Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21.

DESPUÉS DE TI.
Capítulo 21.

El aire salado de la playa seguía impregnado en mi ropa mientras me alejaba de la orilla, con la respiración agitada y el corazón latiendo de forma descontrolada. Mis pasos eran rápidos y torpes, como si necesitara poner tanta distancia como fuera posible entre Harper y yo. Como si al alejarme de ella pudiera alejarme del dolor que me había atravesado el pecho al escuchar su confesión.

Las palabras de Tessa, el rostro de Harper, cada cosa resonaba en mi cabeza en imágenes rápidas y distorsionadas qué no me dejaban pensar con claridad, todo era un desastre.

Mi respiración se volvió pesada. Sentía un vacío en el pecho que no podía explicar, como si algo dentro de mí se hubiera roto de golpe. Mis manos estaban cerradas en puños. Sentía el temblor en mis dedos, la presión en mis palmas por la fuerza con la que apretaba mis propias emociones. No podía explotar. No debía hacerlo. Pero la rabia, la confusión, la tristeza...

Todo se mezclaba en mi interior como un torbellino imposible de controlar.

El sonido de las olas chocando contra la orilla se mezclaba con el de la arena crujiente bajo mis pasos apresurados. Mi corazón latía tan fuerte que sentía que iba a estallar. No sabía qué hacer, no sabía qué sentir. Una parte de mí estaba enojada, traicionada, dolida hasta un punto que nunca había experimentado. La otra parte...simplemente no podía procesarlo.

— ¡Miguel!.—Su voz me alcanzó como un eco lejano cargado de desesperación.

No me detuve. No podía.

— ¡Por favor, espera!.

Los pasos de Harper se apresuraron tras de mí. Sabía que estaba llorando, podía escucharlo en su voz entrecortada. Pero no me giré. No quería verla. No quería enfrentar esto ahora.

Sin embargo, ella no se rindió. Finalmente logró alcanzarme y se posicionó frente a mí bloqueándome el camino. Su rostro estaba bañado en lágrimas, su respiración entrecortada, las mejillas enrojecidas y su expresión deshecha.

Nunca la había visto así. Odiaba verla tan vulnerable, odiaba el nudo en mi pecho que me hacía querer sostenerla entre mis brazos...pero al mismo tiempo, el dolor dentro de mí era más grande que cualquier otra cosa.

— ¡Por favor, escúchame!. —Rogó con la voz quebrada.

Negué, desviando la mirada y tratando de apartarme, pero ella se aferró a mi brazo.

Me quedé inmóvil por un segundo, sintiendo la calidez de su piel sobre la mía. Por un instante, pensé en ceder, en mirarla y escuchar lo que tuviera que decir. Pero la traición pesaba más. Me zafé de su agarre con suavidad sin mirarla, y di un paso atrás.

— No quiero hablar contigo ahora.—Mi voz salió más dura de lo que esperaba. No quería herirla, pero tampoco podía ignorar lo que sentía.

Ella negó con la cabeza, las lágrimas resbalando por sus mejillas.

— Por favor...quería decírtelo, Miguel. Enserió.—Susurró entre sollozos.— Lo intenté tantas veces, pero tenía miedo...No quería que me odiaras.

Mis puños se cerraron con fuerza. El enojo trataba de salir a la superficie, pero me obligué a contenerlo. No iba a explotar, no quería hacerlo.

— ¿Miedo?.— Mis ojos finalmente la encontraron, y en ese momento deseé no haberlo hecho. Verla así, tan rota, solo hacía que todo doliera más.— ¿Cuándo fue?.

Pregunté con frialdad, ignorando el nudo que se formaba en mi garganta.

— ¿Cuánto tiempo llevabas guardándote todo esto?.

Harper bajó la mirada, incapaz de responder al instante. Su silencio fue suficiente para que mi pecho se apretara aún más.

— Hace unos meses... —Confesó al fin con la voz casi inaudible.

Solté una risa amarga y di un paso atrás, pasándome las manos por el cabello con frustración.

— ¡Hace unos meses!. —Repetí, sintiendo que el aire me faltaba. Levanté la mirada hacia ella, y la expresión de culpa en su rostro solo me golpeó más fuerte.— Todo este tiempo, Harper. Todo este maldito tiempo, y no me lo dijiste.

Ella negó rápidamente, con la desesperación pintada en su rostro.

— Miguel, por favor escúchame...No quería hacerte daño, no quería perderte. Solo...no sabía cómo enfrentarlo, no sabía cómo decírtelo.

Negué con la cabeza, dejando escapar otra risa amarga y sarcástica de mis labios.

— Me sentí como un imbécil, Harper. Te veía mal, distante...Pensé que era mi culpa, que había hecho algo...Que te estaba lastimando de alguna manera. Pero no. Era esto, era la culpa carcomiéndote por no decírmelo.

Harper sollozó con más fuerza cubriéndose el rostro con las manos. Su dolor era evidente, pero el mío también lo era.

El silencio cayó entre nosotros por un largo momento. Solo sus sollozos y el sonido del mar nos acompañaban. Yo respiré hondo, tratando de calmar el caos en mi mente.

— Olivia quería esto... —Murmuré finalmente.— Y yo nunca estuve de acuerdo. Pero era su decisión. Aun así, jamás pensé que...—Mi voz se quebró levemente, y tuve que cerrar los ojos por un segundo, tragándome las emociones que amenazaban con desbordarse.

— Lo sé...—Susurró Harper.— Lo sé, y lo siento mucho...

Ella intentó dar un paso más hacia mí, pero yo retrocedí de inmediato. Su mirada se llenó de más dolor al notar mi reacción.

— No. —Dije en voz baja.— No puedo hacer esto ahora. No quiero hablar contigo, Harper. No quiero estar cerca de ti.

Harper dejó escapar un pequeño gemido ahogado, como si mis palabras hubieran sido un golpe directo a su pecho. Pero no podía hacer otra cosa. Necesitaba tiempo.

Necesitaba espacio. Di un paso atrás, alejándome de ella.

— No te odio, nunca podría hacerlo... —murmuré, viendo cómo nuevas lágrimas rodaban por sus mejillas.— No te odio por tener ese corazón, no es tu culpa. Pero ahora...Necesito un tiempo. Necesito pensar.

Dicho esto, me di la vuelta y seguí caminando, ignorando el sonido de su llanto detrás de mí. Cada paso se sentía como una puñalada en el pecho, y que me alejaba más de la persona que amaba. Pero no podía quedarme. No ahora.

Me alejé con el corazón hecho pedazos, sintiendo que, a pesar de todo, una parte de mí quería quedarse. Pero simplemente no podía.

────────────────

El viento golpeaba mi rostro con suavidad, enredando mechones de mi cabello mientras me abrazaba a mí misma. Me encontraba sentada en uno de los pequeños sofás del yate, perdida en mis pensamientos con la mirada fija en la nada.

A pesar del bullicio ocasional de algunos chicos dispersos por ahí, sentía que el mundo se había reducido a un eco lejano. No había dormido nada en toda la noche. Mis ojos hinchados y las ojeras marcadas eran la prueba de ello. Todo lo que había pasado con Miguel me pesaba como una piedra en el pecho, oprimiéndome hasta el punto de sentir que apenas podía respirar.

Intenté hablarle varias veces antes de subir al yate, pero él ni siquiera me miraba. Se alejaba, esquivándome como si le resultara insoportable mi presencia. No me dirigió una sola palabra en todo el día. Sabía que no debía insistir más. Ya le había dado su espacio, y si él lo quería, aunque doliera, estaba bien. No podía culparlo. Todo esto había sido mi culpa.

Un suspiro tembloroso escapó de mis labios mientras apretaba los puños sobre mis piernas tratando de contener las lágrimas. Sin embargo, antes de que pudiera seguir sumergiéndome en mi propia tristeza, sentí unos brazos rodeándome con calidez.

Me sobresalté un poco, pero ese calor familiar pronto me inundó, brindándome el consuelo que tanto necesitaba. Walker y Claire estaban a cada lado, abrazándome en silencio. No tardé en notar a Emma uniéndose al abrazo, envolviéndonos a los tres con su calidez. No pude evitar sonreír con tristeza.

— ¿Cómo estás, amiga?.—Preguntó Claire en voz baja mirándome con preocupación.

No respondí de inmediato. ¿Cómo podía explicarlo?. Me sentía vacía, como si todo dentro de mí se hubiera roto en mil pedazos y no tuviera idea de cómo volver a armarme.

Apreté los labios y me limité a encogerme de hombros.

— Todo va a estar bien. —Susurró Emma apretando mi brazo con cariño.— Las cosas volverán a ser como antes. Él solo necesita tiempo.

— Mason está con él ahora, tratando de hablar.—Agregó Claire buscando animarme.

Negué con suavidad, sin mucha esperanza.

— Déjenlo así, no lo presionen. —Respondí en voz baja.— No quiero que se sienta forzado. Si quiere su espacio, lo respeto. Él me conoce y yo lo conozco...sé que necesita tiempo.

Walker guardó silencio por unos segundos antes de soltar un pesado suspiro. Algo en su expresión cambió, como si estuviera reuniendo valor para decir algo.

— Esto es culpa mía.—Murmuró de repente, llamando nuestra atención.

Fruncí el ceño, confusa.

— ¿Qué?. ¿De qué hablas?.—Preguntó Claire igual de desconcertada.

Walker pasó una mano por su rostro con frustración antes de mirarnos.

— Hace unos meses...en el campus. Le conté a Mason sobre lo de Olivia. No me di cuenta de que Tessa estaba cerca hasta que la vi cuando salimos. No sé cuánto escuchó, pero ahora estoy seguro de que nos oyó hablar.

Se hizo un silencio tenso. Sentí mi estómago revolverse mientras la verdad caía sobre mí con un peso abrumador. Así que había sido así. Tessa lo había sabido desde entonces.

Emma, claramente molesta, le dio un zape en la cabeza.

— Eres un idiota Walker. De verdad. —Bufó con sarcasmo.

Él hizo una mueca, frotándose la cabeza donde ella lo golpeó.

— Lo sé ¿si?. —Se lamentó él.—No me di cuenta en ese momento...Pero ahora todo encaja. Seguro nos escuchó y guardó esa información hasta que pudo usarla contra ustedes.

Suspiré, sintiendo cómo un nuevo peso se sumaba a mi pecho.

— En verdad lo siento, Harp.—Dijo con sinceridad, mirándome con culpa.— Si no hubiera sido tan torpe, nada de esto estaría pasando.

Negué suavemente obligándome a esbozar una pequeña sonrisa.

— No es tu culpa, Walker.—Respondí con voz suave.— Probablemente así debía ser.

— Pero si yo...

Negué rápidamente interrumpiéndolo.

— Lo hecho, hecho está. Lo único que importa ahora...Es lo que pase de aquí en adelante.

Walker frunció los labios, pero asintió. Emma suspiró y Claire me apretó la mano con cariño.

— Vamos a estar aquí para ti siempre. —Dijo Claire con firmeza.

Les sonreí con pesar, sintiendo cómo mis ojos volaban automáticamente hacia el horizonte. No había nada más que hacer. No podía seguir culpando a otros por algo que en el fondo siempre había sabido que debía afrontar. Solo les agradecí por estar ahí, por no dejarme sola y por sostenerme cuando sentía que me desmoronaba.

Me recosté sobre el regazo de Claire y cerré los ojos. Por primera vez en todo el día, no me sentía completamente sola.

Y así nos quedamos. Walker, Claire y Emma hicieron todo lo posible por distraerme, haciéndome reír con sus tonterías y bromas. Aunque el dolor seguía ahí, profundo y punzante, su compañía hacía que se sintiera un poco más soportable.

Durante todo el trayecto de regreso a la ciudad, no me crucé con Miguel ni una sola vez. Y aunque lo entendía, aunque sabía que no quería verme, eso no hacía que doliera menos. Pero ya no podía hacer nada más. Solo quedaba esperar.

──────────────
NOTA DE AUTORA: Cofcofquefuertecofcof

Como lo prometí, aquí está mi primera actualización de esta semana, espero poder continuar pronto. Tal vez este fin de semana no pueda hacerlo, ya que este sábado es mi cumple y probablemente esté ausente.

(Así es, cumplo años el mismo día que Miguel, somos almas gemelas. ¿Si ven?, a).

Gracias por todo el apoyo y sus comentarios, los leo todos y mientras ustedes lloran, yo me río. ✋🏻😔

Nos leemos en el próximo capitulo.

No olvides votar!.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro