𝐄𝐏𝐈𝐋𝐎𝐆𝐎
« MI LILA »
📍DURMSTRANG
(idioma: Búlgaro)
JUNIO 1994
Habian pasado nueve años desde que Hasley dejo Inglaterra. Ahora vivian en la mansión Krum, con Héctor.
Con el paso del tiempo, Hasley había aprendiendo a vivir con el dolor, ahora Lily y Marlene era un recuerdo hermoso, antes lloraba todas las noches pero ahora solo mira las fotos con una pequeña sonrisa.
Ada Phoenix "Krum" habia crecido demasiado con el tiempo, hace unos dias acaba de cumplir los catorce años, su cabello rojizo como el atardecer siempre paraba en una coleta sostenida por listones, eso lo habia sacado de Lily. Seguia teniendo pecas por casi todos su rostro, sus ojos, algo raro de Ada que ella aprendío a cambiar el color de sus ojos, en momento podia pasar de grises a verdes, pero ella preferiría quedarse con los grises, decia que era lo único que saco de su padre. Eso para Hasley era una mentira, su personalidad era igual a Sirius.
Ada Phoenix, era 1/4 de metamorfomaga. Osea solo puede cambiar el color de sus ojos y su cabello. No puede cambiar su apariencia.
Hasley siempre le conto a Ada todo, quien era su familia, quienes eran con quien Hasley había compartido su vida, Ada sabia de todos pero nadie sabía de ella.
La pelirroja caminaba por los pasillos por donde antes ella solia estudiar, hace casi unos veinte años. Era todo distinto a lo que era Hogwarts, el lugar era sombrio, oscuro, lo unico que lo ilumina eran las pocas velas que había en el castillo.
Se detuvo en la puerta de color negra. Entro sin tocar, Héctor Krum se encontraba sentado mirando unos papeles.
El mayor ahora tenia los 37 años, cuando se mudaron Héctor siguió su carrera como cazador hasta los 30 luego decidió entrar a Durmstrang como profesor de Quidditch. Hasley se burlaba diciendo que explotaba a los chicos.
– Llegaste antes - Dijo Héctor levantando la mirada. - Phoenix sigue entrenando con Karkaroff.
Hasley suspiro sentado en la silla. - ¿Ya comenzó su prueba?
– Ya casi acaba. La conoces, si algo comienza tiene la costumbre de acabar.
– ¿Es malo que me preocupe porque conozco ese tipo de pruebas?
– Es parte de ti, Hasley. - Dijo Héctor. - ¿Emocionada por volver a Inglaterra?
Ella solto una risa. - Solo serán por unos dias, ire con ustedes para ver a Viktor jugar.
Viktor Krum era un buscador en el equipo de Bulgaria, aun recordaba cuando James y él decian que el estaría en las grandes ligas. Viktor lo logro, en cada juego el veía una foto donde estaban James y Sirius con él enseñando a usar su escoba de juguete.
– ¿Te enteraste, este año será el torneo de los tres magos?
– Si. Estoy segura que Ada no desperdiciara la oportunidad de querer ir a Hogwarts.
La puerta se abrio, por ella entro Viktor Krum, con su escoba en mano.
– Viniste mamá. - Dijo Viktor. - Ada sigue entrenando.
Hasley se levantó, el menor de los Krul se agacho para dejar un beso la frente de la pelirroja. Antes él le dicia tia Lila, pero con el tiempo empezó a llamarla mamá. A la pelirroja no le molestaba.
– ¿Sigues entrendo?
– El Quidditch es vida, mamá. Aparte el gruñon que tienes como esposo falso nos tiene presionados por que ganemos en Agosto.
– ¡Héctor! - Regaño la mujer. Viktor le saco la lengua a su padre.
– Soplon.
– Seré soplon pero no rata. - Dijo Viktor.
Hasley río, se levantó dispuesta a salir. - Tengo que irme a hacer una misión. Quería avisar a Ada pero le dices, Vik. - Miró al menor, él asintió.
– Claro mamá. Yo mismo la llevaré a casa hoy.
Hasley dejo un beso en la frente del Krum menor. - No hagas caso a Ada si menciona el torneo de los tres magos.
– Ella ya me convenció. - Dijo con una sonrisa.
Héctor señalo a la mujer y luego a su hijo – Esa pequeña guerrera salio una manipuladora.
– Tú la consientes demasiado Héctor. - Dijo la mujer del mismo modo. - Jeri les preparó la cena.
Ella salió del despacho y camino hasta chocar con Igor Karkarov.
– Señora Krum.
– ¿Que desea?
– Se que su hija hace lo que ella quiere, pero para la próxima puede decirle que me haga caso en mis lecciones.
Hasley meneo la cabeza. - Lo haría, pero seria un poco imposible. Ella no hace caso. Es como domar un dragón, tienes que hallar su punto débil para controlarlo. - Hasley palmeo el hombro del director. - ¡Suerte!
Dejo su varita lado de la mesa. Volvía de casa después de prácticamente toda una noche. Oyó pasos y risas en la parte del patio, fruncio el ceño.
Ada no tenia amigos que traia a la casa, decia que nadie en Durmstrang le agradaba, que todos parecían enemigos, cosa que Hasley tenia razón.
Al llegar a la cocinas, Ada entro por la puerta cubierta de nieve. En Bulgaria siempre nevaba, era raro que hiciera sol.
– ¡Mami! - La chica se abalanzó contra su madre. - Te extrañe muchísimo.
Hasley la cargo para sentarle en el mesón. - Yo también mi princesa ¿Hiciste ejercicio? Pesas mas.
– El idiota de Igor me tiene entrenado, como si yo fuera a entrar al torneo.
– ¿Le dijiste a Viktor que entre para que Karkaroff se concentre en él, no?
Ada levantó las manos. - ¡Atrapada!
– Estoy segura que hubieras quedado en Ravenclaw o Slytherin.
Ada puso sus brazos detrás de ella. - Sigo diciendo que quiero ir.
– ¿Corvus vino?
Corvus Black, era le hijo de Regulus Black y Eva Rosier, solo que no sabía quien era su madre, Hasley prometió a Reg que no diría nada. El niño tenia el cabello castaño oscuro y ojos grises, Ada solia decír que era su pequeño hermano fastidio.
– Nop. Viene mañana. - Dijo Ada. - Mami, te puedo pedir un favor.
– ¿No me digas que quieres una daga?
– Nah - Alzo su mano restandole importacia. - De eso tengo unos venite. ¿Podemos adoptar un perro de la calle?
Hasley abrio la boca. - ¿Un perro de la calle? Viktor no le gustará.
– A Viktor ya lo convenci. - Ada junto sus manos y cambio sus ojos a verdes. - ¿Si mamita? Solo miralo y diras que si.
Hasley suspiro. - Traelo, si me gusta nos quedamos.
Ada asintió y salto del mesón para salir del patio. En unos minutos bastaron para que Ada volviera con un perro grande, era negro, estaba un poco delgado, cuando vio a Hasley movio la cola y saco la lengua.
– Ya le puse nombre.
Hasley miro a su hija con el ceño fruncido. - ¿Donde lo encontraste? - Seguia sorprendida.
– No importa donde, dile hola a mamá, Orion. - Le dio unas palmadas en lomo del perro.
– ¿Orion?
El perro poco a poco se empezó a transformar en un humano, Hasley tuvo que retroceder cuando aquel hombre se levantó.
Era él, lo sabia, podrria pasar cinco, diez, veinte años y ella lo recordaría.
Aquel hombre, tenia el cabello un poco mas corto gracias a Viktor, su condición física mejoro de lo que se encuentraba hace unos meses, conecto su mirada con los ojos verde esmeralda que tanto habia amado y amaba.
Sirius Black había vuelto.
– Mi Lila. - Dijo Sirius.
Hasley sentia sus lágrimas caer, su voz, su maldita voz, ella pensaba que lo habia olvidado pero no, seguía igual al como lo recordaba, el como la llamada.
Ella se encontraba corriendo a los brazos del Black, esos brazos que tanto había extrañodo, estaba envuelta en sus caderas, su olor a colonia cara y shampoo para perros seguia ahi.
Ella nunca lo dejo de amar, ni siquiera cuando habian pasado doce años.
– Orion. - Dijo ella tratando de limpiar sus lágrimas pero era imposible.
Él no lo pensó dos veces para juntar sus labios, aquellos besos que los dementores le habían quitado, los volvia a sentir, puso su mano en las mejillas de ella, estaban tan suave como la primera vez que le beso.
– Ya volví, mi Lila. - Habló al separarse.
– ¿Ahora si ya puedo volver a tener mi apellido? - Dijo Ada, mirandolos con una sonrisa. - ¿Ya puedo decir que puedo ir a Hogwarts?
Sirius agarro los hombros de su esposa. - Debes explicarme porque mi princesa no estudia en Hogwarts o porque no es una Gryffindor.
– Prefiero ser Ravenclaw o Slytherin.
Sirius volteo a ver a Ada con una mueca. - Tio Regulus me dijo que me daría toda la fortuna si quedaba en Slytherin. En esta vida los galeones mandan.
Sirius volteo a ver Hasley confundido.
– Tu pediste una mezcla de nosotros. Addie lo es. - Dijo Hasley. - Y salio mucho peor que tú.
– ¡Ay merlín!
– ¡Los escucho saben! - se quejo su hija. - Pero me está empezando gustar esto. Como una familia de verdad, falta Harry pero ya es una familia.
Sirius atrajo a Ada a su lado, ella lo rodeo y miro a su padre y luego a su madre.
– Siempre imagine este momento. - Dijo la menor Black. - ¿Aun tienes tu herencia, no?
Sirius solto una risa y beso la coronilla de la chica y le dio un beso a Hasley. Estaba feliz de volver, de volver a casa, porque ellas eran y siempre seran su casa
Fin
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