MANSIÓN MALFOY

Lucius suspiró en su lugar mirando el expediente del caso de la desaparición de su hijo Draco, en la mañana muy temprano había ido al Ministerio de Magia después de ser citado ahí para hablar del caso de Draco, el actual jefe de auror del Ministerio le había entregado a Lucius un expediente donde estaba todo relatado, desde la desaparición de Draco hasta dónde se encontraba actualmente.

Averiguar lo ocurrido con Draco en otra línea de tiempo diferente les había tomado dos largos meses a los aurores ya que se trataba de una investigación muy a fondo al ser de otra línea de tiempo, ni siquiera para ellos que eran magos fue fácil averiguar lo que pudieron saber, a parte de darle el expediente de Draco, el jefe de auror le había advertido a Lucius que aún faltaba muchas cosas más por saber que fue imposible para ellos averiguar ya que era muy riesgoso inmiscuirse demasiado en otra línea de tiempo, por lo cuál, solo le entregaron lo que pudieron investigar.

A pesar de la ansiedad por saber sobre su hijo, Lucius no abrió el expediente en el Ministerio hasta que llegó a la mansión Malfoy para leerlo con Narcissa.

─ Léelo por favor ─ pidió Narcissa.

Ella no quería leerlo porque si llegaba a saber que algo malo le había pasado a su hijo Draco, se iba a quedar en llanto ahí mismo.

─ Si ─ asintió Lucius con neutralidad abriendo el sobre del expediente.

Ellos eran conscientes que si una persona cruzaba una línea de tiempo diferente, tal persona podría morir en el proceso.

Lucius le dió una mirada al expediente leyéndolo mentalmente con rapidez.

─ ¿Y? ─ Narcissa lo miró nerviosa al verlo en silencio.

Lucius levantó su mirada nuevamente a su esposa soltando un pequeño suspiro.

─ Él está bien ─ dijo Lucius diciéndole lo más importante que había leído.

Narcissa soltó un fuerte suspiro de alivio al escuchar a Lucius. Eso era lo que tanto había estado esperando oír para estar tranquila.

─ ¿Qué más? ─ preguntó Narcissa levantándose de dónde estaba.

─ Está en un mundo diferente ─ contó Lucius siguiendo la lectura con su mirada extrayendo sólo lo más importante.

─ ¿Qué tan diferente? ─ Narcissa levantó sus cejas.

La esperanza de que estuviera en alguna parte del mundo Muggle nació en ella ya que sí era así podrían dar con él aunque los aurores hubieran dicho lo contrario.

─ Él es parte de la realeza ─ respondió Lucius.

Narcissa jadeó asombrada al escucharlo ya que no esperó eso.

─ Por lo menos podemos estar tranquilos sabiendo que vive en una familia importante y no está sufriendo de carencias ─ continuó Lucius.

A Draco nunca le había faltado nada material desde que era un niño, él y Narcissa siempre le dieron el gusto en todo al ser su único hijo.

Lucius estaba tranquilo al saber que Draco no pasaría necesidades al estar viviendo con una familia importante como la realeza.

─ Mí niño ─ susurró Narcissa.

Aunque estaba tranquila sabiendo que Draco no sufriría de ninguna cosa material, no podía evitar seguir estando preocupada por él.

Lucius volvió su mirada al papel en sus manos siguiendo con la lectura mental.

─ Está muy atrás en el tiempo ─ dijo Lucius dándole el expediente.

Narcissa lo tomó quedándose sorprendida al saber en qué época estaba actualmente su hijo. Al leer más, vio que su hijo estaba en un mundo donde los dragones también existían.

─ Aquí dice que está en un mundo donde hay dragones ─ leyó Narcissa.

Eso la sorprendió ya que entonces no era un mundo tan diferente al de ellos que también tenían dragones en Rumania a los cuales solo magos experimentados cuidaban.

─ Si, pero son diferentes ─ murmuró Lucius al haber leído eso antes.

Narcissa bajó su mirada nuevamente al papel en su mano al escuchar a Lucius.

─ Son dragones capaces de ser dominados por miembros de la realeza de ese mundo en el que está nuestro hijo ─ dijo Narcissa sorprendida al no esperarse eso para nada.

─ Así es ─ asintió Lucius ─ es un mundo raro.

Los dragones eran bestias incapaces de dejarse montar por magos en su mundo, saber que en el universo donde se encontraba actualmente su hijo los dragones eran dominados por Muggles lo había dejado bastante sorprendido.

─ ¿Crees qué él esté bien cerca de esas bestias peligrosas? ─ preguntó Narcissa.

En ese momento Narcissa recordó el reporte del diario El Profeta cuando Harry Potter casi murió por causa del dragón que le tocó enfrentar en el torneo de los tres magos.

─ Si esos Muggles saben controlar esas bestias como lo dice ahí, entonces él estará bien ─ dijo Lucius esperando que así fuera.

─ ¿Te dijeron algo más en el Ministerio de Magia? ─ preguntó Narcissa mirándolo.

Lucius suspiró negando con su cabeza.

─ El caso de Draco fue cerrado por eso me dieron el expediente con lo poco que pudieron averiguar, ya no pueden hacer nada más porque es bastante peligroso entrar más en otra línea de tiempo diferente ─ comentó él.

Narcissa no dijo nada al escucharlo, solo lo miró en silencio al saber que ya no volvería a saber nada más de su hijo.

FORTALEZA ROJA

─ El príncipe Draco ha crecido bastante en estos meses ─ dijo la doncella de confianza de Rhaenyra mientras sostenía a Draco.

La princesa al escucharla sonrió asintiendo con su cabeza.

─ Si, ha crecido ─ murmuró Rhaenyra suspirando.

─ ¿Le preocupa algo princesa? ─ preguntó la doncella acercándose a ella.

Rhaenyra asintió, estaba muy preocupada ya que no había recibido noticias de Laenor desde hace un mes, solo una vez él se había reportado diciéndole cómo iban las cosas desde que se había ido.

─ No he tenido noticias de mí esposo ─ dijo Rhaenyra mirándola.

Al escuchar a su madre hablar de su padre, Draco prestó atención dejando atrás el sueño que antes tenía al estar cansado por haber estado volando un buen rato en Syrax.

─ No sé preocupe princesa, si hubiera pasado algo malo ya lo sabría, seguramente Ser Laenor está muy ocupado y no ha tenido tiempo para avisarle cómo sigue todo ─ la doncella intentó tranquilizar a la princesa.

─ Si, seguramente es eso ─ asintió Rhaenyra esperando que su doncella tuviera razón.

Draco miró a su madre mientras pensaba en su padre, él tenía su confianza puesta en Bruma de que no dejaría expuesto al peligro a su padre.

─ El agua para bañar al príncipe está lista ─ dijo otra doncella mirando a Rhaenyra.

Al escucharla, Rhaenyra se levantó de la cama tomando a su hijo en brazos.

─ Hueles a Syrax ─ comentó la princesa sonriendo ya que habían montado a Syrax anteriormente y ahora los dos olían a dragón.

Draco pensó que al principio sería difícil acercarse a Syrax al ser un desconocido para la dragona pero afortunadamente no tuvo problema al estar con su madre todo el tiempo.

Después de volar en compañía de su madre encima de Syrax varias veces, Draco aprendió que él y Syrax no eran tan diferentes, ambos eran bastantes especiales y mimados.

─ ¿La ayudo princesa? ─ preguntó la doncella.

─ Si, esté pequeño dragón se mueve mucho en el agua ─ dijo Rhaenyra recordando varios momentos cuando intentó bañar a Draco y éste se había mostrado reuso a esto salpicando su vestimenta con agua.

Al oír las palabras de su madre, Draco sintió bastante vergüenza, a su defensa podría decir que le daba pena que alguien lo bañará ya que era un adolescente en el cuerpo de un niño y que podía darse cuenta bien de todo a diferencia de su otra vida cuando era niño y el elfo doméstico en ese entonces de su familia, Dobby, lo higienizaba de bebé.

La doncella rió entre dientes con diversión al escuchar a la princesa Rhaenyra, entonces la siguió por detrás para ayudarla a bañar al príncipe Draco.

¡CAPÍTULO 10!

Aquí les dejo un nuevo capítulo de Dragon, espero que les guste aunque sea un poco corto.

El matrimonio Malfoy ya sabe sobre el paradero actual de Draco.

Con éste capítulo, cierro la historia sobre el mundo mágico y los Malfoy, por lo tanto ya no van a aparecer, a partir del próximo capítulo todo se centrará en Draco y en su estadía en la Fortaleza Roja.

Syrax 🤝 Draco

Cuando se trata de ser caprichoso y mimado, Syrax y Draco le ganan a todos.

¿Qué les pareció?.

Sé que fue un capítulo muy corto pero prometo que el próximo será más extenso.