➹ Cap. 17
Viserys suspiró con frustración evidente después de escuchar a su hija Rhaenyra, había creído que la relación familiar de ambas partes había mejorado un poco pero desgraciadamente no fue así.
─ No soportaré más ésto padre, así que o pones en su lugar a Alicent o me iré de aquí con mi esposo e hijo ─ advirtió Rhaenyra después de hablarle contado lo sucedido.
Viserys se levantó del asiento con un poco de dificultad al escucharla, miró a su hija con diferentes emociones en su cara, no quería que Rhaenyra se fuera de la Fortaleza Roja por causa de Alicent y sus dichos.
Para evitar que eso sucediera debía hablar con Alicent seriamente, aunque él fuera el rey, sabía que su esposa no le hacía caso fácilmente, Alicent era muy diferente a la joven doncella sumisa de años atrás.
Viserys se arrepintió enormemente de haberse casado de nuevo siguiendo los consejos de otros, nadie podría ser Aemma.
Pensar en su primera esposa aún le seguía doliendo demasiado como el primer día después de su muerte.
Su hija Rhaenyra era lo único que tenía de Aemma aparte de Draco que era su nieto.
No iba a permitir que ellos se fueran por causa de Alicent, hablaría seriamente con ella y si no hacía caso, entonces mal por ella.
Si él debía elegir de qué lado estar, siempre escogería a su hija Rhaenyra.
─ Hablaré con ella ─ mencionó Viserys.
─ Ya has hablado con ella muchas veces y no entiende ─ dijo Rhaenyra molesta.
No iba a permitir que Draco escuchará de nuevo la palabra “bastardo” como un insulto.
Draco estaba de parte de su madre, esperaba que su abuelo le diera un buen escarmiento a Alicent a parte de la venganza que él le daría.
─ Está vez será diferente ─ aseguró Viserys.
Si Alicent no hacía caso a sus palabras de nuevo, Viserys la iba a exiliar de la Fortaleza Roja, tenía el poder para hacerlo, después de todo, él era el rey.
─ Eso espero ─ dijo Rhaenyra antes de salir del aposento junto a Draco y Laenor.
Una vez que ellos se fueron, Viserys caminó hasta la puerta mirando a uno de los guardias que vigilaban ahí.
─ Busca a la reina y dile que venga de inmediato a mi aposento ─ ordenó Viserys.
─ En seguida mi rey ─ el guardia asintió a su orden antes de irse dejando a los otros guardias en la puerta para que cuidarán la seguridad del rey.
Después de su orden, Viserys volvió de nuevo dentro de su aposento sentándose en un asiento, miró la maqueta que hizo por un momento hasta que las puertas del aposento se abrieron de nuevo dejando ver a Alicent.
─ ¿Me mandaste llamar esposo? ─ preguntó la reina acercándose a él.
─ Si ─ Viserys asintió ─ Rhaenyra vino aquí hace unos momentos a hablar conmigo.
Alicent emitió un sonido con sus labios al escucharlo rodando sus ojos en el proceso, no le sorprendía ésto pues Rhaenyra siempre se quejaba con Viserys.
─ ¿Y qué tengo que ver yo? ─ preguntó la reina mirándolo detenidamente.
Alicent ya suponía lo que sucedía, su doncella le había comentado que Rhaenyra mandó a buscar a la doncella que cuidaba a Draco y Aegon a su aposento, Alicent supuso que la doncella le contó a Rhaenyra lo sucedido por eso ahora Viserys la llamó.
─ ¿De verdad no tienes idea? ─ interrogó Viserys sin emociones en su cara.
─ Si la tuviera no te estaría preguntando esposo ─ dijo la reina.
Viserys se levantó del asiento y caminó hasta la reina Alicent, estaba muy molesto con la hipocresía de su esposa.
─ Ya supe lo que le dijiste a Draco delante de esa doncella, ¿Te parece correcto haberle dicho qué era un bastardo? ─ cuestionó Viserys con clara molestia en su voz.
─ ¿Y dónde está la mentira, esposo? ─ replicó Alicent para nada arrepentida.
Viserys se desesperó al escucharla entonces la abofeteó en un arranque de ira que tuvo pero al instante se arrepintió, jamás le había levantado la mano a Alicent.
Alicent se tocó su mejilla al sentir su cara arder por la bofetada que le dió Viserys, eso jamás se lo iba a perdonar, iba a vengarse de él tarde o temprano, lo único que pudo hacer en ese momento era mirarlo con mucha ira, si antes odiaba a Rhaenyra, ese odio se había incrementado al triple en ese instante, no la dejaría ser feliz, iba a destruirla y mientras viviera jamás permitiría que Rhaenyra se volviera reina cuando Viserys muriera, le quitaría ese derecho y se lo daría a Aegon.
─ Si vuelvo a saber que llamaste bastardo a Draco, te exiliare de la Fortaleza Roja para siempre ─ advirtió Viserys.
Alicent parpadeó sorprendida al escucharlo ya que no esperó que él le dijera eso.
─ ¡Soy la reina! ─ recordó Alicent molesta al escuchar su amenaza.
─ ¡Y yo el rey! ─ le dijo Viserys.
Alicent miró a su esposo con desafío al oírlo, quería gritarle en la cara en ese momento y decirle todo lo que había guardado por años pero no lo hizo, sabía que debía actuar con la cabeza fría y no caliente, eso le hubiera aconsejado su padre si estuviera ahí.
Viserys y Rhaenyra habían ganado esa batalla pero aún faltaba mucho para la guerra. Pensó Alicent sonriendo.
Viserys frunció el entrecejo confundido al ver la sonrisa de Alicent después de lo que había pasado, no pensó que reaccionaría de esa manera calmada.
─ Bien esposo, será cómo tú lo digas ─ expresó Alicent ─ lamento mis dichos.
No, en realidad Alicent no lamentaba ninguna vez que llamó bastardo a Draco.
Iba a dejar en paz a Rhaenyra y no le volvería a decir bastardo de nuevo a Draco, se concentraría más en sus hijos hasta que fuera el momento indicado.
Viserys miró a su esposa detenidamente al escucharla, sus palabras sonaron convincentes para él pero no le creería del todo hasta verla actuar como debía hacerlo en vez de decir tales acusaciones en contra de la integridad de Rhaenyra y de poner en duda la legitimidad de Draco.
─ Puedes irte ─ ordenó Viserys.
Alicent asintió antes de salir del aposento sosteniendo con firmeza su expresión sería, no dejaría que nadie la viera derrotada.
Rhaenyra caminó con inquietud por el aposento, no sabía si su padre ya había terminado de hablar con Alicent o aún seguía hablando con ella, le hubiera gustado estar presente ahí y escuchar todo para saber qué pasó pero ella misma había preferido irse y ahora se arrepentía.
─ El rey no dejará que te vayas ─ comentó Laenor a Rhaenyra al verla inquieta.
─ Lo sé pero temo por la reacción de Alicent, no quiero que le haga algo a mi padre ─ dijo Rhaenyra con preocupación evidente.
─ Dudo que se atreva a hacer algo, hay guardias en las puertas del aposento de tu padre ─ recordó Laenor.
Rhaenyra suspiró más calmada al recordar eso, sin embargo, seguía preocupada.
─ ¿Crees qué está vez le haga caso? ─ preguntó la princesa Rhaenyra a Laenor.
Draco prestó atención a la conversación, al oír a su madre supo que no era la primera vez que Alicent era advertida por lo mismo.
Draco estaba muy confundido, no entendía por qué razón Alicent le diría bastardo solo por decirlo, pudo haber usado cualquier otra palabra pero decidió decir esa, pensó.
¿Por qué?, esa pregunta rondaba por su mente, miró a su madre en silencio y luego a su padre quien estaba ahí también.
¿Podría ser posible qué él no fuera hijo biológico de Laenor Velaryon?, pensó Draco tragando saliva al imaginar ésto.
No, no. Draco negó con su cabeza. Él era un Velaryon, hijo legítimo de Laenor Velaryon.
No era ningún bastardo.
─ Si, ya oíste al rey, si desobedece será exiliada de la Fortaleza Roja, no creo que la reina quiera eso ─ expresó Laenor.
─ Conociendo a Alicent hará lo necesario para permanecer aquí, incluso si debe hacer algo que no quiere, pero no creo que se quedé de brazos cruzados sumisamente por siempre ─ comentó Rhaenyra.
─ Pues tendrá que hacerlo ─ dijo Laenor.
Rhaenyra suspiró asintiendo, Laenor tenía razón pensó, no debía preocuparse, Alicent no volvería a llamar bastardo a su hijo o de lo contrario se tendría que ir de la Fortaleza Roja, tampoco creía que ella fuera a hacer algo en contra de su padre.
─ Tienes razón ─ asintió Rhaenyra mirando a Laenor mientras acariciaba su vientre.
Pronto tendría a su segundo hijo, esperaba su nacimiento con felicidad como con Draco.
Rhaenyra se acercó a su hijo que estaba sentado en la cama acariciando su cabellera haciéndolo reír.
Su hijo tenía ciertos rasgos de Daemon, pensó Rhaenyra al verlo. Siempre que lo veía recordaba a su tío Daemon.
Le hubiera gustado que su segundo hijo también fuera de su tío Daemon pero lamentablemente no era así, incluso hubiera querido que fuera de Laenor, lo habían intentado un par de veces pero no sé quedó embarazada, no fue hasta que estuvo con su fiel escudero que quedó embarazada de él.
Laenor sabía todo y estaba de acuerdo con que Rhaenyra disfrutará de estar con alguien más ya que él no le podía dar eso, aceptaría sin problemas al nuevo bebé como su hijo legítimo aunque en realidad no lo fuera.
─ Pronto tendrás un hermano ─ habló Laenor hacía a Draco.
Draco miró a sus padres sonriendo, en realidad no le gustaba mucho la idea de tener un hermano, nunca tuvo que compartir el amor de sus padres con nadie, era bastante mezquino en cuanto a eso.
A pesar de que nunca tuvo un amigo sincero al que considerará como un hermano en su vida pasada, sí lo deseó muchas veces al ver la amistad de Harry con Ron y Hermione.
Draco miró a su madre, ella se veía feliz y más radiante.
Tal vez tener un hermano no sería algo tan malo, pensó Draco meditando ésto, podría tener un amigo y hermano a la vez.
¡CAPÍTULO 17!
Hola, aquí les dejo una nueva actualización.
Aclaración: aquí haré a Alicent del libro no de la serie que en lo personal me pareció un espanto lo que hicieron con su personaje. Será una villana, no una víctima.
Viserys le advirtió a Alicent que la iba a exiliar de la Fortaleza Roja si le volvía a decir bastardo a Draco.
Alicent prometió no decirle bastardo de nuevo a Draco para evitar salir de la Fortaleza Roja, también juró (mentalmente) nunca dejar que Rhaenyra se volviera reina.
¿Qué les pareció?
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