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━━CAP.002



"𝗟𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝗻𝗼 𝘀𝗲 𝘁𝗿𝗮𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗲𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗮 𝘁𝗶 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼, 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗿𝗲𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗮 𝘁𝗶 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼"

— ᴳᵉᵒʳᵍᵉ ᴮᵉʳⁿᵃʳᵈ ˢʰᵃʷ.


✧✧

━━━━ El sol estaba en su punto más alto cuando Anastasia salió de la oficina, habían pasado un aproximado de tres horas arreglando el papeleo para evitar cualquier inconveniente en el transcurso del semestre, realmente admiraba la infinita paciencia del director para explicarle cosas que no comprendiera del todo para evitar tener problemas durante el transcurso del año.

Mirando el reloj de su muñeca y después el horario se dio cuenta de que llegaría justo a tiempo al cambio de clase, tal vez por eso estaba viendo a varios profesores salir de las aulas. Mientras paseaba por los pasillos, miraba el paisaje por las ventanas, el cielo era claro sin ningún rastro de nubes, aunque por cómo se mecían las hojas en los árboles debía suponer que la brisa era feroz, de alguna manera se sintió extraña y de repente una corriente eléctrica recorriera su cuerpo era como si le avisara de un mal prestigio y que debía estar alerta, pues seguramente algo sucedería, pero por esta vez se lo quedaría para sí misma no deseaba que aquí también la tomaran por loca.

Miró con asombro el aula, la puerta era gigantesca, tenía unas enormes siglas de un fuerte color rojo que indican qué clase se encontraba dentro, y para su sorpresa la puerta fue abierta antes de que pudiera tocar. Frente a ella estaba un hombre alto, su postura era demasiado relajada, tenía un aspecto bastante desaliñado, podía jurar que no era mayor de treinta años, le parecía que de alguna manera el hombre era atractivo.

Nerviosa por tener su mirada sobre ella, bajó su cabeza leyendo el horario buscando la clase con la sorpresa que estaría con su profesor principal.

— Buenos días, ¿es usted el Profesor Shouta? —preguntó Anastasia, saludando con una sonrisa tensa por la gélida mirada del más alto, al no recibir una respuesta, siguió hablando — Un gusto conocerlo, soy Anastasia Ivanova, alumna de nuevo ingreso.

Aizawa no ocultó su sorpresa cuando mencionó su nombre, realmente era hija de ese par, era la viva imagen de su madre, pero aun así encontraba similitudes de Nikolai en ella. Claramente, sabía hablar japonés, pero su acento era extraño y bastante marcado, aparte le había llamado por su nombre y sin honoríficos, realmente era una joven que no podía pasar desapercibida.

— Así que eres tú —comentó con voz cansada girando su rostro, busco con la mirada el único lugar disponible, ignorando las miradas y susurros de la clase entera — Muy bien, pasa y toma asiento detrás de Uraraka.

Anastasia asintió agradecida, ingresando al salón, evitó mirar a sus compañeros a pesar de tener curiosidad sentía demasiada vergüenza tener tantas miradas sobre ella, así que solo observó la mano levantada de una joven, tomando asiento en silencio centró su atención en el profesor.

— Cómo decía, hoy ustedes decidirán al presidente de la clase.

— ¡Es una actividad normal de escuela! — gritaron todos, confundiendo a la joven rusa quien no entendía exactamente la situación.

Rápidamente, todos empezaron a levantar su mano para proponerse. Anastasia estaba sorprendida por todo; aunque le dio un poco de gracia todo el alboroto le hizo recordar a su familia cuando veían alguna carrera de fórmula uno. Y ahora que los recordaba había olvidado desayunar, por suerte el pequeño director le había dado a probar unas galletas, que estuvieron exquisitas.

— ¡Silencio, por favor! Es un trabajo con la seria responsabilidad de liderar a otros. No es un trabajo que todos quieran hacer, es un llamado que requiere la confianza de todos a su alrededor, si queremos utilizar la democracia para elegir un verdadero líder, entonces debemos tener una elección para elegirlo — dio un sermón aquel chico alto y con lentes con firmeza, dando a entender la importancia de la situación.

Al final propuso escoger al presidente mediante una votación, el profesor Shouta le dio poco interés sugiriendo que solamente lo decidieran antes de que la clase terminara para después dormir dentro de su saco amarillo, Ivanova enseguida pensar en una oruga cuando lo vio, pero también en que era alguien perezoso, a pesar de eso muy en el fondo desearía estar en la misma situación que él y poder dormir tan solo unos minutos, bueno, no debia de quejarse cuando su serotonina habia llegado a su limite por su insomnio de la noche anterior.

Anastasia había decidido votar por aquel joven de lentes, hasta el momento para ella, él era la persona más adecuada para el puesto con su sermón había sido suficiente para obtener su atención. Al parecer la mayoría había recibido un voto, seguramente muchos votaron por sí mismo tal y como el chico pelirrojo lo había mencionado, no se extrañaba el no ver su nombre en la pizarra, literalmente era una desconocida para todos ellos. Una desventaja de recibir educación en casa desde hace un par de años era que muchas veces no comprendía cómo funcionaba el sistema educativo y ahora tenía más dudas que respuestas respecto al método de los japoneses. Al final, un chico de cabello verde alborotado había obtenido un total de tres votos, siendo los suficientes para nombrarlo presidente; además, una chica bastante linda a su parecer había conseguido dos votos, quedando con el puesto de vicepresidenta.

Era una lástima que su ingreso había tratado más de lo inesperado, le hubiera gustado estar cuando inició el ciclo escolar y aunque le incomodaba un poco el estar ella sola sentada en su sitio sin nadie a su alrededor aquello no le borraba la sonrisa de su rostro que mostraba cada que alguno de sus nuevos compañeros le observaba con muy poca discreción. Lo que no sabía es que al estar tan quieta y sonriente se asemejaba a una linda muñequita de porcelana.

Los minutos pasaron y el peculiar sonido de una campaña se escuchó por todo el lugar anunciando la hora del almuerzo, Anastasia no lo pensó dos veces para levantarse de su lugar y tratar de huir antes de que todos se acercaran a ella y reunirse con sus hermanos, lamentablemente todo plan tenía sus fallas.

— Hola, soy Uraraka Ochako, es un gusto conocerte...—su compañera la había detenido antes de que pudiera salir por la puerta dispuesta a entablar una conversación, pero eso le hizo recordar a Anastasia que aún no se presentaba con formalidad.

— Anastasia, Anastasia Ivanova —exclamó la joven con entusiasmo, estirando su mano esperando ser tomada. — El placer es mío, Uraraka

La joven Rusa notó la sorpresa en los ojos de la más pequeña, aunque no sabía cuál era la razón, vio cómo comenzó a sonreír con emoción, algo que causó temor en Anastasia, ¿acaso la había llamado por su nombre? Ya había cometido ese error con su profesor al llamarlo por su nombre y sin honoríficos, solamente que este no le dijo nada al respecto, los dioses estaban teniendo piedad por su pobre alma.

—¡Lo sabía, eres extranjera! Tus rasgos no son del orientales, es más son algo exóticos,Ivanova-san —la emoción en Uraraka como si hubiera descubierto algo increíble le provocó una pequeña risa, le había parecido muy tierna — Te quería preguntar ¿si deseas pasar el almuerzo con nosotros?

La pregunta de Uraraka le tomó por sorpresa, viendo que detrás de ella estaban Iida y Midoriya esperando una respuesta, aparte de que sus demás compañeros estaban atentos a su conversación, sintiendo una extraña presión social. Tenía planeado pasar el almuerzo con sus hermanos, pero se sentía tan mal el rechazarlos y más cuando ellos se acercaron dispuestos a conocerla mientras que ella huía.

— Claro, me encantaría —respondió con voz cantarina. Estaba segura de que sus hermanos no se molestarán, en cambio, pensaba que serían los primeros en alegrarse por verla haciendo amigos—Anastasia Ivanova, es un placer conocerlos.

Midoriya comenzó a temblar en su lugar, estaba nervioso y más por la mirada tan fija de su compañera en él, le parecía una joven realmente hermosa y tenía un extraño encanto hipnotizante, aunque sentía una conexión con ella que no podría describir, era como si ambos ya se conocieran. La había mirado durante varios segundos a los ojos sin darse cuenta, sonrojado y con mucha dificultad le dio una reverencia, recibiendo las miradas confundidas de sus dos amigos.

— Soy Midoriya Izuku y él es Iida Tenya —se presentó así mismo y al de lentes, quien saludo con otra reverencia a la joven, solo que de una manera más formal.

Los cuatro jóvenes empezaron a caminar a la cafetería para almorzar, en un silencio bastante cómodo para la joven Rusa que esperaba cerca de ellos observando el recinto esperando a que compraran, se dirigieron a una mesa vacía para sentarse juntos.

— Ivanova-San, ¿Y por qué has entrado tan de repente? —preguntó Uraraka, mirando de frente a Anastasia, quién comenzó a comer el almuerzo que su padre le había preparado —Aizawa-sensei, no se veía muy sorprendido.

— En realidad debí entrar desde el inicio, pero por problemas personales y de papeleo tuve que retrasar mi ingreso, además todos los profesores asignados a la clase ya sabían ese dato, solo que aún no sabían exactamente qué día llegaría —respondió con tranquilidad, evitando entrar en detalles — Supongo que por eso no le dieron tanta importancia nombrar algo al respecto.


—En realidad, All might durante la clase de héroes mencionó que habían ingresado tres recomendados a la clase, en ese entonces solo estaban Yaoyorozu y Todoroki, eso quiere decir que tú eres...

Ivanova asintió ante la declaración de Midoriya, eso significa que un héroe la había recomendado y seguramente había obtenido un puntaje aceptable para lograr ingresar a la clase de héroes; entonces era probable que fuera más fuerte que Todoroki o que simplemente lograba ser competencia para él, ahora tenían más dudas respecto a su persona.

— Aunque fui elegido como presidente de la clase, no sé si estoy calificado para ello —confesó Midoriya, cambiando el tema de conversación. Anya los observaba en silencio disfrutando su almuerzo, deleitándose con el talento culinario de su padre.

—Estarás bien, tu coraje y juicio en los momentos críticos hará que te sigan, es por eso que vote por ti—aseguro Iida, comiendo su almuerzo, dejando sorprendido sus compañeros por lo último que mencionó.

—¿Fuiste tú?

— Pero, ¿no querías ser presidente de la clase también, Iida-kun? Quiero decir, usas lentes y todo —preguntó Uraraka sin escrúpulos.

—En estas situaciones la apariencia es lo de menos, lo importante es estar capacitado para ser líder y tomar las decisiones correctas, es una responsabilidad muy seria, pues tus compañeros confían en tu juicio y creen plenamente en su capacidad —les miró dejando de comer, la verdad algo que le molestaba mucho a Anastasia es que las personas se dejarán llevar por las apariencias.

— Querer serlo y ser adecuado para ello es diferente. Meramente, hice lo que juzgue que era correcto —finalizó Iida la conversación, estando de acuerdo con lo dicho por Ivanova

—¿Meramente? Usualmente, no usas esa palabra...—aseguró Midoriya confundido, Iida enseguida se puso nervioso.

—Lo he estado pensando, ¿eres un niño rico, Iida-kun?

Anastasia casi ahoga con su comida, realmente Uraraka mencionaba las cosas sin pensar y de pronto el tema de conversación fue la familia de Iida quienes tenían un legado como héroes, siendo hermano menor del héroe Ingenium expresando su admiración y respeto por él, incluso parecía contar todo con orgullo, no lo culpaba, ella haría lo mismo con su propia familia.

—Ivanova-san, ¿tú también eres una niña rica?

De pronto, cuando la joven iba a responder, una alarma comenzó a sonar por toda la cafetería. Los cuatro jóvenes se miraron entre ellos confundidos tratando de comprender la situación, de pronto una voz robótica se escuchó por todo el lugar anunciando lo que al parecer sucedía.

"Violación del nivel tres de seguridad. Todos los estudiantes evacuen inmediatamente"

Tras aquel anuncio, se desató el caos en toda la cafetería. El resto de los estudiantes habían comenzado a incorporarse de sus asientos, corriendo a la salida lo más rápido que podían. Fue entonces que Anastasia recordó la sensación que había sentido antes, debió de haber estado más atenta a su alrededor, pero la conversación con sus nuevos compañeros la distrajeron demasiado que lo olvidó por completo.

—¿Qué es el nivel tres de seguridad? —preguntó Iida al joven sentado a su lado, parecía ser de un grado mayor, así que seguramente comprendería la situación y su rostro preocupado lo delataba.

—¡Significa que alguien entró a las tierras de la escuela! ¡No he visto nada así en tres años que he estado aquí! —explicó con rapidez, logrando asustar a los más jóvenes —. Deberías apresurarte también.

Los cuatro se miraron con preocupación y copiando las acciones de los demás estudiantes se dirigieron hacia la salida. Nadie sabía exactamente quién había ingresado a los terrenos de la escuela, podía ser una persona cualquiera o un villano, pero no tenían el tiempo de averiguarlo, era mejor seguir las indicaciones para prevenir un incidente de mayor gravedad.

Corrieron hacia dónde iban todos, pero rápidamente Anastasiai se dio cuenta del mayor problema. Todos estaban desesperados y no lograban avanzar a la salida, provocando que el pánico se apodere de todos, quedando atrapados en el caos, la joven rusa había comenzado a sentirse sofocada ante tanto estudiante que la apretujaba, ignorando la conversación entre sus compañeros luchaba por no ser aplastada en su totalidad; sin embargo, se vio siendo arrastrada por la multitud alejándose de sus compañeros.

— ¡Midoriya! —exclamó tratando de tomar su mano, pero un estudiante se atravesó entre ambos antes de que lograrán siquiera rozar sus manos.

Aquella acción ocasionó que Anya fuera empujada con dirección al ventanal, siendo presionada contra el vidrio, sin poder realizar un movimiento para tratar de salir, solo podía pensar que todos eran unos salvajes y no le quedaba de otra que sostenerse y evitar caer al suelo, era demasiado peligroso tratar de activar su individualidad. De repente una mano la sostuvo de su muñeca con fuerza tirando de ella, sacándola de aquella situación, pero terminó siendo acorralada por segunda vez, solo que era con la intención de protegerla, levantando el rostro, se encontró con los ojos azules de Dmitri que la miraban alarmado . Todo seguía siendo un caos, de haber imaginado que su primer día sería sintiéndose como sardina enlatada hubiera preferido ingresar otro día, al menos nadie había tratado de pasarse de listo. Justamente cuando estaba por entrar en pánico por la falta de aire, algo comenzó a resonar por todo el pasillo.

— ¡Todos, todo está bien! —era la voz de Iida, enseguida todo el lugar se quedó en silencio, seguramente había logrado de alguna manera llamar la atención de todo el mundo —¡Solo son los medios! No hay por qué estar en pánico. ¡Todo está bien! Esto es U. A., deberían actuar como lo mejor de lo mejor.

Finalmente, todo a su alrededor regresaba a la normalidad, los estudiantes habían dejado de empujar y con más tranquilidad se dirigían de nuevo a la cafetería. Anastasia inmediatamente se abrazó a su hermano tratando de tranquilizarse, aquella sensación de temor le traía malos recuerdos, enseguida Dmitri la abrazó por los hombros dejando suaves caricias en su espalda, la joven rusa no tardó en corresponder el abrazo

— Está bien — susurró con suavidad Dmitri aferrándose a su hermana.


En cuestión de segundos, Anastasia se tranquilizó, separándose un poco de su hermano mirando sobre su hombro, observó a la prensa, siendo obligada a dejar los terrenos de la escuela por la policía. Sabía que el sistema de seguridad de la U. A. era uno de los mejores, tenía el conocimiento de aquello gracias a la plática que había sostenido con el director horas antes, él le había confirmado que la prensa había tratado de ingresar a la Academia provocando que el sistema de se activará y no pudieran entrar, pero vaya sorpresa se estaba llevando al verlos en la entrada exigiendo ver a All might como si no hubieran ocasionado un alboroto, pero la duda más grande es como lograron ingresar si antes no había sido nada fácil hacerlo, todo era demasiado sospechoso.

Llevándola de vuelta a la cafetería, donde ahora los estudiantes terminaban sus almuerzos apresurados y otros simplemente se tomaban unos minutos para tranquilizarse; en cambio, sus hermanos estaban preocupados por ella, después de todo suponían que tardarían en iniciar la siguiente clase.

— No se preocupen, estoy bien. Solo me sentía un poco sofocada —les dedico una sonrisa acariciando la mejilla de Dmitri y tomando la mano de Sasha.

Sabía que sus hermanos no le creían, lo podía notar en sus miradas dudosas, pero ella realmente no quería conversar al respecto, de solo mencionarlo le producía un sabor amargo en la boca y las imágenes en su mente regresaban de golpe reviviendo aquel suceso. Ambos jóvenes se miraron entre sí, aun con inseguridad en su mirada, asintieron a sus palabras, eran conscientes de su problema y lo que menos deseaban era revivir esos recuerdos, se negaban a dejarla sola, más que ser protectores, era miedo a perderla.

Anastasia les agradeció con una dulce mirada, se sentía tan afortunada de tenerlos a su lado más que hermanos los consideraba como sus mejores amigos aquellos en quien podía apoyarse y confiar. A pesar de sus disputas constantes los tres se amaban y sus lazos eran los más fuertes y la joven esperaba que fuera de esa manera durante mucho más tiempo.

Los hermanos Ivanov habían decidido pasar el tiempo que restaba del receso juntos contando chismes entre ellos para ser más entretenido el lugar, procurando el estado de la menor hasta que el momento de regresar a la aula llegó, y tal como lo prometieron los mayores la llevaron hasta la puerta de su clase despidiéndose con calidez de ella. Bajo la mirada de sus compañeros Anastasia se dirigió a su asiento, mientras que Midoriya y Yaoyorozu se situaban al frente de la clase, al parecer el más bajo deseaba dar un anuncio.

— A-ahora, decidamos los otros oficiales de la clase...pero primero, ¿puedo decir algo? —todos lo miraron confundidos por su pregunta —. ¡Creo que... Iida Tenya debería ser el presidente de la clase! Él fue capaz de llamar la atención de todos de manera genial, creo que el mejor para el trabajo es Iida-kun.

—Estoy de acuerdo —vociferó Kirishima sonriente, captando la atención de todos —. Midoriya lo dijo, hoy Iida fue de gran ayuda en la cafetería.

—Sí y él es del tipo visto en las señales de salida de emergencia, ¿no? —cuestionó Denki.

Anastasia estuvo de acuerdo en silencio con Midoriya y el chico del peculiar cabello rojo, a pesar de que apenas lo llevaba conociendo muy poco tiempo podía notar su forma de actuar tan correcto y limpio. Seguramente era una persona que seguía las reglas y le gustaba la disciplina, por aquel discurso que dio la clase anterior se dio cuenta que sería el más apto para tomar aquel papel tan importante, por eso había votado por él y de solo pensar en su mirada de asombro cuando miró un voto al lado de su nombre, le causaba demasiada ternura.

—Desperdician tiempo —replicó Aizawa, observando de forma fulminante a Midoriya —. No me importa lo que hagas, solo hazlo de prisa.

Iida se incorporó de su asiento con una pose firme y seria, aunque de no lograr ver su rostro podía notar cierta alegría en su voz, a pesar de que lo estaba disimulando a la perfección.

— Si el presidente de la clase me nomina, no queda de otra. ¡Desde hoy, yo, Iida Tenya, prometo que me esforzaré con los deberes del presidente de la clase!

—¡Contamos contigo, Salida de emergencia!

—¡Salida de emergencia Iida! ¡Esfuérzate!

Aquellos fueron varios de los comentarios de apoyo que sus compañeros le brindaron al nuevo presidente junto con aquel extraño apodo, finalmente todos tomaron asiento entre el ambiente tan agradable que se había formado la clase continuó hasta que terminó el horario escolar.

Anastasia guardaba sin prisa alguna sus pertenencias, atrapada en sus propios pensamientos, mirando de reojo de vez en cuando, como el aula se quedaba vacía con el pasar de los segundos. Despidiéndose de Aizawa y deseándole una agradable noche, salió del salón tarareando al ritmo de caribbean blue de Enya, sin imaginar que Uraraka acompañada de Iida y Midoriya la estuvieran esperando junto a la puerta, aquella acción le causó un sentimiento bastante agradable.

—Es hora de irnos —exclamó Uraraka quedando a su lado, comenzando a caminar junto a los demás— Fue un día bastante agitado y seguramente más para ti, Ivanova-san. Nos preocupamos mucho al no verte después de que las cosas se calmaran hasta que te vimos junto a esos dos chicos tan lindos.

— Me disculpo por causarles un sentimiento de preocupación y molestia —balbuceo dando una reverencia, causando que los tres jóvenes la detuvieran con un poco de brusquedad.

—No debes disculparte, Ivanova-san, no fue ninguna molestia de tu parte —comentó Iida con una sonrisa sincera.

— Eso, lo que dijo Iida-kun, no eres una molestia, eres nuestra amiga y no debes preocuparte cuidaremos muy bien de ti —continuó Uraraka enlazando sus brazos, con alegría.

Midoriya sonrió estando de acuerdo con las palabras anteriores de sus compañeros, Anya bajó un poco la cabeza sonriendo al suelo, jamás imaginó que a tan pocas horas de conocerla ellos ya la consideraban como una amiga y en silencio siguió escuchando a sus nuevos amigos hasta que llegaron a la salida y tuvieron que separar sus caminos.

Su primer día había superado sus expectativas, había sido aplastada por un montón de estudiantes salvajes y pasó la vergüenza de su vida al cometer errores en honoríficos y saludos, pero sabía que a partir de ahora no pasaría los recesos sola, había conseguido amigos, los primeros en su vida cuando horas atrás confesó que tenía miedo de no ser agradable a las personas.

Ahora Anastasia comenzaba a trazar su propio camino, directo al destino que le fue escogido, sabiendo que en el recorrido no estaría sola.



𝙽𝚘 𝚘𝚕𝚟𝚒𝚍𝚎𝚗 𝚟𝚘𝚝𝚊𝚛 𝚢 𝚌𝚘𝚖𝚎𝚗𝚝𝚊𝚛.
𝙴𝚜𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚕 𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚑𝚊𝚢𝚊 𝚜𝚒𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝚜𝚞 𝚊𝚐𝚛𝚊𝚍𝚘.

En estos dos primeros capítulos trate de enfocarme más en Anastasia y en su familia. Adoro el cómo es la princesa de su hogar, el cómo la cuidan y procuran sobre todo Nikolai (su padre) me dio justo en mi Daddy Issues. En fin en los siguientes capítulos veremos más a profundidad como se comienza a relacionar con la Clase A.

𝓃𝑜𝓈 𝓁𝑒𝑒𝓂𝑜𝓈 𝓅𝓇𝑜𝓃𝓉𝑜

𝒶𝓉𝓉𝑒. 𝐻𝑒𝒸𝒶𝓉𝑒𝒾𝓈

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