𝟙𝟡
El día había terminado y Rivers ya se había ido a su casa, supongo que eso había sido para darnos más espacio a Carre y a mí
—Ya me voy boluda, ¿querés que te lleve a tu casa?.— preguntó mientras guardaba algunas cosas
—No, me iré sola.— mentí y escuché como reía un poco —¿Dé que te ríes?.—
—De nada, es solo que tu definición de "ir sola" me parece graciosa.— explicó —Pero bueno, no te molestaré más, disfruta tu noche.—
Tomó algunas cosas y salió de la oficina dejandome sola, saqué mi celular para escribirle a Spreen
"¿Estás en tu oficina?"
"No, estoy en el tejado, te
espero aquí"
Sonreí guardando mi celular y salí de mi oficina directo al ascensor, oprimí el botón "T" y ví como las puertas se cerraban, cuando llegué bajé del ascensor me asombré al ver algunas velas en el suelo y a Spreen sentado contemplando el cielo
—¿Qué es esto?.— pregunté riendo mientras me acercaba
—Es una hermosa noche así que pensé en que está sería una buena atmósfera para el momento.— respondió y me hizo un gesto para que me fuera a sentar junto a mí así que lo hice —Quería que tuviéramos un momento especial fuera de todo esto.—
—¿Fuera de todo esto?.— pregunté y él asintío —¿A qué te refieres?.—
—A la empresa, no es algo muy legal y quizás pueda estresarte meterte en los asuntos.— explicó —Si por mí fuera te mantendría fuera de estos negocios para que no corras ningún riesgo.—
Tomé su mano y parecía un poco sorprendido
—Tu te estás refiriendo a tu mundo como algo peligroso en el que nadie más debería entrar.— recordé —Quizás aún estés a tiempo de salirte tu también.—
—Yo estoy embarrado en todos los negocios.— rió —Además no tendría a dónde más poder ir.—
—Podemos intentar borrarte de los negocios o borrar la documentación que te involucre.— propuse y sonrió —Y si el problema es no tener trabajo puedo vender la empresa para empezar un nuevo negocio legal juntos.—
Su sonrisa no se borraba y eso me hizo sonreír también
—Me halaga que quieras hacer lo posible para sacarme de lo complicado que es esto pero no podés vender la empresa, no sos la única dueña, hay más accionistas e inversionistas.— dijo y mi sonrisa se borró —Tú papá era dueño de la mayor parte de la empresa, un 65% quizás pero si los demás no quieren venderla pueden demandarte o peor.—
Me puse a pensar un poco más y él parecía pensarlo también
—Puedo vender mi casa, es innecesariamente grande para mí solo.— exclamó y lo miré asombrada —Así puedo comprar una más pequeñas, quizás un departamentos.—
—No es necesario que hagas eso, puedo también vender mi parte de la empresa a los demás accionistas.— dije rápidamente y él rió
—Si querés que empecemos un negocio juntos pensaré en maneras de poner de mi parte.— aclaró —No podés esperar a que me quede esperando a que me des todo.—
Sonreí, mi vida en este momento era un caos pero posiblemente haciendo este tipo de planes era como mi cabeza descansaba de toda la locura
—Está bien.— dije y por fin solté su mano —Pero antes de enfocarnos en eso debemos seguir con la investigación sobre Rivers.—
—Hablando de eso conseguí más información con uno de los amigos de tu padre.— avisó y lo miré ansiosa —Al parecer Rivers y tu papá se conocen hace tiempo, los vieron en bastantes reuniones incluso antes de que yo empezara a trabajar en la empresa.—
—¿Cómo es eso posible?.— pregunté confundida
—No me dió muchos detalles pero al parecer no es una simple secretaria.— suspiró —Pero eso no es lo único que investigué.—
—¿Qué más?.— cuestioné sorprendida, no podía creer que él investigara más mientras a mi no se me había ocurrido ni por dónde empezar
—Llamé al abogado de la empresa para que me ayudara con el tema del testamento de tu papá.— explicó —Resulta que el verdadero testamento no es ninguno de los que vimos.—
—¿Entonces?.— pregunté
—Tu papá modificó su testamento antes de verme ese día, supongo que supo que las cosas podrían salir mal.— dijo y fruncí el ceño —La empresa si es para tí pero como última voluntad puso que vos no serías la jefa en ningún supuesto, no quería que estuvieras en este negocio.—
—No entiendo.— reí nerviosa
—Eres la dueña pero no la jefa, la jefa es Rivers.— explicó —Lo peor es que ella lo sabe y aún así mando a hacer otros dos testamentos falsos, el primero fué el que leyeron después de la muerte de tu padre y el segundo es el que tienes tú.—
Esto era cada vez más confuso para mí, ¿entonces Rivers me estaba engañando desde que me conoció? ¿por qué?
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