Al día siguiente estaba en la oficina, estaba de muy buen humor después de la navidad y regalos junto con Spreen

—¡Faltan 14 días para la cena!.— entró Rivers a mi oficina —¿Y Carre?.—

—No ha llegado.— dije obvia, había estado toda la mañana intentando entender algunos documentos y no había nadie que me explicara

—¿Se la pasaron bien ayer?.— preguntó sentandose frente a mí

—No estuve con él...— respondí sin pensar y la miré nerviosa

—¿Entonces con quién estuviste?.— cuestionó

—Te dije que con una amiga.— exclamé rápidamente

—Tú no tienes amigas más que yo.— dijo, parecía saber demasiado —Pensé que me dijiste eso para no decirme que lo pasarías con Carre.—

Empecé a jugar nerviosamente con mis dedos, quizás era momento de decirle la verdad y enfrentarla

—Lo que realmente pasó fué que..— hablé pero fuí interrumpida por el sonido de mi celular —Espera, es Carre.—

Ella asintío y yo salí rápidamente de la oficina, contesté con una gran sonrisa

—"¿Estás ocupada?".— escuché la voz de Spreen, obvio le había mentido a Rivers

—"Un poco, Carre no vino y estoy sola con Rivers".— respondí —"Estoy aburrida.—

—"¿Querés que pase por vos?.— preguntó y mi sonrisa se hizo más grande

—"Si, llámame cuando llegues para inventar una buena excusa".— respondí de inmediato y él rió

—"Está bien, voy saliendo".— dijo y terminé la llamada

Volví a entrar a la oficina y Rivers parecía estar mirando algunos documentos como si buscara algo

—¿Qué haces?.— pregunté sentandome de nuevo

—Es extraño que Spreen haya renunciado y ahora en ningún documento aparece su nombre.— respondió, parecía paranoica —Esto no nos ayuda en nada con tu venganza.—

—Quizas ya no quiero vengarme.— dije y ella me miró confundida —Lo estuve pensando bastantes días y no quiero amargarme la vida pensando en arruinar a alguien más.—

—Pero mató a tu padre.— recordó un tanto molesta

—Debo dejar descansar a papá, estoy intentando que su muerte no me afecte ya, no puedo detener mi mundo solo por una estúpida venganza.— exclamé

—¿¡Estás loca!?.— preguntó molesta mientras daba un golpe en el escritorio —¿Qué te hizo cambiar de opinión? ¿Te endulzó el oído?.—

—No hay razón para cambiar un poco de pensamiento, prefiero vivir más tranquila antes que planear una estúpida venganza.— hablé y ella negó —Por dios, ¿Por qué te cuesta tanto soltar a mi papá? Yo ya lo hice.—

—No es que me cueste, creo que su muerte no debe quedar impune.— dijo más enojada —Tú eras la más enojada, tú me buscaste para tu venganza.—

—En teoría yo no te busqué.— intenté tranquilizarla

—¿Qué crees que pensará Carre?.— preguntó ahora —Él vino solo porque vería caer a Spreen, no le puedes decir que te arrepentiste.—

Carre ya lo sabía y estaba conforme con eso, incluso ya estaban pensando en intentar ser amigos

—¡No debe importarme lo que tú o alguien más piense de lo que hago!.— grité ahora y ella cambió totalmente su expresión, parecía aterrada —¡Estoy cansada de que cuestiones mis acciones! Si quiero puedo parar mi estúpida venganza, si quiero puedo dejar a un lado la muerte de mi papá, es mi vida.—

—No voy a sentarme a ver cómo Spreen se sale con la suya.— dijo y se levantó de la silla donde estaba —Ahora te pregunto ¿estás conmigo y con Carre o estás con Spreen?.—

La miré sin entender a qué se refería, estaba obvio que elegiría a Spreen pero si lo hacía me quedaría sin poder seguir con mi investigación

—Es una pregunta absurda.— hablé nerviosa

—No es absurda, creo que ya no contamos contigo, tu padre estaría muy decepcionado de ti.— dijo tomando su bolso y saliendo de la oficina

Tallé mi cara con frustración, ¿debía salir y arreglar las cosas con ella?, debía hablar con Carre para pedirle que no descuidara los movimientos que Rivers pudiera hacer

Mi celular vibró y lo saqué inmediatamente para verlo

"Estoy afuera, no quise
llamarte por si estabas
aún con Rivers"

Cómo lo imaginé era Spreen, decidí poner mi mejor cara, tomé mis cosas y salí de la oficina. Me dirigí rápidamente al ascensor para no cruzarme con nadie y entré, espere para bajar al último piso.

Cuando por fin llegué salí de la empresa y ahí lo ví, estaba recargado en su auto mirando su celular, levantó la mirada y cuando me vió sonrió

—Pensé que tardarías un poco más.— exclamó abriendome la puerta del copiloto para que entrara

—Quiero irme ya.— dije subiendo a su auto, él cerró la puerta y entro en el lugar del conductor

—¿Por qué tanta prisa?.— cuestionó

—Arranca, alguien puede salir y vernos junto.— pedí y él obedeció

Sabía que debía contarle pero no quería que la enemistad de él y Rivers siguiera complicandose