—¡Chiquito lindo! Ira, ira... Una gallina que encontré en el patio de mi mamá.—Chip habló con una sonrisa con el animal en sus manos, acercándolo a la cámara para que Freddy lo vea mejor.—¿te gusta? Hay te llevo una para que la cuides, será como nuestro bebé.

—¿Por qué tendríamos una gallina como mascota, Chip?

—¿A poco no estaría vergas, precioso? Mírala bien, está linda. Se llama Pancha.

Freddy rió con eso, no creyendo que Chip decía eso en serio, pero lo aceptaba. Le gustaba ver cómo el mexicano cuidaba de los animalitos que tenía su madre en el patio trasero.

—Ya, vete pa' allá, wey.—dejó al animal en el suelo para que se vaya, después levantándose para ir a buscar algo más.—Te enseño a este wey que llegó a casa de mi mamá así por sus huevos.

Chip salió de la vista de Freddy para después volver con un gatito en sus manos, cargandolo con cuidado. El menor de inmediato se enamoró de aquel gatito, lo quería, se veía tan pequeño y adorable.

—Oh, ¿Cómo se llama?

—No tiene un nombre todavía, pensé que podrías ayudarme a darle un nombre. Tal vez me lo lleve conmigo, mi mamá no puede cuidar de él.

—Uhm. En ese caso podría llamarse Nuit. Es un nombre fácil en francés que podrás recordar. Significa "Noche"

—Mmh. Como tú desees, precioso.

Freddy sonrió lindo.

—¿Qué harás con él cuando regreses a vivir conmigo?

—Me lo voy a llevar, wey. ¿Cómo crees que lo voy a dejar aquí?—cuestionó, dejando que el pequeño gato se vaya a otro lado, viendo que jugaba hasta con las hormigas que pasaban por ahí.—parale a tu mamada, wey, deja a las hormigas en paz. Amonos, pa' allá.

Lo agarró con cuidado, metiéndolo a la casa para que vaya a jugar con alguna caja de ahí.  Después de eso, se fueron a comer. Sin embargo, había alguien que quería hablar con Freddy, y era el hermanito menor de Chip, Caleb.

—Solo quería saber cuándo te vas a llevar a mi hermano.—El pequeño de cuatro años apenas preguntó, agarrando el teléfono con sus manitas.

—¿Por qué la pregunta, pequeño?

—Porque ya quiero se vaya.

Freddy no evitó reírse con eso.

—¿Qué le andas diciendo a mi novio, pendejo? No seas wey, vete a comer.—Lo regañó Chip, luego escuchándose las risas de Caleb y el como corría para irse a terminar su comida.—perdona a mi hermanito, no sabe lo que dice.

—Mmh, aún así. Espero sea pronto para tenerte conmigo otra vez. Ya quiero abrazarte y sentirte a mi lado.

—... La cogidota que te voy a dar al primer momento que estemos a solas, mi amor, no se te va a olvidar, precioso.—Le susurró.

—Oh, creeme que nada de eso se me olvida.—respondió con una sonrisa.

—Pero para recordarte, corazón.—respondió con una sonrisa.—ahora vamos a comer, y después iré a ver algunas cosas que tengo que comprar para mí departamento. Tú irás conmigo, chiquito.

Cómo siempre, Chip se llevaba a Freddy a todos lados.