19 de Septiembre del 2018, EE. UU; Nueva York.

Ya era media noche, una noche fría, y un poco lluviosa, el ambiente estaba tenso, Emily abrió,a puerta con nerviosismo para encontrarse con un Joe muy bien vestido, un olor deleitante y unas lindas rosas rojas en mano.

-Joe.. no tenías que molestarte, es tu cumpleaños no el mío- Emily se sonrío al ver las flores, Joe se veía particularmente lindo esa tarde, el pelo para atrás con un poco de gel, una camisa blanca media desabotonada y un pantalón negro de vestir.

-No quería llegar con las manos vacías, te ves muy linda, ni te pareces a cómo te veías en la mañana- Dijo Joe en un tono juguetón al recordar lo diferente que se veía esa mañana.

-Tonto,  mejor pasa y siéntate en lo que te sirvo- Emily se movió a un lado para dejar pasar a Joe y camino a la cocina buscando un florero dejando a Joe atrás.

[Huele a comida, comida que seguro preparaste con esmero para mi, lo cual aprecio enormemente Emily, tu casa es muy acogedora, muy tu estilo y mientras tú te estés en la cocina exploraré tu casa sin que lo notes para ver cómo puedo conquistarte y saber que te gusta]

-¿Saliste temprano de la librería?- Gritó Emily desde la cocina esperando esperando que Joe la escuche.

Mientras tanto Joe estaba a en su habitación, vio entre sus cajones y aunque no encontró nada fuera de lo común rápidamente tomo unos calzones de encaje que se encontraban dentro de la habitación y los metió a su bolso del pantalón, seguía buscando hasta que sintió una presencia detrás de él.

-¿Qué haces en mi cuarto, Joe?- Dijo Emily visiblemente extrañada al ver a Joe en su recámara.

Joe se quedó inmóvil, pensando qué decir al ver que había sido atrapado.

[¿Me habrá visto? ¿Desde cuando estaba ahí? Carajo tengo que pensar ¿Cómo se dio cuenta que estaba aquí? Si se dio cuenta de lo que hice me va a correr o quizá le de asco]

-Emmm.... Emily lo siento es que estaba buscando el baño y sin querer terminé aquí- Dijo Joe intentando encontrar una excusa para salir de esa situación.

-El baño está a la izquierda, cuando termines ve al comedor que la cena está servida- Dijo Emily restando importancia a lo que acababa de pasar, aunque se le hacía extraño que Joe se hubiera confundido no quería malinterpretar las cosas, le creía y aparte no era como si lo hubiera atrapado robando.

Finalmente ambos se sentaron a cenar, un sándwich de albóndiga y un poco de vino, entre risas, anécdotas y chistes ambos estaban pasando una linda noche, ambos querían que el tiempo se detuviera, que esa noche fuera eterna y larga.

-te hice un pastel por cierto, en él orfanato no teníamos dinero para comprar una rebanada de pastel así que me asegure de hacerte uno- Dijo Emily risueña, le emocionaba saber que al fin Joe tendría su pastel de cumpleaños.

Puso el pastel en la mesa, apagó las luces de la casa y prendió las velas, Emily cantó el feliz cumpleaños, Joe estaba visiblemente apenado, Joe nunca le tomaba importancia a sus cumpleaños pero esta vez era diferente, estaba con ella, y no había cosa más especial para él que pasar su cumpleaños con la chica que ama.

-Antes de que lo olvide, toma tu regalo- Emily extendió su mano con una pequeña caja pintada a mano por ella.

-¿Lo hiciste tú? Quedó genial, aunque creo que ya hiciste mucho por mí esta noche, esto es demasiado- Dijo Joe para luego abrir la caja, eran un montón de dibujos de él. Dibujos con fechas de cada uno de los años que habían pasado sin verse.

-No quiero parecer acosadora ni obsesiva, pero fuiste mi primer amigo, te extrañaba mucho y siempre esperaba que estuvieras bien, por eso todos los años en tu cumpleaños lo hacía- Emily estaba nerviosa al ver la reacción de Joe al ver sus dibujos, sentía que iba a creer que estaba obsesionada con él desde hace años.

-Es lo más lindo que ha hecho por mi, creí que después de tantos años me odiabas por irme tan de la nada y a veces te llegué a tratar mal, lo siento mucho por dejarte sola en ese lugar- Dijo Joe algo cabizbajo al recordar esos momentos.

-No te preocupes, ¿Te digo un secreto de ese entonces ?- Dijo Emily con tono juguetón y a decir verdad ya estaban algo ebrios los dos por el vino.

-Creí que no tendíamos secretos cuando éramos niños ¿mataste a alguien o qué?- Respondió Joe de la misma manera boba

-Me gustabas antes, ¿Puedes creerlo? Jaja, aunque siempre supe que estabas profundamente enamorado de la enfermera- Para Emily era un lindo recuerdo, Joe fue lo mejor que le pudo pasar en ese orfanato.

[¿"Gustaba"? Carajo Emily, ¿Por qué hablas en pasado? ¿No sientes lo mismo que yo siento? Que estamos destinados a ser almas gemelas, ¿Aún no puedes verlo? Las personas valiosas siempre tienen un precio y estoy dispuesto a dar cualquier cosa solo por ti]

-En realidad no estaba enamorado de ella, creo que la veía como lo más cercano a una madre, sentía que debía de protegerla como no lo hice con mi madre- Dijo Joe para respetarle importancia a eso - nunca me di cuenta que te gustaba, eras muy discreta, ¿Poe que jamas me lo dijiste?-

-Dios, Joe literalmente todos lo sabían menos tu, y jamas te lo dije porque sabía que me ibas a rechazar, de corazón cualquier manera da igual, eres mi amigo ahora y eso es lo que importa- En realidad Emily no quería decir eso, quería decir que lo amaba hasta el día de hoy pero aún tenía miedo al rechazo.

-Tienes razón, estamos juntos después de tanto, solo tú entiendes lo que he vivido-

["Amigos", eso somos, interpreto mal tus señales, creí que si creí que esta noche nos diríamos lo que ambos sentíamos mutuamente pero al parecer me equivoqué, claro que acepto mi error pero no pienso dejarte ir tan fácilmente, eres tú o nada]

Ambos se recostaron en el sillón, balbuceaban estupideces hasta que finalmente se quedaron dormidos recargados uno en el otro, en medio de la madrugada Joe se despertó  y cargó a Emily a su habitación, quitándole los zapatos con cuidado y tapándola con una frazada que estaba ahí, cuando se disponía a irse sintió un pequeño jalón en el brazo.

-¿Puedes quedarte? Es muy tarde, esta lloviendo, solo será esta noche ¿Si?- Dijo Emily medio dormida con la esperanza de que Joe aceptara.

-Ya que insistes...- Dijo de manera sarcástica y  sonrió de manera tonta ante la petición , tomo una almohada, una cobija y se quedo profundamente dormido en el sillón.