Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Jugamos al escondite en las cascadas

Más tarde del buffet italiano que nos acabamos de consumir, por lo menos 5 o 6 cervezas cada uno pedimos la cuenta y asombro para nosotros nos regalan una botella de vino blanco italiano, le damos las gracias al camarero y le dejamos un par de Euros de propina por el servicio.

No me doy cuenta del chispeo que llevaba hasta que cuando me levanté empiezo a caminar un poco en zig zag, me alivia un poco ver qué James está igual que yo, nos vamos directos al elevador mientras comentamos algunas tiendas, de camino a ello vemos una tienda erótica y me quedo mirando el estante en indagación de algún Consolador que me guste.

-Si no sabes que escoger yo elegiría eso. -Señala a un conjunto de cuero de mujer, muy de sadomasoquismo pero bastante sexy.

-¿Y eso de allá que te parece?- señalo unos calzoncillos Slip de cuero con púas de pinchos alrededor.

-Pues en realidad... -Aprueba con la cabeza de que si le gustan y yo me quedo muerta mirándole.

-Pero que dices James son la pieza más antimorbo que existe, ¿no me digas que debajo de esos trajes a medida que tienes llevas de esos!?

Se ríe al contemplar que me voy del escaparate hacia el ascensor mientras contestaba bastante confusa e indignada, siempre lo imaginé con calzones bóxer de Calvin Klein más caros que la mansión que tiene, cuando esperamos a que suba el ascensor James estaba explicándome algo de la ropa interior, pero he puesto mi modo automático y no sé qué me está diciendo,culparé a la cerveza.

Cuando suena el Ding del elevador me voy a poner camino a acceder cuando algo me tira del pie y no podía mover mi pierna para seguir adelante, miro hacia abajo y tenía el tacón metido en una de las rejillas del rellano del ascensor, ¿qué mierdas?

James sigue hablando solo y se mete en el ascensor pensado que yo estaba a su lado escuchándole y empiezo a reírme nerviosa al ver que se iba sin mí.

-James, Ayuda -me empiezo a reír sin conseguir conversar- La rejilla, James.

Antes de acabar la frase veo como el ascensor se cierra y James está dentro mirándome con expresión de "pero que ha pasado" con una cara de curiosidad y se echa a reír en el ascensor.

Mi último enfoque del él fue ver cómo se iba riéndose de mí.

No puedo evitar no reírme y me encuentro sola en el centro comercial con un tacón estancado en el rellano del ascensor, borracha, sin zapato y encima me estaba haciendo pis de todo lo que me estaba riendo, no podría ser peor.

Vuelve a sonar el Ding y espero a ver la cara de James para que me salve de esta, pero solo veo la cara de una de las minios de Cindy, creo que su nombre es Amy, pero no tenía ni idea, ella me mira de arriba
abajo, incómoda y se pone camino hacia donde ella fuera, genial, mañana me tocará un día como el de hoy

Ding otra vez y esta vez sí reconozco las botas que llevaba James y miro por encima con vergüenza ajena.

-Si no me vas a socorrer déjame aquí con mi extrema vergüenza ajena.

Se ríe a carcajadas y yo quito el pie del tacón, cuando me descalzo y los dos miramos la indescriptible visión de mi zapato de tacón estancado en una rejilla, empezamos a reírnos como nunca antes lo había hecho, estábamos los dos meándonos de la risa mientras la gente nos miraba como si estuviéramos locos.

James se agacha y en un instante ya tenía el tacón fuera, el tacón estaba un poco destrozado en la parte donde se había quedado estancado, pero creo que tiene arreglo, James estaba agachado y lo primero que hace es dejar de reírse como puede y se dirige a mí con su mirada irresistible.

-¿Me permite? -dijo con mi tacón en su mano cuál príncipe de Cenicienta.

-No me seas cutre. -dije cogiendo el zapato, dejándolo en el suelo y poniéndomelo mientras me apoyaba en su hombro.

Mi teléfono comienza a sonar, saco el móvil para ver quién era, pensado que sería mi madre me llevo las manos a la boca, noto como mis ojos se vuelven brillantes y descuelgo

-¿No puedes estar más de 2 horas sin mí? -
-digo con una risita tonta

-Oh pequeña, yo jamás sabré vivir sin ti. -me contesta Ian imaginándome su sonrisa enorme y sus dientes blancos

Río entre dientes al oírle decir eso, siempre será mi amor platónico

-¿Qué ocurre tito? -Pregunté

-Nada, solo para saber que estabas bien, siento haberme irritado antes en la universidad. -voz arrepentida aparecía por la llamada

-Estoy y voy a estar bien, Ian. -Mi voz se suaviza- no te preocupes por mí.

-Siempre me preocuparé por ti, Pimientilla. Tengo que colgar, hablamos más tarde.

-Te amo, tío Ian. -sabía que estaba incómodo al oírme

-Adiós, Jericho.

Sabía que había dejado huella en cuanto le dije "te amo" escuché el resoplo inexcusable de Ian detrás del teléfono.

James solo sonríe y seguimos hablando del tema de los calzones de chicos.

-------
Por fin llegamos a casa, lo primero que hago es quitarme los tacones y besar el suelo al pisar algo plano, estaba destrozándome los pies con esos zapatos.

-¿Qué vas a hacer ahora? -preguntó James desde la cocina.

-Pues no tenía pensado nada, probablemente una ducha larga y me pondré a leer unos libros que me tengo que leer para clase, que propones?

-Va a venir un amigo mío dentro de unos 20/30 minutos, trae un dispositivo nuevo y vamos a grabar, será como un karaoke, he pensado que puedes venir si quieres, vamos a estar en el salón.

-Uhmm karaoke, interesante, ahí estaré.

Subo para arriba para poder arreglarme un poco y mi móvil suena Es Kat.

-Que pasaaaaaaa. -grita en el móvil

-Hola, bebé. ¿Qué haces?

-Estoy en la puerta de tu morada, pero se me olvidó que ahora vives con el célebre del barrio y no sé dónde vive tal dios griego.

Mis ojos se vuelven platos.

-Que dices ¿ya estás aquí? ¿Pero no te ibas un par de días? Voy a por ti.

-Date prisa, he observado a tu madre por lo menos 4 veces dar vueltas por aquí.

-Dame 10 minutos y estaré allí.

Cuelgo, me hago un moño mal hecho y me pongo unos calcetines con mis converse negras malgastadas, bajo por las escaleras a toda prisa.

-¿Ha pasado algo? -dijo James alarmado y por poco ha salido escopeteado de la cocina.

-¡Kat está aquí! -dije ilusionada- está en mi casa por qué dice que no sabe dónde vive el dios griego con el que estoy viviendo, ¿puede asistir al karaoke?

-Por supuesto que sí, puede quedarse unos días si quiere también, pero, ¿vas a tu casa? ¿Ese tal Max estará ahí?

-Según ha dicho Kat estaba mi madre mirando a ver si estaba, pero va a ser ir y venir... tu tranquilo, vengo ya.

-Llévate mi coche. -dice inquieto-No te reconocerá si vas en el mío.

-No te preocupes, mejor en el mío así no seguirán el tuyo -tuerce la boca y la cabeza para hacerme saber que no está de acuerdo- Estaré bien.

Doy las gracias, acorde cuando estoy saliendo por la puerta. ¿Qué mosca le habrá picado?

Pongo el bluetooth en mi coche y pongo mi lista aleatoria de YouTube la primera canción que sale es Ride this feeling de Kate Miller-Heidke y doy todo el volumen al coche, cuando llego a mi casa veo a Kat esperando y me sonríe cuando ve aparecer en el todoterreno, deja su móvil en el bolsillo de atrás y con expresión traviesa viene corriendo para tirarse encima del capó del coche.

-Págame o te denuncio. -dice señalando el coche fingiendo que se ha fracturado la pierna

-Sube al coche antes de que ocurra una desgracia anda.

Cuando se sube la doy un beso en la mejilla y hace un sonido de cariño cuando se lo doy, es adorable.

-Tu madre me ha preguntado 8 veces por ti, que ha pasado?

-Nada nuevo, estaba desayunando con James y apareció en el mismo lugar y pues, se lio. -me encojo de hombros.

-Y entonces pasó eso. -señala mi mano que sigue un poco morada- deberías de controlar más tu ira.

-Era la pared o Ella, en fin, ¿qué tal estos días?

-Aburridísimos como el infierno, mi abuela de por medio, mi madre dándome el follón y mi padre en otro estado diciéndome que me mude con él, una odisea, pero puedo saber cómo has acabado en casa de James Clark?

-Pues, papá se tuvo que ir y James acababa de contemplar toda mi desgracia de existencia y no me quiso dejar sola con Maxi por ahí.

-Vamos, que le gustas.

¡Que!

-No, no le gusto, supongo que simplemente no le gustó el tema, no lo sé.

-Vale... y a ti te mola él, que maravilloso voy a estar de candelabro.

-En realidad, va a venir un amigo suyo o algo así me ha dicho, voy a ir a la tienda de Elisa un momento a ver si me hace un favor, ¿esperas en el coche?

Me asiente, vamos de camino hacia el bar de Elisa, salgo del coche dejándolo en marcha, veo a Elisa en la barra limpiando con su coleta y su sonrisa que iluminaba toda la sala, cuando me ve me sonríe como si no me hubiera visto en años.

-¡Pero a quien tenemos aquí!

-Hola, Elisa -doy un beso en la mejilla- Vengo a hacer tratos contigo.

Digo en voz bajita y ya sabe que quiero.

-¿Jack Daniel's o Negrita? -me habla como si fuera una gánster.

-Las dos y una de Beefeater por favor.

Elisa se va para adentro para prepararme el pedido ilegal que estaba haciendo, mientras estaba esperando me pongo a mirar la carta del restaurante.

-Marco te envía recuerdos. -me parece escuchar una voz masculina casi en mi oído.

Miro a mi lado, pero no había nadie me doy la vuelta y veo a un chico de mi edad, quizá un poco más aproximadamente con capucha que se sienta en una mesa alejada y me mira, respiro hondo al notar su mirada

Marco, el exnovio de mi madre

Cuando me dispongo a ir hacia la mesa Elisa acaba de salir con mis botellas.

-Gracias Elisa. -doy un billete de 50 € y cojo la bolsa- Quédate el cambio prometo venir a verte pronto!

-Más te vale, Pájara!

Me despido de ella dándole un beso al aire y me pongo de camino a la mesa donde estaba Marco

-Cuanto tiempo, Jericho. -Dice marco

Olvidaba su voz ronca y sus ojos verdes amarillentos

-Si, aunque no demasiado a mi parecer. -digo estudiando su expresión

Suspira

-Tu madre me puso en un compromiso y me pagó, bastante dinero a demás -parecía arrepentido- yo no quise, pero el tío con el que iba me rompió el labio al decir que no, mi familia estaba en la parte de atrás de mi casa.

Maxi era problemas, siempre lo han sido y siempre ha metido a todo el mundo en ellos, ya sean problemas de robar, drogas, dinero o incluso por alguna estupidez verbal, estaba loco

-Tranquilo, sabía que él tendría más que ver en lo que pasó que tú, no es culpa tuya que tenga una madre de mierda. -le sonrío

-Tu madre no era así cuando estábamos juntos y lo sabes, ese hombre acabará terminando con cada hueco de su piel.

-No es que me importe mucho. -digo neutra

-Yo sé que sí -sonríe humildemente- en el fondo la quieres y la necesitas, pero es algo que mi señorita de hielo nunca admitirá.

Los dos sonreímos

-Que puedo decir, me conoces bien -me encojo de hombros

-No pequeña, tú has cambiado -señala a mi cuerpo y luego señala a su corazón- has cambiado ahí.

No digo nada, solo me limito a escucharle

-Somos casi vecinos, te he observado, antes reías y jugabas con otros niños y niñas, siempre salías a tu porche con tu zumo a leer un libro -sonríe cómplice- ahora, ahora no ríes, sales al porche a fumar mota y no lees, aparentas ser lo que no eres para que nadie te pise, eso te hará caer, te harán débil.

Dolorida interiormente, le devuelvo la sonrisa sin inmutarme de lo que había dicho

-Mis emociones me hacen más fuerte, Marco. -Le robo unas patatas del plato- a ti te sigue gustando las patatas con mayonesa, eso te hará débil.

Me voy de su mesa comiéndome las patatas que le había robado con la banda sonora de su risa de fondo, me alegra verle, siempre me deja un que pensar de mi vida

Cuando me dispongo a salir del local me topo con alguien al salir haciendo que se cayeran sus cosas

-Ay! Lo siento mucho!-pedí disculpas hasta que vi quién era- que lastima que no te haya reventado algo.

-Que graciosa -dijo Maxi- tu madre te está buscando, es su cumpleaños pronto y quie...

No termina la frase por qué le acabo de escupir en la cara, a ver si así nota mi desprecio hacia su persona, su cara se transforma en ira en cuestión de segundos y cuando usa su mano para limpiarse mis babas de su cara hace el amago de subirme la mano

-Mira niñata, si no fuera por tu madr..

-Si no fuera por mi madre qué. -dejé saber que él no me da miedo.

Me acerco más a su cara, no me iba a hacer nada de todos modos, después del entrenamiento de papá y Ian podría matarlo solo con mis piernas

Y como es de esperar se queda en silencio y pasa por la puerta dándome un pequeño empujón y yo sigo para el coche.

Cuando entro Kat está en guardia con su mano en el cinturón por si tenía que desabrocharlo rápido

-Hace un momento estaba en tu casa literalmente, ¿cómo ha llegado aquí?

-No idea, pero no pienso averiguarlo.

--------
Abro la puerta de la casa de James Kat y yo estábamos hasta arriba de alcohol, cena y cosas para picar, antes de empujar la puerta James aparece, su cara se alivia cuando me ve y coge lo que llevaba en las manos.

-¿Todo bien? ¿Has hablado con tu madre?

Miré sus ojos mientras cojo las cosas de Kat para que ella siga trayendo cosas

-No, no he hablado con ella.

-Pero Maxi si estaba, por desgracia. -añade Kat y mis ojos abiertos se posan en ella

Tuerce la mandíbula bruscamente al escuchar Maxi.

-Casi se matan en la puerta del restaurante. -dice Kat poniéndose de por medio supercargada de bolsas-Yo no soy Jericho, pero también necesito ayuda de un cachas.

Pasa la mayoría de las bolsas a James y parece que él vuelve a la normalidad

-Por supuesto perdona, un placer volver a verte por segunda vez, Kat. -sonríe a Kat y se va a dejar el resto de bolsas a la cocina.

-¿Segunda vez? -respondo al comentario de James

La espalda de James se vuelve recta

-¿De verdad quieres saber como nos conocimos la primera vez? Sería incómodo. -apoya un codo en la pared

-No, desde luego que no. -digo cruzando los brazos

Curiosa intento tener contacto con Kat, ya que podría sacarle hasta sus primeras escapadas de orina en la cama, ella me está mirando con una ceja levantada y los labios un poco de pato que conjunto a sus ojos entrecerrados me quería decir algo, me recuerda a mí con papá.

-¿Qué? -me encogí de hombros

-Que le gustas. -Afirmó

-Que no, joder.-sonrío y me voy de su lado al ver que voy a perder el desafío de miradas.

-Por cierto... -Digo cogiendo unas bolsas- Adivina quien ha vuelto desde sus "vacaciones"

-¿A la universidad? -pregunta Kat

Asiento con la cabeza, si la miro sabrá de quién hablo.

-Pues no tengo ni idea, ¿la profesora que esa clase consiguió volver la loca?

-No. -tristemente eso era cierto, pero nunca volvió.

Miro a Kat, ella entrecierra sus claros ojos y los abre a los segundos

-¿TU TÍO IAN? -Dijo excitada

-Correcto. -dije riéndome- pero te tienes que relajar, Kat.

-Ahhhhhhh- Salta y chilla por todo el pasillo- ¿El mismo Ian del que estabas colada?

Añado un Shhhh largo intentando que pare de saltar y chillar

-El mismo -me da vergüenza recordarlo-se fue hoy con papá a verlo para hablar, seguramente algo suyo.

-¿Entonces vas a estar a dos bandas? -ríe entre dientes bromeando

-¿Quién dijo que haya que elegir? -respondí

-Siempre tuve curiosidad, no es tu tío de verdad, ¿No?

-Es amigo de mi padre desde hace muchos años.

-Siempre que estaba alrededor vi como te miraba, te mira con admiración, pasión, amor...

Sé exactamente cuál es su punto, cuando yo tenía 18 años justo antes de empezar a salir con chace digamos que pasaron cosas entre nosotros, pero ya está.

Sé exactamente cuál es su punto, cuando yo tenía 18 años justo antes de empezar a salir con chace digamos que pasaron cosas entre nosotros, pero ya está.

-Papá, Ian y tú sois mi única familia.

Dieciochoavo cumpleaños de Jericho.

Jericho

Soplé las velas y la armonía de los aplausos y silbidos acompañan mi acto, todos felices, todos pasándolo bien, todos diciéndome que ojalá tuvieran mis años, regalos, felicitaciones, familia...yo sonrío intentando aparentar que estoy bien, si ellos supieran que todo es una putísima mierda.

Mamá y Maxi estaban en una esquina, comiendo costillas de la barbacoa y bebiendo como borregos, Ian estaba en la otra parte de la fiesta junto a mí, intentando evitar que rompa cabezas de nuevo.
Papá está de sitio en sitio con las personas hablando un poco con cada uno y unas.

Corto la tarta para que todos tengan un trozo, los niños más impacientes me obligan a darles a ellos primeros, coloco un trozo pequeño de tarta y unos dulces al lado de él, los niños se van tan tranquilos y felices, seguramente ni se lo coman.

Papá hace el favor de hacerme el relevo, ya que ve mis cortes de tarta son igual de pésimos que mi manera de hacer unos huevos fritos, me siento en la parte de atrás a respirar un poco, había mucha gente y yo quería algo privado, Papá, Ian, Kat y yo, pero papá estaba muy emocionado con ello, haría todo lo posible para hacer feliz a mi padre.

Siempre está arrepentido y triste por qué no quiere que yo viva como con mamá, algún día se dará cuenta de que la única razón por la que sigo viva es por él.

Mamá y Maxi se acercan para coger un trozo de tarta, una sombra me tapa del sol intenso que había a las cuatro de la tarde, era Ian, tenía su puño cerrado y sus venas crecían más y más con cada sílaba que decían y el alcohol no ayudaba.

-¿Un trocito, Marie? -dijo papá sonriendo

-Claro que sí, es la tarta de Jericho, siempre le sale riquísima. -dijo mamá sonriendo

Por un momento pude ver su antigua personalidad, cuando era mi madre.

-La tarta siempre fue su punto. -Dijo Maxi con una sonrisa sincera

-Y tu qué coño sabrás de ella. -Dijo Ian tragando la cerveza que tenía en la mano

Papá mira por encima de su hombro y los dos visualizamos a Ian, apenas pudiendo mantenerse en pie y con las venas a punto de explotar

Busco su mano y la agarro con fuerza con mi sonrisa más grande

-No más sangre.

Su expresión se suaviza y vuelve a sentarse en su sitio, intranquilo, pero por lo menos no está furioso

Cuando los invitados ya se han ido decido ir a tumbarme en el césped por unos minutos, luna creciente y viento se había levantado.
Se estaba en la gloria

-Vaya un día. -Dijo Ian sentándose a mi lado en el césped

-Y que lo digas. -Sonrío

Los dos nos quedamos callados, escuchando la música que seguía de fondo, apareciendo la playlist que mi padre había puesto gracias a mí, le enseñé todas mis canciones favoritas.

┏━ ━┓

•°•°•|Obstacles - Syd Matters

⇄ Ⅰ< ⅠⅠ >Ⅰ ↻

1:30━━━━●───────── 3:17

┗━ ━┛

Esta canción en general me recuerda mucho a Ian, siempre jugábamos cuando era pequeña en las cascadas, siempre se escondía y jugábamos al escondite allí, si papá se entera en la actualidad mataría a Ian

-Tienes que intentar controlar la ira, no siempre voy a estar, jefe. -doy un codazo en su brazo

-Lo intento, pero ese tío puede con toda la rehabilitación que hice en 12 años. -Pude sentir su rabia

Me giro y lo abrazo, pasa su brazo por debajo de mi cuello, haciéndonos uno en el césped

-No quiero que hagas ninguna locura como hizo él, quiero seguir contándote mi día a día, mis problemas, mis secretos.

Ian suspira hondo y deja soltar aire por su boca y nariz

-Aunque hagas lo que hagas te perdonaré siempre, Ian. -Levanté mi cabeza para mirarlo a los ojos

Y ahí como dos tontos nos quedamos mirando nuestros ojos, Ian se inclinó y me besó lento y gentil, apartó sus labios de los míos ninguno nos miramos, solo esperamos.
Me dejé llevar y cerré los ojos, lo besé.

El hormigueo de que todo lo que estaba pasando era lo prohibido era emocionante, sus besos eran suaves, su boca sabe a cerveza, pero su colonia L'Envol de Cartier lo hacía todo más irresistible, se hace paso entre mis piernas hasta que quedé con mis muslos pegados en su cintura, me besa con tanta intensidad que jadeo, él se obliga a separar nuestros labios, arrepentimiento y el ceño fruncido aparecen en mi vista

-¿Qué estamos haciendo, Jericho? -Dijo mesurado

-Eso digo yo. -Dijo papá detrás de nosotros-¿Qué coño estáis haciendo?

George

Cruzado de brazos esperando a una maldita respuesta coherente para este panorama que estoy viendo. Ian se levanta de golpe mientras Jericho ríe nerviosa, ella va directamente a casa, hago contacto visual con ella y solo recibo una mirada cómplice, dándome a entender un "No te pases" y yo suspiro, intentando mantener la calma. Ian se limpia los pantalones de haber estado en el césped y viene hacia mí sin apenas mirarme.

-George... mira... solo- dijo antes de interrumpirlo

-Mira, me da igual, sois los dos mayorcitos-Levanté la mano señalándolo-Pero como Jericho venga algún día llorando, triste o mal por tu culpa, date por muerto.

Abrió sus ojos de par en par

-Para, para, no va a haber nada más entre ella y yo. -contestó honesto

-Aunque lo hubiera me daría igual, te conozco, eres bueno para ella y también conozco que ella y solo iría hacia donde la prohibiría ir- Respiro hondo y lo saco todo - pero repito, si llora por ti, te arranco la cabeza. ¿Me oyes?

Asiente con la cabeza

-Afirmativo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro