Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 23: A FAMILY PROBLEM

—— A FAMILY PROBLEM ——

Davina mantuvo la misma postura mientras intentaba dejar en blanco su mente para poder meditar, aunque aquel ejercicio nunca la había llegado a gustar del todo, en el último siglo la había permitido aclarar todo cuando azotaba su cabeza, y para su desgracia muchas eran las cosas que la abrumaban.

—No puede hacer eso, no puede matarla.— Peige rompió el silencio haciendo que Davina soltara un suspiró de frustración, para a continuación abrir los ojos y mirarla.

—Por mucho que queramos evitarlo es imposible.— Se limitó a decir sabiendo que en aquel aspecto, lo único que podían hacer era resignarse.

—¿Por qué? ¿Por qué es un Eterno? A la mierda eso, no pienso proteger a alguien que solo piensa en su propio bien.— Sentenció la joven haciendo que Davina entendiera la de veces que Gideon se lamentaba de su fuerte carácter, en ese aspecto su pupila era exactamente igual a ella.

—Lo que nosotros queramos dista de ser posible.— Admitió con tristeza, ya que aunque ellos quisieran algo, aunque no fuera egoísta, no podían tenerlo, su deber estaba por encima de todo lo demás. Una verdadera mierda, para cualquiera de ellos, pero así eran las normas que les habían impuesto básicamente desde que fueron creados. La mayoría de las normas, por no decir todas, los protectores no las habían creado, simplemente se las habían impuesto con la esperanza de que estos las siguieran sin rechistar. —Nacemos con este deber, y por mucho que no queramos cumplirlo llega el momento de que suceda.— Añadió sabiendo que a veces hubiera sido mejor ser una persona normal o incluso que no la hubieran elegido, pero una vez más eso no estaba en su decisión.

—Pero...— Empezó a decir en señal de queja mientras dejaba a un lado el puñal.

—Peige, no te estoy entrenando para que protejas a un Eterno, espero que nunca te toque ese deber. Te entreno para que sobrevivas por tu cuenta, para cuando llegue el momento de luchar puedas hacerlo. Tu ahora tienes familia y amigos, eso es lo que necesitas para luchar, el motivo es más que suficiente.— Explicó Davina mientras se acercaba a ella y la miraba con seriedad pero también con una preocupación casi maternal.

—¿Y tú no vas a luchar por tu familia y amigos? Asumo que haya descendencia de ellos.— Alegó alzando la cabeza para mirarla, ya que su mentora sólo era un par de centímetros más alta.

—No conocí a mis padres, no sé quienes eran o si tenía hermanos, fui criada por sacerdotisas de Hécate, y ellas fueron la única familia que he llegado a conocer. Por desgracia, todas ellas fueron asesinadas, yo fui la única superviviente y porque me encontré con Gideon, mi mentor. Él se encarga proteger a Muerte.— La reveló haciendo que Peige la mirase con algo de lástima, ya que podía ver que de alguna forma Davina quería saber sobre sus orígenes, así como deseaba haber podido proteger a sus hermanas y no haber asumido su papel, podía verse que el ser protector no era precisamente algo que la gustará, pero se resignaba a aceptarlo porque era para lo que había nacido.

—Vaya..., lamento que no pudieras conocer tus orígenes. ¿Nunca pudiste...?— Empezó a decir haciendo que la expresión de su mentora cambiará, ya que una de las cosas que más odiaba Davina era que sintieran lastima por ella, ya que por alguna razón la hacía sentir que era débil.

—Cuando te vuelves protector es mejor olvidarse de la vida anterior. Se tarda en aprender a controlar la transformación y todo lo que eso supone, por lo que si sigues ligado a ellos y recibes una mala noticia...— Empezó a decir recordando que algunas de sus víctimas, casualmente, eran responsables de lo que las pasó a sus hermanas, así que Davina sabía lo que era arrebatar una vida, aunque no se arrepentía de ello, puesto que ellos también eran asesinos y más crueles, su muerte por lo menos era inminente.

—¿Podre acompañaros esta noche?— Preguntó esperando que la respuesta fuera positiva, pero una vez más esa decisión no la podía tomar ella.

—Eso no depende de mi, como no depende el futuro de Rose. Solo espero que no la ocurra nada.— Admitió mientras cogía la vandana y el broche con las tres cabezas de dragón. —Aún así no te preocupes, Lucienne esta buscando alguna forma de evitar que tu amiga pueda morir.— La tranquilizó haciendo que Peige alzará la mirada mostrando en ella un resquicio de alegría y de esperanza, esperando no sólo que hubiera una solución sino que cuando la encontrará no fuera demasiado tarde.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

Davina camino junto a Sueño sobre de lo que era el campo del violín, o por lo menos lo que queda a de él, ya que en aquellos momentos no era más que un terreno congelado, donde lejos distaba la posibilidad de que allí pudiera albergar vida o simplemente otra clase de color que no fuera el blanco y la gama de los grises.

—Has causado un daño enorme, pero yo puedo repararlo.— La tranquilizó Sueño a Rose al ver que esta estaba en shock debido al agujero que se había llevado a sus amigos y a su hermano. —Al menos por ahora.— Añadió sabiendo que si tardaban más aquello podría ser irreparable.

—¿Qué le ha pasado a Jed? ¿Y a mis amigos?— Preguntó Rose asustada de que de alguna forma estuvieran muertos.

—Todos duermen, pero no están asalvo, ni ellos ni nadie.— Garantizó Sueño con firmeza, sabiendo que Rose, con cada noche que pasaba, más poderosa se volvía, y en consecuencia él se volvía mucho más débil. —No hasta que muera el vórtice.— Sentenció mientras Rose miraba de reojo a Davina, la cual la devolvió la mirada con tristeza, mostrando su deseo de querer hacer algo pero sabiendo que eso era imposible e inevitable. —La muerte no siempre es algo tan malo, puedes quedarte aquí si quieres. Mi cuervo antes era un mortal.— Sugirió mostrando que la muerte no podía ser siempre el final, sino también un momento de cambio.

—Esperad, señor.— Intervino en ese instante Gilbert, haciendo que Sueño se detuviera y dejara de absorber, de alguna forma, la esencia de Rose.

—¿Gilbert? ¿Qué hace aquí?— Preguntó Rose sin comprender lo que estaba pasando.

—Es el campo del violín.— Respondió en esta ocasión con obviedad, sabiendo que tarde o temprano su señor regresaría a su lugar, y ahí estaba.

—¿Tu eres un sueño?— Preguntó mirando al hombre el cual sonrió ante su comentario.

—Sí, eso me temo.— Admitió mientras soltaba un suspiró, para a continuación mirar a Sueño. —Me fui de aquí en busca de una vida como la de los humanos, una vida que, humildemente, ofrezco a cambio de la suya.— Se ofreció mostrando que haría todo lo posible para que Rose no tuviera que correr la desdicha de morir.

—Eso no va a ser posible, para que El Sueño y el mundo despierto sobrevivan el vórtice debe morir.— Respondió Sueño, dando a entender que no existía sacrificio alguno que pudiera impedir que Rose Walker muriera.

—Entonces, ¿que sentido tienen los vórtices? ¿Para que existimos?— Preguntó Rose sin comprender cual era su propósito como vórtice.

—Sí te soy sincero...— Empezó a decir Sueño sin saber exactamente la finalidad de ellos, simplemente existían.

—Yo tengo una teoría, si un humano está en el centro de El Sueño, ¿no será para recordarnos que existimos por qué nos sueñan los humanos y no todo lo contrario? El milagro de la humanidad debería de resultarnos siempre más fascinante que todas las maravillas del poder.— Sugirió Gilbert, mostrando que la finalidad de los Eternos así como de otras criaturas era la servir a los humanos, no a la inversa, pues gracias a ellos la mayoría de las cosas y de las entidades existían o tenían alguna especie de propósito.

—Campo del violín, no encuentro fuerzas para castigarte por haberte ido. Pero ya es hora de que vuelvas a donde te corresponde.— Le pidió Sueño sabiendo que aquel lugar necesitaba que Gilbert regresará, y de esa forma los tres arcanos que se habían escapado de una forma o de otra habían vuelto a su lugar correspondiente.

—Será un honor, señor. Jamás fue mi intención renunciar a mi papel.— Afirmó mostrando que no opondrá resistencia como de alguna forma la había puesto Corintio, ni se atrevería a desafiarlo como Gold había hecho.

—¿Y cual era su papel? ¿Y quien es usted?— Preguntó Rose sin entender cual era el propósito o el deber que Gilbert tenía para con El Sueño.

—Ay, querida. El campo del violín no es un quien sino un donde, no era una persona sino un lugar.— La reveló sabiendo que su ausencia había transformado aquel hermoso lugar en otro completamente diferente. —Y cuando usted muera, si se queda en El Sueño, venga a verme.— La pidió con sinceridad. —Pase por mis verdes prados y mis praderas, descanse bajo mis árboles. Hasta siempre Rose Walker, ha sido un privilegio ser humano a su lado y al lado de Peige Quest.— Afirmó mostrando lo agradecido que estaba por vivir aquella vida que tantas veces había soñado con tener. —¿Podría hacerme el favor...?— La preguntó a Davina la cual le devolvió la sonrisa.

—Me encargaré de ello, no has de que preocuparte.— Le tranquilizó sabiendo que Gilbert también quería despedirse de Peige, y ella lo haría en su nombre pero también la llevaría hasta allí, para que viera aquel hermoso lugar. Sin decir nada más, lentamente el cuerpo de Gilbert empezó a desaparecer para convertirse en un enorme conjunto se mariposas, al mismo tiempo que el lugar dejaba de ser triste, para volverse de colores vivos donde predominaba la vida.

—No deseo quitarte la vida, pero todos tenemos responsabilidades y esta es la mía.— Se disculpó el señor de los sueños mirando a Rose con pena. —Lo siento mucho.— Insistió de nuevo mostrando que no estaba nada cómodo con aquel acto.

—Hazlo ya, si es necesario para salvar a mi hermano y a mis amigos... Estoy lista.— Sentenció con firmeza justamente cuando sueño, por segunda vez, intentaba acabar con la vida del vórtice.

—Mi señor, espere.— Intervino en este momento Lucienne, la cual iba acompañada de Unity.

—¿Unity?— Inquirió Rose sin comprender que hacía allí su bisabuela.

—Esta es Unity Kinkaid.— Les informó a Sueño y a Davina al ver la cara de confusión que ambos tenían.

—Soy la bisabuela de Rose, según este libro yo debía de ser el vórtice de esta era. Pero como os apresaron fuera de El Sueño, mi destino pasó a ser el de mis descendientes.— Le reveló a Sueño mostrando que la realidad hubiera sido mucho más diferente de lo que habían previsto en un primer momento.

—No lo entiendo.— Negó Sueño sin comprender lo que estaba pasando.

—No sois muy avispado.— Comentó con cierto tono de burla Unity. —Acércate, Rose, quiero que busques dentro de ti y me des lo que te hace ser el vórtice.— La pidió a su bisnieta haciendo que esta la mirase sin comprender a que se estaba refiriendo.

—Pero..., ¿como?— Preguntó sin comprender como iba a poder ceder el poder del vórtice.

—Estas soñando, querida. Todo es posible.— La recordó mientras Rose se quedaba pensando, para a continuación llevarse las manos al pecho y sacar se su interior un corazón de cristal.

—¿Esto?— La preguntó a su bisabuela confundida.

—¿Eso no es...?— Le empezó a preguntar Davina a Sueño, al reconocer el corazón, ya que era el sello que caracterizaba a Deseo.

—Gracias, cariño mio.— La agradeció a Rose con una sonrisa. —Ahora el vórtice soy yo, rey de los sueños, como siempre debió ser, así que deja en paz a mi bisnieta.— Sentenció Unity mientras le ofrecía el corazón a Sueño, haciendo que este rápidamente empezara a romperlo, para a continuación la mujer tambalearse, provocando que Davina, que estaba cerca de ella, la sujetará para evitar que cayera al suelo.

—¿Unity?— Rose se acercó a su bisabuela preocupada.

—¿Qué ha pasado?— Preguntó la mujer sin entender nada, como si de alguna forma la hubieran quitado algo pero sin saber con exactitud qué podía ser.

—Has muerto, para que Rose pueda vivir.— Respondió Davina sorprendida del acto de amor que aquello era, un acto que realmente demostraba lo mucho que Unity quería a Rose a pesar de no conocerla en profundidad.

—Lo siento mucho.— Se disculpó Rose mientras se acercaba a ella para poder abrazarla.

—No, no lo sientas, yo no lo hago. Debi de morir hace mucho tiempo, Rose. Aunque sí lo hubiera hecho no habría conocido al hombre de ojos dorados, no habría tenido una hija preciosa y tu no habrías nacido.— Garantizó mientras Davina y Sueño volvían a mirarse confirmando así lo que él corazón había evidenciado.

—Un momento, ¿el padre de tu hija tenía los ojos dorados?— Preguntó Sueño queriendo asegurarse de que aquel dato tan particular fuera cierto.

—Nunca había visto a nadie así.— Garantizó Unity mostrando lo impresionada que aún se sentía.

—Yo sí.— Afirmó Sueño con seguridad.

—Adiós, cariño mio.— La dijo a Rose mientras ambas volvían a abrazarse en señal de despedida. —El señor Goldawey se encargará de que a Jed y a ti no os falte de nada.— Añadió sabiendo que a pesar de que ella no podría estar con sus bisnietos, se había asegurado de que los dos estuvieran en perfectas condiciones para el resto de sus vidas.

—Tu hermano y tu sois hijos de los eternos, ya has sufrido bastante puedes marcharte de aquí.— La dijo a Rose sabiendo que después de aquella revelación, Rose y Jed estarían protegidos por los eternos. —Adiós, Rose.— Se despidió mientras hacía un gesto con su mano para hacer desaparecer a Rose, permitiéndola regresar a esa vida normal que siempre debía de haber tenido lejos de aquellos problemas.

★★★

Penúltimo capítulo de Dreams.

Creo que ninguno de nosotros estamos preparados para el final, pero estamos deseando que llegue ¿o me equivoco?

Pero al margen de que en tan solo dos semanas terminaré la primera parte de la historia, croe que hay muchas cosas que sin imprescindibles en el capítulo para destacar.

La primera de ellas, es que no veía venir que Deseo estuviera en el ajo, osea esa rivalidad entre ambos es algo que necesito ver. Así como necesito ver a los demás, investigué bastante sobre el resto de Eternos y necesito que tengan un mayor protagonismo, sobretodo Muerte.

Por otro lado, me encanta como Unity se impone ante Sueño y protege a Rose, es un gesto precioso y muy noble, aunque me da pena esa escena final entre ellas. Es tan triste...

Y luego esta Rose, es valiente por su parte sacrificarse por los que quiere. Y espero volver a verla. Han abierto la puerta al hecho de que venga de los Eternos, así que es necesario saber que va a suceder con ella. Aunque bueno no se si serán fieles a los cómics, ya que de serlo deberían de introducir al hijo de Sueño. Sí, es padre. Cuesta creerlo pero lo es.

Con respecto a Davina y Peige, bueno, planeo alterar varias cosas de lo qu3 habéis visto. Esta primera parte muestra esa opresión que los protectores tienen. Siempre cumpliendo las normas y demás cosas. Y quiero que conforme a la segunda temporada sea diferente, y si todo va como tengo en mente...

¿Estáis listo para la semana que viene? ¿Para el último capítulo de la historia y tal vez uno de los más simbólicos?

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro