Laenor había cumplido con su palabra y había traído a Draco nuevamente a la Fortaleza Roja después de un rato de estar volando encima de su dragón antes del horario de dormir de Draco.

Luego de eso, Laenor se había ido de la Fortaleza Roja con un amigo, y Rhaenyra se había quedado con Draco en su aposento leyendo un libro mientras velaba el sueño de su hijo que se encontraba durmiendo plácidamente al sentirse cansado por haber estado volando con su padre un buen rato.

Un grito proveniente de una de sus doncellas asustó y alertó a Rhaenyra quién dejó el libro de inmediato y tomó a Draco en sus brazos al no saber lo que estaba pasando en ese momento.

La puerta del aposento de la princesa Rhaenyra se abrió de repente dejando ver a Ser Criston quién también había escuchado el grito desde el otro lado de la puerta.

─ ¿Qué pasó princesa?, escuché un grito ─ dijo Ser Criston.

Antes que Rhaenyra pudiera decir algo, la doncella volvió a gritar nuevamente haciendo que Ser Criston sacará la espada de su costado. Rhaenyra fue detrás de él con su hijo en sus brazos caminando con lentitud a dónde estaba la doncella gritando asustada.

Cuando finalmente llegaron a dónde estaba la doncella, Ser Criston y la princesa Rhaenyra se miraron mutuamente soltando un suspiro de alivio al ver a la doncella cerca de un pequeño dragón que había salido del huevo que le pertenecía a Draco.

─ Tranquila, Elena ─ dijo Rhaenyra más relajada ─ no te hará nada ─ aseguró.

La doncella aunque dejó de gritar, tembló en su lugar con pánico ya que le tenía mucho miedo a los dragones ya sean grandes o pequeños como el que estaba a su lado.

Draco quién se había despertado momentos atrás asustado por los gritos de la mujer, al ver de qué se trataba todo ese caos, se emocionó demasiado ya que su ansiado dragón por fin había nacido del huevo.

─ Vete y trata de tranquilizarte ─ pidió la princesa a la doncella.

La doncella no esperó mucho para irse con rapidez del aposento de la princesa Rhaenyra luego de escucharla.

Rhaenyra se acercó al pequeño dragón en el suelo luego de que le diera a Draco a Ser Criston por un momento para que lo sostuviera en sus brazos.

La princesa acarició al pequeño dragón con su mano haciendo que esté acercará su cabeza restregándose en su mano.

─ Hasta el sueño se le fue al príncipe Draco al ver a su dragón ─ murmuró Ser Criston al notar la emoción en la cara del príncipe.

Rhaenyra sonrió asintiendo con su cabeza al notar también la mirada emocionada de su hijo, luego de unos segundos se levantó para sostener de nuevo a Draco.

─ Ser Criston vaya al pozo dragón y díganle a uno de los guardianes que venga ─ dijo Rhaenyra ya que los Guardianes de los Dragones eran los encargados de guardar y proteger a los dragones.

─ Claro, princesa ─ él asintió obedeciendo antes de irse del aposento de la heredera.

Draco intentó zafarse del agarre de su madre para estar en el suelo y poder acercarse a su dragón pero no pudo, pero cuando Rhaenyra se percató de eso, sonrió bajando a su hijo dejándolo cerca del pequeño dragón que emitió un pequeño rugido junto a un ronroneo cuando Draco lo tocó en la cabeza.

El rey Viserys Targaryen había hecho organizar un gran banquete en honor a su nieto por haber despertado a su dragón.

Las empleadas y las doncellas iban y venían de un lado al otro en la Fortaleza Roja organizando todo para darle también la bienvenida a los Velaryon que vendrían al igual que Daemon y su esposa Laena.

─ Se ve muy linda, princesa ─ halagó Elinda, una doncella de confianza de Rhaenyra, quién la ayudó a vestirse.

Rhaenyra sonrió al escucharla, llevaba puesto un hermoso vestido rojo y el collar de acero valeriano que su tío Daemon le había dado en una ocasión.

─ Gracias, ahora sí estamos listos ─ dijo Rhaenyra cargando a su hijo Draco en sus brazos quién traía puesto un lindo conjunto de color azul marino.

Al llegar al salón, Rhaenyra vio a su familia reunida ahí, desde su tío Daemon, su padre Viserys con su esposa Alicent, hasta la familia de su esposo Laenor.

Al acercarse a ellos saludó a todos y luego se sentó al lado de su padre quién aprovechó para sostener con felicidad a su nieto en sus brazos.

─ Es un gusto para mí informar que mí nieto Draco hizo eclosionar su huevo de dragón ─ comentó Viserys al resto de los presentes.

Daemon miró a su hijo en los brazos de su hermano Viserys, sonrió inevitablemente al estar contento de que su hijo tuviera un dragón propio y pudiera sentir el vínculo de un dragón y su jinete. Cuando él se enteró de eso por medio de su esposa Laena que el huevo de dragón de Draco eclosionó, Daemon no dudó en querer ir nuevamente a la Fortaleza Roja a pesar de haber estado ahí días atrás para ver a su hijo de nuevo aunque eso levantará algunos murmullos de unos pocos.

─ El príncipe Draco será un excelente jinete de dragón ─ dijo Laena sonriendo en dirección de su sobrino.

─ Así es, estuvo emocionado toda la mañana y apenas dejó que un guardián se llevará a su dragón, lloró un buen rato cuando se lo llevaron ─ comentó Laenor al recordar el momento cuando volvió de nuevo a la Fortaleza Roja y se enteró que el dragón de su hijo había eclosionado.

Draco escondió su cara avergonzado al oír a su padre ya que había hecho un drama terrible cuando un guardián se llevó a su dragón al pozo dragón para evitar algún problema.

Draco claramente no había querido separarse de su dragón, la princesa Rhaenyra había intentado por todos los medios separar a su hijo del dragón después que lo acercará a él, sin embargo, ninguno de los dos quiso alejarse, el pequeño dragón incluso le mordisqueó su vestido cuando Rhaenyra intentó llevarse a Draco lejos de él.

─ Por suerte el guardián pudo llevarse al dragón a pesar del berrinche del príncipe Draco, hubiera sido terrible que estuviera en la Fortaleza Roja ─ dijo la reina Alicent.

Los que la conocían bien, sabían que la reina le temía bastante a los dragones.

─ No es berrinche, ellos tienen un vínculo de dragón a jinete, no lo entenderías ─ comentó Rhaenys al oírla.

La princesa heredera sonrió al escuchar a la princesa Rhaenys ya que dijo exactamente lo que ella le hubiera gustado decirle a Alicent, sin embargo, no lo dijo para evitarle un disgusto a su padre al saber que no le gustaba las peleas en su familia.

Daemon ignoró las palabras de ambas mujeres levantándose para ir hacía su hermano.

─ ¿Me permites? ─ preguntó Daemon mirando a su hijo en los brazos de Viserys.

─ Claro ─ Viserys suspiró profundamente dándole una mirada de reojo a su hija Rhaenyra.

Draco a pesar de estar contento por el banquete a su honor y de su dragón, estaba demasiado cansado ya que momentos atrás había llorado como media hora para que no lo alejaran de su dragón, sin embargo, el berrinche no le resultó ya que de igual manera se llevaron a su dragón, ahora se sentía muy cansado quedándose dormido rápidamente en los brazos de su tío Daemon cuando él palmeó su espalda con lentitud.

─ Al parecer el príncipe Daemon será un buen padre cuando tenga a sus propios hijos, se nota bastante que le gustan los niños ─ comentó la reina Alicent.

Viserys giró su cuello mirando a su esposa al escucharla mencionar eso ya que intuía porque lo dijo.

Aunque él hubiera hablado de ese tema un montón de veces con su esposa, Alicent seguía insistiendo que Draco era hijo de Daemon, para Viserys su nieto era un auténtico Velaryon sin importar lo que algunos pocos pensarán.

Lord Corlys y su esposa la Princesa Rhaenys se miraron mutuamente al escuchar a la reina, claramente ellos no eran estúpidos para no darse cuenta lo que ella quiso decir con sus palabras, Laenor a ellos les había jurado que Draco era su hijo legítimo y aunque hubieron muchos rumores en la Fortaleza Roja antes del casamiento, Rhaenys y Corlys nunca intentaron averiguar si realmente era hijo o no de Laenor, Draco era un auténtico Velaryon ante todos y tenía todos los rasgos de ello, por lo cual, sí alguien se atrevía a decir lo contrario, le cortarían la lengua o la cabeza.

─ Esposa ─ murmuró entre dientes Viserys mientras fingía sonreír.

─ Solo le doy un cumplido, esposo ─ aseguró Alicent.

Daemon sonrió mirando a la esposa de su hermano con claro desagrado aunque no lo dijera abiertamente.

─ Gracias reina Alicent, que usted me diga eso me halaga enormemente ─ dijo Daemon con sarcasmo.

Corlys tosió un poco al escuchar la interacción entre ambos, él estaba realmente sorprendido por la tranquilidad de Daemon en ese momento. Él lo conocía bastante bien como para saber que se sacaba de quicio fácilmente a diferencia de ahí que parecía muy sereno algo que un poco lo asustó.

─ Mejor hagamos un brindis por mí nieto el príncipe Draco y por el nuevo dragón de la casa Targaryen ─ mencionó Lord Corlys.

─ Estoy de acuerdo ─ Rhaenys levantó su copa luego de escuchar a su esposo.

Rhaenyra, Laenor, Daemon y Laena levantaron sus copas al igual que la reina Alicent quien lo hizo de mala gana ya que su esposo no había hecho un banquete igual cuando el dragón de su hijo Aegon eclosionó.

─ Porque la casa Targaryen prospere no solamente en nuevos miembros de la familia, sino también en una nueva generación de dragones ─ dijo Viserys brindando.

Todos tomaron el contenido de sus copas luego de las palabras del rey Viserys.

¡CAPÍTULO 6!

Me lo han pedido mucho, así que aquí les dejo un nuevo capítulo.

El dragón de Draco eclosionó de su huevo.

Todos esperamos esté momento.

Ser Criston, Ser Criston...

La verdad, me agrada él aunque sea un resentido en la serie, lo quiero en el bando negro ya que hay que admitir que es buen estratega, él será muy útil a futuro.

Alicent y Daemon van a parecer Tom y Jerry, con la diferencia de que no hay cariño de por medio entre ellos dos.

*Daemon todo tranquilito en la cena*

*Lord Corlys entrando en pánico al verlo de esa manera ya que no era algo normal en Daemon*

¿Qué les pareció el nuevo capítulo?