HOGWARTS

Las cosas no iban nada bien en la escuela de Magia y Hechicería, Hogwarts. Desde que Lord Lucius Malfoy informó al ministerio la misteriosa desaparición de su primogénito de Hogwarts estando en plena clase, los aurores comenzaron su trabajo de investigación filtrándose por Hogwarts y a sus alrededores buscando alguna pista que los ayudará a encontrar a Draco Malfoy.

Varios de los alumnos de Hogwarts se habían puestos bastantes nerviosos al ver a los aurores ahí al creer que algo realmente malo estaba sucediendo, después de las secuelas que les dejó la guerra mágica, varios de ellos creyeron que los aurores andaban detrás de mortifagos que tal vez se metieron a Hogwarts con malas intenciones, claro que pocos alumnos sabían la verdad de porqué razón los aurores estaban ahí realmente, entre ellos el trío de oro que habían participado en la clase de poción donde Draco desapareció.

─ Esto ya es algo serio ─ murmuró Hermione con nervios reflejados en su cara.

─ Pues claro que sí, desapareció Malfoy ─ recordó Ron sentándose en la sala común de Gryffindor.

─ ¿Creen qué Draco esté…? ─ Harry no se atrevió a terminar la oración al no querer pensar en esa posibilidad.

─ Ni lo digas ─ negó Hermione mirando atentamente la puerta de la sala común, por el momento podían hablar con tranquilidad ya que los demás leones estaban en el gran comedor intentando averiguar qué estaba pasando ─ esto será un escándalo.

─ Ya lo es ─ Ron blanqueó sus ojos.

Harry se levantó del asiento caminando hasta la chimenea, miró el fuego con atención parpadeando un par de veces.

─ No creo que lo encuentren ─ dijo Harry sin dejar de ver el fuego a unos pasos de él.

─ ¿Por qué lo dices? ─ preguntó Ron con curiosidad acercándose a él.

Hermione también se acercó hacía ellos esperando la respuesta de Harry.

─ No lo sé, pero tengo el presentimiento de que no volveremos a ver a Malfoy de nuevo aquí ─ comentó Harry con seguridad mientras mantenía su mirada fija en el fuego.

Ron y Hermione se miraron mutuamente al escucharlo decir eso.

En otra parte de Hogwarts, más específico en el despacho de la directora se encontraban reunidos los aurores luego de su búsqueda, Lucius Malfoy, Minerva Mcgonagall y Severus Snape.

─ ¿Qué averiguaron? ─ preguntó Lucius una vez que los aurores entraron al despacho.

Los aurores se miraron mutuamente al escuchar su pregunta, uno de ellos aclaró su garganta dando un paso al frente.

─ Lamentamos decirle Lord Malfoy que su hijo no se encuentra en Hogwarts ─ dijo él.

─ Eso ya lo sabemos ─ habló Severus.

Lucius asintió con su cabeza de acuerdo con Severus ya que eso todos ellos lo sabían perfectamente bien.

─ Si me permite continuar sin interrupciones tal vez pueda darle una respuesta al señor Malfoy de lo que pasó realmente con su hijo en su clase de poción profesor ─ mencionó el auror con seriedad hacía Severus.

El pelinegro casi emitió un gruñido al escuchar su tono acusador, sin embargo, no dijo nada.

─ ¿Qué más averiguaron? ─ preguntó Lucius.

─ Su hijo sufrió lo que llamamos, atrapado en el tiempo, el giratiempo roto accidentalmente y la explosión de una poción al mismo tiempo generó que su hijo quedará atrapado en una línea de tiempo desconocida a la cuál no podemos ingresar por obvias razones ─ detalló el auror.

Lucius tragó saliva quedando sin aliento al oír las palabras del auror.

¿Su hijo Draco estaba atrapado en una línea de tiempo desconocida?. Lucius no podía creer que a su hijo le hubiera pasado algo así.

¿Cómo se lo diría a Narcissa?. Sabía que su esposa iba a enloquecer probablemente a diferencia de él que era un poco más fuerte sentimentalmente.

─ ¿No hay una mínima posibilidad de que puedan regresar al joven Malfoy nuevamente aquí? ─ preguntó Mcgonagall.

─ No ─ negó el auror ─ cuando tengamos el informe de nuestra investigación le enviaremos una copia, señor Malfoy ─ le dijo hacía el rubio.

Lucius no respondió, se le quedó mirando en silencio sin poder formular nada.

Severus se acercó poniendo su mano en el hombro de Lucius en apoyo, inevitablemente se sintió culpable ya que Draco desapareció de su clase, sin tan solo él no se hubiera ido a hablar un momento con Minerva ese día, sabía que nada de eso estaría pasando.

─ ¿No hay nada más? ─ preguntó Severus.

─ Si, tengo una pregunta, ¿Cómo es que una alumna de Hogwarts tenía en su poder un objeto tan delicado e importante como un giratiempo? ─ el auror miró al profesor Snape y al mismo tiempo a Minerva al ser la directora.

Minerva tragó saliva desviando su mirada por un momento de los aurores.

─ Yo se lo dí ─ respondió Minerva.

─ ¿Cuándo? ─ preguntó el auror frunciendo el ceño.

─ Poco tiempo después de su tercer año ─ dijo McGonagall.

Severus suspiró tocándose su cara con una de sus manos al escuchar a Minerva.

Lucius por otra parte reprimió sus ganas de gritarle ya que Minerva era una mujer, además, también tenía que mantener su compostura incluso en un momento así.

─ ¿Se da cuenta la gravedad de ésto? ─ el auror la miró fijamente.

─ Lo hice porque es una muy buena alumna, quería que pudiera cursar todas las materias que quisiera sin problemas, solo con ese fin le dí el giratiempo ─ aseguró Mcgonagall.

─ Aunque sus intenciones fueron buenas, debo reportar ésto al ministerio de magia, un giratiempo no es cualquier cosa para dárselo a alguien, mucho menos a un estudiante ─ dijo el auror.

Minerva suspiró asintiendo con su cabeza al escucharlo, sabía que debía asumir su responsabilidad.

─ Haga lo que deba hacer ─ mencionó ella.

Luego de esa pequeña conversación, los aurores se retiraron de Hogwarts.

FORTALEZA ROJA

Laenor caminó con tranquilidad por el aposento cargando a Draco luego de que despertará de su sueño. Rhaenyra por el momento no se encontraba ahí con ellos ya que estaba en reunión con el consejo.

─ Hoy es un lindo día para volar ─ murmuró Laenor mirándolo.

Sus palabras captaron la atención de inmediato de Draco quién sonrió con emoción al escucharlo.

Draco quería salir de ahí ya que no le gustaba estar tanto tiempo encerrado, y ahora que había escuchado a su padre decir que era un lindo día para volar, Draco quería que él lo llevará en su dragón como la última vez que lo hizo.

Laenor sonrió al escucharlo balbucear algo que no pudo entender, se acercó hacía el fuego que había ahí, el huevo de dragón que Rhaenyra había escogido para Draco antes de su nacimiento estaba a un lado del fuego calentándose un poco.

─ Tal vez nazca en unos años ─ dijo Laenor suspirando mientras veía el huevo de dragón ─ también podrías reclamar un gran dragón.

Draco pensó en esa idea anteriormente y también en ese momento al escucharlo, él quería un dragón propio cuando tuviera unos años más y así poder volar solo con libertad.

Laenor y Draco dejaron de ver el huevo de dragón cuando el aposento fue abierto dejando ver Rhaenyra quién fue directo hacía Draco tomándolo en sus brazos.

─ ¿Dormiste bien, cielo? ─ Rhaenyra besó su frente.

Aunque Rhaenyra era muy joven aún y un poco inexperta aún siendo madre, había madurado mucho desde el nacimiento de su hijo, tuvo que hacerlo a la fuerza dejando de ser una princesa mimada que sólo se preocupaba por ella misma ya que ahora no era solo ella, tenía a alguien más por quién velar.

Draco se acurrucó en su pecho cerrando sus ojos por un momento.

─ Durmió bastante, hace unos minutos se levantó ─ le dijo Laenor.

Rhaenyra sonrió.

─ Gracias por cuidarlo, tarde un poco más de lo habitual porque en el consejo no dejaban de hablar ─ Rhaenyra rodó sus ojos.

─ Supongo que es por Los Peldaños de Piedra y la Triarquía, mí padre también está preocupado por ese asunto ─ comentó Laenor.

La princesa lo miró fijamente al escucharlo.

─ Mí padre no cree que es un asunto del que preocuparse mucho ─ murmuró Rhaenyra.

─ Tal vez, pero si la Triarquía sigue avanzando, será un asunto de cuál el reino tendrá que preocuparse ─ dijo Laenor.

Draco los escuchó en silencio sin entender de lo qué estaban hablando en ese momento.

─ Esperemos que las cosas no se compliquen ─ dijo suspirando Rhaenyra.

Laenor asintió.

─ Cambiando de tema, ¿puedo llevar a nuestro hijo a dar un paseo en mí dragón? ─ preguntó el Velaryon a la princesa.

Rhaenyra frunció su ceño al escucharlo, no le gustaba mucho esa idea ya que Draco aún era muy pequeño para eso pero al ver la sonrisa de su hijo y su cara de ilusión hizo que Rhaenyra sintiera dudas de negarse.

─ Mirá su cara de ilusión, no puedes negarle volar un rato, él tiene sangre de dragón como tú y yo ─ dijo Laenor.

La princesa Rhaenyra suspiró rendida asintiendo.

─ Está bien, pero lo quiero aquí antes de su horario de dormir ─ murmuró Rhaenyra.

Laenor sonrió al ver que se salió con la suya nuevamente.

─ ¡Genial! ─ Laenor tomó a Draco en sus brazos y desapareció rápidamente del aposento por las dudas de que Rhaenyra se arrepintiera de su decisión.

Rhaenyra suspiró al quedarse sola en su aposento. Se acercó en dirección del huevo de dragón de su hijo tomándolo con cuidado entre sus manos y lo guardó.

¡CAPÍTULO 5!

Prometí que sí Argentina salía campeón ayer, hoy iba a actualizar está historia.

GRANDE LAUTARO, DIBU, MESSI, DI MARIA Y TODA LA SCALONETA. 🇦🇷

Los aurores ya le dijeron a Lucius lo que pasó con Draco, y no pueden hacer nada para traerlo de nuevo.

Hay algo que nunca entenderé bien, ¿Cómo rayos Minerva pensó que darle un giratiempo a una estudiante sería buena idea?.

A diferencia de cómo lo escribí aquí, se que en realidad Minerva habló con el ministerio sobre ésto y ellos permitieron que Hermione tuviera un giratiempo (algo que no entiendo ya que es una locura, pero bueno, se que era necesario para la serie en el Prisionero de Azkaban).

Laenor le encanta volar en su dragón en compañía de Draco.

¿Qué les pareció?