rechazando salir conmigo. No es así como funcionan las cosas. Al menos no para mí. Si soy buena contigo tú debes serlo conmigo."
¡¿Quién eres?!
"Dime Chaeyoung, ¿conoces a la persona que te golpeó? ¿Es del instituto?"
"¡No! Ya te dije que me asaltaron. Yo me resistí y me golpearon."
¡¡¡BAMBAAAAM!!!
"Estaba furioso con Chae por haberlo delatado con la golpiza de su primera cita. Dijo que si no arreglaba su relación contigo lo iba a lamentar."
"Incluso ayer habló de deshacerse de ella."
¡¡¡TE ODIO!!! ¡¡¡TE ODIO!!! ¡¡¡TE ODIO!!! ¡¡¡ME LAS PAGARÁS!!!
"Yo también te qu-quiero, M-Mina."
"...La misma Chaeyoung te lo dijo...¿Cómo puedes no creerlo?"
Quiero creerlo pero... es demasiado hermoso para ser verdad.
Demasiado.
"¡Por tu culpa! ¡Por tu culpa casi matan a Chaeyoung!"
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