Capítulo 07.
DESPUÉS DE TI.
Capítulo 07.
Tiempo actual.
(2 años y 8 meses después)
08 de enero del 2021.
El aire estaba cargado de energía y emoción, algo que no había sentido en mucho tiempo. Después de años de estudiar en casa por mi enfermedad y la fragilidad que eso implicaba, finalmente estaba aquí: mi primera experiencia en una universidad. Era emocionante, sí, pero también aterrador.
El campus era enorme, como salido de una película. Estudiantes caminaban de un lado a otro con mochilas al hombro y risas compartidas. Había globos de colores atados a postes, carteles dando la bienvenida a los nuevos alumnos y stands repartiendo folletos.
Desde la ventana del auto, observé cómo algunos ya se acomodaban en grupos, mientras otros, como yo, parecían perdidos en el ajetreo.
— ¿Estás lista?.—Preguntó mi padre, girándose para mirarme desde el asiento del conductor.
Traté de sonreír, aunque no podía evitar el nudo en mi estómago.
— Más o menos.—Respondí con una risita nerviosa.
Él se rió también, aunque podía notar que estaba igual de nervioso que yo.
— ¿Tienes todo?. ¿Cuadernos?. ¿Dinero?.—Preguntó rápidamente, como si todavía estuviera dejándome en la primaria.
No pude evitar reírme esta vez.
— Papá, estoy bien. No es la primaria.
Su expresión se suavizó un poco, aunque seguía notándose preocupado. Se inclinó para darme un beso en la frente antes de que abriera la puerta.
— Cualquier cosa, llámame. Estoy a cinco minutos.
— Gracias, papá. Todo estará bien, lo prometo.
Cuando bajé del auto, el aire fresco me golpeó, y sentí cómo los nervios aumentaban. Ajusté la correa de mi mochila sobre mi hombro, apretándola con algo de fuerza mientras mis ojos recorrían el lugar.
Había soñado con este momento durante tanto tiempo, pero ahora que estaba aquí, todo parecía mucho más abrumador.
Fue entonces cuando la vi. Claire estaba parada en la entrada principal, ondeando sus brazos como si tratara de guiar un avión hacia tierra firme. Su cabello dorado brillaba bajo el sol, y su sonrisa era tan radiante como siempre.
— ¡Amiga!. —Gritó corriendo hacia mí.
Antes de que pudiera decir algo ya me estaba envolviendo en un abrazo fuerte, como si no me hubiera visto en años, aunque habíamos hablado por videollamada la noche anterior.
— ¿Estás lista?.—Preguntó, dando un paso atrás para mirarme a los ojos.
— No —Respondí con total sinceridad, lo que la hizo reír.
— No te preocupes. Será un buen semestre. Vamos a hacer nuevos amigos, sacar buenas notas y, lo mejor de todo, ¡hay chicos lindos!.
Rodé los ojos mientras reía. Claire nunca perdía una oportunidad para mencionar a los chicos. Y siendo tan hermosa como era, no me extrañaba que siempre tuviera a más de uno siguiéndola.
— ¿En serio, Claire?. ¿Eso es lo único en lo que piensas?. —Bromeé.
— Obviamente no, pero admito que no es una mala idea.
Estaba a punto de responder cuando una voz masculina y familiar interrumpió nuestra conversación.
— ¿Harper?.
Giré rápidamente y me encontré cara a cara con Walker Scobell, el chico que alguna vez había sido mi mejor amigo en la escuela.
Su cabello rubio estaba un poco más largo que la última vez que lo vi, pero con sus característicos rizos, y sus ojos azules brillaban con esa chispa juguetona que siempre había tenido.
— ¡Walker!. —Exclamé, incapaz de contener mi emoción.
Él sonrió ampliamente antes de abrazarme, un gesto cálido que me recordó cuánto lo había extrañado.
— Es genial verte de nuevo. ¿Cómo estás?. —preguntó, apartándose un poco para mirarme mejor.
— Bien… ahora. ¿Qué haces aquí?. Pensé que estabas en Canadá.
—Pues estudio aquí. Me mudé de regreso hace unos meses —respondió con una sonrisa— Pero mírate, estás igual…bueno, no exactamente igual. Más bonita, si eso es posible.
Sentí cómo el calor subía a mis mejillas. Claire me miró con una expresión de complicidad, pero no dijo nada, al menos por el momento.
— Oh, lo siento. Walker, esta es mi mejor amiga Claire. Claire, él es Walker, un viejo amigo de la escuela.
Walker le ofreció una sonrisa encantadora mientras le estrechaba la mano.
— Encantado, Claire.
— Lo mismo digo. Harper me ha hablado de ti…bueno, un poco. — Le lanzó una mirada cómplice, y yo me sonrojé.
Walker siendo el chico amable que siempre había sido, insistió en llevarnos a la cafetería para presentarnos a algunos amigos. Aunque no estaba del todo cómoda con la idea de conocer a tanta gente de golpe, acepté. No quería parecer grosera, y además, me alegraba volver a verlo después de tanto tiempo.
— ¡Vamos!, no se preocupen, son buena gente. —Dijo Walker con su sonrisa despreocupada mientras nos guiaba hacia la cafetería.
El edificio era enorme, con techos altos y ventanales que dejaban entrar la luz del sol. Las mesas estaban llenas de estudiantes riendo y conversando, y el murmullo general era abrumador al principio.
Claire parecía emocionada, como siempre, mientras yo intentaba no aferrarme demasiado al tirante de mi mochila.
Walker nos llevó hacia una mesa al fondo, donde dos chicos ya estaban sentados. Uno de ellos era de tez blanca, muy blanca a decir verdad. Parecía vampiro o algo así. Pero con ojos color entre miel y ámbar, su cabello claro, y una expresión amigable; el otro…bueno, el otro era diferente.
Era moreno, su cabello castaño ligeramente desordenado le daba un aire descuidado pero atractivo. Sus ojos eran cafés, pero era una mirada tan profunda e intensa que sentías que podía leerte el alma, cosa que me hizo apartar la mirada casi de inmediato.
— Chicos, ellas son Harper y Claire. —Anunció Walker.— Harper es una amiga de la infancia, y Claire…bueno, nos conocimos hace unos segundos.
Mason, el chico de cabello más claro, fue el primero en saludar.
— Hola, encantado de conocerte. —Dijo con una sonrisa cálida.
— Igualmente.—Respondí con una tímida sonrisa.
— Y él, es Miguel. —Continuó Walker, señalando al chico de mirada seria.
Miguel levantó la vista y me miró directamente. Había algo en su expresión que me desconcertaba, como si estuviera tratando de descifrarme. A pesar de lo incómoda que me sentía bajo su mirada, no podía apartar los ojos de él.
Nos sentamos, y Claire, como siempre, comenzó a hablar con facilidad, bromeando con Mason y Walker. Yo en cambio, trataba de mantener un perfil bajo, observando más que participando.
— Así que…—Dijo Mason después de un rato, dirigiéndose a Claire y a mí.— ¿De dónde son?. No recuerdo haberlas visto antes, y esta ciudad no es tan grande que digamos.
Claire respondió con rapidez, inventando algo sobre haber vivido fuera durante un tiempo. Pero cuando Mason me miró esperando mi respuesta, sentí cómo los nervios se acumulaban en mi pecho.
— Estudié en casa.—Dije finalmente, intentando sonar casual.— Por…temas personales.
Mason asintió, aparentemente satisfecho con mi respuesta, pero noté que Miguel me miraba de reojo, como si supiera que no estaba contando toda la historia.
Mientras tanto, Miguel permanecía en silencio jugando distraídamente con una servilleta. Podía sentir sus ojos sobre mí de vez en cuando, lo cual me ponía nerviosa. No sabía si era porque estaba siendo amable o porque algo en mí le resultaba extraño.
Justo cuando estaba comenzando a sentirme un poco más cómoda, una chica llegó a la mesa. Era alta, con un cabello castaño perfectamente ondulado y un maquillaje impecable. Se inclinó hacia Miguel con demasiada confianza, colocando una mano en su brazo.
— ¡Miguel!.—Exclamó con una sonrisa radiante.— Te estaba buscando.
Él levantó la vista, pero su expresión no cambió mucho.
— Hola, Tessa.
La chica se sentó junto a él, ignorando completamente a los demás. Era evidente que estaba interesada en Miguel, y aunque él parecía indiferente, no hacía nada para apartarla.
— ¿Quiénes son ellas?.—Preguntó Tessa finalmente, mirándonos con una mezcla de curiosidad y desdén.
— Son Harper y Claire.—Respondió Walker rápidamente— Amigas mías.
La chica nos analizo a ambas de pies a cabeza, como si estuviese buscando algo. Cosa que no me agrado mucho.
Al final solo nos dio una sonrisa fingida.
— Vaya, Walk, tú como siempre tan...buena gente.
Claire me miró con desaprobación, yo solo ladee un poco mi cabeza para hacerle saber que estaba bien, la conozco, era capaz de comenzar una pelea si me sentía incomoda.
Incluso siendo el primer día de clases.
Tessa solo puso nuevamente su atención en Miguel. Intentaba hablar con él, tocarle el brazo o la mano cada vez que podía, pero él no parecía interesado en absoluto.
Claire, siempre directa, se inclinó hacia mí y susurró:
— Ya tenemos una enemiga.
No pude evitar reírme por lo bajo, aunque sabía que probablemente tenía razón.
Walker, al notar la incomodidad de todos, y en ambiente tan tenso, decidió intervenir.
— Tessa, creo que tus amigos te están llamando. —Dijo con una sonrisa educada, señalando a un grupo en la distancia.
Ella frunció el ceño claramente molesta, pero finalmente se levantó. Antes de irse, me lanzó una mirada que no pude descifrar del todo.
Cuando se fue, el ambiente en la mesa se relajó un poco. Mason y Claire retomaron su conversación, Walker me hizo algunas preguntas sobre mis planes para el semestre, y Miguel…bueno, Miguel seguía en silencio, aunque esta vez su mirada parecía un poco más suave.
Era como si su cabeza estuviera en otra parte.
Cuando finalmente nos levantamos para ir a nuestras respectivas clases, sentí que tal vez este semestre no sería tan aterrador como había imaginado.
Mientras caminaba con Claire a mi lado, no podía dejar de pensar en Miguel. Había algo en él, en su forma de mantenerse al margen que me hacía querer entenderlo. Pero al mismo tiempo, sabía que no era el momento para complicarme con algo así.
Este era mi momento para empezar de nuevo, para vivir la vida que tanto había esperado después de mi trasplante.
─────────────
NOTA DE AUTORA: Pues hoy sin querer queriendo (fue intensional), hice este pequeño maratón.
Con mucho cariño para las que leen este fanfic que me ha gustado tantooo, espero que quien lo lea igual.
Se vienen cof cof cositas. (:
Nos leemos prontooo.
No olvides votar!.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro