Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 22: PENDING ISSUES

—— PENDING ISSUES ——

—¡Davina!— Exclamó Peige al ver aparecer, delante de ella, a la protectora la cual se tambaleó durante unos segundos para después darse cuenta de que estaba en la habitación de un hotel. —¿Qué haces aquí? ¿Has venido sola?— Preguntó preocupada esperando que Sueño no hubiera tomado la drástica decisión de hacer una visita antes de tiempo.

—Sí, al parecer Sueño cree que más pesadillas pueden estar rondando a Rose.— Se limitó a decir, sabiendo que lo que menos convenía era decir que aquella pesadilla era el Corintio, por supuesto Davina esperaba que no fuera así, pero teniendo en cuenta sus aspiraciones... no había que ignorar aquella posibilidad.

—¿Él no ha venido?— Preguntó sin entender porque Davina había ido, ella ya estaba allí para proteger a Rose, ¿porque mandar a alguien más?

—Lo prefiero, aunque tenga que protegerlo no significa que deba de estar de acuerdo con sus opiniones.— Alegó mientras se cruzaba de brazos molesta, al recordar que la había enviado allí a traición para, básicamente, dejar de hablar del tema con respecto a la profecía.

—¿Sucede algo malo?— Preguntó Peige haciendo que Davina se diera cuenta de que no podía decirla la verdad, no por qué no confiara en ella ni para protegerla, sino porque aquel no era un lugar seguro para hablar de algo que a fin de cuentas traería consecuencias en un futuro no muy lejano.

—Bueno..., hay sucesos que están siendo alterados en El Sueño. Y puesto que no es Morfeo quien está creando aquellas... cosas nuevas...— Empezó a decir hablando también del problema que estaba empezando a aparecer en el reino de los sueños.

—Es Rose la responsable, pero no la hará daño, ¿verdad?— Inquirió preocupada pero también mostrando lo capaz que era de hacer frente a un eterno con tal de proteger a su amiga.

—Me temo que no lo se, tampoco está en mi poder saberlo o impedirlo. Mi deber se limita a proteger al eterno y... a ti, puesto que eres una protectora en potencia.— Admitió, mostrando que el futuro de Rose era más que incierto, pero ambas mantenían la esperanza de que no la ocurriera nada.

—Es injusto.— Se quejó Peige mientras se cruzaba de brazos indignada por lo que eso podía llegar a significar.

—Lo es, pero así son nuestras normas. Cuando entramos en este mundo... no nos podemos preocupar por quienes queremos.— Admitió Davina sabiendo que para la gran mayoría aquello era muy difícil, pero para ella no fue asi. Ella ya había perdido a todos cuantos quería, así que recibir aquella vida fue, prácticamente, un regalo, porque sino no sabía que hubiera sido de ella en el mundo exterior y adorando a una "diosa pagana".

—Eso no es justo.— Se quejó la menor indignada. —Yo tengo familia y amigos, no les puedo dejar de lado por...— Empezó a decir esperando que Davina lo comprendiera, y lo hacía pero no sabía lo que era dejar todo atrás, porque ella no lo dejó a ella se lo arrebataron de la forma más cruel y dolorosa de todas.

—Es lo que nos toca, somos quienes más sacrificios hacemos por un bien que a decir verdad no nos recompensa, pero neceistaras mi ayuda cuando tú don despierte.— Garantizó esperando que ella comprendiera lo que aquello significaba, y en aquellos momentos entendía porque Gideon decía que ella sería difícil de entrenar, un niño era fácil de moldear pero no alguien que entendía a la perfección lo que estaba pasando. —¿Dibujas?— Preguntó observando el cuaderno de dibujo que estaba abierto sobre la cama.

—Sí, me ayuda a veces a dejar de pensar.— Sonrió la menor mientras Davina pasaba las páginas hasta detenerse en un dibujo, el cual reconoció de inmediato: era el Corintio. —Es un tipo peculiar.— Admitió al ver que su mentora se había quedando mirando uno de los dibujos.

—¿Le has visto?— La preguntó haciendo una referencia al hombre, ante su pregunta Peige asintió sin entender que estaba ocurriendo o que relación podía tener él en todo ello. —¿Dónde y cuándo?— La preguntó mostrando que le conocía.

—Aquí, en el hotel, hará una hora.— Respondió sin entender nada de lo que estaba pasando. —¿Por qué?— Preguntó confundida, ¿que tenía que ver aquel hombre? ¿De que le podía conocer Davina?

—Escondete y pídele al collar que te lleve ante Sueño de los Eternos, dile que el Corintio ha encontrado a Rose.— La pidió mientras la miraba con seriedad, haciendo que Peige la mirase todavía más confundida.

—¿Él es el Corintio? ¿Es peligroso?— La preguntó queriendo saber todos los detalles de todo lo que estaba pasando.

—¡Peige haz lo que te he dicho!— La ordenó, haciendo que la aludida asintiera mientras la protectora se marchaba en busca de la pesadilla.

Peige se quedó de pies en mitad de la habitación, sin saber muy bien cómo iba a hacer reaccionar el collar. A pesar de ello le cogió entre sus dedos, mientras empezaba a jugar con la cadena para después agarrarle con fuerza y cerrar los ojos. De forma lenta, su respiración empezó a relajarse para a continuación pedirle, de forma mental, al colgante, que la llevara ante Sueño. Por supuesto Peige no creía que eso fuera a suceder, pero cuando su estómago dio un vuelco pronto supo que en realidad el collar sí había funcionado.

—¿Cómo has llegado hasta aquí?— Preguntó Sueño al ver aparecer a Peige la cual miró desconcertada a todas partes, dándose cuenta de que estaba en la biblioteca más grande que había visto en toda su vida.

—No lo tengo claro, pero tengo un mensaje de Davina. Ha encontrado al Corintio.— Le reveló haciendo que el señor de los sueños Intercambiará una mirada con Lucienne al saber lo que eso podía significar.

—Eso mismo iba a deciros, señor.— Intervino en ese momento Gilbert el cual hizo que Peige se quedara sin palabras. —Por eso he vuelto, él los está masacrando.— Le advirtió al eterno haciendo que Sueño le mirase confundido.

—¿El Corintio?— Preguntó Sueño esperando, muy en el fondo, que no fuera él.

—Al parecer tiene una legión de seguidores que asesinan por placer, el mundo despierto corre peligro.— Le advirtió el señor del campo del violín, mostrando que todo aquel que se encontrará en aquella convención corría un terrible peligro, incluidos Rose y Jed.

—Al igual que Rose.— Intervino en ese momento Peige al darse cuenta de quien podía ser el objetivo de aquel hombre.

—¿El Corintio ha encontrado a Rose?— Preguntó Sueño sin creerse lo que estaba escuchando, pero sabiendo que su objetivo, por alguna ambiciosa y egoísta razón, era el vórtice.

—Sí.— Dijeron a la vez Peige y Gilbert.

—¿Os imagináis el perjuicio que podría causar teniendo a Rose?— Le preguntó Lucienne a Sueño sabiendo que todos los que sabían lo que era capaz el vórtice y de lo que era capaz el Corintio, sabían que si él conseguía su objetivo ya nada sería como antes y los problemas crecerian de una manera abrumadora.

—Debéis de ser exactos, al decirme donde están.— Les ordenó a los dos, sabiendo que cuanto más exactos fueran, antes podría dar con la pesadilla que tantos años llevaba perdida y causando muerte y destrucción en el mundo de los vivos.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

Davina recorría los pasillos del hotel lo más rápido que podía, mirando a todos los que pasaban a su lado y en todas las salas que estaban abiertas, su objetivo no era encontrar al Corintio, ni de loca se enfrentaría de lleno a él de firma voluntaria, su deber, aunque era explícito, era encontrar a Rose y a Jed y alejarlos lo máximo posible del Corintio y de sus maquinaciones.

—¡Rose!— Gritó mirando a todas partes, con la esperanza de que alguien la escuchara y pudiera decirla donde estaba o que está apareciera.

—Davina, como siempre haciendo el trabajo sucio de Sueño.— La voz del Corintio hizo que la protectora se diera la vuelta y le mirase con una expresión de pocos amigos, para su suerte o tal vez para su desgracia, había sido él quien la había encontrado. —Me alegro saber que no te ocurrió nada grave.— Añadió con burla haciendo que la protectora le mirase con una expresión de enfado ante su comentario.

—¿¡Nada grave!?— Exclamó indignada sabiendo perfectamente que él sabía lo que la había pasado, él fue testigo de ello y no hizo nada por ayudarla. —Casi muero desangrada y todo por tu culpa.— Le acuso mientras la vandana de metal, que ahora estaba en su cintura, empezaba a aflojarse

—Yo no fui responsable que se llevaran a Sueño.— La recordó pero todos sabían que de una forma o de otra también había colaborado, con tal de permanecer fuera de El Sueño y causando caos, el Corintio era capaz de cualquier cosa.

—Pero sí de que ese hombre me robara y casi me matará. El único consuelo que tengo es saber que a ti ni te depara nada bueno.— Garantizó mientras una sonrisa de diversión se dibujaba en el rostro de la protectora al ser consciente de lo que le iba a pasar una vez que Sueño le encontrará, y eso Corintio lo sabía.

—¿Y como, si puedo saber, vais a advertir a Lord Morfeo?— Preguntó con burla.

—Todavía tengo mis trucos, Corintio.— Le recordó mientras la vandana de metal se deslizaba rápidamente de su cintura para convertirse en un látigo, el cual se enroscó en la pierna de la pesadilla para tirarle al suelo.

—Yo también.— Respondió divertido, justamente cuando una tercera persona golpeaba a Davina por la espalda.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

Después de despertarse y de recuperar su vandana, Davina salió corriendo, esta vez volviendo a recorrer cada sala en busca de Corintio, sabiendo que no podía andar demasiado lejos.

—Me decepcionas, Corintio.— Empezo a decir Sueño mientras miraba a su creación. —Tu y estos humanos que has inspirado y creado. Me decepcionais.— Añadió mientras se acercaba a él. Al escuchar la voz de Sueño, Davina entró en la sala, sin ser vista por ninguno de los dos, ya que Corintio estaba demasiado ocupado convenciendo y distrayendo a su creador.

—Me he esforzado por ser lo que creasteis.— Afirmó creyendo que había hecho bien su trabajo, pero lo que había hecho, las vidas que había arrebato, distaba mucho de su trabajo.

—No, te has descarriado. Que de cierto modo era lo que esperaba, eras mi obra maestra, un espejo negro que reflejaba lo que la humanidad se negaba afrontar.— Afirmó Sueño demostrando que sus suposiones eran acertadas.

—Eso es lo que soy y lo que he hecho.— Alegó la pesadilla con firmeza.

—No.— Negó Sueño mientras le miraba impasible. —Mirate, vagando por la tierra por más de un siglo infectando a los demás con tu veneración por la muerte, pero ¿que les has dado? ¿Qué has creado?— Le preguntó esperando que la pesadilla le diera alguna clase de explicación satisfactoria. —Nada.— Le recordó. —Solo eres algo más a lo que temer, eso es todo.— Añadió sabiendo perfectamente como hacer enfadar al Corintio.

—¿Y ahora que? ¿Pensáis devolverme a sus sueños?— Preguntó con burla, mostrando que era capaz de hacer cualquier cosa por seguir en el mundo de los vivos cusando más muertes y siendo venerado por más psicópatas capaces de matar por él. —Por que no me iré por las buenas.— Afirmó mientras le clavaba un puñal a Sueño, el cual había intentando hacerle desaparecer de la misma forma que lo había intentando cien años atrás. —¿Quieres un segundo asalto, dragón?— Preguntó con burla el Corintio al ver que Davina había hecho aparecer su látigo.

—¿Una daga contra un sueño?— Preguntó el eterno con burla mientras se recomponia.

—¿Creéis que los sueños no pueden morir?— Preguntó con burla la pesadilla. —Averiguemoslo.— Sugirió mientras volvía a atacar al eterno.

—Ya basta.— Intervino Davina mientras alzaba su látigo y alejaba a Corintio de Sueño, mostrando que si le quería matar primero tendría que enfrentarse a ella, y en esta ocasión no tendría la ayuda de uno de aquellos humanos.

—¿Cómo...?— Empezó a preguntarse el señor del sueños al ver que había salido herido.

—Cada segundo que pasa, Rose Walker se vuelve más fuerte y vos más débil. Os quitara vuestro sitio en el centro de El Sueño. Esta derribando los muros que están en las mentes de los soñadores, y ahora todos ellos comparten el mismo sueño. Un sueño que he inspirado yo.— Afirmó Corintio mostrando que su objetivo se estaba cumpliendo tal y como había organizado.

—No.— Negó el eterno creyendo que podía impedir lo que parecía ser inevitable.

—Ya está en marcha, no podéis evitarlo. Esta dormida y soñando.— Le recordó con diversión.

—Entonces no se me podrá escapar.— Sentenció mientras hacía uso de sus poderes para buscar a la joven.

—Oh, yo creo que sí. Ahora que sabe que pretendéis matarla.— Puntualizó Corintio, mostrando que la había revelado cuales eran las verdaderas intenciones de Sueño.

—No creías que la chica podría ser sometida a tu voluntad, ¿verdad, Corintio? Un siglo en el mundo despierto, y aún no sabes cual de impredecible es un ser humano.— Intervino en ese momento Davina sin creerse que la pesadilla pudiera creer que podía engañar a un humano, cuando estos podían llegar a ser miles de veces peor que él.

—Si creéis que voy a volver a El Sueño con vos...— Empezó a decirle a Sueño mientras este se preparaba

—No vas a volver.— Le interrumpió. —Te traje a este mundo para servir a la humanidad, no para alimentarte de ella.— Le recordó mostrando cual era su deber y cual era lo que no había cumplido.

—¿Sabéis por qué lo hago?— Preguntó la pesadilla. —Para saborear lo que se siente siendo humano, a vos no os preocupa la humanidad solamente miráis por vos, vuestro reino y vuestras normas.— Afirmó mostrando que al igual que Gold ellos sólo querían sentirse parte de algo, no querían ser temidos sino todo lo contrario, querían ser amados. O por lo menos eso era lo que quería hacerles creer.

—Por que yo contengo todo el consciente colectivo, sin todas mis normas me consumiría. Se consumiría la humanidad.— Le informó Morfeo, mostrando que había tantas normas por un bien común, no por su bien.

—O quizá así sentiríais algo.— Afirmó creyendo que todo se debía a ese vacío interno que Sueño tenía.  —Yo no soy el problema, señor.— Se limitó a decir.

—Así es, ha sido culpa mía. No tuya.— Admitió el tercero de los eternos. —Esperaba tantísimo de ti, pero te cree imperfecto. Así que ahora debo de destruirte.— Sentenció mientras hacía uso de su poder para empezar a absorber el poder del propio Corintio, recuperando así la arena que había usado para crearle.

—Solo lamento que no estaré aquí para ver a Rose Walker haceros lo mismo.— Se lamento la pesadilla justamente cuando desapareció por completo, dejando en el suelo una pequeña calavera, la cual en vez de tener las dos cuencas vacías oculares, tenían dos hileras de dientes.

—La próxima vez que te cree no serás tan imperfecto y ruin, sueño mío.— Afirmó Sueño mientras cogía la pequeña calavera.

—Le podías haber hecho sufrir un poco más.— Comentó Davina mientras la vandana volvía por su cuenta a su cintura, mostrando que a pesar del fin que había obtenido Corintio, seguía resentida con él.

—Y vosotros, que os hacéis llamar coleccionistas que hasta este instante habíais alimentado fantasías en las que vosotros erais las víctimas, ensoñaciones reconfortantes en las que siempre teníais razón.— Empezó a decir Sueño mirando a todos los presentes, los cuales lentamente empezaban a despertarse. —Pero se acabó, el sueño ha terminado, os lo he arrebatado y está es la condena que os impongo: de ahora en adelante sabréis perfectamente, sabréis a conciencia, lo cobardes, egoístas y monstruosos que sois. Sentiréis como propio el dolor de todas vuestras víctimas, y la pena de quienes aun las lloran, y cargareis con el dolor, la pena y la culpa hasta el fin de los tiempos.— Sentenció mostrando que aquel era el castigo perfecto para aquellos que habían sido fieles al Corintio, además que mejor que nadie Sueño sabía que allí no terminaría su condena, pues una vez muertos esta seguiría allí, sólo que esta vez en el infierno.

Después de lo ocurrido en la sala, Sueño acompañado por Matthew y por Davina recorrieron el hotel en busca de Jed y de Rose, pero cuando salieron fuera observaron no sólo como los castigados se lamentaban o respondían al castigo que les habían impuesto, sino también como los dos hermanos salían de allí en un coche.

—¿Queréis que la siga?— Le preguntó Matthew a Sueño al ver como el coche pasaba delante de ellos.

—No, estando despierta no es peligrosa.— Le tranquilizó el eterno sabiendo que llegaría el momento de actuar. —Pero esta noche, cuando se duerma, la encontraré y zanjaremos esto.— Sentenció con firmeza sabiendo que la única salida que había era con la muerte de uno de los dos, y Sueño tenía claro que lo iba a ser él quien fuera a morir.

—¿Quieres matarla? Apenas es una niña.— Intervino Davina sin entender porque la única solución era la muerte, siempre había otra solución que no implicará la muerte o el sacrificio.

—Una niña que es peligrosa, para todos nosotros. Los vórtices son poderosos e impredecibles, pueden suponer la desaparición de la humanidad y, tal vez, incluso el de El Sueño.— Le recordó el señor de los sueños sabiendo que aquel "enfrentamiento" por muy desagradable que pudiera parecer era completamente inevitable.

★★★

Para empezar solo diré que en tres semanas diremos adiós a las actualizaciones semanales de Dreams. ¿Quien más está emocionado?

Por que no podéis haceros una idea de cuántas ganas tengo de que veías el capítulo final y el epílogo, de verdad no me vais a ver venir.

Independientemente de las ganas que tengo de que lo veáis, creo que hay varias cosas que hay que comentar.

Primero, el comportamiento de Sueño. Aunque es cierto que no se muestra tan hermético, sí que me le imagino evadiendo conversaciones que no le convienen.

Por otro lado esta Davina y su insaciable sed de venganza, es algo que me muero por explorar más a fondo. Ya que no tiendo a hacer personajes súper vengativos.

Segundo, la relación de Davina y Peige, realmente las amo. Y no sabría que mostrar de su relación que no haya dejado ya ver. Pero bueno, siempre queda algo.

Pero aún necesito pensar en que animal se transformará Peige, así que acepto sugerencias.

El personaje de Corintio... realmente me parece un personaje curioso del que me gustaría saber más, y de hecho se que habrá más por lo que da a entender Sueño. Además de que al final le da una segunda oportunidad a Gold, así que seguramente sepamos más.

Con respecto a lo que pasó en el capítulo anterior, os informo que Davina no es la elegida. Sí que lo pensé, pero lo veía algo evidente. Jajaja. Y ya sabéis que a mi no me gusta que me veáis venir. Y de hecho todavía tengo varias sorpresas por ahí.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro