18 de Septiembre del 2000, EE. UU; Nueva York.

Joe y Pauline miraban como unas personas sacaban y guardaban las cosas de la enfermera Fiona desde afuera de la enfermería.

-Dicen que se mundo a Ohio- dijo Pauline aun mirando la enfermería.

-Si, claro... y dejo sus plantas y la foto de su mamá...-Respondió Joe incrédulo de lo que decía su amigo, sabía que esa no era la razón por la que ella ya no iba a trabajar -Fue por su novio-

Pauline se quedó callado un momento y respondió -o tal vez huyó de el...- Intentando dar una explicación más calmada para que Joe dejara de preocuparse.

-Pude detenerlo... pero la última vez me arruinó toda la vida- Respondió Joe refiriéndose a que el asesino a su padre para proteger a su madre.

-¿Hablas de lo de tu mamá y...?- Dijo Pauline sabiendo a lo que Joe se refería.

-Me acabo odiando tanto que me dejo aquí... y decidí con Fiona que no quería que también me odiara...- Joe no se quiso involucrar no solo por los problemas que había tenido con Emily debido a estar siempre con Fiona si no que tampoco quería arruinar su relación con ella como lo hizo con su madre.

-Que conste, no sabes que siente tu mamá, lo estás inventando- Dijo Pauline intentando hacer sentir mejor a Joe -Oye, créeme. Yo también lo hago, pero en realidad yo nunca voy a saber porque me dejo aqui... y tú tampoco...- A diferencia de con Emily, sus madres de ambos los dejaron ahí por decisión propia y en el caso de Joe es algo que seguía afectándole.

Tanto así que Joe comenzó a planear ver sus papeles para descubrir porque su mamá aun no había venido por el y quizá así estar más tranquilo consigo mismo. Dicho y hecho Joe entró a una oficina administrativa y rebuscando entre los papeles su apellido hasta finalmente encontrar "Goldberg, J"

Al abrirlo encuentra una pequeña foto de su madre recortada junto con su expediente, dirección actual pero no la razón por la que no había ido por el. Joe se mentalizó, ahora que no estaba la enfermera Fiona ya no tenía muchas razones para estar ahí excepto Emily y Pauline, pero de igual ahora que había encontrado la dirección de su madre tenía planeado escapar sin importar que.

Joe se apresuró a tomar una mochila y guardar las cosas más importantes, entre ellas libros, ropa y un poco de dinero, antes de irse sabía que quería despedirse de sus amigos, primero fue con Pauline y aunque el le dijo que no lo hiciera no había marcha atrás, finalmente Joe fue con Emily y sabía que sería difícil para ambos decir adiós .

-Joe, Hola, mañana es tu cumpleaños y ya tengo todo listo, ¿Qué libro me leerás hoy? ¿Qué te parece "El Quijote de la mancha"? Tiene esas palabras raras que siempre te cuestan pronunciar- Dijo Emily con una pequeña risa al final notando la llegada de su amigo aunque luego se percató de que Joe traía una mochila -¿Por qué tienes una mochila bobo? para cargar los libros solo se necesitan los manos-

-Emily, lo siento, tengo que salir de aquí, no quería irme sin antes verte, eres la mejor amiga que pude haber tenido en todo el tiempo que estuve aquí, amo tus dibujos, tu risa y la paz que me trae estar contigo, eres importante para mi y te quiero- Dijo Joe sosteniendo la mano de su amiga

-¿De qué hablas? ¿Dónde irás? Si esto es por lo que paso con la enfermera Fiona no tienes porque irte, aun tenemos mucho por hacer, no me dejes sola en este lugar...- Dijo Emily con la voz entrecortada y lo ultimo casi inaudible.

Joe solo se limitó a abrazarla sin decir nada por unos minutos, Joe podría sentir su aroma, como le costaba a Emily respirar y la manera en la que sollozaba, sabía que la iba a extrañar mucho.

-¿Recuerdas que te dije que mi meta era ver a mi mamá y saber por qué me dejo aquí? pronto lo haré, se que es difícil pero me haría muy feliz saber que me apoyas en esto, estoy seguro de que algún día nos volveremos a ver Emily y cuando lo hagamos, puedes dibujarme las veces que quieras en todos mis cumpleaños- Respondió Joe aun abrazándola y acariciando su pelo, aunque no pareciera también estaba triste.

-¿Lo prometes?- Respondió Emily terminando el abrazo para mostrar su dedo meñique.

-Es una promesa Emily- Joe entrelazó su dedo con el de Emily para después darle un pequeño beso en la frente e irse

Emily solo quería que Joe fuera feliz y si lo era d ella también lo sería, estaba ansiosa ya que solo pensaba en el día en el cual lo volvería a ver, cada año sin falta lo dibujaba, aunque poco a poco el recuerdo de Joe pasaba a ser eso, un simple recuerdo de la infancia, no recordaba su voz cuando le leía y pero si recordaba la manera en la que la miraba el día que la conoció.

Pasaron casi 18 largos años, Emily se había convertido en pintora, no era la mejor, ni la más reconocida pero no le iba mal en lo que hacía, incluso algunas de sus obras estaban en ciertos museos de Nueva York y en cuanto a Joe se había convertido en gerente de la librería Mooney's, ninguno de los dos había vuelto a saber nada uno del otro durante años.

(De aquí en adelante los pensamientos tanto de Joe como de Emily sean escritos en corchetes "[]")
9 de Septiembre del 2018, EE. UU; Nueva York.

Una tarde de otoño normal como cualquier otra, con un clima algo nublado y frío, Joe estaba revisando algunos recibos, hasta que escucho la pequeña campanilla que suena al entrar a la librería, no presto mucha atención ya que las personas van y vienen comprando libros genéricos que ni siquiera terminaran de leer, hasta que sintió un olor algo familiar, era algo que le recordaba a su pasado, un olor que lo ponía nostálgico debido a que hacía mucho no lo había olido, eso le hizo llamar su atención cuando de pronto vio a una chica, ella era la que desprendía ese olor

[¿Quien eres? a juzgar pelo suelto eres despreocupada, ese abrigo es bastante lindo, se ve viejo pero cuidado, no piensas mucho a la hora de vestirte pero no te quieres enfermar y tu olor me resulta tan familiar, aunque no sabría decir de donde, pasas entre los estantes y aun no he podido ver tu cara, estoy seguro que eres linda, tienes una manera bastante delicada para tomar los libros, no quieres dañarlos a pesar que no los compraras.
¿Cuál te llevarás? no pareces ser la que compra el típico libro de Paulo Coelho pero te detuviste en la sección de libros infantiles ¿Tienes hijos? o por qué te ves tan interesada en ese libro de "Barba azul" Estoy ansioso por saber cual comprarás y quizá poder saber tu nombre]

Esa chica se paró sobre el mostrador viendo el estado del libro que había elegido lista para pagarlo hasta que al fin mira a los ojos a ese trabajador de la librería

-Hola, tú-