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Capítulo 40

Narra Mina.

—Tú me hiciste sentir que no valía
Y mis lágrimas cayeron a tus pies Me miraba en el espejo y no me hallaba
Yo era sólo lo que tú querías ver

😈

Y me solté el cabello, me vestí de reina 👑
Me puse tacones👢, me pinté 💅 y era bella 👸
Y caminé hacia la puerta, te escuché gritarme 👂
Pero tus cadenas ya no pueden pararme
Y miré la noche 🌚 y ya no era oscura, era de lentejuelas

Y todos me miran, me miran, me miran 👀
Porque sé que soy linda💄, porque todos me admiran 😌
Y todos me miran, me miran, me miran 👀
Porque hago lo que pocos se atreverán 😎
Y todos me miran, me miran, me miran 👀
Algunos con envidia pero al final, pero al final
Pero al final, todos me amarán...💋

🎤🎵-

De la nada la música se cortó.

—¿Quién apagó el stereo? —Protesté y al voltear vi a Nayeon con cara de WTF.

—¿Qué estás haciendo?

—Terminando de arreglarme, ¿qué más?

—Eso dijiste hace una hora y ahora te encuentro cantando frente al espejo.

Ugh, no me dejan ser.

—Qué mala onda —Rodé los ojos—. En cinco minutos bajo. Tú avísame cuando sean las-

—Ya son las once.

¿Tan rápido?

Uf, el tiempo se pasa volando cantando los cumbiones de la Trevi.

—¿Y Mark?  Qué p2 ¿Se olvidó de nosotras? —pregunté dejando el micrófono, digo el peine sobre la cama.

—Me estoy haciendo la misma pregunta ahora mismo. Si no viene a buscarnos no voy. Im Nayeon jamás se presenta a una fiesta yendo a pie. O sea qué, ¿el mundo enloqueció?

—Tengo una idea. ¿Por qué no me llevas en tu espalda y dejas de quejarte?

—O podemos ir en triciclo —¿Eh?— , total tú ya tienes experiencia en eso —Hija de...

—Fingiré que no... —Para su fortuna, oímos el cláxson de un auto y nos miramos al mismo tiempo— Debe ser Mark.

De inmediato nos movimos, ella salió del cuarto ya que tenía su bolso en la mesa de la sala. Yo en cambio me di unos últimos retoques frente al espejo, agarré mi teléfono y la seguí.

Para esta ocasión había optado por un vestido negro con escote, corto. Okay, era corto en el momento en que me lo puse pero nayeon lo cortó aún más y ahora no sabría decir qué era. Dejé mi cabello suelto, como la mayoría del tiempo, y me pasé el delinador en los ojos y un poco de labial rojo. Por último, como soy amante de los tacos, tanto de la comida como de los zapatos, me decidí por unos tacones que combinaran con mi vestido, obvio.

En fin, bajé las escaleras y Nayeon estaba tomándose selfies.

—Vas hecha toda una perra —Me "halagó".

—Por favor, si yo voy perra tú vas perrísima.

—Cuánta envidia. No tengo la culpa de haber nacido tan diosa, a veces es duro sobrellevarlo, amiga.

—Sí, claro —Rodé los ojos otra vez—. ¿Y Mark?

—Yo qué sé, no le abrí.

—¡Qué! ¿Todavía no... —Bufé y me dirigí directamente a la puerta principal.

Seguramente ya eran las once pasadas y odiaba que las personas fueran impuntuales conmigo así que estaba preparada para regañar a Mark. Pero no era él quien esperaba afuera.

—¿BamBam?

—Hola, muñeca —Saludó ojeándome de arriba a abajo—. Por lo que veo estás más que lista.

—¿Qué haces aquí?  Si mal no recuerdo te dije que Mark nos llevaría.

—Sí, pero pensé que sería más conveniente si venía yo mismo a recogerte, ya sabes, si somos una pareja lo ideal sería que nos vieran llegar juntos a la fiesta.

—Pensaste mal. Vete.

—¿Hice algo para que estés enojada conmigo? —Alcé una ceja. ¿Es o se hace?— Está bien, lo siento. Debí cosultarte primero pero ya llamé a Mark y le dije que yo pasaría por ti y Nayeon.

—Bien, te la dejaré pasar solo por esta vez. ¿Okay?

—Okay. Por cierto, te ves tremendamente sexy. Me encantas.

—Ya lo sé.

—Casi fui a tu casa. Suerte que Mark me avisó que estabas aquí a tiempo jaja.

—No lo digas ni de broma.

Shit.

Como mencioné antes, mis padres no sabían nada de esto, mucho menos que había vuelto con BamBam y no estaba en mis planes decírselos ya que esta "relación" tenía fecha de expiración aunque no sabía con exactitud cuándo.

Luego de pegarle un grito a Nayeon nos subimos al auto de BamBam y en cuestión de minutos ya estábamos estacionados frente a la casa de Jackson. Descendimos del vehículo y sentí el brazo de BamBam rodear mi hombro.

—Cuando termines tu número de actuación voy contigo. Hasta entonces iré a buscar a Mark —Nayeon murmuró por lo bajo y se adelantó a pasar.

—¿Hay algún problema?

Exalé cansada. En este momento sinceramente no sabía qué era lo estaba haciendo aquí con BamBam, pero de todas formas decidí seguir adelante con esta farsa.

—Ninguno.

Una vez adentro, percibí las miradas posadas sobre nosotros por parte de los chicos y chicas que bailaban en la amplia sala o que simplemente charlaban. Sonreí y enseguida me sentí envuelta por la música a todo volumen. Las luces de neón no hacían más que darle un toque sensual y misterioso al lugar, lo cual combinado con la música generaba un ambiente de locura y excitación. De pronto me sentí llena de energía.

Echaba de menos esto.

—¿Bailamos? —Ugh.

—Después —Respondí—. Primero iré con mis amigos.

Había dejado mi celular en el bolso de Nayeon y debía tenerlo conmigo por si a mis padres se les ocurría llamar. Es decir, no es como si fueran a llamarme en la madrugada pero prefería no arriesgarme. Por eso mismo fui a buscar a Nayeon y, como lo esperaba, BamBam me siguió.

Supuse que la coneja y Mark estarían del lado de la picina y tuve razón. Al cruzar al otro lado ignoré los ojos curiosos de las personas ahí afuera y seguí mi camino hacia el par que conversaba como si nada.

—Hola Mark, qué-

—¿Por qué no me contaste que volviste con BamBam? ¿Acaso no soy tu friend?

—Mis amigos tampoco sabían al respecto —BamBam contestó por mí abrazándome por la cintura—. No veo cuál es el problema.

No lo aguanto.

Para colmo su trío de amigos se acercó a nosotros.

—Así que es cierto, regresaron —comentó Jackson—. Ya era hora eh, ja. Sabía que recapacitarías tarde o temprano, Mina.

khE.

—Sí —Miré seriamente a BamBam— , "recapacité" —Al parecer alguien no le había dicho a sus amigos que esto no iba en serio.

—Mina y yo somos así, tenemos idas y vueltas pero siempre terminamos juntos —Está muerto—. ¿No es cierto Mina?

—Podría decirse —Acabo de recordar por qué terminé con él.

¡Es un completo imbécil!

No los aguantaba así que le dije a Nayeon y a Mark que fueramos adentro a bailar. BamBam se quedó ahí con sus amigos y su plática sin sentido. Qué bueno.

—Entonces ya cerraste el capítulo de Son para siempre —Oí a Mark pero no le presté atención. Estaba ocupada tratando de abrir una botella de no sé qué marca con el borde de la barra—. Mina.

—Qué aguafiestas —dije antes de darle un sorbo a mi bebida.

—No lo soy, pero quiero entender qué está pasando. No nos has dicho a Sana y a mí por qué terminaste con ella y Nayeon no quiere abrir la boca. Ayer de la nada nos avisas que habrá una fiesta y ahora resulta que estás otra vez con BamBam?

—Alto ahí, no es como si yo conociera toda la historia —Le replicó Nayeon—. Mina no es una caja abierta y yo no soy una chismosa.

—¿Por qué no se callan de una... ¡Oh, esa es mi canción!

Los jalé con sorpresa del brazo a ambos y, sin soltar nuestras bebidas, los llevé al centro de la "pista". Mi cuerpo me pedía moverme a gritos.

—Now I'm running away my dear~ —Comencé a cantar para para mí misma— From myself and the truth I fear~ My heart is beating I can't see clear~ —Mis ojos se cerraron— How I'm wishing that you were here~.

"Entonces... ¿De verdad te gusto?"

—But your eyes Tell me you won't be there~ —Le di otro sorbo a mi bebida, y otro y otro.

"Siempre me llamabas perdedora y patética cuando en realidad esa eras tú."

Exploté en el coro de la canción y me dejé llevar por el ritmo de la música y de la noche. El alcohol quemaba mi garganta como fuego pero no me importó, lo estaba disfrutando, todo, el alcohol, el ruido, las luces, el dolor, porque mi primer y único amor se había burlado de mí y yo se lo permití por desear que nuestra relación fuese real.

—Figure it out without you~ And I'm done sitting home without you~ Fuck I'm going out without you~...

"Pero... Gracias por fijarte en mí."

El calor se hizo presente con el correr de los minutos y de las distintas canciones que retumbaban una tras otra, pero yo no podía parar de bailar y beber. Cuando mi bebida se acabó le arrebaté la suya a Nayeon sin dejar de moverme. La música y el alcohol me transmitían poder y me sentía imparable.

—Mina —Escuché a Nayeon llamándome pero no le hice caso— ¡Mina! —Me sujetó de los hombros.

—¡Esa canción! —Otro remix comenzó a sonar— ¡También amo esa canción!  The sound of silence I can't take anymore~.

—¡Mina, te estoy hablando!

—Oh how I miss such a beautiful sound~ —Me solté.

—Se supone que yo soy la que se embriaga primero y ustedes me cuidan.

—And I don't even know how I survive~.

Mi cabeza daba vueltas.

—Oigan, ¿la de allá no es Son?

—I won't make it to the shore without your~...

¿Qué dijo Mark?

Miré desde atrás hacia donde señalaba Mark y...

¿Chaeyoung?

Sí, era ella, pese a la oscuridad y luces pude reconocer su linda cara de bebé.

¿Qué hacía aquí?

Hablaba con alguien, ¿una chica?, pero no alcanzaba a ver bien su rostro.

La música continuaba y me sentí algo mareada así que me tallé los ojos. Cuando los volví a abrir la chica y Chaeyoung se estaban... besando.

This is what it feels like.





Narra Chaeyoung.

Mina...

No tenía idea de por qué Mina estaba aquí.

Mis ojos siguieron atentamente sus pasos hasta quedar frente a sus amigos.

¿Ya estaban aquí? ¿En qué momento habían llegado?

Y detrás de ella Bam...

¿...?

¿¿¿...???

—¿Qué demonios...? —¿Por qué ese patán tiene sus brazos alrededor de Mina y por qué ella se lo permite? ¡¿Ah?!

—Yo tampoco entiendo nada.

—Lo asesinaré.

Iba a ir a aventarme sobre aquel maldito para apartarlo de Mina y de paso golpearlo pero Dahyun me lo impidió.

—¡Suéltame Dahyun, voy a asesinarlo!

—No, no lo harás —Me retuvo—. Se te olvida que estamos en la casa de uno de sus amigos, ¿acaso quieres que nos echen a patadas?

—¡No me importa! ¡Les daré su merecido a todos! —Sentía la ira correr por mis venas.

—Eso dices ahora pero ambas sabemos que no naciste para pelear ¡Tranquilízate Chaeyoung!

No podía tolerar ver esa escena. Ese cabeza hueca y sus amigos —Cabezas huecas también— riendo como si nada ¡mientras abrazaba a mi pingüina!

¡POR QUÉ ELLA NO HACE NADA!

—¡Los odio! —Traté de esquivar a Dahyun pero era inútil, no se rendía— Quítate Dahyun. Quiero saber que está pasando.

—Igual yo pero primero necesitas calmarte.

Las personas a nuestro lado nos miraban. De hecho todos ya me hubieran escuchado si no fuera por lo alto de la música y porque Dahyun se esforzaba por cubrirme además de impedirme el paso.

—¿Cómo puedo calmarme cuando esos dos andan posando como si fueran una pareja? ¡No! ¡Merezco una explicación!

—¿Y la conseguirás a golpes?

—¡Así es!

—No Chaeyoung, por favor piensa...—¡No hay nada que pensar!— Ehh... Si... S-si inicias una pelea piensa en cómo se lo explicarás a tus padres cuando los veas. Solo te traerá más problemas.

Maldición.

Es cierto.

Desistí de mis vanos intentos de apartar a Dahyun y me mantuve con la mirada en el piso, mordiéndome la lengua de la rabia.

—Uff —Suspiró tras quitar sus manos de mis hombros—. No debí insistirte en venir a esta... fiesta. Fue una mala idea, Chae-

—Si quieres quedarte, hazlo. Yo me largo.

Y sin más me dispuse a caminar hacia la puerta que nos trajo a esta parte de la casa. Dahyun me llamó pero la ignoré. Quería irme a mi casa y estar sola.

Antes de cruzar hacia adentro frené una última vez para ver a Mina pero ella estaba de espaldas al igual que BamBam. Tal vez en el fondo de mi corazón sabía lo que estaba pasando pero no quería confirmarlo o yo que sé.

Seguí mi camino entre las personas que tenían su propia fiesta en el interior de la casa. Quería irme de allí lo más rápido posible y tener que esquivar a esos tipos y tipas solo empeoraba mi humor. Dahyun siguió llamándome hasta que me alcanzó.

—Chaeyoung no te irás sola. Espera aquí, buscaré a Joy y nos iremos contigo.

No me opuse ya que no me dió tiempo y se fue. Ya qué, me quedé de brazos cruzados en el mismo lugar en medio del molesto ruido y la gente bailando. Mi cabeza estaba a punto de estallar, deseaba borrarme de ahí ya mismo y esperar ya no era una opción.

¡Al diablo!

Reanudé mi paso hacia la salida con prisa, procurando no tropezar con nadie, y entonces alguien se interpuso en mi camino.

—Chaeyoung.

—Somi —Joder.

—¿Ya te vas?

—Ehh... No, sí... lo siento.

Nos hicimos a un lado de la puerta para no estorbar el paso de la gente que entraba y salía.

—Lo siento —repetí elevando lo suficientemente mi voz para que me escuchara—. No oí tu llamada por todo este ruido y mi teléfono no estaba en vibrador.

—No pasa nada —Soltó una pequeña risa— Te llamé porque quería saber si vendrías —agregó sin dejar de sonreír—. ¿Y las demás?

—Dahyun debe estar con Joy... No sé... Yo... Me duele un poco la cabeza así que me voy.

—Okay, me alegra que no sea porque Dahyun te dijo que vendría.

—No, claro que no.

—Qué pena que te vayas. Por favor quédate. Si estoy aquí es por ti.

—Somi... —Ahora que me daba cuenta había algo extraño en ella, en su  actitud. No dejaba de sonreir y de mover su cabello. También había algo en su forma de hablar... No lo sé— ¿Estas bien?

—Jaja, sí, ¿por qué?

—Bueno... Este... —No lo creo— Luces algo...

—Mareada. Tal vez sí lo estoy jaja —Bajó la vista. Parecía avergonzada.

—No sabía que bebías.

—No bebo. Es decir... Mi prima y sus amigas me llevaron a un antro y... Bueno, ellas me invitaron y yo acepté jaja... Quería distraerme de los estudios y de... de tantas cosas, sabes... aquí los clubes son más divertidos que en Canadá y... la música es un poco de todo...

—Somi-

—¡Oh! Esa canción —Estaba sonando otra de las tantas canciones electro que no dejaban de escucharse desde que Joy estacionó el auto. Yo no reconocía ni una— , siempre quise saber cómo se llama pero soy tan perezosa como para averiguarlo.

Y de repente me abrazó. Joder.

En otras circunstancias le hubiera devuelto el abrazo, pero desde que me había platicado de sus sentimientos ya no sabía cómo actuar. Dejó la canción de lado también.
Solo atiné a darle palmaditas en la espalda.

Enseguida recordé las palmaditas en la mano de Mina aquella vez en el gimnacio y me sentí culpable por no haberla estrechado entre mis brazos. Ella estaba muy mal, reprimiéndose las ganas de llorar, ahora lo sé, y a mí solo se me ocurrió darle palmaditas como si eso pudiera consolar a alguien.

Y ahora la culpa era por pensar en ella cuando era Somi quien me abrazaba y Mina...

—De verdad, no bebo —dijo luego de unos largos minutos.

—Yo tampoco.

—Mi prima me insistió en beber una copa, luego bebí otras por mi cuenta. El caso es que ella sabe que me gusta alguien aunque no que es una chica, dijo que el alcohol nos ayuda a hacer lo que no nos animamos a hacer sobrios.

—No te considero una persona tímida.

—Y no lo soy, pero necesitaba cobrar valor.

—¿Valor?

—Así es.

Y otra vez, sin esperarlo, volvió a mirarme a los ojos sin desarmar el abrazo. Yo seguía sin esperar nada, mis nervios comenzaban a florecer en mi piel y no estaba segura de saber el motivo.

—Valor para hacer esto.

Y una vez más, tomándome por sorpresa, posó sus labios sobre los míos.

Mis músculos se paralizaron al igual que mi respiración. Esto era aún más extraño y no duró mucho.

Cuando volví en mí misma Somi estaba en el suelo.

—¡Somi!

Una chica la había derribado contra el piso y ahora la agredía físicamente.

—¡¡¡MALDITA ZORRA!!! —Le gritó a Somi.

—¡Oye! ¡¿Cuál es tu proble... —¿Mina?

¡Rayos, la chica era Mina!

—¡¡¡ZORRA!!! ¡¡¡ZORRA!!! —Estaba totalmente sacada, no dejaba de insultar y atacar a Somi. Es decir, al principio ya que Somi reaccionó y ambas terminaron jalándose salvajemente del cabello en el piso.

JODEEEEEEEEEEEEEEEEEEEERRR.

—¡Mina! —La agarré de los brazos en un intento por separarlas.

—¡¡¡TÚ NO ME TOQUES, TRAIDORA!!! —¿Traidora?

Un círculo se formó alrededor de las tres y bajaron la música. Los presentes silbaban y aplaudían como si esto fuera un espectáculo.

¡Desgraciados!

—¡Mina, déjala! —Madición— ¡Somi, tú también!

Era inútil. No paraban de insultarse y abofetearse.

—¡Por favor hagan algo! —Imploré a los amigos de Mina cuando los divisé entre la gente.

Ellos se miraron entre sí y gracias a God me ayudaron a frenar la pelea. Costó pero logramos separarlas.

—¡¡¡SUÉLTENME PAR DE IMBÉCILES!!!

—¡No hasta que te calmes un poco! —Le respondió Nayeon quien la tenía agarrada del brazo al igual que Mark, por suerte.

Yo, por mi parte, ayudé a Somi a levantarse.

—¡¡¡TE ASESINARÉ ZORRA!!!

—¡¡¡¿A QUIÉN LLAMAS ZORRA?!!! ¡¡¡ESTÁS COMPLETAMENTE DESQUISIADA!!! —Somi...

—¡CREEN QUE PUEDEN VENIR COMO SI NADA PASARA Y BESARSE Y ¿¿¿DELANTE DE MÍ???!

—¡No, Mina! Eso no-

—¡¿Y CUÁL ES EL PROBLEMA?! CHAEYOUNG Y TÚ YA TERMINARON, ELLA NO TE DEBE Y NUNCA TE DEBIÓ NADA, ¡ES LIBRE DE HACER LO QUE QUIERA CON QUIEN QUIERA!

Esto no va a terminar bien.

—Lo sabía. Desde el primer día que llegaste al instituto intuí algo malo en ti y tenía razón —¿Qué?—. Siempre te gustó Chaeyoung, te acercaste a ella con la típica estrategia de hacerte "la amiga" como toda una víbora.

—¡Te equivocas! No me conoces. Sí, Chaeyoung me gusta y a diferencia de ti la quiero bien, pero mi amor por ella surgió con el pasar de los días ¡No soy una psicópata como tú!

—¡Jaja! ¿Psicópata? ¿Es lo mejor que tienes?  Gracias por el cumplido.

—Mina —Me metí— , quiero que hablemos pero no aquí.

—Yo no quiero hablar contigo —dijo antes de mirarme. Sus ojos brillaban pero no por algo bueno, era otra clase de brillo. Uno de tristeza. Como si se forzara a sí misma a contener sus lágrimas.

—Dices eso y acabas de atacar a Somi.

—Idiota —Diablos, todos tenían sus ojos puestos sobre nosotras—. Te crees tan genial por hacerme pasar un mal rato y ahora... ¿Qué haces aquí eh?  Si supuestamente te sientes tan culpable por haberme tratado como lo hiciste, ¿qué haces aquí?  Eres tan falsa Chaeyoung y tan rencorosa que hasta creo que me superas.

—Por favor no digas eso... Yo no te guardo rencor, no-

—¡Entonces dime qué haces aquí, en una maldita fiesta! —¡No sé!— ¡¿Qué, acaso vienes a celebrar que rompimos?!

—¡Por supuesto que no!

—¡¡¡Y para colmo traes a tu zorra a besuquerte delante de todos los pvtos del instituto para burlarte de mí!!! ¡¡¡Eres despreciable!!!

Ya no aguanté más. La tomé de la muñeca y la jalé conmigo a la salida. Mina se resistió pero no la solté. Iba a escucharme por las buenas o por las malas.
Llegamos donde estaban los autos y me detuve.

—¡Suéltame, idiota! —No hice caso y, por el contrario, la sujeté de la cintura— N-no me toques.

—Mina, nada de lo dijiste ahí adentro es cierto.

—Te vi besarte con ella, ¡¿eso tampoco es cierto?! —Me alejó de un empujón en los hombros.

—Eso...

—¿Desde cuándo andas con ella eh?  Te gusta desde que la conociste ¿no?  Claro, salías con ella mientras estabas conmigo, y yo como la reina de las... Ya no sé, creo que sobrepasé todos los niveles de estupidez y ridiculez que ya no se qué soy.

—No es así, tú has sido mi única novia.

—Cada vez que te llamaba para salir o vernos y te excusabas con que tenías que estudiar era mentira, estabas con ella. ¿De qué hablaban eh?

—¡No!

—¡¿Le contabas lo pésimo que la pasabas conmigo?! ¡Que te chantajeé, que soy la mala de la historia, que es un martirio estar conmigo! ¡¡¡Que me odias!!!

—¡Detente! —No toleraba verla llorar— Hay tantas cosas que quiero decirte Mina, pero no en este lugar ni contigo en este estado —Bebida—. Pero no quieres ni siquiera escuchar la verdad.

—La verdad es que le pagaste a...¿Cómo se llamaba? ¿Jimin?  Sí, Jimin para que se acostara conmigo y así vengarte de todo el bullying que te he hecho.

—No es cierto-

—Me pregunto si tomar fotos estaba dentro de tu plan.

—¡Si no me crees vé y habla con él!

—Para que me mienta en la cara como tú, es tu cómplice-

—¡No es mi cómplice! Ni siquiera sabía de él antes de todo este rollo.

—¡Ya no me importa! —Se secó sus ojos con fuerza— Debo verme tan lamentable —Sonrió triste—. Mi corazón duele tanto que... lo detesto, detesto sentirme así. Yo... solo quería un poco de tu atención... Quería gustarte. No buscaba algo imposible como que me amaras.

—¿Tú me amas?

—¿Por qué te amaría?

—Bueno, yo...

—Idiota...

—Me preguntaste antes qué hago en esta fiesta. Dahyun me insistió en venir, dijo que quería hacer recuerdos. Realmente no quería salir de mi casa ni de mi cuarto pero Dahyun es mi única y mejor amiga. Todos sus argumentos me convencieron y acepté. Yo... desde hace días no logro dejar de pensar en ti, de sermonearme a mí misma por haber iniciado todo este desastre. Pienso a diario en la forma de hallar una solución —Me quité el par de lágrimas antes de que se escaparan de mis ojos— No me gusta estar aquí y no me gusta verte con BamBam.

Mina desvió su mirada hacia un costado.

—No lo entiendo. ¿Por qué te estaba abrazando? ¿Acaso...?

—BamBam y yo regresamos.

—¿Qué? —Sentí un punzón en mi corazón— N-No puede ser...

—¿Por qué finges sorpresa? ¿Te choca que pueda verme bien?

¡Solamente estarás bien conmigo!

—¿P-p... ? ¿Qu-qué... ¡¡¡Qué demonios!!!  ¡¡¡Cómo puedes volver con él!!! ¡Es un patán... Y tú lo sabes!

—¡Mira quién habla! ¡BamBam me trata bien, en cambio tú-

—¡No me compares con ese cabeza hueca! ¡Quién sabe cuántas novias tiene aparte de ti!

—¡Él no es así! ¡Y sí, no tiene cerebro pero al menos es sincero conmigo y nunca me ha engañado de una manera tan asquerosa!

—¡¿¿¿Sincero???! ¡Tiene que ser un chiste! ¡¿Quieres saber lo que hizo tu chico sincero?! ¡Fue él, BamBam, quien me golpeó el día de nuestra cita!

—¿Qué?

—No sé cómo se enteró pero me siguió camino a tu casa y me golpeó salvaje y despiadadamente en medio de la calle ¡Casi me fractura las costillas y casi muero! —Bueno, no sé si a ese extremo ¡pero nunca se sabe!— Las heridas hubiesen sido más profundas de no haber llegado a tiempo al hospital, el doctor se lo dijo a mis padres ¡Lo odio! Tuve que mentirle a ellos y decirles que me habían asaltado porque tenía miedo de otra golpiza. Él no quería que llegara a tu casa y lo logró. ¡Es un desgraciado! ¡No puedes estar con él después de lo que hizo! ¿Mina?

Llevó su mano a su frente y cerró los ojos con fuerza tambaleándose.
Olvidé que había bebido y el clima estaba fresco.

—¿Estás bien? —Pensé que podría perder fuerzas y caer, así que la sostuve de la cintura otra vez.

—Infeliz... —Susurró con el ceño fruncido y aun así se veía preciosa.

Sus mejillas sonrosadas me desconcentraban.

—Chaengie... Yo... iba a regalarte guantes ese día —Y como lo preví, cayó dormida.

Sonreí.

No me rendiré Mina. Quiero una oportunidad contigo y la obtendré.

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