Narra Mina.

¿Me odia?

De pronto tuve una extraña sensación en el pecho pero la ignoré.

Chaeyoung sólo dijo eso porque está enfadada, nada más. ¿Verdad?

La seguí hasta la cafetería. Llegamos a nuestra mesa y se quedó parada a un lado de esta con la mirada en el suelo.

¿Por qué lo hacía tan difícil?

—A partir de hoy, Chaeyoung almorzará con nosotros —Le anuncié a mis amigas.

—¿¿Qué?? —dijeron al unísono.

—Oyeron bien, no se los repetiré.

—Sí, oímos bien pero ella no se sentará aquí —Me desafió Nayeon—. NO, jamás.

—No te pedí tu opinión.

—Ni yo la tuya. La enana no se sentará aquí y punto.

—Estoy de acuerdo con Nayeon, ella no puede sentarse con nosotros, sería un suicidio social. ¿Enloqueciste o qué Mina? —Ahora Mark. Genial, quién sigue ¿Sana?

—Es mi novia y debe sentarse conmigo-

—Tú lo dijiste, TU novia, no la nuestra. Si quieres almorzar con ella te la llevas a otro sitio porque aquí no hay lugar para perdedoras —Maldita Im.

—No la llames perdedora.

—Es una idiota igual que tú.

—¡Cállate!

—¡A mí no me calles! —Se levantó de su asiento.

—¡Y tú no te metas conmigo!

Joder, habían muchas miradas sobre nosotras. Vi de reojo a Chaeyoung y seguía con la cabeza baja.

—¡¿Acaso pelearemos por este duende?!

—¡Deja de burlarte de su altura!

—¡¡¡Ya basta!!! —gritó Mark. Nayeon y yo lo miramos— Si quieres almorzar con Son en esta mesa, hazlo. Yo me largo de aquí —Se levantó para irse pero Nayeon agarró su brazo.

—Tú no te vas a ninguna parte, nosotros llegamos primero. Es Mina —Me miró— quien debe irse.

Idiotas.

—Vayanse al carajo. Chaeyoung siéntate.

—Vaya, vaya... ¿Qué pasa aquí? ¿Pelea de divas? —Genial. Otro idiota.

—¿Y a ti quién te llamó Yugyeom? —Hablé cortante. Más le vale no decir ninguna estupidez.

—Jaja, solo vine a saludar.

—Lárgate.

—Hola Son —Se acercó a ella—. ¿Por qué tan callada? ¿Qué le hiciste a esta chica Mina?  Jaja...

—Chaeyoung, siéntate —Volví a decirle.

—¿Por qué la tratas como a un perro? —Lo mataré— ¿Qué pasa Son?, ¿no recuerdas dónde dejaste tu dignidad? —Sus amigos se reían desde su mesa.

—No te preocupes Yugyeom, tú sigues siendo el único perro del colegio, nadie te quitará tu lugar.

—¿Cómo puedes seguir con ella Son? Luego de que te engañó.

—Así que tú eres el imbécil que ha esparcido esos estúpidos rumores.

—Yo no soy un chismoso y no son rumores, Jungkook nos lo dijo.

—Ese inútil.

—Jaja, ahora le dices inútil pero bien que te revuelcas con él.

—¿Qué? ¿De qué mierda hablas?

—¿Cómo puedes burlarte de esta pobre chica?  Jungkook nos contó que lo llamaste y que lo hicieron en tu casa y luego en la casa de Kai.

—¡Eso es una maldita mentira! —Le grité, y al voltear a ver a Chaeyoung ella aún miraba el piso y sus nudillos estaban muy blancos de tanto empuñar las manos.

Maldición.

—Pobre de BamBam. Dime, ¿cuántas veces le viste la cara de idiota con Jungkook?  Es por tí que nunca se llevaron bien y ahora ambos están suspendidos.

—¿Por mí?  No me jodas, nunca se llevaron bien porque siempre hacen de todo una competencia.

—Jaja, eres muy bella Mina, demasiado, pero no sirves como novia porque siempre te burlas de los demás. Te burlaste de BamBam y ahora juegas con esta pobre chica. ¿Con quién la engañas ahora?

—¡CÁLLATE! ¡A MÍ NADIE ME ENGAÑA CON NADIE!

Joder, di un pequeño respingo.

Chaeyoung...

Cuando reaccioné, Chaeyoung se había lanzado a los golpes sobre Yugyeom.

¡Carajo!

—¡Chaeyoung! —Intenté alejarla de él pero estaba muy descontrolada.

Ambos cayeron al suelo y no supe qué hacer. Todos en la cafetería se acercaron a ver la pelea. Chaeyoung siguió golpeándolo hasta que Yugyeom le dió un codazo en la mandíbula y la empujó dejándola adolorida en el piso.

Su mandíbula. Aun no estaba completamente recuperada.

—¡Chaeyoung! —Me acerqué de inmediato para ayudarla pero no quería ni mirarme.

—¡¡¡¿Qué sucede aquí?!!! ¡¡¡¿Por qué hacen tanto escándalo?!!! —Carajo. El director.

Escuchamos ls voz del director y dos profesores atrás de él.

Todos nos erguimos y cuando volteé a ver a Chaeyoung ya no estaba.

—¡Todos ustedes —Señaló a mi grupo y al de Yugyeom— a mi oficina ahora mismo!

—Pero nosotros no hicimos nada —Se quejó Nayeon.

—Eso se aclarará en la Dirección, alumna.

Seguimos al director hasta su oficina y no pude ir tras Chaeyoung.
El director nos cuestionó por el conflicto y le inventamos una historia algo incoherente pero por suerte pudimos zafar y nos dejó ir.

Cuando salimos de la Dirección el imbécil de Yugyeom volvió a pararse frente a mí.

—¿Irás atrás de Son?  Vaya, eres más rápida de lo que pensé —Sus amigos se rieron.

—Wow —Reí falsamente— , no te pareces nada al chico que una vez lloró porque lo rechacé, te felicito. Ah, y sí, tal parece que soy rápida pero no tanto como tu novia.

—¿De qué estás hablando?

—Pregúntale a Kai lo bien que se la pasa con Yuna en nuestras fiestas.

Lo último que vi antes de irme fue a Yugyeom volteándose a ver a un Kai nervioso. No quería quedarme en medio de otra pelea asi que me fui de allí.

Me di vuelta cuando noté que Nayeon, Sana y Mark caminaban atrás.

—Tienen que ayudarme a encontrar a Chaeyoung.

—No —Otra vez Nayeon—. No eres su niñera Mina.

—Es mi novia.

—Te estás comportando como una tonta. Casi nos metemos en problemas por su culpa.

—Tengo que encontrar-

—Me cansaste. Sabes qué, cuando se te pase lo idiota hablamos.

Y se fueron. Me dejaron.

¡Traidores!

Al diablo, la buscaré yo misma.

Era la última hora asi que no me importó saltearme la clase.

La busqué primero en la enfermería ya que como estaba herida, creí que iría allí pero no estaba. Luego fui a la terraza, a la biblioteca, al gimnacio, al patio, a los baños, pero no hallé rastro de ella. La busqué en todos los salones que estaban vacios pero nada, seguía sin aparecer.

Me sentía agotada de tanto subir y bajar escaleras y correr por los pasillos de la escuela.
Me dirigía una vez más a la terraza cuando recibí una llamada de Sana. La ignoré las primeras dos veces pero al tercer tono decidí contestar.

—La encontré.

—¿Qué?

—Sí, estuve buscando a Son y la encontré —¿Encontró a Chaeyoung?

—¿Dónde está?

—Te lo diré pero promete que hablarás con Nayeon y arreglarán sus diferencias.

—Lo haré.

—Está en el campo de deportes, en las bancas. La estoy mirando desde lejos pero apúrate.

—Voy ahora mismo. Gracias Sana.

Colgué y fui corriendo hacia allá. La campana empezó a sonar anunciando la hora de salida. Encontré a Sana y ya no sentía mis pulmones.

—¿Dónde... está?

—¿Corriste una maratón?  Llegas tarde, acaba de irse con su amiga.

Diablos.

Estaba muy cansada asi que decidí no seguirla. Al menos había aparecido.

No pensé que estuviera en el campo de deportes ya que ahí entrena el equipo de fútbol aunque hoy no lo hicieron. Tal vez por eso se escondió allí.

—Mejor voy a casa.

—Te acompaño. Tenemos que hablar y quiero que me digas qué sucede con Son.

—¿Tenemos?

—Dijiste que soy tu consejera así que tienes que escucharme.

Diablos X2

Suspiré y asentí.

Ni bien llegamos a mi casa empezó el interrogatorio.

—¿Entonces?

—Antes de que empieces con tus preguntas quiero beber agua, corrí por toda la escuela y estoy sedienta.

—Okay.

Fuimos a la sala y nos sentamos en el sillón.

—Dime que sucede con Son.

—¿Qué no viste lo que pasó?  Yugyeom la fastidió con sus-

—No me refiero a eso. ¿Por qué Son estaba tan callada y enojada? ¿Pelearon?

—Ah, eso —Ay Dios—. Es que dicutimos por el tema del almuerzo y se molestó porque no dejé que almorzara en la terraza con sus amigas.

—¿Por?

—No me agrada esa tal Somi. La quiero lejos de mi Chaeyoung.

—Ay Mina...

—¿Qué? —Me encogí de hombros.

—Eres mi amiga y te quiero, pero a veces eres tan inmadura y pesada que quiero abrazarte y luego abofetearte —What?

—¿Eh?

—Escucha Mina. Son no es de tu propiedad. Debes dejar que tenga amigas y una vida social.

—Yo no le prohibo que tenga amigas.

—No, nada más la celas si consigue una. Por ejemplo esa tal Somi, ¿no es así?

—Sí pero-

—Tu novia vive bajo presión. No sé qué tan serio vayas con ella ni qué tanto dure su relación pero debes dejar de ser tan celosa.

¿Soy tan celosa?

—Pero...

—Pero nada. Confía en Son o déjala ir —Ni loca. Chaeyoung me gusta mucho, no renunciaré a ella.

—Tal vez tengas razón y sea un poquito celosa —Me miró seria—. Okay, soy muy celosa, pero... Es Chaeyoung la que despierta esto en mí.

—¿Estás enamorada?

—¿Qué?  No, solo me gusta.

—Siempre dices lo mismo y cada vez te creo menos.

—Es la verdad.

—Si tú lo dices. En fin, tienes que aprender a controlar tus celos.

—Ya veremos.

—Ya veremos como te dejo pelada si no empiezas a cambiar tu actitud infantil.

—¿Por qué la defiendes tanto? ¿Acaso te gusta mi novia?

—¡AHH! Lo que faltaba, ¿ahora desconfías de mí? —Me dió un almohadazo tan fuerte que me dejó casi mareada— ¡Eres una idiota! Simplemente siento pena por ella.

—Okay, okay.

—No soy una santa pero ni yo te soporto cuando te pones así de paranóica.

—Está bien. Mañana hablaré con Chaeyoung y-

—Te disculparás y luego hablarás con Nayeon y Mark. Les diré lo mismo que te dije ti, que no sean tan tercos.

—Okay mamá.

—Jaja, si fuera tu madre ya estarías castigada por bruta y mensa.

—Oh. Bien, hablaré con Chaeyoung y le pediré disculpas... y le daré besitos... —Ahh, esa es mi parte favorita.

—Qué cursi —Rodó los ojos.

—Ahora pidamos una pizza. Después de todo, mañana será otro día.

—Daja de robarte frases célebres de películas.

—...