cuarenta y dos
Año nuevo pasó sin mucho que ambos pudiéramos agregar, ambos habíamos disfrutado de un espectáculo de fuegos artificiales en la playa, sin duda había sido algo mágico.
Primero de Enero; Desperté con pesades, estuve por levantarme hasta que sentí los brazos de mi esposo aferrándose a mi cintura, se había quedado dormido abrazándome, reí lo más bajo que pude y con cuidado lo quité.
Cuando estuve libre me levanté, fui a darme una pequeña ducha y empecé a arreglarme un poco. Me había tardado bastante, pero cuando terminé noté que Roier aún seguía dormido así que reí
—Oye.— lo moví un poco —Despierta dormilón.—
—Déjame un rato más.— se quejó sin abrir los ojos —Estoy cansado, no dormí bien.—
Habíamos llegado a dormir a las 2 am, pero ahora eran las 2 pm y no quería levantarse
—Quiero iniciar bien el año con el amor de mi vida, levántate y pedimos el almuerzo.— insistí, pero se acomodó para ignorarme —¿Neta Rogelio?.—
Sabía que le molestaba que lo llamara así, pero pareció no inmutarse, al parecer prefería seguir durmiendo así que simplemente solté un suspiro mientras me alejaba de ahí.
Tomé mi bolso y simplemente salí de la habitación, no sabía que hacer, pero no quería pasar mi primer día del año encerrada en la habitación esperando a que él quisiera despertar, desde que estuve enferma siempre quise disfrutar incluso los momentos más pequeños así que ahora solo quería salir a caminar un poco en la playa.
Afortunadamente para mí, la playa estaba literalmente a pocos metros del hotel y yo me había puesto un vestido bastante ligero para aprovechar el sol. Cuando llegué busqué un camastro libre, esos que eran solo para los clientes del hotel, encontré uno así que me senté un momento mirando el extenso mar
Saqué de mi bolso mi bloqueador y empecé a ponerme en mis piernas, mis brazos y finalmente en mi cara, sabía que debía cuidar hasta estos aspectos de mi salud, odiaría estar quemada
—Hola.— saludó un chico, estaba en el camastro de al lado, ni siquiera lo había visto —¿Llegaste sola o...—
—Estoy casada.— lo interrumpí y me miró con una pequeña sonrisa burlona
—Lo sé, eres _____, la "Mulán de twitch".— exclamó y alcé mi ceja intrigada —Mi primito te reconoció y no se atrevió a venir a pedirte una foto.—
—Ah.— reí un poco apenada —Lo siento, es extraño que alguien llegue a preguntarme si llegué sola, pudiste iniciar con lo de tu primito.—
—Lo lamento, supongo que también me dio pena y no supe como hablarte.— sonrió —Le diré que venga, si no te molesta.—
—Claro que no, tráelo.— indiqué
Se fue y mientras volvía saqué un espejo para ver que no me viera tan mal. No pensé que me pedirían una foto y sentía que estaba muy simple. Cuando alcé la mirada lo vi llegando con un chavo muy lindo, tenía un ligero aire a Zac Efron cuando grababa "High school musical"
—¿Ese es tu primito?.— cuestioné intentando disimular mi asombro, ambos rieron
—Pues tiene 24 años y yo tengo 27, es mi primito.— le quitó importancia
Me levanté para posar a su lado mientras el otro chico tomaba la foto, él tenía una belleza que intimidaba bastante
—Listo.— exclamó el primo mientras le pasaba su celular al otro —Ahora tenemos que irnos, no queremos molestarte más y menos si esperas a alguien.—
—Siendo sincera no me molestan, acababa de llegar y no estaba esperando a nadie.— confesé
No solía ser sociable, pero cualquier cosa era mejor que estar sola en una playa, me aburriría más
—Si no tienes planes, ¿por qué no nos acompañas?.— ofreció el de belleza intimidante —Nuestra familia está haciendo una carne asada aquí cerca.—
—¿Carne asada en la playa?.— cuestioné y ambos asintieron —A decir verdad no he almorzado y no quería hacerlo sola, así que acepto.—
Ambos chocaron sus palmas y yo agarré mi bolso. El primero empezó a caminar así que lo empezamos a seguir
—Por cierto, me llamo Emilio.— por fin se presentó el "primito"
—Un gusto.— sonreí y me hizo una seña como si se ofreciera a cargar mi bolso, me negué a que lo hiciera —Oye, ¿crees que haya problema si le mando la ubicación a mi esposo por si quiere venir después?.—
—No hay problema, yo los admiro mucho a ambos, o bueno, los sigo desde hace tiempo.— contó algo apenado —Cuando te vi a lo lejos pensé que estaba alucinando, eres tan linda que verte en la playa usando un vestido blanco fue como ver a la mismísima afrodita.—
—Gracias.— exclamé, era una de las cosas más lindas que me habían dicho —Tú igual eres guapo eh, eres literalmente Zac Efron en el mejor momento de su vida.— reí
—¿Realmente piensas eso?.— cuestionó y asentí sin duda —Siempre pensé que la gente me miraba mucho por ser feo.—
—No hay nada más irritante que un guapo que finge que no lo es.— advertí burlona y él soltó una pequeña risa
—¡Ey señorita "estoy casada", deja de subirle más la autoestima a ese cabrón!.— pidió entre risas el primo —Luego no podemos bajarlo de su nube.—
—Una de las chicas más guapas del internet me dijo que soy atractivo, sopórtalo.— respondió Emilio a su primo
Quizás no estuvo bien aceptarle una invitación a un par de chicos que apenas conocía, pero confiaba en que sería una buena experiencia
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