Capítulo 35
Narra Chaeyoung.
—¿¿¿Qué???
¿Qué acabo de oír?
—Por favor no pienses que te mentí y-y que todo este tiempo fingí ser tu amiga con otras intenciones. De verdad traté varias veces de hablarte de mis sentimientos pero... No hallaba la manera de decírtelo y yo... Pensé que te darías cuenta esa vez que fui a tu casa. Por favor no te enojes conmigo.
????!!!!
—Y-yo... Yo... No entiendo. No entiendo que está pasando —Ella seguía en el mismo lugar y a mí me costaba verla a los ojos—. Somi, se supone que eres mi amiga.
¡SE SUPONE!
—Por favor no sientas que traicioné tu confianza, Chaeyoung, yo no tenía planeado enamorarme-
—¡Un momento! ¡¿Me estás queriendo decir que la persona que de la que me hablabas todo este tiempo e-era yo?!
Asintió cabizbaja.
Guuuuuaaaaaaaaaaaattttt??????
¡¿¿¿Yo???!
—Pe-pero... ¿Cómo...? ¿Desde cuándo...? —JODEEEEER.
—Ni yo misma lo sé pero, cuanto más cerca estoy de ti más me gustas. ¿Tan sorprendente es que me haya enamorado de ti? No nos conocemos hace mucho.
—No es eso. Ya sé que... Es solo que... —Rayos— Ya es raro oír a alguien decir que se enamoró de mí y el que seas tú...
Nadie se había enamorado de mí antes.
—Entiendo que se te haga extraño pero estoy siendo completamente sincera.
¿Sincera?
Un silencio nos inundó volviendo todo más incómodo si es que eso era posible.
No tenía idea qué decirle y por lo visto ella tampoco ya que solamente jugaba con el borde de su camisa evitando hacer contacto visual conmigo.
Igual que yo.
—Chaeyoung —Tragué en seco—. Tú... ¿Puedes ser igual de sincera conmigo? —¿Ehh?— ¿Puedes decirme si no tengo ninguna oportunidad contigo?
—Somi...
—Tenemos mucha química y siento que somos tan compatibles la una con la otra o quizás solo es mi imaginación-
—No, no lo es. No es tu imaginación. También creo que tenemos muchas cosas en común pero... —Respiré hondo. Esto no lo tenía practicado— Para serte franca, la primera vez que te vi me gustaste. E-eres muy bonita y tus rasgos extranjeros siempre se me hicieron muy lindos y al hablarte me gustó tu personalidad. Y con el tiempo nos volvimos amigas y también es verdad que nos conocemos hace apenas unos meses pero... El afecto que guardo...
—Dios, qué vergüenza —dijo cubriéndose la cara.
—Ehh, ¿por qué?
—Debo verme rídiculamente tonta. Siento mucho haberte envuelto en esta situación.
Aunque intentara ocultarlo bajo una débil sonrisa pude ver que sus ojos estaban lagrimosos y su voz se oía insegura.
—Lo siento —dije tratando de manejar la situación.
—No lo sientas por favor —Esta no es la Somi que conozco, la chica fuerte y segura de sí misma—. Sé leer entre líneas. Ahora que sabes lo que siento me quité un peso de los hombros. Supongo que tendré que conformarme con eso —Sonrió pero era la sonrisa más falsa que había visto.
—Tú eres importante para mí. Eres mi amig...
—Ya es hora de volver a clases —Cambió te tema agarrando su mochila de la silla—. Recordé que debo ir a la biblioteca, entrégale el trabajo al profesor, ¿sí?
—Somi, espera —La frené del brazo cuando pasó por mi costado.
—Estoy bien, Chaeng, no te preocupes —No es cierto. Estaba nerviosa y mal, su voz y su respiración irregular la delataban.
No sabía que más decirle y ella parecía desesperada por borrarse de mi vista así que no se lo impedí más y la solté, o mejor dicho, ella se soltó y se fue.
Maldición.
Probablemente se sintió rechazada y era lo que menos quería. ¿Pero qué se supone que haría? ¿Ir tras ella y qué? Aún no era completamente consciente de lo que acababa de ocurrir.
Estaba tan perdida en mis pensamientos que ni siquiera me fijé en la hora. Solo me digné a caminar en dirección al salón otra vez a entregar el trabajo aunque lo hice más por el esfuerzo de Somi que por mí. Yo merecía un cero, un cero por mi cabeza de mango.
Cuando el timbre volvió a sonar me quedé en el salón recargándome sobre mi pupitre, con una lucha interna.
No quería ir a la cafetería, no tenía hambre. Puse mis manos en mi bolsillo al sentir frío y encontré las margaritas rotas y, a estas alturas, secas.
"¡Apártate inútil!"
—Sabes, Mina —Le susurré a las flores deshechas con mi cabeza apoyada de costado sobre la mesa— , aquel episodio con mi madre me hizo pensar en muchas cosas. Me hizo pensar en aquella pareja desde ese día. Me hizo pensar en que quiero algo así de bonito con alguien, alguien con quien no sienta temor a las miradas acusatorias como las de mi madre. Sé que ella me odiará cuando lo sepa, la conozco muy bien, y quiero saber que ese día habrá alguien a quien aferrarme, alguien que me abrazará sin juzgarme como ella lo hará. No quiero sentir miedo pero, aunque lo deteste, estoy creciendo y no quiero pasar una vida adulta fingiendo delante de mis padres como lo he hecho durante toda mi adolescencia. Quiero experimentar ese sentimiento de ser yo misma —De pronto sentía una molestia en mis ojos— Lo que más se grabó en mi mente de aquel día fue aquella pareja consolándose mutuamente luego de recibir todos esos insultos de parte de mi madre. También quiero experimentar eso, me refiero a que quiero conocer ese cariño reconfortante, esa transmisión de seguridad y afecto, compartir lágrimas con alguien especial. Y todo me conduce a pensar en ti. Esto no lo había practicado, tampoco, pero quería que lo supieras.
"A mi criterio, todo de ti es lindo. Eres muy preciosa por dentro y por fuera."
¿Cuándo se te pasará el enojo, Mina? Porque se te pasará, ¿no?
Ojalá que sí, porque mi corazón duele, duele, pingüino.
Narra Mina.
—Já ¿Ese es tu plan? ¿Que vuelva contigo?
—Es una propuesta para que te recuperes y recuperes el respeto de todos en el instituto. Basta con que ellos lo crean, ¿no? Qué dices, ¿aceptas o no?
—¿Respeto? Jaja... Más que respeto quiero que me teman. Quiero ver odio e impotencia en cada par de ojos de los imbéciles que se atrevieron a meterse conmigo. Quiero que se sientan insignificantes cuando estén frente a mí porque eso es lo que son —Malditas basuras.
—Jaja, no esperaba menos de ti. Así es, ellos merecen recibir su merecido y con creces. Y te aseguro cada bastardo lo pagará. ¿Entonces eso es un sí?
—Es un "lo pensaré". No quiero volver contigo, pero si es un trato, y lo tienes bien en claro, supongo que puedo considerarlo.
—Okay. Y... ¿Cuándo sabré la respuesta? Me conoces, soy curioso.
—Já, tranquilo Bambi, ¿por qué tan ansioso? Te daré una respuesta pronto.
—No es que esté ansioso pero ya sabes, cuanto antes puedan solucionarse las cosas mejor. ¿O me dirás que prefieres aguantar más tiempo esta situación? Pero es tu desición y seré paciente. De cualquier forma sabes que cuentas conmigo para lo que necesites.
—Lo sé —Sonreí falsamente—. Al parecer eres el único idiota en el que puedo "confiar" o yo qué sé.
—Soy un buen chico, no te enojes jaja —Imbécil—. Muy bien, iré a mi tonta clase de Inglés. Prefiero reprobar antes que tomar esas tutorias para nerds.
Había olvidado lo "interesante" que es conversar con él.
—Si ya no tienes nada más que decir puedes largarte. Quiero estar sola de verdad, BamBam.
Por suerte no insistió en quedarse y se fue sin chistar.
Ya estaba bastante harta de todo pero no podía simplemente mandar mi poca cordura al carajo, no ahora, así que sin ánimos y arrastrando mis pies me dirigí al baño a quitarme un poco las ojeras que adornaban mi rostro. Total aún no tocaban el timbre.
Al abrir el grifo sentí la temperatura del agua perfecta y eso me sorprendió un poco porque generalmente era fría. Quizás no era el agua sino mis manos que estaban heladas.
"...Me he dado cuenta del grado de gravedad de mi error. No debí haber avalado ningún plan en principio..."
Entonces sí admitió que planeó que me acostara con ese chico, o al menos esperaba que eso sucediera.
Hija de p#$*.
"Realmente estoy arrepentida."
Mentirosa.
"Debí considerar tus sentimientos y no herirlos..."
—¡Mentirosa!
—¿Con quién hablas?
Shit. ¿Ahora quién mierda quiere joderme?
Me di vuelta con cara de pocos amigos y...
—¿Y tú qué quieres? —Nayeon.
—Yo también estoy feliz de verte —dijo en tono sarcástico acercándose al lavamanos.
—Bien por ti porque yo ya ni me acordaba de tu existencia —Rodó los ojos echándose el cabello para atrás— ¿Te vas a quedar aquí? Entonces me voy, no tengo ganas de discutir con una cínica.
Me sequé las manos con molestia lista para largarme a otro sitio.
¿Qué se cree para venir a hablarme como si nada? Descarada.
—Detente —Frené de espaldas. A ver si tiene algo interesante para decir.
—El otro día te vi salir de la escuela llorando. ¿Qué fue lo que pasó?
—Nada que te incumba.
—Te llamé pero me bloqueaste. Igualmente sabía que lo harías. Pero no dejo de preguntarme qué diablos te pudo haber pasado para verte llorar y de esa manera. No recuerdo cuándo fue la última vez que te vi llorar —Ni yo lo recuerdo. Creo que fue en mi fiesta de cumpleaños número diez, creo—. Seré directa, estoy, ya sabes, la palabra que empieza con "preocu" y termina en "pada".
—Qué maldita descarada que eres, Nayeon —La enfrenté.
—Eres mi amiga, Sana y Mark también-
—¿¿¿Amigas???
—¡¿Recién ahora te acuerdas de nosotros, de mí, de Sana y de Mark?! ¿Qué pasa, Jennie se cansó de aguantarte? ¡Seguro vió lo ingrata y traidora que eres!
—¡Al diablo, no te estoy pidiendo perdón!
—¡Aunque lo hicieras no te perdonaría y no, ya no somos amigas, no después de que nos dejaste en banda contra toda la escuela! ¡¡¡¿Tienes una puta idea de la mierda diaria por la que tenemos que pasar?!!! ¡¡¡Luego de lo que sucedió en la cafetería se te ocurrió siquiera llamarnos?!!! ¡¡¡No, porque nos bloqueaste!!! ¡¡¡Vaya amiga que eres, perra del demonioo!!!
—¡¡¡A mí no me llames perra, perra!!! ¡¡¡Vine aquí con buenas intensiones porque por si no te haz dado cuenta todos andan murmurando que terminaste con la enana porque la engañaste con con otro!!!
¡¡¡¿¿¿QUÉ???!!!
¡Qué más tiene que pasarme!
—¡¡¡Todo esto es tu culpa, te odio!!! ¡¡¡TE ODIO!!! —Terminé cayendo al suelo. Me sentía muy débil.
No quería ponerme de pie. Sin embargo Nayeon me ayudó a levantarme y sacudió mis rodillas.
—Iremos a la enfermería y no refutes, ¿okay?
Asentí aunque no me sintiera enferma ni me doliera nada.
Bueno, solo el corazón pero ya sabía por qué.
Narra Chaeyoung.
Me hallaba esperando en la puerta del establecimiento, para ser más precisa, detrás de una columna. A pesar de lo ocurrido en los casilleros haría otro intento para conseguir hablar con Mina. Ya casi todos se habían ido así que supuse que Mina saldría en cualquier momento.
Por un segundo creí ya se había ido y no me había dado cuenta pero justo la vi cruzar la puerta con ¿Nayeon?
Qué raro, tenía entendido que estaban peleadas.
Se habían quedado a unos pasos de la puerta y escuché que Nayeon le dijo que esperara ahí, que iría por algo en su casillero. Vi aquello como una oportunidad así que cuando desapareció por la puerta, salí de mi escondite.
Mina estaba de espaldas así que carraspeé para llamar su atención. Ella me vió y enseguida volvió a darse la vuelta para irse. Demonios.
—¡Min... Myoui! —Me corregí antes de que se enfadara por decir su nombre. Lo cual creo que funcionó porque se detuvo— P-por favor, escúchame. Tienes todo el derecho de estar enojada, enfadada conmigo pero de verdad estoy muy arrepentida de lo que hice-
—Dilo —Por fin me habló—. Le pagaste a un infeliz para que me llevara a la cama.
—¿Qué? ¡No! Yo no le pagué a nadie, te lo juro. Si Jimin te dijo eso, te mintió, yo ni siquiera había hablado con él hasta la vez que vino a reprocharnos a Dahyun y a mí, y también nos disculpamos con él.
—Si tanto me odias, te aviso que no era necesario que armaras tremendo y tan patético plan, solo tenías que sentarte a observar cómo los demás me joden la vida dentro del instituto.
—No, Mina... No es así, yo no te odio, jamás te odié.
—¡Jajajjajaj! No me digas que estás buscando que te pida perdón ¡Por favor, qué chica tan graciosa! Había olvidado por qué tenías el título de "la bufona de la escuela" durante tantos años. Te lo tenías bien ganado. ¿O era "la loser de la escuela"? Oh, ya no lo recuerdo, Son.
—¿Por qué hablas así? Tú no eres así —Su mirada no era dulce como antes.
—Tú no sabes cómo soy, maldita perdedora. Y sabes qué, si tanto querías que me acostara con alguien más te informo que lo hice más de una vez a tus espaldas, cuando no perdía el tiempo contigo.
—No es cierto.
—Por supuesto que sí. Preguntale a Jungkook o a Yugyeom. Pero debería darte igual, ¿no? Tú no sientes nada por mí y yo solamente quería divertirme un rato, y tú eras un buen desafío.
—Solías decir que yo te gustaba —Dije en un susurro bajando la cabeza. Mis lágrimas querían revelarse otra vez y no pude contenerlas.
Esta no es Mina.
No es ella.
Ella no hace esas cosas. Ella dulce y tierna.
Sentía que mi corazón se iba desarmando de a poco.
—¡Chaeyoung! —Oí que me llamaron pero no volteé.
Seguido de eso sentí las manos de alguien en mis hombros temblorosos.
Somi.
—¿Estás bien? —Me observó con preocupación.
—S-sí... Somi...
—No, no estás bien.
Por favor, Somi, no digas nada más.
—¡Qué demonios le hiciste!
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