𝐸𝑝𝑖𝑙𝑜𝑔𝑜
Otro feliz año pasó; yo estaba a punto de entrar en una crisis. Era el cumpleaños número 7 de Venecia, aún recordaba cuando la habíamos conocido a sus 4 años y ahora no podía creer lo lindo que era organizarle su primera fiesta de cumpleaños con sus nuevos amigos de la primaria
—"Sebastián, si no apareces en 20 minutos te quedarás sin pastel".— amenacé mediante un audio
A pesar de que todo estaba saliendo perfecto, Venecia estaba bastante decaída por no tener la presencia de Roier en su fiesta. Durante estos años él había sido como su figura paterna aunque no viviéramos juntos, así que lo mínimo que ella esperaba era tenerlo cerca hoy
Escuchaba a algunos niños gritar y correr por toda mi casa, mientras había un grupo de mamás reunidas, era normal que vinieran, entendía que no dejarían a sus hijos solos. Suspiré y puse mi mejor sonrisa
—¡Mamá!.— escuché el grito de Venecia así que de inmediato me dirigí a donde estaba ella —Mushu mordió a alguien en el jardín.—
De inmediato me tensé, eso significaría problemas grandes para mi perro. Mantuve mi semblante relajado para no asustar a Venecia
—¿Jardín de adelante o el de atrás?.— cuestioné a mi pequeña
—Donde está el brinca brinca.— indicó, el brincolín que le habíamos rentado estaba en el jardín de adelante así que supuse que esa era la respuesta
Lo bueno de este año era que su terapia le había servido tanto que ahora podía empezar a hablar más, sería catalogado como un milagro que a pesar de su ligero retraso pudiera seguir avanzando. Ahora todos sus problemas de salud parecían ser un mal recuerdo, aunque aún iba un poco más lenta que los niños de su edad
Me alejé de ella y fui directamente al jardín de enfrente rogando porque ninguna de las mamás hubiera visto la situación. Cuando llegué pude ver a Roier de espaldas, no había rastro de ningún otro niño, ni siquiera mi perro estaba aquí, ¿acaso me había mentido?
Igual me acerqué a Roier y le di unos toques en su hombro para que se girara a mirarme. Cuando lo hizo simplemente abrí mis ojos bastante impresionada, tenía un pequeño ramo con aproximadamente 10 dientes de león
—¿Qué significa...?.— intenté preguntar, él me dio aquel ramo siendo bastante cuidadoso
—Me tardé bastante en descubrir como transportar flores así sin arruinarlas. Pensé que si te las traías podrías darte cuenta que puedo ser lo suficientemente cuidadoso esta vez.— habló con una pequeña sonrisa
Miré que hizo una señal y de inmediato empezó a sonar "Die with a smile" de Lady Gaga y Bruno Mars. Giré mi mirada solo para notar que Venecia había puesto la canción desde el celular de Roier, ahora entendí porque me había mentido, ella solo quería ayudarle a Roier
—Creo que esto es muy romántico ¿tú que piensas?.— cuestionó
—Adentro de mi casa hay un grupo de 4 mamás y sus respectivos hijos, no es el momento más romántico de mi vida.— indiqué y él rio —Además no puedo mover mis manos porque siento que arruinaré las flores.—
—Bueno, quizás no debí planear esto el día de la fiesta de Venecia.— se burló un poco —Pero es bueno o eso creo. Antes de que acabe esta canción que por alguna razón me hace recordar a toda nuestra relación, quiero que sepas que estoy listo para dar de nuevo el siguiente paso contigo, han pasado algunos años desde que firmamos ese divorcio y aprendí a vivir solo de nuevo, aunque eso no quiere decir que lo disfrute.—
Lo miré bastante confundida por lo que estaba diciendo
—¿A que te refieres con "dar de nuevo el siguiente paso"?.— pregunté
—Mulán, de he amado durante más de 3 años y aunque antes nos adelantamos, creo que estamos en el momento de nuestras vidas donde podemos hacer las cosas bien y....— hizo una pequeña pausa
—¿Casarnos de nuevo?.— pregunté
—Iba a decir que vivir juntos de nuevo.— se rio —Aunque casarnos no estaría mal.—
—¿Quieres vivir conmigo en unión libre?.— realmente no estaba siendo muy claro, él seguía burlándose de lo poco que entendía
—Quiero estar contigo de la manera que tú quieras.— indicó —Si quieres casarte conmigo podemos hacerlo, si piensas que eso sería volver al pasado podemos vivir así, pero déjame ser parte de esta familia que creaste. Déjame despertar a tu lado y hacerte el desayuno, déjame llevar a Venecia a su escuela y después acompañarla a sus terapias, déjame pasar mi vida a tu lado.—
Yo ya no quería pasar de nuevo por la etapa del matrimonio por ahora, aunque la mayoría había sido lindo, ahora tenía un poco de miedo. Yo también extrañaba a Roier, extrañaba tenerlo siempre conmigo y aunque no lo había pensado, ahora sentía que estaría bien que viviéramos juntos de nuevo
—Ahora tengo una hija, las cosas no serán iguales.— recordé
—Tenemos una hija.— corrigió —Además no te pedí que las cosas sean iguales, estoy listo para esta nueva aventura juntos.—
Su mirada tenía ese brillo que solo adquiría cuando estaba emocionado por algo, solo eso me indicaba que estaba siendo honesto con sus intenciones
—Entonces vivamos juntos.— accedí —Si me vas a cuidar como cuidaste estas flores hasta llegar acá, supongo que estoy en buenas manos.—
Él rio y tomó mis manos para levantar un poco el ramo que aún traía
—Pidamos un último deseo con todos estos.— indicó y cerró sus ojos, yo lo imité —Deseo que podamos tener nuestro "felices para siempre".—
—Que cursi.— reí aún con los ojos cerrados
—Calla y sopla.— pidió riendo
Ambos soplamos y cuando abrimos los ojos vimos como los pequeños filamentos de aquellas flores se alejaban de nosotros gracias al aire
—¿Hasta que la muerte nos separe?.— pregunté extendiendo mi meñique para que él cerrara la promesa
—Hasta que la muerte nos separe.— aseguró uniendo su menique al mío —Pero si vamos a vivir juntos, aunque sea sin boda, debemos hacer una fiesta para celebrarlo.—
—Siempre quieres hacer una fiesta.— me quejé
Roier solo sonrió y cortó la distancia para besarme. Yo solamente correspondí sintiéndome querida y escuchando los gritos de Venecia en el fondo, parecía que estaba emocionada por nuestra nueva etapa como familia. Mi novio aún era el único que podía darle un giro de 180° a mi vida y eso estaba bien, ahora ambos estábamos listos para afrontar los siguientes desafíos y sabía mejor que nadie que estaríamos felices
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