Jeremy había ido a la mañana siguiente a visitar a su hermana ya que no pudo hacerlo la noche anterior cuando Klaus le contó lo que le había pasado a Elena.

Por una parte le alegro saber que estaba bien al igual que sus sobrinos pero por otra parte seguía preocupado porque Elena no estaba del todo bien.

Caroline y Bonnie también sabían de la situación como también el resto de los hermanos Mikaelson.

Los demás que estaban en la mansión supieron tambien de todo dos días después.

Klaus había estado pendiente de Elena y de sus hijos sin embargo mantenía su distancia adecuada con ella.

Hablaban con tranquilidad cuando se veían pero nada más.

Elena a pesar de que le dolía toda la situación también puso su distancia necesaria de Klaus.

Pensó que era lo mejor y lo más sano para los dos.

─ ¿Estás bien? ─ la voz de Elijah saco de sus pensamientos a Elena.

Ella lo miró por unos segundos antes de bajar su mirada.

El original había estado cerca de ella en esos días tan difíciles para Elena.

La verdad es que Elena lo agradecería porque él siempre hacia lo posible para hacerla sentir bien y tranquila.

Elena se había soltado con él, tal vez fue estúpido de su parte pero le contó a Elijah lo que había pasado luego que hablará con Klaus en el día que se puso mal.

Elena sabía que por una gran parte fue mala idea decirle eso a él debido a la situación que la comprometía a ella y a Elijah en el futuro, pero por parte no se arrepintió de hablar con él.

Con Elijah podía hablar sin sentir que la iba a juzgar o decirle algo. Él la comprendía.

En esos días, Elijah fue como su psicólogo personal si se podría decir así.

─ Si ─ respondió Elena ─ solo estaba pensando en el futuro y todo lo que pasará en el.

Elijah asistió con su cabeza seguido por un suspiro que duro algunos segundos, luego de un momento Elijah volvió su mirada hacia Elena.

Elijah se había preocupado demasiado cuando supo lo que le había pasado a Elena, él no tuvo idea de eso hasta el día siguiente cuando Klaus se lo dijo.

La verdad es que se había sentido culpable, después de todo él estaba involucrado en todo ese lío también.

No le gustaba que Elena pasará por todo eso, además ella estaba embarazada de su hermano, y esos bebés eran sus sobrinos, su familia.

Elijah había querido hablar con Klaus de todo eso pero el híbrido le había dejado en claro algunas cosas.

A Elijah le sorprendió bastante cuando esté le dijo que había renunciado al amor de Elena y a cualquier cosa que involucre algo romántico.

Klaus se había visto con mucha seriedad y también real cuando le dijo eso, lo que le hizo pensar a Elijah que Klaus había hablado en serio con él.

El original no sabía que pensar ante eso, por el momento no le había comentado nada de eso a Elena ya que lo que menos quería era ponerla mal y que eso pudiera causar algo malo.

─ ¿Tú estás bien? ─ fue el turno de Elena de preguntarle.

Ella lo había estado mirando desde hace unos minutos atrás y se había dado cuenta de la mirada pérdida de Elijah.

En todo el tiempo que había estado en la mansión no se había tomado la oportunidad de hablar mucho con Elijah hasta hace unos pocos días atrás que había empezado a hablar seguido con él.

Elena entendió a su yo del futuro del porque se enamoró de Elijah.

Él era diferente a Klaus.

«Klaus». El nombre del hibrido retumbó en su mente al pensar en él.

Elena sabía que sería algo muy difícil olvidar a Klaus.

No tenía idea de cómo en el futuro lo había logrado olvidar, en ese momento le hubiera gustado preguntarle a su yo del futuro de cómo lo hizo. Ojalá hubiera tenido respuesta para eso, Elena creyó que las cosas serían más fácil si eso fuera posible.

¿Cómo cambiaba sus sentimientos?.

Elena deseó poder saber eso para evitarse tanto sufrimiento más adelante, ya tenía suficiente con todo lo que la vida le hizo pasar a su corta edad, no quería seguir sufriendo hasta el último minuto de su vida.

─ Estoy bien ─ la respuesta de Elijah hizo volver en si a Elena.

Elena intuyó que Elijah mentia, ¿Podía reprocharle?, No, porque al igual que él, ella estaba en la misma condición.

Los dos se miraron fijamente por unos largos minutos sin decir nada, el silencio fue el compañero entre ambos.

Elijah sintió algo dentro suyo, de nuevo ese sentimiento que conocía perfectamente bien lo había invadido por completo en esos momentos.

¿Podía cambiarlo?, No había una forma y Elijah lo sabía.

No podía simplemente cambiar sus sentimientos de un momento al otro, lo que si podía era evitar pensar en todo eso y así quitarse esos pensamientos de su cabeza que lo estaban invadiendo.

Elijah trató de hacer eso, desvío su mente hacia otra parte la cuál no involucren a Elena.

Elena se movió en su lugar al sentir una especie de corriente eléctrica por todo su cuerpo ante la intensa mirada del original.

─ Yo debo irme ─ dijo Elena levantándose del asiento.

─ Si ─ Elijah asistió con su cabeza ─ yo también debo hacer algunas cosas.

La primera en salir de la cocina fue Elena, luego de unos segundos también salió el original.

[...]

Elena llegó a su habitación con rapidez rogando no encontrarse con nadie en el camino que la detuviera.

Cuando por fin entró a su habitación, suspiró con alivio.

Elena se sentó al lado de la ventana mirando el día un poco nublado afuera de la mansión.

Por un momento quiso poder salir de ahí para respirar el aire puro del exterior y también para poder caminar libremente como antes por Mystic Falls.

Elena bajó su mirada hacia su vientre, acarició con sus dos manos la zona.

─ Quisiera poder verlos ─ murmuró en voz baja.

Elena hace unos años atrás no se hubiera imaginado estar en esa situación.

Incluso en esos momentos todo era demasiado intenso por así decirlo.

Era prácticamente una adolescente embarazada de dos bebés, y aún ni siquiera había terminado la escuela.

Su vida era todo menos normal, Elena sabía que jamás sería normal, eso era algo imposible.

Sin embargo a pesar de todo, no se arrepentía de nada. Ser madre era una bendición que no pensó tener jamás.

Los pensamientos de Elena se fueron hacia el otro hijo que tendría en el futuro con Elijah.

Elena sintió un dolor en su corazón al recordar a Eric, le dolía pensar en lo que había sufrido al perderla a ella y también a Elijah.

Elena más que nadie conocía el sentimiento de perder a sus padres.

Por otra parte Elena también se sintió mal por Henrik y Hope. Ella rogaba en su mente que por lo menos Klaus no muriese también en el futuro, eso definitivamente sería un apoyo grande para sus hijos mayores sin embargo sabía que si las cosas pasaron de forma distinta, entonces también sus dos primeros hijos sufrieron de la misma forma.

Elena lo que menos quería era que sus hijos sufrieran como ella y Jeremy lo hicieron en el pasado.

─ Prometo hacer todo lo posible para estar con ustedes lo más que pueda en el futuro ─ juró Elena acariciando su vientre mientras seguía mirando por la ventana ─ lo prometo.

Elena se quedó por un rato más mirando por la ventana hasta que finalmente se acostó en su cama, cerró sus ojos tratando de conciliar el sueño por un rato.

[...]

Klaus había estado en su despacho casi toda la mañana, estuvo armando algunos planes para destruir a sus enemigos en el futuro.

Tal como había prometido, trató de dejar de pensar en Elena del presente como también la del futuro junto con su hermano Elijah.

Eso último había sido más difícil en ese día ya que por un momento la vio hablar con Elijah en la cocina.

A pesar de que fingió demencia y trató de olvidar sus sentimientos las cosas no le eran del todo fácil sin embargo sabía que podía contra lo que sentía.

Klaus pensó que lo que estaba haciendo era lo mejor, no solamente para Elena sino también para él mismo.

Klaus no era precisamente la persona más estable mentalmente y lo sabía, su última rotura romántica había sido con Aurora y las cosas no habían salido bien, él había quedado muy mal e incluso había cambiado demasiado para evitar que nuevamente lo volvieran a lastimar.

Él no quería pasar de nuevo la misma etapa, pensó que estaba a tiempo de evitar llegar a la locura y por eso quería mantenerse alejado de Elena románticamente lo mayor que pudiera.

Klaus sabía que había cometido un grave error al haberse visto vulnerable, ese no era él, Klaus odiaba verse así, no dejaría que lo volvieran ver de tal forma.

Por lo único que no se arrepentiría en tener debilidad y sentirse vulnerable serían sus futuros hijos, ellos eran lo único que Klaus no se arrepentía en tener.

Sus hijos eran su todo.

Su familia y su amor incondicional.

Solo ellos dos.

¡CAPÍTULO 18!

¿Quién más está con Klena en la felicidad y también en la tristeza como ahora?.

Con permiso, ahora me voy a hacer la lloración por hacer sufrir a Klena.

🥺😭💔