𝗢𝟭𝟲. 𝗂𝗆𝗉𝗈𝗋𝗍𝖺𝗇𝗍
─ CAPÍTULO ─
DIECISÉIS
❝IMPORTANTE❞
• • •
EL ÚLTIMO ENCUENTRO FUE EL DE CHOUJI contra el ninja del sonido que quedaba, al final terminó en menos de cinco minutos con el ninja momia como el ganador.
──Felicito a todos los que avanzaron a las finales del tercer nivel de los exámenes chunin. ─habló el sensor de la preliminar una vez que todos nos colocamos en fila frente al Hokage y sensores. ──. Aunque hay una persona ausente, quisiera felicitarlos.
Solté un leve bostezo siendo ocultado por mi mano, después de que se acaben los exámenes me iré a dormir en definitiva.
──A continuación les explicaré las reglas de las rondas finales. ─anunció Lord Hokage al frente de todos.
──Qué fastidio. ─emití.
Después de eso el Hokage nos dio una explicación de lo que se iba a tratar el tercer y último examen dándonos un mes para entrenar pues todos habían observado nuestros jutsus. Nuestros rivales serán elegidos después de sacar uno papel con un número.
──En calma y de modo ordenado, cada uno de ustedes va a tomar un pedazo de papel de la caja que Anko está sosteniendo. ─comunicó el jefe supremo de Konoha.
──Nadie se mueva, yo me acerco. ─la loca fue pasando por cada uno de nosotros. ──. Solo tomen uno.
Tomé mi papel leyendo el número diez en esté.
──De izquierda a derecha diganme el número que está escrito en el papel que escogieron. ─ordenó Ibiki.
──Diez. ─dije sin mucha importancia sin prestarle atención a los números de los demás.
──Muy bien, ahora les diré cómo se llevará a cabo el torneo final de selección. ─me tensé un poco ante eso, era un tipo sorteo con nosotros para ver quienes iban a pelear.
──¿Para eso son los números? ¿Para jugar lotería? ─soltó Shikamaru sin mucho gusto.
──Ibiki, muestra que ninja será el contrincante de quien.
──Sí, señor. ─nos mostró una hoja con los encuentros.
Los cuales eran un torneo.
Entrecerré mis ojos al leer el nombre de mi oponente. Tal parece que me tocó el ninja de Otogakure.
──Esto será interesante. ─miré de reojo al sujeto. ──. Pero no eres tú a quien quiero enfrentar.
Me limité a ignorarlo regresando mi mirada a la tabla notando que a Neji le tocaba contra Naruto siendo su encuentro el primero. Mi hermano iba contra la hermana de Gaara mientras que él iba contra Sasuke.
──¿Puedo hacer una pregunta, señor? ─preguntó mi hermano.
──Sí puedes.
──Sí esto es un torneo, eso significa que solo habrá un ganador. ─como siempre pensando más allá de lo normal. ──. Es decir, que entonces solo uno se podrá convertir en chunnin.
──De hecho es todo lo contrario. ─contestó confundiendo a la mayoría.
Después explicó que los jueces evaluarán las habilidades y decidirán quienes poseen las cualidades para convertirse en chunnin. A pesar de perder, puedes convertirte en chunnin.
──Les agradezco su paciencia. ─terminó de explicar para finalizar esto. ──. El examen se pospone hasta el próximo mes.
Esto será aburrido.
CAMINE LENTAMENTE SOSTENIENDO entre mi mano aquel girasol que había comprado, bueno en realidad había una promoción y compre dos. Llegué a mi destino, el hospital. Quería pasar a visitar a Lee antes de que mi madre me pusiera a entrenar como loca desde que se enteró que califique para los exámenes chunnin.
──Buenos días, busco la habitación de Rock Lee. ─hablé llegando a la recepción.
──Oh, claro. ─se puso a ver una lista que tenía en su mano. ──. El joven Rock Lee está fuera de peligro, pero debido a sus lesiones tendrá que asistir a rehabilitación. Su habitación es la 2-205.
Sabía que sus heridas iban a más allá y no sabía cómo lo estaba tomando mi amigo.
──Debido a su situación las visitas no deben durar más de diez minutos.
──Comprendo. Gracias. ─di media vuelta dirigiéndome hacía la habitación correspondiente.
Toqué la puerta tres veces.
──Adelante. ─escuché su débil voz, entré encontrando al chico observando por la ventana. ──. Ah, eres tú Saiko.
Intentó darme la sonrisa de siempre, pero no le salió.
──Te traje un presente. ─dije, dejando un girasol en un florero con agua.
──Es muy bonita, gracias.
──Escuche que ya estás fuera de peligro. ─me senté en la ventana mirando los árboles del patio.
Él no respondió nada.
──¿Quieres hacer algo? ─pregunté para acabar con el silencio. ──. Sí gustas, puedo leer un poco.
──Agradezco tu compasión, Saiko. ─me miró. ──. Pero lo que quiero no me dejan hacerlo.
Sabía a lo que se refería.
──Aún no te recuperas. ─le recordé lo obvio. ──. No puedes forzar a tu cuerpo a seguir.
──Sólo quería demostrarle al mundo que alguien sin talento puede convertirse en un espléndido ninja. ─cerré mis ojos al escucharlo hablar. ──. Y no demostrarle lo inútil que fui en el encuentro.
──No de nuevo, Lee. ─susurré.
──¿Por qué no me apoyas? ─me miró con esos ojos de cachorro. ──. No quiero estar el resto de mi vida en una camilla.
──Lee. ─abrí mis ojos. ──. Tu demostrarte ser más que un espléndido ninja. ─me levanté de la ventana. ──. Ojalá pudieras verte como yo lo hago. Eres un shinobi ejemplar, tal y como eres.
Camine hasta llegar a la puerta abriendo esta sin siquiera mirarlo.
──Lamento no "apoyarte", como dices... pero quiero mantener a mi mejor amigo vivo. ─dije antes de salir de la habitación.
Solté un pesado suspiro caminando hacia la salida del hospital con mi otro girasol en mi mano.
──¿Mal día? ─me detuve para mirar de reojo a Neji recargado en la columna de piedra del hospital.
──Y acaba de empezar. ─dije en un suspiró. ──. ¿No deberías estar entrenando para el examen?
──Lo mismo iba a preguntarte. ─abrió sus ojos mirando los míos.
Sabía que algo necesitaba de mí.
──Iba a ir a comer, ¿me acompañas? ─pregunté para saber qué es lo que quería. ──. Y de paso me dices que necesitas de una perezosa.
──Hmp. ─emitió. ──. No lo veo tan mal.
Camino a mi lado en silencio hasta que encontramos un lugar donde servían comida de distintas cosas. Pedí un plato de Tonkasu y Neji su tan amado Soba.
──Ten. ─le ofrecí el girasol que tenía conmigo.
Neji entrecerró sus ojos al ver la flor entre mi mano.
──¿Y para qué quiero eso? ─preguntó confundido mientras la tomaba.
──Me da flojera llevarla. ─me encogí de brazos sin darle mucha importancia.
──¿Y por qué la traías contigo?
──Había una promoción así que las compré. Un girasol se la di a Lee, no quise dejarle otra, no quiero que piense que se va a morir o algo por el estilo. ─conté tomando un poco de té. ──. Al encontrarte quise dártela para no llevarla conmigo.
──Esto seguro que tenías en mente a otra persona. ─soltó dejando el girasol con cuidado a un lado suyo.
──No tenía en mente a nadie. ─cruce mis brazos.
──Claro qué sí. ─dijo seguro de sí mismo. ──. Y esa persona tiene el pelo rojo.
Sabía hacía dónde se dirigía.
──Sí, claro. ─rodé mis ojos.
──¿Ese no es Gaara? ─cuando dijo eso, inmediatamente miré disimuladamente hacía donde veía, pero no había nadie. ──. Te lo dije.
Solté un suspiró pesado.
──Eso no prueba nada y lo sabes. ─sentencié desviando mi mirada.
──¿Y qué lo prueba? ¿El domo que hiciste con sombras para no ver qué hacían ustedes dos adentro? ─giré mi cabeza para mirarlo. ──. ¿En serio crees que nadie lo noto?
──No pasó gran cosa.
──¿Por qué un beso en la frente es la gran cosa? ─mi sorpresa se instaló en mi rostro.
──¿Cómo-...? ─me quedé en silencio al saber que usó su Byakugan. ──. ¿Sabes? Deberías de saber que me estoy comenzando a sentir incómoda al ver como usas tu Dojutsu en mi vida personal.
──Ya lo creó. ─soltó una leve risa burlona. ──. ¿No es un poco menor para ti?
No dije nada, pues él tenía razón completamente.
──Aunque, bueno, por el momento no es tan malo. ─aclaró lo que me hizo mirarle. ──. Ambos son menores de edad. Me preocupa cuando tengas 18 y él unos 15 o 16 años.
No entendía la razón de porque mi cuerpo decayó tanto.
──Tal vez tengas oportunidad cuando él tenga 19 años.
──Claro~ para cuando yo tenga 21 años. ─solté con sarcasmo. ──. No te ofendas Neji, pero callado ayudas más.
──Ni sé porqué te preocupa tanto, Saiko. Se que ni siquiera te atraería alguien como él. ─fruncí mi ceño ante sus palabras. ──. Además, él es de Sunagakure y estoy seguro que no tendrías nada con él por el mero hecho de vivir a tres días lejos.
A quien engañaba. Seguramente no era nada importante lo que mi pecho sentía cuando estaba a su lado, solo era un mero berrinche. Jamás le interesaría a alguien. Soy una mujer muy perezosa y eso no le llama la atención a nadie.
Supongo que él tiene un punto.
──Y bien, ¿cuándo vamos a comenzar? ─pregunté cambiando de tema. ──. Habló del entrenamiento. ─él se sorprendió. ──. Sé que necesitas mi ayuda y puede que aproveche para entrenar un poco.
──¿Te parece comenzar mañana?
Ahora debía enfocarme en la realidad y no en fantasías de niña en plena pubertad.
CAMINABA A PASO LENTO HACÍA MI CASA, YA ESTÁ por oscurecer así que alenté mi paso. Había pasado casi todo el día leyendo debajo de un árbol sin ganas de regresar a casa.
Pero ahora estaba aquí.
Salude a mis padres, después de cenar y haber hablado sobre nuestro día me fui directo a mi habitación. Pero como no podía dormir tomé mi frazada y salí afuera subiendo hasta el techo donde me senté observando la luna llena resplandecer.
El frío viento soplaba con sutileza despeinando mi cabello suelto, siempre que dormía, lo hacía sin ningún peinado. Mi cuerpo no sentía frío gracias a la frazada que cubría mi cuerpo.
Miré de reojo el techo de unas cuantas casa de la mía. Había jurado a ver sentido el chakra de un ninja del sonido, pero se desvació de repente. No le preste tanta atención y regrese mi miraba al cielo.
Sentí a mi sombra oscurecerse en cuanto una presencia se acercaba poco a poco hasta que sentí el olor de la arena. Una arena tan familiar.
──¿No deberías estar dormido? ─pregunté sin mirarle.
──Yo debería hacer esa pregunta. ─mi cuerpo se estremeció al escuchar su fría voz no tan lejos de mí. ──. ¿Un mal sueño?
──Simplemente no podía dormir. ─me deshice de la frazada al sentir como se sentaba a mi lado. ──. ¿Qué hay de ti?
──Yo no duermo.
──Eso lo supuse al ver tus ojeras. ─giré mi cabeza mirando su perfil. ──. Aunque no significa que eso esté bien. Deberías dormir, puede hacerte daño el no hacerlo.
Él giró su cabeza quedando frente a la mía observando mis ojos con un leve toque de confusión.
──Tú... estás... ¿Estás preocupada por mi? ─terminó su pregunta después de varios segundos.
──Eso creo. ─desvíe mi mirada sin saber porqué razón sentía nervios. ──. Nos conocemos un poco y bueno... me salvaste una vez así que es justo que me preocupe, ¿no? ─sonó como una pregunta para tratar de convencerme.
──Nunca nadie se había preocupado por mi. ─murmuró, pero lo alcancé a escuchar.
──Si quieres... ¿podemos ser amigos? ─algo dentro mío se rompió.
Aún con leves nervios miré sus ojos turquesas encontrando estos muy abiertos.
──¿A-amigos...? ─susurró.
──Sólo si tu quieres. ─aclaré.
Él se quedó pensando por un largo periodo de tiempo, como si estuviera pensando en algo y recapacitará media vida.
──Jamás podemos ser amigos... ¡Soy un monstruo! ─expresó llevando su mano a la cabeza. ──. Te haré daño.
Comenzó a soltar jadeos de dolor cerrando sus ojos fuertemente sosteniendo su cabeza con ambas manos. Parecía que estaba por hacer algo, pues su arena comenzaba a levantarse.
Solté un leve suspiró y lejos de estar muerta del miedo, coloque mis manos en su mejilla para juntar su frente con la mía mientras mi sombra se entrelazaba con su arena.
──No me importa lo que los demás crean de ti o si tú te consideras como tal. Tampoco me importa tu pasado ni lo que hiciste. ─hablé suavemente sintiendo su cuerpo relajarse ante mi tacto. ──. Para mi eres importante, Gaara.
Le brinde una dulce sonrisa que en mi vida había dado.
Vi sus ojos humedecerse antes de que me abrazara con fuerza escondiendo su rostro en el hueco de mi cuello. Era tan solo un niño a quien la vida no lo trato bien.
Pero ahora me tenía a mí.
• • •
.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro