DRIVERS LICENSE
❝'Cause you said forever, now I drive alone past your street❞

El verano se asomaba.

El sol se empezaba a sentir más caliente, la brisa primaveral iba desapareciendo de a poco, los animales paseaban por la ciudad, y Minji se encontraba en el mismo hoyo.

En el mismo hoyo que ella había cavado.

Ahora que las clases estaban a punto de finalizar, había tomado los estudios como una excusa para no ver a Jungwon. Él lo había aceptado sin cuestionar, lo cual apreciaba.

No estaban saliendo, o al menos no oficialmente, entonces... ¿Por qué se sentía tan mal estar esperando a Jay frente a su auto?

Así como hizo él alguna vez.

Sabía que el pelinegro tardaba en salir, considerando que daba vueltas con sus amigos sin parar hasta que por fin decidía irse. Es por eso que tardó un poco para salir, esperando a ver qué Jungwon se fuera del lugar para así sentir la libertad de esperar al americano sin sentirse totalmente culpable.

No tuvo que esperar mucho; Jay se encontraba caminando solo hacia su auto, como si hubiese sabido que Minji le estaría esperando aquel día.

Una vez frente a frente, ninguno habló. Jay le señaló con su cabeza el lado del copiloto, y ella asintió, adentrándose.

El chico encendió el carro, sin embargo lo único que hizo fue encender el aire y bajar el volumen de la radio. Y ahí estaban, en un silencio profundo e incómodo que ninguno planeaba romper.

Pero ya era suficiente.

—¿Por qué me dejaste?

Una pregunta que le estaba dando vueltas desde el segundo que ambos rompieron, pero que más sin embargo jamás se atrevió a preguntar por miedo a la respuesta, por miedo al que sucedería.

Por miedo a saber que no volverían a estar juntos.

Jay se mantenía neutro, pensando cuál era la forma correcta de hablar.

Irónico como meses atrás ambos hablaban como si nada, y ahora parecía que nunca se habían hablado antes, como si hablar entre ellos fuese ilegal.

—Supong- —se calló. —No, estoy seguro de que dejé de amarte, hace mucho tiempo.

¿Le dolía? Sí, pero ella quería saber todo.

—¿Y cómo sabes que dejaste de amarme?

Se sentía como tomar una rosa con espinas, y que estas tuvieran veneno. Un fuerte veneno que viajaba por sus venas hasta llegar a su corazón.

Lamentablemente, esa era la única forma de liberarlo: envenenándose.

—Porque me enamoré de alguien más.

hola me gustan los finales felices (que se note el sarcasmo) 😀