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Capítulo 30

Un año atrás...

Narra Mina.

Soy perfecta.

Sí, yo, no tú.

Joder, le agradezco mis padres por haberme hecho tan hermosa.

¿Qué más puedo pedir?

Ah sí, que las clases acaben ya.

Bajé de mi habitación lista para ir al insti, desayuné relajadamente ya que de todos modos BamBam pasaría por mí.
Y así fue. Cuando sonó el claxson de su auto me despedí y me fui con él.

—Hola muñeca —Me saludó BamBam.

—Hola —Nos dimos un beso y subí a su auto.

—¿Me extrañaste?

—SiempreNah.

Todo el camino al insti nos la pasamos hablando de nuestra salida del sábado.

Llegamos, como siempre, llamando la atención de todos.

Losers.

Bajé del auto y me reuní con Nayeon, Sana y Mark, mis mejores amigos.
Caminando lado a lado ingresamos al edificio ante las miradas del resto.

—Ábranse perrasdije para que los demás se hicieran a un lado a medida que avanzábamos por los pasillos—. ¿Tú qué me ves, fea?

—Jajaja. Oh no. Olvidé hacer la tarea.

—Igual yo.

—Ya sé —Le dije a Sana y a Mark. Miré a Nayeon y sonreímos diabólicamente.

10 minutos después...

—Dame tu tarea Le hablé a la don nadie frente a nosotras—. Por cierto, qué fea ropa.

—E-es el uniforme.

—¿Me estás corrigiendo, estúpida?  Mark, quítale la mochila.

—Por favor no. Me llevó toda la noche hacerla.

Vaciamos su mochila en el suelo y Nayeon revisó sus cuadernos.

—La tengo.

—Okay coneja —Volví mi vista a la chica—. Será mejor que empieces de nuevo a hacer la tarea antes de que toquen la campana —Me burlé—. Ah, y déjame agradecerte eh —Levanté el pegamento que estaba entre sus cosas, lo abrí y se lo eché en el cabello—. Byee.

—Já, ¿a dónde vas? —Me preguntó Nayeon.

—A divertirme.

—¿Con Son?  También queremos ir.

—No. Ella es mi juguete.

Son.

Son.

Son.

La odio.

Fui a buscarla y la encontré leyendo unas hojas mientras bajaba las escaleras.

Sonreí.

—Hey, hey —La frené justo cuando trató de pasar por mi izquierda— Qué tal Son.

Su mirada estaba en los siguientes escalones. Nerviosa.

—¿Me extrañaste? —La empujé contra la pared.

—Déjame en paz.

—Si no quiero qué harás. Intenta defenderte, vamos —Desvió su mirada—. No puedes jaja. Sabes, me enteré de que te invitaron a salir. ¿Cóme se llama? ¿Aji? ¿Ahin?  Como sea-

—Qué te importa —Susurró.

—Es cierto ¡No me importa tu asquerosa vida! Aunque presiento que te dejará plantada. Ayer tuve un inconveniente con ella y tuve que enseñarle a no meterse conmigo. Eres horrenda, ¿por qué no solo te rindes ¿eh?  Siempre estarás sola. Nadie te quiere por fea y perdedora. PERDEDORA.

Sí, eso eres.

—Qué eso eso? —Le arrebaté las hojas de sus manos en un instante de distracción.

—¡Devuélvemelas! —Intentó quitármelas pero alcé mi brazo y no logró alcanzarlas.

—Jajaja...

—¡Necesito esos apuntes!

Desventajas de ser enana.

Haré algo mejor —La empujé otra vez  y se apoyó en la pared, en consiguiente rompí las hojas en su cara.

—¡No! ¡No eran míos!

—Ups. Sorry. Ya va a sonar la campana. Nos vemoos —Me burlé de ella y me fui, dejándola ahí, recogiendo los trozos de papel desparramados por las escaleras.

Pobre idiota.









Presente.

Narra Mina.

Soy un desastre.

Soy...

Ahhhh.

Quisiera viajar al pasado y abofetearme a mí misma.

¿Dónde está la máquina del tiempo de Marty Mcfly cuando la necesito?

Cierto. Es una película.

Ahhhhhhhhhhhh...

No dormí en toda la noche. Me mantuve abrazando mis rodillas, mirando a la nada misma, ocupada en bajarme los ánimos. Cuando me di cuenta ya era de día otra vez.

—Mina, reacciona —Sana me habló—. Me quedé dormida esperándolas. ¿Qué sucedió ayer? ¿Y Nayeon?

—Sana, dime, ¿crees que soy una horrible persona?

—¿Qué?

—Solo responde.

—Qué cosa.

—Lo que te pregunté. ¿Soy una horrible persona?

—No entiendo en qué contexto hablas.

—En general.

—Ay Mina-

—¿Sí o no?

—Mina, eres mi amiga-

—Por eso mismo. Sé que me dirás la verdad.

—Okay —Suspiró—. No, no lo eres.

—Estás mintiendo.

—No sé si miento porque no entiendo cuál es el punto de la conversación. ¿Puedes ser más precisa?

—Olvídalo.

—No, dímelo. ¿Por qué llevas esa cara de vagabunda?

—Quiero dormir —Me acosté y me cubrí con la sábana por completo.

—Ahora debemos ir con la profesora. Levántate.

—No quiero.

—¿No piensas ir?  Mina —Me sacudió levemente pero no le hice caso.

No tengo ganas de hacer nada.





Narra Chaeyoung.

Chaeyoung despierta.

—No, no quiero ir a la escuela mamá —Me di la vuelta cambiando de posición.

—No soy tu mamá. Arriba Chae, la profesora dijo que en quince minutos vendrá el guía y nos dará un recorrido por el lugar.

¡Cierto! ¡El campamento!

—¡Diablos!  —Me levanté como rayo— ¿Por qué no me despertaste antes Dahyun?

—Eso es lo que llevo intentando desde hace una hora. Ya todos están afuera, solo faltas tú.

—Aish.

Me cambié la ropa lo más rápido que pude mientras Dahyun me esperaba afuera.

—Agh... No dormí bien por el ca... Rayos, todavía hace mucho calor.

—Por eso estoy llevando mucha agua fría para el camino.

—Unas nubes no nos vendrían mal —Giré a mi derecha y ahí estaba Somi—. Buenos días Somi. Lo siento, no te vi ¿Somi?

—Uhm, Chaeyoung. ¿Me hablaste?

—Sí, bueno yo... dije buenos días.

—Oh, buenos días Chaeyoung —Parecía algo distrída.

—¿Estás bien?

No me contestó.

No, no estaba "algo", sino muy distraída y me di cuenta de eso desde ayer, desde volvió de buscar hielo. Pensé que estaba cansada y quería dormir, por eso no le había tomado mucha atención.

—Somi... ¡Huh! —No pude preguntarle nuevamente cómo estaba porque sentí que me jalaban de ambos brazos hacia atrás. Volteé y eran Sana y Mark.

¿Ahora qué?

—Suéltenme. ¿A dónde me llevan? —Me resistí.

—Mina no quiere salir de la tienda —dijo Sana. ¿Qué dijo?

—¿Está enferma?

—No. Simplemente se niega a ir al paseo.

—Ya veo... ¿Y eso qué tiene que ver conmigo?

—Eres su novia. Solo saldrá si tú se lo pides —Agregó Mark—. Convéncela.

—Pero... —No me dejó terminar y me empujó dentro de la tienda de campaña— Auch.

Wooooow. Dahyun tenía razón, esta tienda sí que es grande.

Miré al fondo y había una bolsa de dormir con un bulto. Supuse que era Myoui.
Me acerqué con cuidado y toqué su hombro.

—Mina.

—Ya les dije que no iré —habló secamente.

—Mina soy yo, Chaeyoung.

—¿Huh? —Se sentó— ¡Chaeyoung! ¿Qué haces aquí?

—Ehm... ¿Por qué no quieres ir al recorrido?

—Sana. Fue ella ¿cierto?  Te llamó para que vengas.

—No exáctamente.

—Será mejor que vayas o te dejarán.

—Pero tú...

—No estoy de ánimos.

—Tienes que venir. Tú misma dijiste que no habrá otro campamento como este.

—¿Quieres que vaya?  Porque si eso quieres, iré.

—No tienes que hacerlo por mí.

¿Por qué lucía algo apagada?

—¿Te sientes mal? ¿Te duele algo?

—No Chae. No sé.

—Entonces ven. Tienes mi ayuda si la necesitas.

Su expresión se ablandó de sobremanera.

—Eres tan linda —De repente sus ojos estaban fijos en los míos. Tragué en seco—. Me gusta todo de ti.

—¿I-irás? —Traté de pasar por alto sus palabras.

—Yes.

Ufff.

Por suerte no costó tanto pero una parte de mí quería saber qué le pasaba.

Salí de la tienda y Sana y Mark se acercaron.

—¿Y Mina? —Preguntó Mark.

—Pues... se está arreglando.

—Lo sabía. Solo te hace caso a ti.

No es cierto.

Al rato Mina salió y se apegó a mi brazo otra vez. Me ponía un poco nerviosa pero la sensación era  agradable.

Cuando el guía llegó la profesora tocó su silbato y nos dió unas pautas antes de empezar la caminata.

A unos metros vi a Dahyun que me guiñó el ojo pícaramente.

—Mina, ¿no tienes calor? —Le pregunté mientras caminábamos últimas, detrás de todos.

—Uhmm... ¿En qué sentido?

—Pues en ¡Oye! ¿En qué estás pensando?  Hablo de la temperatura.

—Jaja...

—Pervertida.

—No lo soy.

—Ya no importa. Hace mucho calooor, me estoy derritiendooo.

—Lo noté. Estás transpirando mucho.

—Me bebería un río entero ahora mismo.

—También yo pero hay que ahorrar agua para el resto del recorrido.

—Ya sé.

El camino era de tierra y piedras, subidas y bajadas. Debí traer mis rollers.

Media hora después ya no sentía mis pies pero no me quejé.
El paisaje era hermoso; árboles altísimos, vegetación verdosa irradiando brillo por los rayos del sol, un pequeño río cuya agua corría entre rocas de todos los tamaños. Y el cántico de las aves. La belleza del lugar era tan natural y estética a medida que nos adentrábamos más y eso era lo que lo hacía una maravilla única y perfecta.

¡Por qué tuve que olvidar mi teléfono! 😬

Como no tenía mi celular conmigo le pedí a Mina que tomara fotos y que luego me las enviara. También nos tomamos fotos por separado y... juntas. Nunca fui buena posando o haciendo es clase de cosas, Dahyun dice que tengo cara de meme.

Luego de rezarle mentalmente a God finalmente hicimos un descanso de una hora. Aproveché y le quité una botella de agua fría a Dahyun.

—¿De dónde sacaste ese helado, Myoui?

—Se lo robé a Mark.

Rodé los ojos y me eché un poco de agua sobre la cabeza para refrescarme. Miré el cielo y un par de nubes grises se colaban entre las demás. Mi vista descendió nuevamente a Mina y la pillé fisgoneándome.

—¿Por qué me ves así?

—Así, cómo —Se mordió el labio y me asusté.

—D-d-d-de-deja de... ¿Q-qué tengo?

—Es que te ves muy sexy con el cabello y la camiseta mojada. Tengo mucha suerte.

...

Me sonrojé.

—M-mejor... Ten —Le alcancé la botella temblorosamente— , mójate. Te mantendrá-

—Wow... Creí que querías ir despacio.

—¿De qué hablas? —No entendí.

—Quieres que me moje. ¿Quién es la pervertida ahora, eh?

Oh.

¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEÉ?!

—¡Q-QUÉ...! Qué cosas dices —Hice mi mayor esfuerzo para mantener la calma y no empujarla al rio. Aunque le haría bien enfriar un poco la cabeza para alejar esos pensamientos impuros.

—¡Jajaja! Mira tu cara. Pareces un tomatito.

—C-cállate —Escondí mi rubor con mis manos.

—Jaja, solo bromeo.

—Tus bromas no me hacen gracia.

—Okay. Lo siento "Santa Chaeyoung". ¿Me dirás que nunca has dicho o hecho algo "atrevido" alguna vez en tu vida?

—Bueno... —Confieso que una vez entré a bubislandia.com pero fue por error, lo juro.

Creo que no debí jurar.

¡God, perdóname!

—Atención alumnos —Me salvó la profe—. Recojan sus cosas, reanudaremos nuestro recorrido —Retiro lo dicho.

Empezamos a caminar otra vez, bueno, los otros, yo apenas andaba.

—Chaengie.

—¿Qué sucede?

—Tengo una idea —Frenó.

Ninguna de sus ideas era buena. Ah, no, esa era la tofu.

—Hay un lago por aquí cerca. Es un paraíso.

—¿Cómo lo sabes?

—Solía venir de vacaciones a este lugar con mi familia.

—Mejor apuremos el paso o nos dejarán.

—Te encantará, ya lo verás.

Se aprovechó de mi agotamiento físico y me arrastró con ella.

Joder.

No nos alejamos mucho de donde estábamos pero si Mina conocía el camino no había chance de que perdiéramos. Dudé.
Un pensamiento sensato de que podríamos meternos en problemas se instaló en mi cabeza pero enseguida fue reemplazado por otro lleno de dicha al ver el paradisíaco lago rodeado de una variedad flores y de rocas cubiertas de hierba.

—Te dije que te encantaría.

—Pues es... es hermoso —Quedé fascinada.

—Ven, necesito sentir el agua.

Nos aproximamos y me senté sobre el pasto a descansar mis piernas.

—El cielo se está nublando. No podemos quedarnos mucho tie... QUÉ CREES QUE HACES.

¡Se estaba desvistiendo!

911.

—Voy a relajar mi cuerpo si no te importa. Jaja ¿por qué te cubres los ojos?  No tengo nada que tú no. Chaeyoung-

—S-si alguien viene estaremos en problemas.

—Este lugar solo tiene permitido visitas escolares desde hace tres años. Y no estoy desnuda, aún llevo puesta mi ropa interior. Pero si tú quieres puedo quitármela.

—¡NOOOoo0! ESTÁS LOCA.

—JAJAJJAJAJA.

—¡Yo me largo! —Me paré decidida a irme.

Me hubiera quedado en casa comiendo fresas y viendo memes en el sofá.

—Me pregunto cómo harás para regresar al campamento.

Cierto.

Joder.

No recuerdo el camino de retorno.

Creo que lloverá.

Ya valí.

Debí agarrar ese sticker en el autobus. Seguro alguien más se lo quedó.

—Vístete.

—No. Y si no te metes al agua conmigo te empujaré.

—¡Olvídalo!

Cinco minutos después ya estaba completamente empapada, esforzándome por flotar en el lago mientras Mina me sostenia del brazo.

—Jaja, no hay suficiente  profundidad para dramatizar tanto.

Detuve mis movimientos y era cierto. No iba a morir.
Me limité a disfrutar la sensación de frescura en mi cuerpo.

—Por tu culpa pescaré un resfriado.

—Exagerada —Sumergió su cuerpo hasta el cuello y rió divertida.

A los pingüinos les gusta el agua. Por supuesto, ahora todo tiene sentido.

Reí internamente.

Nos quedamos, no sé cuánto tiempo, jugando y salpicándonos agua hasta que sentimos frío y preferimos salir.
Mina se vistió y nos recostamos en la orilla adivinando la forma de las nubes que, por el viento, pasaban más rapido de lo usual.

—Esa nube se parece a ti, Chae —señaló a una nube que, a mi parecer, era una manzana.

—No es verdad.

—Sí lo es. Pero ya perdió la forma.

—¿Cómo sabes que se parece a mí?  Se supone que nos guiamos por el contorno de la nube y la relacionamos con alguna figura. No puede haber una nube con mi cara.

—Claro que sí. Si es una nube pequeña y tierna se parece a ti.

—No te burles de mi altura.

—No lo hago. A mi criterio, todo de ti es lindo y tierno. Eres muy preciosa por dentro y por fuera. Creo que te sientes acomplejada por algo innecesario.

—No me siento acomplejada. Mi mami dice que soy la chica más guapa y lista de todo el instituto y NO, no es una tonta.

—Algún día no muy lejano deberás soltar el pecho de tu madre.

—¡Oye! Es porque soy su única hija.

—No es excusa. También soy hija única y mis padres no me andan mimando como a una bebé.

—Tú qué sabes —Hice un mohín. No soy un bebé, nunca dije que lo fuera. Qué tiene de malo que mamá me trate bien—. Siempre has sido una chica consentida. No lo niegues.

—Sí, pero ya no lo soy. Desde que noviamos quiero ser alguien mejor para ti. Me encantas demasiado, Chaengie.

Diablos. Me estaba mirando fijamente a los ojos. Tragué fuertemente y me senté con mis nervios saliendo a flote.

—Por lo visto, e-estás acostumbrada a hacerle m-muchos cumplidos a l-la gente.

—Por supuesto que no —Se sentó también—. Antes de ti, la única persona a la que le hacía cumplidos era a mí misma.

—¿Qué hay de B-

—Ni lo nombres. Nunca me interesé tanto en un chico como en ti.

—Ehm... ¿Cómo...? Nada.

—Anda, pregunta. Soy un libro abierto.

—¿C-cómo le dijiste a tus padres que... ya sabes... te gustan las chicas.

—En realidad jamás me había interesado en las mujeres. Creo que eres la excepción, como en la canción de Paramore. Y no, no se los dije. Un día me reuní con mis amigas en mi casa, mi madre me escuchó hablándoles de ti y, cuando se fueron, charlamos. Me preguntó por ti y le dije que...

Qué suerte tiene. No la regañaron.
Si mi madre me escuchara en una situación así con Dahyun, probablemente yo no tendría las agallas para admitir que me gusta una chica.

—Chae.

—Qué.

—No estás oyendo.

—Dime, ¿no sentiste miedo de que te rechazaran o se enfadaran contigo?

—Uhmm... no.

—¿No?

—Conozco a mi madre. Sabía que le causaría sorpresa pero me apoyaría. Y mi padre es un sol. No obstante, aunque no hubieran sido comprensivos, no podría haber negado que me gusta otra chica. Significaría ser deshonesta conmigo misma y sufriría el peso de esconderlo de mi familia como si fuera un crimen cuando no lo es.

—Lo haces ver tan fácil.

—Sé que es difícil para muchos pero no tiene nada de malo que me guste una chica. Soy humana, respiro y siento. ¿No tengo derecho a e... eh... jaja.

—Pero ya sabes, algunos creen que no es natural —Mi madre, por ejemplo— . No sé.

—Khe. Una vez vi en las noticias que en un país de África, dos leones machos se aparearon. Dime entonces qué es natural y qué no.

—¡Verdad! Una vez vi en un documental de Nacho que-

—¿Nacho?

—Nachonal Geografic. Vi a una pareja de pingüinos macho. Eran muy tiernos, incluso les dieron un huevo y lo criaron con éxito. Pero se divorciaron —Qué sad—. ¿Eran parientes tuyos?

—Quién sabe.

—Pero, volviendo al tema, ¿qué hay de dios? ¿Qué si de verdad odia a los homosexuales?

—Esos solo son términos para etiquetar a las personas. ¿No escuchaste la canción de Lady Gaga?  Si dios nos creó, eapiritualmente, no pudo haberse equivocado. No le haces mal a nadie gustando de una chica. Dios nos quiere a todos por igual pero odia a los gays porque no procrean, eso no suena muy coherente que digamos. ¿Dónde está el "amor" que predican los pastores y cristianos en nombre de dios?

Wow.

Ella parece tener todas las respuestas.

Debería argumentarle eso a mis padres.

No. No puedo ir y decirle a mi madre: "Mamá, ¿has escuchado la canción born tis wey de Leidi Gaga? 😉".

Ella me dirá: "No. ¿Quién es? 😊"

"Una cantante norteamericana 😁".

"¿Y de que trata la canción?☺".

"Es sobre la aceptación personal. Te lo digo porque soy jota y quiero que me aceptes 😀✌".

Y ¡pum! 💥 Chanclazo en la cara 👡💫. Mínimo.

😕

—¡Chaeyoung!

—¿Huh?

—¿En qué pensabas?

—En nada.

—Oye, ¿por qué te preocupa tanto la reacción de... Un momento. No me digas que tus padres no saben que eres-

—NO ES ESO. Verás... —Piensa en algo— se trata de una amiga? —Eso— ¡Sí, una amiga! E-es que sus padres no saben que le gusta una chica y-

—¿Amiga?, ¿qué amiga?, ¿Dahyun?, ¿Somi?  O tal vez hiciste una nueva amiga. ¿Quién es?

Esa sonrisa para nada sincera... Ok. Me asusté.

—Ehm... es Joy —No sé mentiiiiir.

—Claro, la olvidé —Ufff.

—Sabes, el grupo y la profesora ya deben estar de regreso. Deberíamos volver al campamento también.

—Tienes razón.

Nos levantamos y sacudimos nuestra ropa.
Caminé detrás de ella unos cuantos metros hasta que de pronto frenó. La oí murmurar algo.

—¿Qué pasa, Mina?

—Eh... creo que es por allá —Apuntó con su dedo índice a su derecha.

—¿"Creo"?

—Es por allá.

—Ahora hablas segura. ¿Por qué dudaste antes?  Dijiste que vacacionaste muchas veces aquí.

—En realidad solo fue una vez.

—¡¿Co-cómo que una vez?!  Creí que te sabías el camino de memoria. ESO SIGNIFICA QUE ESTAMOS PERDIDAS.

—No es para tanto. Confía en mí, hallaremos el campamento. Sígueme.

—¡¿Y cómo sabes que esa es la dirección correcta?!

—Tú solo confía en mí.



DOS FILAS DE PATITOS DESPUÉS... 🐥

—Ya van cinco veces que veo ese árbol. Estamos caminando en círculos, Myoui.

—¿Cómo sabes que es el mismo árbol?  Todos se ven iguales.

—Admite que hiciste que nos perdamos.

—Pronto estaremos con los demás, ya lo verás.

—¡Eso dijiste hace ochenta horas!

—Exagerada —Puchereó—. OKEY. Estamos perdidas.

—Lo sabía. ¿Y tu teléfono?  Llama a una de tus amigas para que le avise a la profesora.

—¡Ah, sí! —Sacó su celular y lo prendió— Shit. No hay señal.

—¡¡¡Aaaishhhhh!!!

Nos teníamos ni la más remota idea de cómo llegar al campamento. Así que en vez de seguir haciendo cagadas preferimos permanecer allí hasta que alguien se acordara de nosotras y nos viniera a buscar.

Me senté en cuclillas esperando mi destino.

—Diablos. Está lloviendo —dije al sentir una gota en mi nuca— y ya está oscureciendo.

Y de la nada una tormenta se hizo presente.

—Ahh... ¿No te parece romántico?

—Qué cosa.

—La lluvia, nosotras bajo ella, es como una escena de película.

—¿Me estás jodiendo?  Vamos a morir y tú pensando en pelis.

—Chica dramática.

—No sabemos qué animales salvajes hay aquí. Debí quedarme con el grupo, me hubiera derretido pero al menos seguiría con vida.

—Ya me pasaste tu miedo. Gracias Chaeyoung.

—Hablo en serio.

—Entonces, si vamos a morir,  ¡besémonos por última vez, Chaengie! —Me abrazó abrupta y pegajosamente— ¡Hagamos pingüitigres!

—¡A-aléjate pingüina!

¡Auxiliaaaaaaa!

—¡Así las quería agarrar puercas!

—¡AHHhhhhh! ¿Profesora Sunmi?  ¡¡¡Profesora Sunmi!!!

-
-

Afortunadamente la lluvia se detuvo y logramos regresar a salvo con los demás.

—¿Tienen una mínima idea de lo preocupada que estaba?  Pensé que algo grave les había ocurrido. Díganme qué les hubiera dicho a sus padres.

—Lo sentimos —Nos disculpamos Mina y yo. No sé ella pero yo me sentía totalmente avergonzada.

Ya llevábamos casi una hora de regaños por parte de la profesora Sunmi. Mina quiso inventarle una historia pero metí la pata y tuvimos que soltar la sopa y decir la verdad.

—Tienen suerte de que el director no está enterado de esto o de lo contrario es capaz de hacerles un acta y sancionarlas.

—¿Se-se lo dirá? —Me dió escalosfríos el solo imaginarlo.

—No, no tengo ganas de que me despidan!

—G-gracias.

—No me agradezcan. Me deben cien vueltas alrededor del campo para la semana siguiente.

Lo sabía.

—Sí, profesora —Volvimos a decir al unísono.

—Si no tienen nada más que decir vayan a sus tiendas a cambiarse de ropa o se enfermarán.

—Ehm... P-profe... ¿Hay leones en este lugar? —Tenía que preguntar.

—Mejor que sean ciento veinte vueltas. Qué p2, esto no es una jungla, Son.

Luego de hacer el ridículo me dispuse a ir con mi equipo. Pero antes quería... decirle algo a Mina.

—Myoui.

—Sí, Chae.

—Lo he pensado mucho y pues...

—Habla bebé.

Mi corazón se esponjó.

—¡Yah Mina! ¡Por qué eres así!

—Así, cómo.

—Lo he pensado y decidí aceptar las tutorías de Inglés.

—¿Qué tutorías?

—¿Recuerdas que me ofreciste tu ayuda para esa materia?

—Ah sí... ¡Genial!

Un día de estos me volveré loca al igual que ella.

Já. Mina es muy divertida.
Al menos ya no se ve triste y desanimada como en la mañana.

Con esos pensamientos en mi cabeza entré a mi tienda. Estaba vacía. No si, qué gran recibimiento.

Aproveché que me encontraba sola y me cambié la ropa. También saqué galletas de mi mochila ya que estaba muy hambrienta.

Diez minutos después vino Somi. Me miró como si estuviera delante de un fantasma aunque no entendí el por qué. Me sentí incómoda así que opté por "romper el hielo".

—Hola Somi —La saludé con una sonrisa.

—Uhm... Hola Chaeyoung.

—¿Y Dahyun?

—Con Joy. Nos fuimos a su tienda a cenar para no aburrirnos.

—Oh, me disculpo por dejarlas solas.

—No te preocupes, es comprensible, estabas con tu... novia.

—No es excusa. Somos un equipo, no volverá a pasar.

—Si tienes hambre, llevamos la comida a la tienda de Joy —Su tono de voz cambió a uno serio. Se acostó y antes de que me diese la espalda la llamé.

—Somi.

—Qué.

—Bueno... Verás... —Me rasqué mi mejilla— He querido decirte algo desde ayer, en realidad desde más antes.

—Adelante.

—Soy consciente de que estás enojada conmigo y si estos dos días hemos cruzado palabra solo ha sido en presencia de Dahyun.

—Chaeyoung-

—Sabes, nunca he sido el tipo de persona que tiene muchos amigos. Con suerte tengo a Dahyun y es porque nos conocemos desde el kinder, y a Joy aunque ella tiene su propio grupo de amigas y vive ocupada con lo de su club. Realmente te aprecio Somi, yo no quiero terminar nuestra amistad, quiero que sigamos siendo amigas. Me caes muy bien, desde la primera vez que nos hablamos. Se sentía bien charlar contigo y echo de menos eso. Si te molesta el comportamiento de Myoui, ya hablé con ella y le puso un alto a sus amigos, te lo aseguro. Y me disculpo si-

—Chaeyoung, está bien, no es tu culpa.

—Pero tú dijiste que...

—Sé lo que dije y ahora entiendo que estuvo mal culparte por las acciones de alguien más. Yo soy quien debe disculparse por prejuzgarte. Debí pensar bien las cosas antes de pedirte que te alejes, lamento si te herí con mis palabras. Debí darme cuenta de lo que sucedía...

—¿A qué te refieres?

—Déjalo, yo me entiendo.

Su actitud por momentos me era sospechosa pero me convencí de que era mi imaginación.

—Confío en ti y se que no eres como Myoui o su entorno.

Pero Mina cambió.

—Ella ya no es-

—No hablemos más de ella. También te tengo mucho afecto y... te quiero.

—Ahh, yo también te quiero Somi —Me enternecí.

—¿De verdad?

—Por supuesto, eres nuestra amiga, contigo somos las tres mosqueteras.

—Oh —Su expresión era muy versátil. Pensé que la haría reír pero la noté algo decepcionada. No sé.

—¿Qué tal si mañana nos juntamos las tres en mi casa?  Le diré a Dahyun más tarde.

—Qué buena idea. Podemos ver películas.

Y sucedió. Después de semanas volví a ver su sonrisa.

Lo logré. Recuperé la amistad de Somi.






Narra Mina.

Por fin la profesora nos liberó y nos fuimos a nuestras respectivas tiendas.

Abrí el cierre de mi tienda y encontré a Sana con su celular.

—Pero qué demonios te pasó —Rió—. ¿Te caíste a una catarata o qué?

—Sin burlas, okay?

—Okaaay. Bueno ya, ¿dónde estaban tú y Son?

—Nos metimos al agua para quitarnos un poco el calor de encima, nos perdimos, la profesora nos encontró y eso es todo. Ahora voltéate, necesito ponerme ropa seca antes de agarrar una gripe.

—Somos chicas, no hay inconvenientes.

—Tengo novia. Ella es la única que puede verme desnuda.

Solo falta que quiera.

—Sorry. No hacía falta hacerme sentir como una solterona.

—Tú lo has dicho; "Sorry".

Me puse mi ropa para dormir, me cubrí con una cobija y revisé que mi teléfono no se hubiera mojado con la lluvia.

—Soy yo o hace frío —Mi cuerpo temblaba.

—La temperatura bajó luego de la tormenta.

—Si estás texteando con Mark dile que les debo una a ti y él por avisarle a la profesora de nuestra ausencia.

—Uhm... Pero no fuimos nosotros. Como te alejaste y te quedaste última junto a Son...

La miré interrogante.

—Si mis amigos no notaron que no estaba —Me ofendí— entonces quién lo hizo.

—Park Jimin.

—¿El nerd de Biología?

—Así es.

Eso no lo esperaba. Admito que me sorprendió un poco.

—Al menos te subió el ánimo. Nayeon no ha vuelto. Se pasó todo el día al lado de las Negrorosa.

—Sabes —Bostecé— , tengo sueño, mejor me voy a dormir.

—¿Oíste lo que dije?

—Sí —Suspiré—. Ya volverá, sus cosas están aquí.

—Mañana iré a tu casa y me dirás qué te dijo Nayeon.

—Pienso que ya sabes algo.

—Piensas bien.

Carajo, lo había olvidado.

Debo averiguar quién fue la persona que me escuchó hablando con Nayeon.

¿Debería contárselo a Chaeyoung?

—¿A dónde vas?

—Hablaré con Jimin. Puedo ser una maldita pero no soy una perra malagradecida.

Tomé mi abrigo y salí.

Para mi buena suerte no me llevó mucho tiempo encontrarlo ya que estaba fuera de su tienda con una tasa en las manos.

Me aproximé y sonrió al verme.

—Myoui.

—Hey.

—¿En qué te ayudo?

—En nada nerd... Es decir, ya sabes por qué estoy aquí.

—No, no lo sé.

—Ya perdí la cuenta de cuántas veces te rechacé pero sigues entrometiéndote.

—En realidad no me siento así. No me gusta pensar que fui rechazado, lo único que haría eso sería bajar mi autoestima.

—Eres raro.

—No me malentiendas por favor. Soy consciente de cuándo no soy bienvenido o cuándo no es grata mi presencia pero no tiene nada de malo que ofrezca mi ayuda, ¿o sí?

Vaya...

—Veo que no eres el típico nerd de escuela.

—No me considero un nerd, ojalá lo fuera.

—Como sea, tengo novia y no quiero tener problemas con ella por tu culpa.

—Lo siento. Solo quiero ser tu amigo pero si no quieres que me acerque lo respetaré.

—Te disculparé solo porque le avisaste a la profesora que Chaeyoung y yo faltábamos.

—No fue nada.

—Oye, eres tan sereno. Te llevarías muy bien con la mejor amiga de mi novia, Kim Dahyun, porque son opuestos.

—Jaja, mis amigos también dicen que soy bastante tranq... Espera... ¿Dijiste Kim Dahyun? ¿Mejor amiga de tu...

Se tildó.

—¿Nerd? ¿Jimin? —Moví mi mano en su cara pero tenía la mirada perdida— Ya, en serio, gracias por lo de hace rato.

Me largué. No pensaba esperar a que volviera en "on".


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