Narra Mina.

Llegué a mi casa y subí a mi habitación arrastrando mi mochila.
Joder, ¿por qué nací tan perezosa?
Pedí una pizza por teléfono y me cambié el uniforme hasta tanto viniera el delivery.

Cuando llegó, pagué y me llevé la caja a mi cuarto. La dejé sobre la mesita y me tiré a mi cama como un pescado.
Prendí la compu y busqué "Cómo tejer".

Sí, me tomé muy literal las palabras de Sana y le haría un sueter a Chaeyoung. Ya tenía sus medidas asi que ahora solo quedaba el resto. ¿Qué tan complicado podría ser aprender a tejer?

No puedo creer que este haciendo esto para que un duende acepte salir conmigo.

Reproducí un video y traté de prestar atención mientras comía la pizza pero apenas pasaron dos minutos y me dió sueño. Cuando desperté eran las diez pm. Bajé a la sala y vi a mi madre en el sillón sosteniendo un plato y viendo la tele.

—Hola.

—Hola —Volteó a mirarme con los ojos entrecerrados. Genial, ¿ahora qué hice?— ¿Por qué no comiste lo que dejé en el microondas? —dijo terminando de masticar.

Ah, era eso.

—¿Qué cosa?

—Hablo de la tarta en el microondas.

—Ah, no la vi —Mentí. Por supuesto que vi la tarta de verduras pero no iba a comer eso. Yo paso —¿Y papá? —Quise cambiar de tema.

—Está durmiendo. Llegó muy cansado.

—Mamá —Me senté a su lado y suspiré—. Necesito que me enseñes a tejer.

—¿Tejer? ¿Es algo para el colegio?

—No.

—¿Entonces?

—Quiero aprender a tejer, eso es todo.

—Pero si tú nunca quieres hacer nada —Verdad.

—¡Pero ahora sí! Siempre dices que me la paso viéndome el ombligo, pues ahora quiero hacer algo útil y productivo —¡Todo esto es tu culpa, Son!

—Jajajajaja —Genial. Hasta mi mamá se ríe de mí— ¿Es en serio?

—Sí.

—Pero no entiendo tu repentino interés.

—Ehh, quiero hacer un sueter —Listo.

—¿Para ti? —Bien, ya no sabía si estaba hablando con mi madre o con la vieja chismosa de la esquina.

—Sí —Okay, ni yo me lo creí.

—Mina —Me miró con obviedad.

—¡Está bien! Es para un regalo.

—¿Para quién? Que yo sepa dejaste de salir con BamBam hace mucho —¿Para BamBam? ¡Ni de broma!

—No, no es para él —Ni a mis amigas les cuento tanto— ¿Recuerdas que te hablé de una chica...? —No porque quise sino porque la idiota de Nayeon tuvo que abrir su bocota.

—Ah, la chica que dijiste que te gusta? —Asentí— ¿Es para ella? —Ya sé por qué soy tan lenta— ¿Estás enamorada?

Pfff.

—Solo me gusta. ¿Me vas a enseñar a tejer sí o no?

—Es que fue hace tanto que ya no lo recuerdo.

Genial, todo esto para nada.

—¿Hiciste que te cuente mis cosas solo para decirme que no puedes? —Me ofendí y me fui.

—Mina espera —Volteé—. Sabes que no tenemos problemas con que salgas con una chica. De hecho tengo amigos diseñadores gay, pero las reglas siguen siendo las mismas, no puedes obligar a alguien a que salga contigo.

—¿Por qué lo dices?

—Porque te conozco y sé que no te gusta ser rechazada.

Joder.

Subí a mi cuarto y me puse mi pijama. En eso recibí una llamada.

—Mina, hablé con Sana y Mark y mañana iremos al cine a matar el rato. ¿Vienes o eres una vieja aburrida?

—No soy su perra, hagan lo que quieran.

—No te hagas la difícil que se me acaba el crédito. Sana dijo que tiene nuevas ideas para que conquistes a la enana.

—Bueno, tal vez vaya.

—Listo, nos vemos perra.

—Adiós estúpida.

Colgué y me dormí.

A la mañana siguiente me desperté temprano. Me aseé, me cambié y bajé a desayunar. Le dije a mis padres que iría al cine. Mi madre aun se reía de nuestra conversación de anoche.

Llegué a la casa de Nayeon, que era donde nos reuniríamos y los saludé.

—Qué tal Mark, hace como un siglo que no te veo.

—Hola Mina. Fue una semana, mis notas bajaron y mi padre me quitó el auto pero ya lo recuperé.

—Qué bueno porque no pienso caminar.

—Yo tampoco.

—Al menos díganme que veremos algo bueno.

—No iremos a ver a Son —Se burló Mark.

—Hablo de la película tonto.

—Ya lo sé. ¿De verdad te pondrás a tejer como abuela para que Son te diga que sí? Jajaja

—Ríanse si quieren...

—¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!! —Mark y Nayeon empezaron a carcajear.

—¡No literal idiotas! —Se callaron— Como decía, ríanse si quieren pero nadie puede resistirse tanto tiempo a Myoui Mina.

—Okay.

—Si tú lo dices —dijo Nayeon mientras tecleaba su teléfono.

—A propósito, ¿y Sana? —pregunté.

—Yo qué sé, aún no llega, debe estar por ahí besuqueándose con alguien —respondió Mark

—Sana dice que está a unas cuadras del cine, dijo que nos esperará allá.

—Nayeon vamos al cine no a bailar, ¿por qué estás vestida así? —Parecemos sus sirvientes.

—Jódanse.

Nos subimos al auto de Mark y, a un par de calles del cine, vimos a Sana en una esquina mirando no se qué.
Mark frenó y nos bajamos también de chismosos.

—¿Sana qué miras? —Le preguntó Nayeon.

—A tu vieja, digo ¿qué no ven? —Nos señaló dónde.

Volteamos y vimos a ¿Chaeyoung? ¿Mi Chaeyoung? Estaba parada frente a dos tipos y tenía cara de asustada.
¡Ah no hermano, con mi alfa no se metan!

Activamos caminata de divas y nos dirigimos hacia allá. Los tipos medían como dos metros pero no había problema. Mientras tuviéramos las uñas afiladas de Nayeon todo estaba bajo control.

—¡Aléjense de ella! —Grité a unos metros de llegar.