Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 15: SOMETIMES WE CHOOSE FAMILY

—— SOMETIMES WE CHOOSE FAMILY ——

Davina recorrió las calles de la ciudad atenta a todo cuanto veía, hacia cien años que no visitaba el mundo mortal de aquella forma, pudiendo admirar lo rápido y lo lejos que la humanidad había llegado, y de alguna forma se sentía orgullosa de los suyos, así como de ser testigo de lo que vía, ya que aquello era algo único. Desde que se había despertado había preferido no hablar de lo que había pasado, así como de lo molesta que estaba con Sueño por haber invadido sus sueños. Sí, lo había hecho para encontrarla, pero había roto la normal, había invadido su privacidad y se sentía incómoda, principalmente por lo que podía haber visto, ya que aquellas horas que estuvo inconsciente muchos fueron los recuerdos con los que había soñado, recuerdos que en su mayoría la habían hecho bastante daño. Pero había preferido fingir que no sabía de ello, que su cabeza no la martilleaba, pero todo ello también venía por el accidente y la pelea, así como el miedo que seguía teniendo, ya que sabía que él la estaba buscando.

—Hacia tiempo que no te veía.— Davina se detuvo en seco al escuchar una voz masculina, era la voz de Gideon, puede que hubieran pasado seis siglos, pero jamás se olvidaría de ella.

—Gideon.— Sonrió mientras se acercaba a él y la abrazaba, sin creerse que el protector la hubiera dado aquella sorpresa.

—Vaya, has... cambiado.— Comentó sorprendido, ya que no se parecía tanto a la Davina que recordaba. —Asumo que es por el siglo que Sueño pasó encerrado.— Respondió con obviedad, viendo que Davina ya no mostraba un rostro inocente e infantil como antes tenía, ahora aparentaba más mayor aunque seguía pareciendo inocente, pero cualquiera que pudiera conocerla sabía que ella no tenía nada de inocente, ninguno de ellos lo era.

—Sí, deje de tener la apariencia de una niña de dieciocho años.— Admitió mientras ambos caminaban por las calles como si no pasara nada, como si el hecho de que ambos tuvieran el pelo blanco no llamará la atención de los viandantes.

—Supe lo que te ocurrió, todos los protectores lo supimos. Y ahora con lo difícil que es encontrar a uno..., nos andamos con mucho cuidado.— Añadió mientras los dos se adentraban en la ribera del río.

—No necesito que te compadezcas de mi, Gideon.— Respondió la protectora con frialdad, haciéndole ver aquella misma cara que le mostró los primeros días que se conocieron. Ahí estaba la Davina que guardaba para si misma todos los sentimientos, la que intentaba mostrar que era más fuerte de lo que podía ser, la versión de ella que no quería seguir siendo herida aún sabiendo que eso era algo inevitable.

—No lo hago, Davina. Pero lo que te ocurrió... Recuerdo a la perfección aquella sonrisa después de tu primer vuelo, era evidente que amabas aquello por encima de todo.— Explicó su mentor sabiendo que arrebatarles aquello era como matarlos en vida, y evidentemente Davina murió aquella noche cuando la robaron las alas. Ahora solo quedaba una sombra de quien había sido, una sombra que cada día que pasaba una parte de ella era consumida por el deseo de venganza.

—Es cierto que echo de menos volar, tanto en mi otra forma como en esta. Pero quiero pensar que fue por algo, la ausencia de mis alas me hizo ver que puedo ser igual de valiosa que con ellas. Además, de entre los restos apareció un arma.— Respondió Davina creyendo que podría mentir a Gideon, pero cualquiera que la conociera sabía que lo que más echaba de menos era volar, la sensación de ser libre.

—¿Un arma?— Preguntó con curiosidad sin entender aquello, ya que de normal los protectores no llevaban ninguna, aunque sí tenían que tener amplios conocimientos en el manejo de ellas.

—Sí, ahora no le llevo encima, pero se oculta bajo una vandana de metal, y puede volverse un látigo o un bastón. Lo que me enseñaste jamás lo he olvidado, y por ello he luchado por hacerme más fuerte.— Sentenció mostrando lo orgullosa que estaba de haber aprendido de Gideon.

—Me alegra escuchar que te has vuelto más fuerte, siempre creí en ti. Desde el primer momento que te vi y que me intentaste matar supe que serias de las mejores protectoras que el mundo conocería, y sigues con vida así que asumo que no me habré equivocado mucho.— Añadió sonriendo mientras se acercaba a las cristalinas aguas del riachuelo.

—Bueno, fácil no ha sido, eso he de reconocerlo. Y menos tras lo que ha ocurrido.— Añadió sabiendo que había detalles que jamás debía de contarle, porque a pesar de todo, algunos eran secreto. Como podía ser su conversación con Hécate, nadie debía de saber de lo que habían hablado, o lo que había pasado, pero aún así mantenía con ella aquel agradable recuerdo.

—¿A que te refieres?— Preguntó con curiosidad sabiendo que había algo que, de alguna forma, la atormentaba.

—Cuando acompañe a Sueño al infierno, estaba Isabella.— Admitió mientras soltaba un suspiró.

—¿Esa no era la chica que traiciono al templo, la que era como un hermana de sangre para ti?— Inquirió Gideon recordando a la perfección aquel nombre, porque recordaba la expresión de decepción en los ojos de la chica al recordar lo que Isabella había hecho.

—Murió poco después de traicionarnos, lo curioso es que ella no sabía lo que nos había pasado, ella creía que estaba allí para rescatarla. Y al verla la odie, quería odiarla por todo lo que había hecho, por hacer que me quedara sola, pero luego... cuando me quede inconsciente, supe que no podía odiarla, porque entonces debía de odiarme a mi misma. Fui yo quien la hacía correr riesgos, yo la convenci de regresar a casa, y siento que soy responsable de lo que nos sucedió.— Admitió mostrando lo culpable que se sentía por haber sido siempre imprudente y a veces irresponsable, ella tenía que haberse resignado a quedarse en el templo, en la seguridad y en la paz, no en querer conocer un mundo que literalmente había destruido su pequeño mundo.

—Seas o no responsable de ello, ni tu ni ella matasteis a nadie. Tus hermanas murieron asesinadas por monstruos, no por el simple hecho de creer.— Sentenció sabiendo que años atrás el ser humano había causado demasiados genocidios en nombre de un dios, cuando en realidad eran muchos los que llegaban a existir, pero los humanos no tenían aquel conocimiento, porque entonces su realidad cambiaría, además de que eran incapaces de asumir la existencia de más deidades a parte de la suya. —¿Cómo te quedaste inconsciente?— Preguntó con curiosidad y con preocupación, ya que para que eso sucediera la pelea tenia que haber sido gorda, los protectores tenían una buena resistencia, incluso sin un entrenamiento.

—El hombre que me quito las alas intentó matarme, para rematar su trabajo. Me enfrente a él, en mitad de una carretera.— Admitió dando por hecho lo que la había pasado. —Me atropelló un camión.— Puntualizó para aclarar lo que había ocurrido.

—¿Y Sueño? Se supone que ahora no puedes moverte entre reinos.— Alegó sin entender porque el señor de los sueños no había hecho nada para ayudar a su protectora.

—Enfrentándose al ladrón del rubí.— Se limitó a decir haciendo que Gideon la mirase sorprendido por lo que había dicho.

—¿Dejaste a un lado tu deber por venganza? Davina nosotros no hacemos eso, nosotros debemos de ser ajenos a los sentimientos y a las emociones, somos guerreros.— Alegó creyendo que el seguir aquel sentimiento había puesto en peligro la vida del eterno, y eso era lo que les diferenciaba a ambos, mientras que Gideon jamas dudaría en entregar su vida; Davina, en cambio, buscaría la forma de ayudar sin entregar la suya. —Eso no fue lo que yo te enseñe.— Añadió decepcionado.

—Puede que tu tengas que ser así, pero yo no.— Empezó a decir mostrando que los años no la habían enseñado a guardarse para sí misma sus opiniones como algunos eternos esperaban que hicieran. —Yo estoy orgullosa de ser humana, y sí, quiero matar al Encapuchado, y lo haré, se que lo haré. Pero no voy a convertirme en una criatura sin emociones, porque entonces no estaría viviendo. Nosotros los mortales, los humanos, fuimos elegidos por qué hacemos cosas excepcionales, porque nos superamos a pesar de la adversidad, esa es nuestra mayor fortaleza, y puede que a veces seamos vulnerables porque sentimos, pero nos hace fuertes.— Garantizó sabiendo que si se levantaba por las mañanas y luchaba, era por las personas que quería y había perdido, cuando sus hermanas murieron se prometió que viviría la vida que ellas no pudieron, y lo iba a hacer. Por supuesto a veces esos sentimientos eran difíciles de llevar, pero para Davina la hacía recordar que era humana, que podía hacer lo que se proponiera. —Nunca conocí a mi familia de sangre, pero tengo una familia, una que yo he elegido, y es muchísimo mejor. Porque lucho por esa familia, es el motivo que tengo para levantarme cada día y correr cualquier riesgo a pesar de saber que puede ser el último.— Le reveló mostrando que ella tenía aquello como soporte, no simplemente el deber. —Tu no me enseñaste a ser débil, y no lo soy, pero sigo siendo humana y eso es algo que creo que debes de recordar.— Añadió sabiendo que Gideon había olvidado que seguía siendo humano y lo que eso significaba.

—Tal vez tengas razón, pero cada uno tiene sus motivos para llevar acabó su trabajo. Simplemente el mío es no morir, tal vez suene egoísta, pero le he cogido el gusto a esto de ser uno de los protectores más viejos del mundo. A muchos les mata la curiosidad por saber cuanto voy a durar.— Añadió sonriendo, mostrando que muy en el fondo él no quería morir y sentía curiosidad por saber hasta donde llegaría, pero aún así Davina no creía que ese fuera un motivo. El vivir por un deber, era como morir en vida, hacer siempre lo mismo, para ella sería aburrido, y eso que se había pasado el inicio de su vida así. Pero tal vez era por eso por lo que lo odiaba, porque lo monótono nunca había sido algo que la gustará, ella seguía queriendo vivir aventuras, seguía creyendo que ahí afuera estaba la aventura de su vida, aunque que eso ahora parecía ser más complicado, ya que estaba limitada pero eso no era un impedimento para ella.

—Entonces conmigo deben de estar subiéndose por las paredes, al asumir que dejaría de ser protectora por perder las alas. Pero como me dije a mi misma después de salir de aquello, nací para ello y solo dejaré mi cargo cuando me maten de verdad, hasta entonces, seguiré siendo quien soy.— Comentó sonriendo, mostrando que seguiría siendo una protectora hasta que se muriera.

—Me enorgullece saber que no has cambiado nada, pequeña. Espero que la próxima vez tengamos más tiempo de hablar, estoy seguro de que hay muchas cosas que ambos queremos contarnos.— Admitió Gideon mostrando que tenía que irse, haciendola ver a Davina que Sueño y Muerte habían terminado la conversación que hubieran compartido.

—Gideon, ten cuidado. Él quiere poder, y nada le detiene. Por favor, cuida tus espaldas.— Le pidió mientras se acercaba a él para poder darle un abrazo de despedida, sabiendo que podían ser muchos los años que volvieran a transcurrir para que se volvieran a ver, si es que volvían a verse.

—No te preocupes.— La intento tranquilizar Gideon, viendo en los ojos de Davina el miedo que tenía hacia aquel hombre y al hecho de que hiciera daño a alguien importante para ella.

—Debo de preocuparme, porque yo lo viví, yo casi muero, y se lo difícil que es perder una parte de ti mismo. Y eso es algo que no se lo deseo a nadie, ni tan siquiera al Encapuchado.— Aseguró sabiendo que no todos serían capaces de vivir sin su don, a ella le costó adaptarse, pero lo había hecho, aunque a veces se preguntara porque no había muerto, ¿que la deparaba el futuro para que no la dejara morir?

—¿Ese es su nombre?— Preguntó Gideon al ver que en ningún momento había escuchado el nombre del atacante, solamente había escuchado como Davina se referencia a él con un pronombre o con el seudónimo del Encapuchado.

—Desconozco como y quien es, siempre va con una gran capucha que le cubre el rostro, e incluso peleando es imposible ver que se esconde tras ella.— Le describió Davina, mostrando que aquella era la forma que ella usaba para referirse a aquel hombre, aunque a la hora de hacerlo podía verse en el tono de su voz el miedo y el desprecio que sentía.

—Tendré cuidado, Davina, no te preocupes.— La tranquilizó para después abrazarla en señal de despedida, esperando que aquel no fuera el último reencuentro que tuvieran.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

Después de aquel encuentro con Gideon, Davina había vuelto a reunirse con Sueño. Volviendo a la relativa monotonía a la que ya estaba acostumbrada, y eso la hacía replantearse si la decisión que había tomado era la correcta. Pero aunque se planteará si su decisión había sido o no acertada, no tenía forma alguna de describir lo que hubiera pasado de tomar la opuesta, por lo que simplemente esperaba no estar empezando a arrepentirse de haber tomado de forma errónea la única decisión que la han concedido tener.

—¿A donde vamos?— Preguntó rompiendo el silencio al ver que Sueño se había detenido en una vieja construcción que estaba abandonada.

—A visitar a un viejo amigo.— Se limitó a responder, haciendo que Davina pronto supiera a quien estaba haciendo referencia.

★★★

FELIZ NAVIDAD!!!

De verdad os digo que casi me quedo sin actualizar, pero por el pequeño detalle de que estoy sin teléfono. Tengo como un mal de ojo de verdad, se rompe el mío, y los dos que cojo para hacer el apaño hasta que me le den se estropean pero de viejos. Si es que....

Bueno, el caso es que hoy finalmente público este capítulo y estaba deseándolo.

De primeras para que vierais el gif, el cual sin duda es un de mis favoritos.

Pero también por la escena, creo que muchos hechabais en falta una interacción entre ambos, y siendo sinceros yo también.

Creo que se sigue mostrando esa relación paterna-filial entre ambos, o por lo menos ese es mi intención. Recordemos que para Davina, Gideon es el padre que jamás tuvo. Pero también hay que recalcar ese carácter que tiene y que se intensificará no tardando, por así decirlo Davina es el pepito grillo de Sueño.

Con respecto las preguntas que había sobre cómo ella regresa, la ayuda Sueño y eso supone algunos problemas que tal vez ahora no tengan importancia, pero quién sabe, tal vez en un futuro aparezcan.

En verdad no sé que podrá pasar para la temporada dos, pero tengo ideas y hay detalles que hay que revelar. Como la identidad del Encapuchado o detalles del pasado de Davina.

Con respecto al final... Sólo dire que daremos la bienvenida al Año con un capítulo de Flashbacks.

No me creo que está sea la última actualización de Dreams del año 2022. Espero que este año pase rápido, ha sido algo desastroso en muchos aspectos, pero en el sentido de Wattpad no suelo quejarme. Sólo por la bajada de lecturas que ya empieza a ser costumbre en mis historias.

¿Que os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro