||Carolina Duran||

Mathieu nos lleva de vuelta a casa, le pide a Elena que se lleve a Sebastián a pasear, a lo que yo tiemblo.

Me mira tierno, de eso ya debo estar alerta, camina acercándose y me besa apasionadamente.

Sorprendida, le sigo el beso y me carga como puede hasta el cuarto. Mathieu cierra la puerta y me deposita en la cama delicadamente.

Hasta ahí llegó lo lindo.

Me empieza a tomar los brazos muy fuerte y susurra -Nadie más te puede tocar como yo lo hago- para nada se oyó exitante, sino amenazador.

-Mathieu....- empezaba a quejarme del dolor.

-Tu me perteneces- sus besos descienden por mi cuello dejándome marcas.

No quería esto, no si él me va a amenazar de esa manera -Mathieu....-

-Ya estuvo!- se separó de golpe. -Trato de hacer el amor contigo y no quiere. Supongo que será por las malas- me toma bruscamente y me besa sin permiso.

Trato de safarme de su agarre, pero verga! Es fuerte. -Mathieu!- grito.

-No! Tu eres mía!- me grita y encaja sus uñas en mis brazos.

Y lo que peor temía está a punto de pasar: sus manos viajan a mi pantalón, lo desabrocha y me lo quita de un jalón, seguido de mis bragas.

-Mmh hace años que no hacíamos esto, jolie- se baja su pantalón y boxers para introducir su miembro en mi.

Las lágrimas empiezan a salir de mis ojos, mi llanto se hace presente mientras pido que esto acabe de una vez.

Mathieu se movía bruscamente y se veía que lo disfrutaba, mientras que yo sufría de lo que me estaba haciendo.

Sentía como eyaculaba dentro de mi y se sentía horrible, Mathieu gemía de placer, yo sollozaba de dolor.

Se acercaba a darme besos en mi cuello y después fue subiendo hasta mis labios sin salir de mi, introdujo su lengua en mi boca y jugaba con la mía.

Se separó de mi de golpe y me contempló con furia -Lo amas, verdad?!!!!!!- grita.

Con la poca dignidad, asientí.

-Zorra!!!- me gritó y se fue.

Me dejó aterrada y débil.