Capítulo 43
Narra Mina.
—Okay. Voy a resolver esto de una vez por todas.
Maldita Somi.
Maldita Chaeyoung.
¿Por que tenía que sonreírle de esa forma?
¿Por qué a ella?
¿Por qué era amable con todo el mundo excepto conmigo?
Jalé mi mochila con brusquedad e hice a un lado a Mark.
Ni siquiera volteé a esas dos y salí del aula.
—¡Mina! —Me llamaron pero hice oídos sordos.
No me importaba.
Ya no.
Primero se besaban en una fiesta delante de toda la maldita escuela y ahora aparecían como toda una parejita feliz sonriéndose bobamente, dándose regalitos y demás porquerías.
¡¡¡Hijas de @#$%******************************!!!
No, no es suficiente.
¡¡¡¡¡@#$#$^&********************************************************************!!!
¡¡¡Ahhh!!! ¡¡¡Las odio!!!
—¡Mina! —Me sujetó del brazo pero me solté enseguida aumentando la velocidad en dirección a la cafetería— ¡Mina, por favor detente! —No le hice caso. No quería verla ni mucho menos hablar con ella.
Tenía un hueco en el corazón y dolía. Por su culpa. Y lo peor era que no podía llenarlo con falsas ilusiones porque mi parte racional me decía que no era lo correcto, que no era sano.
Aun así mi furia...
—¡MINA! —Frené de golpe para enfrentarla.
—¡¡¡¿Qué mierda tienes para decir?!!!
—Mina.
—¡¡¡Habla Son, habla de un puta vez!!!
—¿P-por qué...?
—¡¿Por qué qué?!
—¿Qué te sucede? Creí que después de nuestra charla en la fiesta-
¡Já!
—¡No me jodas Son! ¡Vete con tu noviecita, la zorra esa!
—Oye, no entiendo nada de-
—¡¿Tan estúpida me crees?! ¡Porque no nací ayer idiota, así que no subestimes mi inteligencia, perdedora!
—¡Deja de insultarme! ¡Y a Somi también!
—Eso, bravo, defiéndela, ¡sé una buena noviecita y defiéndela!
—¡Somi no es mi novia! Si es por el beso, ella estaba bebida al igual que tú, no fue culpa de nadie. No debí ir a esa fiesta, ese fue mi error y lo lamento mucho, te lo aclaré esa misma noche. No entiendo por qué actúas así.
—No me importa lo que digas. ¿Porque estaba ebria pensabas que me iba a tragar tus mentiras? Qué mal Son, las cosas no te salieron bien.
—¡No son mentiras!
—¡¡¡Sí lo son!!!
—¿O sea que tampoco crees en la golpiza que me dió BamBam? ¿Sigues con ese patán a pesar de que te conté que casi me mata? ¡¿No te importa que casi haya acabado conmigo?!
Su mirada reflejaba desconcierto y enojo.
Qué descarada.
¿Por qué cree que puede seguir jugando conmigo?
Sí dejé a BamBam, porque creí en Chaeyoung hasta que él mismo terminó reconociéndolo si mal después lo negó otra vez. Eso me desesperaba. Creer en Chaeyoung me desesperaba, porque era una arma de doble filo para mi conciencia.
—¿Por qué te inquieta tanto que no te crea? Vete con ella y déjame en paz.
—Pero Mina...
No quería escucharla así que reanudé mi rumbo.
No necesitaba saber lo que sentía o no por otra chica. Con saber que no me quería a mí era suficiente.
Y yo...
¿Si yo no la quiero por qué duele que ella no lo haga?
Já.
Imbécil.
¡Imbécil!
¡¡¡Imbécil!!!
¡¡¡IMBÉCIIIIIIIIIIIIIIIIL!!!
¿Si siempre te ha rechazado cómo puede quererte justo ahora?
¡¿Si siempre le has hecho la vida imposible cómo puedes quererla justo ahora?!
Ella no me quiere y yo no la quiero. Pero mi corazón intenta decirme otra cosa, algo que no puedo descifrar y me frustra hasta más no poder, me enfada como nada en este mundo.
—¡Mina! —Mark. Obviamente él y Nayeon me estaban siguiendo— ¡Espéranos!
No lo hice. No había tiempo. Me sentía exactamente como una niña encaprichada a punto de hacer el berrinche más grande de su vida.
Sí, eso era.
Un capricho, un jodido capricho.
UN
MALDITO
P*TO
JODIDO
CAPRICHO
DE
MIERDA.
Luego de semanas hoy volvería a almorzar en la cafetería, en mi mesa y la de mis amigos.
—Largo —Le exigí a Yeji y a su grupo de taradas sacándolas de su rídicula conversación sin sentido.
—¿Me hablas a mí? —Además de tarada, sorda.
—¿Hay alguna otra zorra inmunda por aquí aparte de ti? Es decir, tus amigas también lo son pero esta vez te hablo a ti.
—Já, ¿es en serio? ¡Jajaja! —Carcajeó como idiota. Las otras la imitaron— Qué buen chiste. Ahora puedes volver a la realidad e irte a almorzar al baño.
—O con BamBam ya que te está haciendo el favor gratis —Reí divertida ante el comentario de Lia.
—También puedes irte con el inútil de Yugyeom aunque no te será de mucha ayuda —Ahora Yuna, "genial".
—¿Qué hay de Son? —Faltaba la entometida de Ryujin— ¿No regresaste con ella o ya te aburriste de ser patética? Nunca entenderé la relación de ustedes dos porque es como si todavía siguieran juntas pero al mismo tiempo cada una hace lo que da la gana, ella con la chica nueva y tú con BamBam o con quien se te cruce —"Qué graciosa"—. A propósito, ¿te gustó cómo saliste en las fotos del periódico? Había poca luz pero conseguí buenas tomas. Chaeryeong opina que se ven borrosas pero para mí salieron excelentes. Claro que con el contexto es mucho mejor, ups.
Esperaba que Chaeryeong también dijera su parte pero solamente se miró las uñas.
Todos y todas en la cafetería se enfocaron en nosotras y yo lo estaba gozando por dentro.
—¿Ya terminaron su acting de barbies baratas? Okay, a ver, en primer lugar ya lo hice, ya volví a la realidad. Por eso mismo hoy comeré mi maldito almuerzo aquí y ustedes perras cualquieras, si aprecian sus vidas, se irán por donde llegaron a menos que quieran que esto termine mal. Segundo, BamBam ya es historia. Tercero, no me rebajes a tu nivel Yuna, solo tú te arrastras por ese bueno para nada. Y tú Ryujin... Já, tienes razón, ya me aburrí de verme tan miserable y ustedes harían bien siguiendo mi ejemplo. Con respecto a las fotos tambien es cierto, salí divina como siempre, soy una fvckin diosa del carajo. Entonces qué, ¿se largan por las buenas o por las malas? Agradezcan que les estoy dando opciones.
—Cuidado, no quieras pasarte de la raya —Lia se paró de la silla al mismo tiempo que las otras pero no me sentí ni un poco intimidada, al contrario, me hallaba en éxtasis.
Sabía que Nayeon y Mark seguían detrás de mí aunque se mantuvieran callados. Estaba al tanto de que no dirían nada, Nayeon estaba decaída por el tema de su ex y Mark sabía que esto tenía más que ver conmigo que con ellos.
—Ustedes fueron quienes cruzaron la raya. Se los diré una vez más, lárguense de mi vista. Es una orden.
—Jajaja, ¿una orden? Si quieres esta mesa de vuelta pídelo de rodillas loser y si no-
Antes de que pudiera terminar le arrojé el almuerzo en la cara dejándola absorta. Proseguí a embarrarle la ropa con la charola, sin apuro, hasta dejarla caer en el suelo, sus amigas no reaccionaron.
Di cuenta de la mirada reprobadora de la cocinera y antes de que dijera una palabra le apunte con el índice.
—¡Usted no diga nada o haré que la despidan! —Amenacé y, como siempre, el barullo no se hizo esperar. Algunos incluso cerraron las puertas de la cafetería.
Montón de inútiles.
—Mina, para-
—¡Déjame, Nayeon! —La aparté.
Esto no es nada.
—¡¡¡Ahhh!!! —Al fin, ya se estaba tardando en reaccionar la estúpida esa— ¡¡¡Hija de p*ta, mi cabello!!! ¡¡¡Maldita!!!
—Já, ¿te crees muy mala por lanzarle comida a Lia? Ella no es como tú, ridícula.
—Te equivocas Yeji, eso es insignificante.
—Nos odias ¿no es así? Mosca muerta —¡SÍ, LAS ODIO!
Bufé.
—Ustedes cinco —Apreté los dientes llena de rabia— , ustedes cinco fueron las primeras en enterarse que Chaeyoung y yo habíamos terminado. Mi autoestima estaba por los suelos y ustedes sacaron provecho de la situación para hacerme la vida imposible aquí y hacerse las reinas —Sí, todo esto es su culpa, absolutamente todo es culpa de ellas, siempre es su culpa—. Pero lamento informarles que eso acabó. Mi grupo y yo siempre mandamos y mandaremos en esta jodida escuela.
—Qué divertido, queriendo recuperar el centro de atención niña de papi.
—Perra envidiosa. Nunca serás igual a mí por mucho que lo desees.
—¡Yo no te tengo envidia! Soy mejor que tú en todos los aspectos. Soy más hermosa, todos me aman, soy perfecta, incluso mi familia lo es, mi vida es perfecta-
—No me jodas. ¿Perfecta? —¿Acaso es el día de los inocentes?— ¿Familia perfecta? ¿Vida perf... What? ¡Jaja! Wowowo... ¡Oigan todos! —Acaparé la completa atención del resto— Quiero contarles algo sobre nuestra "princesita Yeji" aquí presente. No sé si ya lo sabías pero... Bueno, igual te lo diré y si no sabías te enterarás ahora de todos modos. Hace aproximadamente dos meses fui con mis amigos al cine de noche. Nada fuera de lo común. Lo interesante ocurrió al regresar. Vimos a tu padre con su secretaria entrando a un motel —Aproveché el silencio de todos y proseguí—. O sea, según tengo entendido tu madre usa audífonos porque tiene problemas de audición. Vaya, "astucia" de tu padre para sobrellevar su matrimonio.
—Mientes.
—Incrédula. Todos sabemos de su empresa y que es un hombre de negocios que solo viaja. Me pregunto cuántas amantes tendrá a espaldas de tu madre, a cuántas se cojerá en su propia casa.
—¡C-cállate! ¡No es verdad! —Detecté miedo e inseguridad en su voz. Ojeó rápidamente a nuestro alrededor y percibí absoluta vergüenza en sus ojos— ¡Estás mintiendo!
—¿Desde hace cuánto le será infiel? —Las palabras salían de mi boca como si estuviera en modo automático— Yo en tu lugar sospecharía de si soy o no hija de mi madre, porque a lo mejor ni lo eres, puede que seas hija de una de las tantas mujerzuelas de tu padre, puede que te haya concebido con una meretriz.
—¡¡¡Cierra la boca!!! —Exclamó antes de intentar golpearme pero la sujeté del brazo. Mis palabras le dolieron, lo sé.
—No te preocupes Yeji, no te sientas avergonzada, nadie te está juzgando —Sus amigas nada más se miraban entre ellas—. Es más, deberías verle el lado positivo a todo esto, yo siempre quise tener un hermano y tú a lo mejor lo tengas algún día. Será un bastardo hijo de p*ta como tú pero será tu hermano.
—¡¡¡Cállate!!! ¡¡¡Cállate!!! ¡¡¡Cállate!!! —Su expresión cambió a una de completa desesperación, le jodía el ser expuesta y era evidente que no sabía manejarlo— ¡¡¡Tú no sabes nada de mi padre!!!
—En el fondo sabes que es cierto —Sonreí cínicamenete— , espera, no me digas que... ¿Ya lo sabías? ¿Y no haces nada? ¿Estabas al tanto de lo que hace tu padre y aun así permites que le meta cuernos a tu pobre madre? ¡Wow! jaja, pero eres igual de hija de p*ta que él.
—No... —Yeji se cubrió la cara y se escucharon sollozos.
—Ahí tienes tu maldita familia feliz —Escupí con veneno. Luego tomé una bebida de la mesa y se la vertí en la cabeza—. Mírate, sigues siendo la misma chiquilla a la que bulleaba —Algo anda mal—. Por eso te hiciste animadora ¿no? Para que te dejara en paz y subir unos escalones arriba y funcionó... hasta ahora —Esto...—. Qué lástima que te hayas metido conmigo, ahora volverás a ser la inmunda perdedora que solías ser. No lo repetiré, fuera de aquí per-de-do-ra —...no se siente bien.
Extrañamente no lograba sentir ni una pizca de satisfacción y la última sílaba fue como un disparo a mi inminente y completa...
Podía oírme a mí misma desde alguna parte de mi corazón y entonces conectaba con una parte mi cerebro y venía a mi cabeza...
No. Imposible, yo no soy así.
—Te aborrezco —Yeji...—. Tú fuiste quien empezó todo esto y ahora... ¿te crees con el derecho de tan siquiera defenderte? —Perdí la voz— Yo solo quería saber que tan satisfactorio y placentero era joderle la vida al otro —No lo es—. Quería saber por qué te divertía tanto hacerlo, quería conocer esas razones —¿Razones?— , quería entenderlo. Ahora lo sé. Se siente maravilloso, poderoso, ¿no es genial? —No...— La verdadera lástima es que ninguno de los chicos y chicas a los que les hacías bullying podrá saberlo —Por favor...— , ninguno de ellos tendrá jamás una respuesta. Ganaste, Myoui —Lo siento.
Cerré mis ojos como si ella hubiera podido leer mi mi último pensamiento.
No he ganado nada.
Ni Yeji ni las demás dijeron algo más. Solo oí sus pasos mientras se retiraban. Yo seguía en mi trance, en mi tira y afloja de pensamientos.
De la nada sentí un derrumbe en mi cabeza.
—¿Qué fue eso? —¿Mark?
—Te pasaste Mina. No tenías que meterte con su familia.
—Nayeon-
—No, no la defiendo. Ellas se merecían que le dieramos su merecido pero no así. Sabes que mis padres están divorciados y... y no es nada lindo que se metan con tu familia, incluso si se trata de una pelea.
—Es más que eso.
—Para ti.
—¡Como sea! Resolví las cosas como tanto querían, ahora no se quejen.
—Sabes perfectamente que nos referíamos a Son, no a que vinieras aquí a meterte con la familia de otros.
—No me jodas, ¿cuándo te volviste tan sensible? Ya sé, debes estar así porque Jeongyeon ya te olvidó.
—¡Cómo te atreves, maldita perra! ¡Yo no soy Yeji para que me hables de ese modo! Yo al menos he madurado lo suficiente como para renunciar a ella, en cambio tú te la pasas maldiciendo porque la enana supuestamente te engañó, porque ni siquiera te has molestado en indagar más en el asunto, pero tampoco te resignas a dejarla en el pasado. A simple vista parece que te preocupa más tu orgullo que ser feliz —Al decir esto último señaló mirando tras de mí. Chaeyoung estaba aquí, lo sabía.
—Já, tal parece que retomaste los lazos de amistad con Sana ¿Terminaste? Porque yo sí —Apreté mi mandíbula—. Me voy.
No dudé en largarme de allí. Me importaba un comino la tensión que se había formado en la cafetería o que la cocinera o alguien me acusara con el director.
Al diablo con todo.
Estaba a punto de explotar. Mi cara ardía de la furia y mi respiración se agitaba con cada segundo que pasaba. Me costaba formular algún pensamiento coherente que no se relacionara con destruir a la primera persona que se cruzara en mi camino. Maldición, quería golpearme a mí misma.
—¡Mina! —Mierda. No otra vez— ¡Mina, por favor detente!
—¡Aléjate, Chaeyoung! —Le advertí sin desacelerar el paso mientras me seguía por los pasillos del segundo piso.
—¡No lo haré! ¡Tienes que escucharme! —Iba a correr pero me alcanzó antes de que lo hiciera.
—¡Vete! ¡¡¡TE ODIO!!! ¡¡¡TE ODIO!!! —Exploté jalándome de los cabellos.
—¡No es cierto! ¡No me odias!
—¡Quiero que te vayas! ¡Déjame! —Soy una horrible persona.
—No me iré —dijo sujetando mis brazos—. ¿Por qué actúas así, Mina? ¿Hay algo más? Dime qué sucede.
Maldita ciega.
—¿"Qué sucede"? Te diré lo que sucede —Mis ojos ardían sin cesar—. Tengo que reir para que sepas que estoy contenta, tengo que gritar para que veas que estoy molesta, tengo que llorar para que notes que estoy triste —Mi voz temblaba— ¡y tengo que hacer todo este desastre para que te des cuenta de que estoy celosa! —La empujé con todas las fuerzas que me quedaban y cubrí mi cara para que no viese llorar.
—Mina.
Narra Chaeyoung.
—Mina —Susurré desde el suelo.
No creí que aquel beso pudiera afectarle tanto. Tampoco fui consciente del sufrimiento que le estaba causando ese engaño inventado por el cual me había dejado. Y también el bullying que le estaban haciendo empeoró todo.
Fui irresponsable.
Los sentimientos de las personas no son juguetes con los que uno puede jugar, ni caramelos que se deshacen en un bocado.
Los sentimientos de Mina eran serios y aunque guardaba algunos misterios estaba segura de que me quería. Ella era una chica dulce y perseverante, y estaba segura de que también extrañaba esa parte de sí misma.
Me puse de pie y me fui acercando despacio hacia ella.
—Mina —La llamé al mismo tiempo que apartaba suavemente sus manos para poder verla a los ojos. Ella no se resistió, sin embargo siguió cabizbaja— Mina, por favor mírame —Añadí con súplica pero continuó en la misma posición. Oí un sollozo de su parte, el cual indicaba que estaba conteniendo sus ganas de llorar.
Siempre aparentando ser dura e insensible. Está bien llorar, pingüina. No tienes que esconderlo. Quería decirle eso.
Posé mis manos delicadamente en sus mejillas y las sentí húmedas. Luego alcé su rostro y tuve la sensación de que nuestras miradas se habían encontrado después de mucho tiempo, quizás porque la había extrañado mucho, quizás porque había extrañado todo de ella. Sí, definitivamente la necesitaba a mi lado.
Creo que parpadeé en cámara lenta y cuando volví a abrir mis ojos más lágrimas caían de los suyos.
Por favor no.
—Mina —Musité mientras le quitaba cuidadosamente una lágrima con mi pulgar— , yo... quiero que estés bien —Parecía esforzarse por respirar—. Quiero lo mejor para ti.
—Chaeyoung... —Frunció el ceño y apretó los labios como si se hallara en una lucha interna. Lo sé porque yo solía hacer el mismo gesto— Por favor aléjate —Trató de apartarme de los hombros pero no pudo. La sentía muy débil así que la sujeté de la cintura sin dudar usando la pared de apoyo. Ella se pegó más a la pared buscando distancia pero yo no la solté y me acerqué aún más a su rostro— Son... —Susurró mi apellido.
—Somi no es mi novia y no estamos saliendo —Me adelanté.
—Quiero ser estúpida y odiarte pero... quiero ser más estúpida y perdonarte —Tragué en seco— Chaeyoung... —Su vista estaba fija en mi boca, mis nervios de punta. Creo que moriré— me siento acorralada cuando estoy contigo —God, ¿alguien quiere pensar en mi corazón de pollo?
—¿M-Me quieres? —pregunté con el corazón desbocado.
—Soy estúpida. ¿Eso responde tu pregunta? —Su expresión era serena, por eso me animé a replicar.
—No.
Mina desvió su mirada hacia abajo y cuando menos lo pensé habló.
—Sí, te quiero —Soltó como si fuese algo ¿malo?—. Te quiero, Chaeyoung.
"Te quiero, Chaeyoung".
Esas palabras causaron un revuelo en mi estómago. Las mariposas saldrían por mis orejas si no me apresuraba a decir algo.
—Yo tambien te qu-quiero, M-Mina.
Nunca supe cómo funciona eso de la atracción física, ni siquiera se me había ocurrido buscar al respecto en Google, lo único que tenía claro ahora mismo era que sus labios se habían convertido en un imán para los míos.
Mi voluntad se perdió en esas mejillas levemente rojas sin que yo lo pudiera evitar. Por eso mismo tampoco pude evitar que mis labios se unieran a los suyos, no quería alejarme de ella.
Sentir esos labios de algodón de azúcar oprimiendo sutilmente los mios, cómo lo había extrañado. Tan suaves y dulces como las nubes del cielo.
Aquella electricidad que había sentido en nuestro primer beso se hizo presente otra v
e
e
e
e
eez...
"Mi pollito amarillito
En la palma de mi mano...
¿Cómo seguíahhh?
—Mina... —Suspiré al separarnos apenas un par de centímetros. Mis mejillas ardían como el mismo fuego.
Mina no pronunció ni una palabra. Yo ya estaba lista para que me empujara y se fuera pero no fue así.
—Min... —Casi al instante volví a sentir sus labios sobre los míos, al igual que sus brazos alrededor de mi cuello. Mi corazón latía como loco en mi pecho, y , como si no me hubiera paralizado lo suficiente ya, empezó a mover sus labios.
Ay mamá.
Ya valí como siempre.
La electricidad se multiplicó en mí.
Creo que mi alma se salía a ratos de mi cuerpo, necesitaba electro choques urgentemente.
Mina seguía besándome y, como yo quería corresponderle, muy torpemente empecé a mover mis labios también.
Joder.
Nuestros labios se abrazaban en un baile lento y suave lleno de sentimientos y me sentía dichosa de ello. De pronto sentí una de sus manos acarciar mi nuca e instintinvamente la apresé entre mis temblorosos brazos.
No quería salir de esta burbuja en la que nos hallábamos inmersas pero realmente necesitaba respirar si no quería desplomarme ahí mismo y hacer el mayor ridículo de mai laif al desmayarme por un quis.
Luego de recuperar el aliento tras unos breves segundos, me mantuve en silencio esperando que fuese ella quien lo rompiera.
—Chaengie... —Su cuerpo estaba más relajado y sus mejillas rojitas como fresas recién cosechadas. Me dió mucha ternura y dejé un besito en el tierno lunar de su labio superior— Si de verdad no te gusto no hagas esto.
—Sí me gustas —Joder, creo que rompí la burbuja porque se soltó de mis brazos para tomar distancia.
—Esto... —Tragué en seco— No tiene sentido. Por favor no juegues conmigo.
—No lo hago.
—Ni tú te lo crees.
—Es verdad. Si me das una oportunidad ya no cometeré errores.
Mina soltó un suspiro como de resignación.
—Tenemos Educación Física ahora, no quiero llegar tarde —dijo dándome la espalda.
¿Qué pasó con la magia de hace segundos?
¿La cagué?
—Mina —La llamé pero no volteó.
—Yo... lamento lo de BamBam —¡¿Huh?! Entonces sí me creyó.
¿Qué debería decir?
—Mina, yo-
—Eso es todo.
—Pero... —Pero nada. Me dejó con la palabra en la boca otra vez.
-
-
—Vamos, ¿no me contarás qué se dijeron?
—Después —Le contesté a la chismosa de Dahyun mientras entrábamos al gimnacio últimas. Se había quedado en los vestuarios esperando por el chime pero no solté la lengua. No estaba de muchos ánimos, es decir, en parte me sentía eufórica por mi beso con Mina, y por otra, me encontraba bajoneada por no hallar la manera de que creyera en la sinceridad de mis palabras.
Al integrarnos al grupo vi a Mina más alejada de las demás chicas elongando las piernas. De hecho se mantuvo concentrada durante toda la clase.
Luego de que sonara la campana todas se dirigieron a las duchas excepto yo. Le dije a Dahyun que me iría a casa con el uniforme puesto ya que quería adelantarme y esperar a Mina en la salida, además de todos modos debía llevar mi ropa a casa para lavarla, estaba muy sudada.
Al cruzar la puerta principal me recargué en el muro. La clase me dejó muy agotada y había olvidado llenar mi botella con agua. Tampoco quería arriesgarme a cruzar al kiosco de enfrente por una botella de jugo y que justo Mina saliera y no pudiera alcanzarla con lo cansada que estaba.
—Uf —Resoplé.
Bueno, al menos todo marchaba con relativa tranquilidad. Qué ilusa.
—Qué rayos —Me quejé tras ser empujada al suelo con maldad— ¿Cuál es tu prob... BamBam —Diablos.
—Adivina qué, no arreglé las cosas con Mina —Carajo.
—B-Bam-
—Shhh, mantente callada o te arrancaré la lengua —Maldición. Esa expresión de furia era la misma al de la primera vez que me había golpeado y sus ojos tenían mismo color. Lo peor era que Jackson y Kai estaban igual—. Es evidente que no quieres hacerme caso.
Le hizo una señal a sus amigos y ambos me sujetaron bruscamente de los brazos, arrastrándome con rapidez a su auto. Yo no podía reaccionar, mi creciente terror me enmudeció.
—Vamos a dar un paseo.
Frustración.
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