¡JASON TODD & DAMIÁN WAYNE!

en donde todo lo que Jason le hizo a Damián sale a la luz

♡

Había llegado el día esperado.

Tim por fin había contactado con Jason y Dick, y les pidió que fueran a la mansión lo antes posible. Confundidos, los mayores accedieron al pedido.

Damiá vio desde su ventana un auto azul y una motocicleta negra aparcar en la puerta de la mansión y trató de no sentirse nervioso, pero aunque tratara de no sentirse de esa manera, era inevitable.

Miró como los dos hombres, uno de cuerpo corpulento y mechón blanco, junto a otro más delgado pero con musculatura y su característica sonrisa caminaban hasta la puerta de la mansión y segundos después, el timbre sonó.

Llegó la hora.

Se separó un poco de la ventana de su habitación y con pasos cautelosos bajo al segundo piso, en donde sus hermanos lo esperaban.

Dick y Jason se encontraban de espaldas por lo que no lo vieron detenerse en el tercer escalón de las escaleras, respirando hondo por los nervios.

-Entonces, Timbo, ¿Qué era tan importante para llamarnos a Dick y a mí? -preguntó Jason, mirando a Tim.

-Pues... -Tim sonrió y señalo con su mirada algo detrás de ellos, lo cual hizo que Dick y Jason voltearan.

La sonrisa de Dick desapareció y con los ojos abiertos miró a Damian parado enfrente suyo.

-¿Damián? -preguntó, inseguro.

Mientras tanto, Jason trataba de no dejar que sus sentimientos de culpa se dejarán ver por los demás. Desvío la mirada y la dejo en algún lugar del suelo escuchando el escándalo que el mayor de todos comenzaría.

-El mismo. -sonrió nervioso, mirando a Dick con melancolía.- Hola, Grayson.

El mayor de los hermanos se acercó a Damián con paso vacilantes y puso sus manos en los hombros del otro- Volviste. Al fin estas aquí. -sonrió, entrechandolo entre sus brazos en un fuerte abrazo de oso.

(...)

Jason se mantenía callado mientras Tim y Dick hablaban con Damian, el último poniéndolo al día sobre su pequeña hija y su esposa.

-En serio todavía no puedo creer que estés aquí, Dami. -habló Dick, abrazando por los hombros a Damián haciendo que éste sonriera un poco.

Dick siguió hablando pero el de ojos esmeralda no lo escuchaba, estaba atento a los movimientos de su segundo hermano mayor y cuando Damián miró a los ojos aqua de Jason éste rápidamente desvío la mirada a la pequeña mesa de centro en la sala y mordió su labio inferior.

-... Somos una familia de nuevo. -finalizó el mayor con una gran sonrisa.

-Nuestra familia nunca fue real, Dick. -soltó rapido Jason con amargura.

-Jason, ¿De que hablas? -Tim miró al nombrado con enfado- Claro que lo es, Dick, Damian, Bruce, Alfred, tú y yo. Somos una familia aunque Bruce no esté y Alfred tampoco. -replicó- Siempre seremos una familia.

-No hay nada de lo que apoyarse, Tim. -gruñó, puntualizado- Como tu mismo dices, Bruce y Alfred no están y eran lo único que a mí respecta, me conectaba con esta familia.

-¡Jason!

-Déjalo, Dick. -Damián quitó el brazo del nombrado y miró a Jason- ¿Acaso no ves que solo desahoga su frustración con nosotros? ¿Estas molesto contigo mismo, hermanito? -preguntó con una sonrisa burlesca.

Jason frunció el ceño, desviando la mirada de nuevo.

-Lo sabía. -Damián chistó, negando- La culpa al verme se hizo presente ¿no?, esa que seguramente te carcome desde dentro. -aseguró, volviendo su voz más sería y resentida.

-¿De que están hablando? -preguntó Tim, con el enojo bajando y siendo reemplazados por confusión. Mirando a sus hermanos alternativamente.

-¿Se lo dices tú o se lo digo yo? -preguntó el menor sin quitar su mirada del mayor.

Jason permaneció callado.

Damián hizó una mueca de enfado y empezó a hablar.

-Se los diré yo entonces. -se encogió de hombros, despreocupado- Este sujeto aquí presente me abandonó cuando más lo necesitaba. ¿En donde crees que estuve todo este tiempo, Jason?

Jason vaciló.

-Pensé que habías escapado y que tenías una nueva vida. -habló en un susurró, mirándolo por fin.

Damian soltó una carcajada sin gracia- Eso es tan estúpido.

-Damián... -Dick tocó su brazo, pero este se quitó del tacto de inmediato.

-"Nunca te dejaré, Dami" "Saldremos de aquí y buscaremos a los demás" -susurró con soberbia al citar las mismas palabras que en algún momento Jason le decía a él.

Todas esas promesas que decía cuando ambos se encontraban juntos a escondidas de los soldados de Thalia.

Jason lo miró firme- Todos fueron mentiras, Damián. Pensé que sabías distinguirlas de la verdad. Tú no eres mi hermanito, nunca lo serás.

El corazón de Damián se rompió y trató de que la lágrimas que adornaban sus ojos no cayeran. Tragó el nudo en su garganta y siguió.

-No niego que me engañaste -negó- Y que todo lo que me habías dicho era real para mí. Crei en esas palabras y tú hacías que lo hiciera, eras mi hermano, ¡Él único que compartía el infierno que estábamos viviendo, maldita sea! -replicó, levantándose para encarar a Jason que también se levantó con la mirada en alto pero con algunas lágrimas en los ojos.

-Te mentí. Acéptalo.

Las manos de Damián temblaban y las volvió puños para que no lo notarán.

-¡Chicos, basta!

-Tú escapaste, pero Talía se aseguró para que más nadie lo hiciera. ¿Tienes algo que decir al respecto? -siguió Damián, ignorando a Dick y acercándose a Jason un poco más. Cara a cara.

-Jay... -habló Tim, sosteniendo a Jason.

-Me dejaste en aquel infierno solo. Eras la única persona que tenía en esos momentos y te largaste y ni siquiera me llevaste contigo. Escapaste como un maldito cobarde y te olvidaste de mí. -tomó a Jason del cuello de su camisa- Eras la persona a quien le confíe mi vida y así me pagaste. Para mi, para mi lo fuiste todo, Jason y solo... Me abandonaste.

Algo en el pecho de Jason se oprimido con culpa al ver el estado de Damián, el menor parecia al borde del colapso emocional pero a pesar de todo seguía encarandole las cosas que él había hecho en su tiempo.

-Si el supiera la verdad... Pensó Jason, tratando de mantenerse serio.

Damián prosiguió- Una vez dijiste que mientras estuviéramos unidos Thalía no podría contra nosotros, que no nos lavaria el cerebro como a los demás. -Auch, golpe bajo para Jason que solo desvió la mirada de los ojos acusadores de Damián- ¿Pero que pasó? Te fuiste y al ser lo último que me quedaba de mi familia, Thalía por fin me vio indefenso y creó al soldado perfecto a costa de mi felicidad. Me quitó a golpes y torturas todo lo que ustedes me habían enseñado. Hizo que matara a cualquier persona... -lo soltó, empujando un poco- Ni siquiera se detenía cuando se trataba de algún niño o alguna mujer... Y yo no podía hacer nada, ¡Nada! ¿Acaso crees que es bonito ver cómo asesinas a las personas y no puedes detenerte por el simple hecho de que no puedes? Era como una marioneta, miraba todo pero no tenía voluntad. Estaba conciente en todos aquellos asesinatos, pero sin voluntad... -sollozó, sintiendo las manos de Dick apretar suavemente su brazo derecho.

-Damián, yo... -Jason trató de decir algo pero su boca en ese momento se sintió seca, ninguna palabra salia.

-En ese sitio tuve mucho tiempo para pensar las cosas y llegue en una conclusión. -Damián lo miro con tanta rabia contenida que instintivamente dió un paso atrás- No te quiero en mi vida, Jason. Ya no eres nadie para mi. No eres mi amigo, no eres mi compañero, no eres mi hermano.

-D-Damián... -trató de decirle, de explicarle las cosas pero simplemente no pudo. Nada salió de su voz y sabía muy bien que le costaría todo.

-¡Ya no te considero nada! No eres nadie para mí, Jason Todd. Moriste para mi cuando me dejaste a manos de Thalía.

-Vas a estar bien, Damián. Ahora que estas aquí... -habló Tim, mirándolo con aquel brillo de amor fraternal que desprendía después de dejar aquellas tontas peleas de la infancia. Cuando habían dejado aquellas rivalidades.

Damián extraba esos momentos en donde todos estaban bien, cuando Jason todavía era su hermano.

-No, no lo estaremos, Tim. ¿No lo ves?, Se engañan a ustedes mismos porque el sufrimiento sigue y seguimos siendo asesinos entrenados -miró a Dick y a Jason- La única diferencia es que no soy el que sale en las portadas de las revistas y los períodos. No soy el asesino que los niños llaman 'héroe' -espetó por último, para caminar a paso apresurado hasta las escaleras.

-¡Damián! -gritó Dick desde la sala en donde Jason derramó la primera lagrima siendo visto solo por Tim. Luego la quitó de un manotazo.

-No -susurró Damián, alejándose de ahí lo más rápido posible.

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