Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝗢𝟮𝟳. 𝖿𝖺𝗋𝖾𝗐𝖾𝗅𝗅

CAPÍTULO
VEINTISIETE

❝DESPEDIDA❞

• • •

       LLEGAMOS A LA ALDEA Y LO PRIMERO QUE vimos fue a Gai-sensei esperarnos en la puerta principal junto a Tenten.

──¡Gai-sensei! ¡Tenten! ─gritó, como si ellos no nos hubieran visto.

──Sí que guardas energía. ─murmuré al verlo tan energético.

──¡Lee! ¡Lee, chico, Saiko! ─gritó el sensei.

──Él es peor. ─solté un leve suspiró.

No pasó ni un minuto para ver a Gai-sensei abrazar a Lee prácticamente lanzándonos a nosotros al otro lado.

──¡Estás recuperado! ¡Has vuelto! ¡Lee! ─exclamó llorando a mares.

──¡Sí! ¡Gai-sensei, muchas gracias! ─Lee lloraba igual o peor.

Gaara y yo nos miramos por unos segundos para después pasar de ellos y entrar a la aldea encontrando a la castaña.

──Solo ibas a dar un reporte, ¿eh?

──Sí, bueno, una cosa llevó a la otra. ─me encogí de hombros. ──. ¿Qué hay de los demás?

La sonrisa de Tenten se esfumó.

──Todos han llegado menos Naruto y Sasuke.

──Me lo espere.

──Shikamaru y Kiba ingresaron con lesiones menores, las de Kiba no tanto, y fue gracias a que Temari y Kankuro los ayudaron con el enemigo.

Supongo que la pequeña duda de Gaara sobres sus hermanos fue aclarada por el cabello de dango.

──No obstante, Chouji y Neji están siendo atendidos. ─miró a otro lado. ──. Ambos están siendo operados por las heridas graves. Están en un estado crítico.

Escondí mi rostro entre los mechones de mi cabello para ocultar mi preocupación por mi compañero y amigo.

──Él estará bien, ¿no? ─el silencio de Tenten fue más que suficiente para saber que tan delicado se encontraba. ──. Ya veo.

Sin decir nada más, camine directo al hospital ignorando los llamados de mi compañera. Gaara por su parte me siguió sin dejar de mirarme de reojo. Ninguno dijo nada y eso era lo mejor en esta situación, quería saber cómo estaba mi hermano y claramente ir a esperar a que el castaña saliera vivo de aquel quirófano.

Me dirigí inmediatamente a la recepción para saber el quirófano donde se encontraba, pero me negaron la información al no ser un familiar. Así que opté por colarme siendo seguida por el pelirrojo.

Me desesperé al no encontrar el quirófano del castaño.

──Hey, enana. ─me detuve al escuchar una voz conocida. ──. ¿Buscas a alguien? Te ves perdida.

Giré mi cabeza encontrando a Kankuro sentado en unos de los bancos.

──¿Desde cuándo llegaste? ─pregunté acercándome a él.

──Unas pocas horas, ¿por?

──De casualidad, ¿sabes donde está el quirófano de Hyuga Neji? ─era imposible que lo supiera, pero no perdía nada por preguntar.

──No, solo sé dónde está ese chico Kiba. ─sonrió de medio lado mirando de reojo a Gaara, con algo en mente ──. ¿Acaso ese tal Hyuga es tu novio?

──Ya quisiera él. ─suspiré sentándome a su lado. ──. ¿Y Temari?

──Está con tu hermano en el quirófano de su amigo. Escuché que su estado es crítico y no se sabía si viviría por hoy.

Pasé saliva al pensar que posiblemente uso las píldoras de su clan y aquello podía llevarlo a la muerte. Sí ese fuera el caso, papá tuvo que prestarle a Lady Tsunade la enciclopedia de nuestro clan.

──Supongo que le debo las gracias a Temari por salvar a mi estupido hermano. ─suspiré. ──. Con esto se cobra el haberlos ayudado a salir de Konoha ese día.

Ambos me miraron sin decir nada, seguramente recordando esos días.

──Lamento mi actitud ese día. ─dijo Kankuro. ──. Y el querer matarte en nuestro encuentro. Aunque admito que me impresionaste mucho, enana.

──Sí, igual tú. ─miré de reojo su marioneta. ──. Veo que ahora son dos, ¿eh?

──¿Impresionada?

──Para nada. ─rodé mis ojos.

A los segundos, Gaara se sentó en medio de nosotros sin decir nada en absoluto, pero escuche una leve risa de Kankuro que no le di importancia A los minutos de estar en silencio me levanté llamando la atención de los chicos.

──Iré a ver a mi hermano. ─avisé. ──. Conociéndolo, debe de estar deprimido por fallar su primera misión.

Los miré por última vez antes de caminar hacía donde Kankuro señaló hace rato. Al irme acercando logré escuchar algunas palabras de mi padre, dando un discurso a mi hermano por darse por vencido ante una misión fallida. Me escondí entre la pared escuchando ahora a la Hokage agradecer por la enciclopedia anunciando que Chouji estaba fuera de peligro.

Unos pasos rápidos pasaron por mi lado, era Shizune que le informó a la rubia lo que tanto anhelaba oír. Al parecer al Hyuga le retrasaron su muerte y seguía respirando. Kakashi había traído a Naruto, quien no tenía heridas graves.

Lo malo, es que Sasuke no regreso.

──Shikamaru, tu misión fue un fracaso. ─fue lo último que escuché antes de irme, no tenía caso quedarme. Despúes iría con mi hermano a molestarlo con mi presencia.

Solté un suspiró sintiendo alivio en mi pecho al saber que no hubo bajas más que el Uchiha que se fue de la aldea para irse con Orochimaru.

Una sonrisa surcó mi rostro al ver a Hinata caminar por un pasillo.

──Hinata. ─se detuvo al escucharme. ──. ¿Vas a ver a Neji?

──S-sí, escuché que está fuera de peligro.

──¿Te molesta si te acompaño? ─ella negó así que juntas fuimos a la sala de terapias intensivas encontrando a Hiashi. ──. Aún no permiten verlo, ¿cierto?

──Aún es muy pronto, pero comentaron que recobrará la conciencia dentro de poco.

Eso me alivio.

──Neji-niisan es muy fuerte. ─comentó Hinata jugando con sus dedos.

──Sí, es la persona más fuerte que conozco. ─dije mirando la puerta de la sala. ──. Me alegra saber que Lady Tsunade estuvo aquí. No sé qué pasaría si no se hubiera convertido en Hokage.

Si no fuera por eso, tal vez Neji sería historia.


























































       SALIR A DESPEJAR LA MENTE NO VIENE MAL de vez en cuando. Así que tomé mi libro y puse marcha a mi destino, a mi precioso árbol de cerezo donde leía con calma.

Justo ahí pude disfrutar de mi lectura tranquilamente, despejando mi mente de todos los sucesos que han pasado últimamente en estos días. Solo eramos yo y mi libro.

Hasta que sentí una presencia sentarse a mi lado, no necesitaba voltear para saber de quién se trataba. Podía sentirlo admirar mi perfil con mis cabellos balanceándose a los lados gracias al viento.

──¿Admirando la vista? ─pregunté al sentir un pequeño hilo de arena dejar un mechón de mi cabello detrás de mi oreja para tener una mejor visión.

Ciertamente, esto parecía un deja vú.

──Sí a mi me pasara algo, ¿te preocuparías por mí así como lo haces con ellos? ─su pregunta me tomó por sorpresa.

No sabía porqué preguntaba algo como eso, supongo que aún no experimenta esa sensación de que alguien se preocupe por él a ese extremo de salir a buscarlo para rescatarlo.

──¿A qué viene esa pregunta? ─hice que mi sombra lo tomara de su rostro para que me mirará. Como él lo hacía con su arena.

Sin embargo, Gaara no dijo ninguna palabra.

──Claramente me preocuparía por ti. ─ambití cerrando mi libro, no sin antes colocar mi separador. ──. Y prometo, que sería la primera persona que verás cuando te levantes, si tus ojos se cierran por completo un día.

Mi respuesta pareció sorprenderle ya que evadió mi mirada enfocandola en la flor tipo amaryllis que estaba a pocos centímetros míos.

──Es linda, ¿no? ─pregunté refiriéndome a la flor.

──Es la primera vez que veo una que no es un libro. ─sincero sin dejar de mirarla. ──. En Suna no hay mucha vegetación y la poca que he llegado a cuidar se termina muriendo.

Una pequeña idea pasó por mi mente.

Llevé mi mano a la flor arrancando desde la raíz conservando un poco de tierra, giré mi mano sobre ella creando una esfera de sombra ligeramente transparente para que se pudiera apreciar su belleza. Tome la mano del pelirrojo para depositar la flor en ella.

──Con esta no tendrás que preocuparte por regarla, mi esfera de sombra la mantendrá viva y radiante. ─dije, mirando como tocaba la esfera con curiosidad y admiración. ──. Puedes conservarla en tu futuro despacho de Kazekage y cada que la veas acuérdate de mí.

Él me miró por unos segundos.

──No morirá a menos que yo lo haga. ─este era mi pequeño regalo, cómo el que él me dio hace tiempo. ──. No es la gran cosa, pero algo es algo, ¿no?

──No, es perfecto. ─concentró su atención en admirar mi persona. ──. Te lo agradezco.

Sonreí levemente mirando a otro lado. Por unos segundos recordé que hoy se iba a su aldea y que posiblemente esté llegando tarde para irse.

──¿No deberías de estar en la puerta de la aldea?

──Quería verte una última vez.

──Sí recuerdas que iba a despedirte junto a mi hermano, ¿no?

──Me gusta más estar contigo a solas. ─aclaró mientras se levantaba. ──. Supongo que el tiempo se terminó. ─me miró. ──. ¿Me despides?

──Claro. ─me levanté con ayuda de su arena.

El camino a la puerta fue silencioso y un poco largo. Ambos podíamos sentir que este sería otro adiós, pero algo nos decía que sería un adiós por un largo tiempo. No como en estos meses, que nos veíamos cada dos o tres semanas en algunas misiones. Lo admitó, lo iba a hechar de menos.

Al llegar a la puerta encontramos a nuestros hermanos esperando por nosotros.

──Ya era hora. ─habló el pelinegro. ──. Creí que te habías quedado dormida.

──Estaba a punto de hacerlo. ─le aclaré. ──. Espero que su estadía en la aldea haya sido de su agrado.

──Konoha siempre nos ha tratado muy bien. ─comentó Temari. ──. No tengo quejas.

──Me alegro escucharlo.

──Gracias por lo que hicieron. ─agradeció mi hermano. ──. Les debemos una.

──Ni lo menciones. ─dijo la rubia sin apartar la mirada de mi hermano.

──¿Y qué hay con él? ─preguntó Gaara refiriéndose a Naruto.

──¿Hablas de Naruto? Él se va hoy de la aldea para empezar su entrenamiento con Jiraiya-san.

──¿Jiraiya? ¿Uno de los tres Legendarios Sannin? ─preguntó Kankuro.

──Sí, va a ser todo un fastidio. ─en eso estamos de acuerdo. ──. Cuando regrese será más fuerte y enfadoso que nunca.

──Así es él, qué puedes esperar de una cabeza hueca. ─dije mirando de reojo a mi hermano.

──Ya veo.

El silencio reinó por unos segundos.

──Espero y tengan un buen viaje. ─dije mirando a los tres. ──. Los veré cuando el destino lo decida.

──Eso espero. ─Kankuro despeinó mi cabello. ──. Cuidate, enana.

──Nos vemos después, bebé llorón. ─se despidió Temari de mi hermano.

──¿Bebé llorón? ¿De que me perdí? ─le pregunté a Shikamaru.

──De nada importante. ─bufó mirando a otro lado.

──Gaara, andando.

Giré mi cabeza mirando al nombrado parado al frente mío. Prontó saco algon de su porta-armas. Una leve sonrisa se mostro en mi rostro cuando vi unos mochis.

──Se me está haciendo costumbre traerte uno cada que vengo. ─aclaró, viendo el brillo de mis ojos en cuanto tomé su presente.

──Te lo agradezco. ─lo miré directo a sus ojos. No quería que esto terminará, pero así debe ser. ──. Esta es la despedida. ─dije causando su miraba fuera de mis ojos. ──. Nos veremos en otra ocasión, Gaara. ─mencione, regresando sus ojos a los míos.

──Esperaré con ansias ese día, Saiko.

Sin decir más, dio media vuelta yéndose de la aldea junto a sus hermanos dejándonos a nosotros dos en la entrada.

──¿Qué onda con tu amistad con Gaara? ─preguntó mi torpe hermanito mientras guardaba mis mochis.

──¿Qué onda con la tuya con Temari? ─lo miré de reojo antes de dar media vuelta. ──. Cómo sea, es hora de que él se vaya.

Él no dijo nada, pues sabía que me refería a Naruto, quien iba a irse de Konoha para entrenar con Jiraiya. Su partida provocó que todos los demás comenzarán a entrenar para llegar a superarlo cuando regrese dentro de unos casi tres años.

Camine hasta llegar a la pequeña azotea donde me sentaba de pequeña con mi hermano a ver las nubes. Gracias a mí se le pego ese hábito al igual que lo perezoso de papá.

Sin decir nada, ambos nos sentamos mirando las nubes disfrutando de nuestro silencio con él acostado en mis piernas, aproveche eso para deshacerle su coleta dándole un masaje en su cabeza.

Enfoqué mi mirada en el cielo sintiendo la brisa fresca del viento jugar levemente con mi cabello. Cerré mis ojos inhalando un poco de aire relajando mi cuerpo.

Veremos cuánto tiempo pasa para volvernos a ver... Gaara.

• • •

.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro