Narra Mina.

Por fin había llegado el sábado.

Me sentía muy ansiosa e impaciente.

Hoy, luego de meses de esfuerzo y perseverancia, por fin tendría mi cita con Son Chaeyoung ¡Yei!

Chae me había tratado tan bien ayer a comparación de otros días. Es decir, no fue tan fría conmigo. Incluso dejó que la abrace.

Me levanté bien happy y bien temprano para prepararme. Quedamos en que pasaría por mí a las 2 pm, así tendríamos el resto de la tarde solo para nosotras dos.
Desayuné con mis padres y les dije que iría a la peluquería. Allí me encontré con Sana y ambas nos hicimos un cambio de look. Ella se tiñó el cabello de rosa y yo al principio también pensé en cambiarme el color pero al final solo me hice unas ondas.

Nos demoramos bastante en la peluquería y cuando volvimos a mi casa ya era mediodía. Sana me ayudó a decidir como vestirme, tenía mucha ropa sin estrenar así que algo debía servir. Luego de estar una hora probándome distintos atuendos y combinaciones, finalmente me decidí por una camisa rosa olgada y una falda negra corta a mitad de los muslos. Me puse unos tacones y Sana me maquilló.

Ya estaba lista, incluso mi regalo para Chae. Sí le había comprado o mejor dicho nos había comprado unos guantes de pareja. Estos días hacía frío por las mañanas y además se me hizo muy tierno los pequeños dibujos de tigres. Les había cocido una estampita de pingüino a cada par.

Faltaban diez minutos para las dos de la tarde y no podía dejar de verme en el espejo. Quería dejar sin palabras a Chaeyoung, quería que babeara por mí y solo por mí.

Me puse a pensar en cómo luciría ella. ¿Querrá verse guapa para mí? ¿Cómo será su auto? ¿Me abrirá la puerta del auto al llegar? ¿Qué regalo tendrá para mí? ¿Me besará al despedirnos?

¡Awww...!

Ya Mina ¿En qué estás pensando eh?

...

¡¡¡Awwwwwwwww...!!!

No puedo conmigo misma.

¿Qué me has hecho pequeño tigre?

—Mina ¿Puedes dejar de sonreír como tonta?  ¿Qué pasó con mi amiga?  La que era reacia a las cosas cursis.

—Sigo siendo la misma.

—No es cierto. Mira tus mejillas, están rojas, seguro pensabas en algo cursi. ¿O me equivoco?

—Por supuesto que te equivocas. Yo solo pensaba en... en... —¿Qué te importa?  Si quiero ser cursi lo seré—. ¿Qué hora es?  Chaeyoung ya debería estar aquí.

—Es verdad. Tal vez se echó para atrás.

—No digas eso ni de broma. Ella vendrá.

Sí. Ella vendrá.

Me senté en mi cama con mi teléfono y me quedé mirando el reloj.

-
-

—Mina —Escuché que bostezó—. Ya ha pasado casi una hora. ¿Segura que quedaron a las dos?

—Sí —Respondí sin dejar de ver la hora.

—¿Y por qué no la llamas?

—Porque no le rogaré que haga algo que ya sabe que debe hacer.

—Hum, tal vez no terminó de prepararse y quiere verse bien para tí. No sé.

—Tal vez.

Tal vez.

t a l v e z .

TAL VEZ.

t      l       e       .
   a      v      z

T
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TaL vEz.

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T a l v e z l e J a l e l a s o r e j a s h a s t a a r r a c á r s e l a s s i s e a t r e v e a d e j a r m e p l a n t a d a...

—Lo siento Mina pero quedé en verme con alguien a las cinco y ya son cuatro y media. También quiero arreglarme y eso. Si quieres seguir esperando...

—Esperaré.

La esperé todo este tiempo. Puedo esperarla un poco más.

—Okay. Si necesitas algo llámame —Asentí—. Bye.

Sana salió del cuarto y volví a ver la hora.

16 : 42

"Entonces, mañana pasarás por mí a las dos de la tarde Chaengie."

"Está bien. Pasaré por tí a las dos."

T
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Acaso... Chaeyoung... no me digas que... me viste... la cara de... !cLoWn¡

Me vi en en el espejo y...

—¡¡¡Maldita enana!!! ¡¡¡Me dejaste plantada!!! ME LAS PAGARÁS —Piensa en algo lindo Mina, piensa en algo lindo—. Necesito algo para calmarme. AHORA.

Era mala con ella y no funcionaba, era buena y tampoco funcionaba. La chantajeaba y le daba lo mismo. Ni siquiera me llamaba para decirme algo.
Ella prefería que revelara su video antes que tener que salir una vez conmigo.
No importaba lo que hiciera, SIEMPRE ME RECHAZABA.

Tomé mi teléfono y le marqué a Jungkook. Era del equipo de fútbol al igual que mi ex, siempre le gusté y siempre lo rechacé pero ahora era distinto. Lo único que quería en este momento era sentirme querida, necesitada y no menospreciada.

—¿Mina?

—Sí, soy yo.

—Vaya, qué sorpresa. Nunca respondes mis mensajes.

—Mis padres salieron ¿Quieres venir un rato? —Sé que sí.

—¿A tu casa?  Claro, por supuesto. Me encantaría verte.

—Entonces te veo en veinte.

—Será antes que eso linda. Llevaré bebidas.

—Genial. Nos vemos.

Colgué y prendí el equipo de música.

Agarré un paño húmedo y me quité el maquillaje. Me cambié de ropa y me puse un vestido corto y sexy.

A los diez minutos tocaron el timbre y era Jungkook. Trajo unas cervezas consigo y subimos a mi habitación. Ni bien entramos a mi cuarto nos empezamos a besar. Él envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y yo lo tomé de la nuca para profundizar el beso.

—Wow... Mina... eres fuego —Quiso retomar el beso pero lo solté.

—¿Por qué no me das una cerveza?

—Claro, aquí tienes —Me alcanzó una y la abrí.

—Brindemos.

—Bien. ¿Por qué brindamos?

—Por los amigos como tú. Siempre están cuando uno los necesita.

—¿Me necesitas?  Nunca creí que dirías eso. Sabes que estoy a tu disposición nena —Se acercó y me besó.

—Entonces brindemos.

Chocamos nuestras botellas y bebímos. Ni bien terminé abrí otra. Nos pusimos a bailar y a beber... Y a seguir besándonos.

No recuerdo cuánto bebí hasta que sentí la hebriedad en mí.

Jódete Son Chaeyoung.

¿Quién te necesita?